MURCIA.- Juan Cuenca Lorente, de 36 años, exgerente y ex director
técnico del Club Atlético Voleibol 2005 de Murcia, es para la Policía la
persona que ideó y dio la orden a dos sicarios rumanos de asesinar a la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser (embarazada de seis semanas) y a su novio Lodewijk Severein, quienes fueron torturados, descuartizados y enterrados en
un limonar de la localidad de Alquerías. El ideólogo de estas muertes
habría pagado en torno a mil euros a los ejecutores del atroz crimen,
según fuentes del caso, citadas por 'Abc', aunque no se descarta que luego pudieran cobrar
más.
Cuenca ingresó anteayer en prisión sin fianza por
orden del juzgado de instrucción nº 16 de Valencia, en funciones
de guardia, acusado de doble homicidio, igual que ayer los dos rumanos.
El móvil del doble asesinato es económico, con varias vertientes. Por una parte, Cuenca había contraído una «importante» deuda de miles de euros con la jugadora,
pero además tenía negocios poco claros con la pareja residente en
Holanda, en concreto, compartía con Severein al cincuenta por ciento una
sociedad en Gibraltar, supuestamente instrumental y creada con el único
fin de blanquear dinero, según confirmaron a Abc fuentes de la
investigación. «La deuda era grande, pero hay además por medio un
entramado de negocios sucios que ha terminado de esta manera terrible».
Con la muerte de Visser y Severein, Cuenca saldaba su deuda y además obtenía beneficios al quedar como socio único de la sociedad gibraltareña. Esa
compañía servía a los implicados, supuestamente, para blanquear el
dinero obtenido con la adquisición fraudulenta de una cantera de mármol,
propiedad de Evefasto Lifante, el creador y dueño del club de voleibol,
en el que ha invertido millones de euros.
En 2011, Cuenca cerró la sociedad que había
creado en Valencia (Universal Events S. L.) en febrero de 2004 para
eventos deportivos y socioculturales, restauración y catering, alquiler,
venta y promoción de vehículos, de inmuebles, fisioterapia, balnearios,
formación cultural y organización de viajes y excursiones. Entre esa
fecha y los siguientes años han desfilado por esa sociedad hasta cinco apoderados, incluida su hermana. Es la única sociedad en la que aparece en España.
Ingrid y su novio viajaron a Murcia el día 13 supuestamente para acudir a una clínica de fertilidad donde
pidieron cita (ahora ha trascendido que la jugadora ya estaba
embarazada), pero también la solicitaron a un abogado por correo
electrónico. Ese mismo día, otra persona de total confianza, que actuó
como intermediaria, convenció a la pareja para que los acompañara a una casa rural
de El Fenazar, en Molina de Segura. En esa vivienda, alquilada por
Cuenca dos semanas, esperaban los asesinos, que se ensañaron con las
víctimas y enterraron sus cadáveres mutilados en una finca de Alquerías.
El día 17 se presenta la denuncia por la desaparición de la
pareja. Cinco días después el Fiat Panda que habían alquilado aparece
estacionado en una céntrica calle de Murcia. El 24, la Policía centra el
caso: se averigua que el exgerente del club está involucrado en
los hechos. Horas después lo detienen en Valencia y él mismo conduce a
los agentes, tras ser interrogado, hasta la finca donde enterraron los
cuerpos de las víctimas.
Sin embargo, asegura que él no es el autor
material de las muertes. Intentó no dejar nada al azar
y había pergeñado una coartada, que le salió mal. A continuación,
cayeron los sicarios en una operación rápida y eficiente de la Jefatura
de Murcia y la Sección Central de Homicidios.