lunes, 26 de junio de 2017

La Guardia Civil incorpora a 85 nuevos agentes en la Región


MURCIA.- La Guardia Civil incorporó este lunes 85 nuevos agentes a la Región, seis de ellos mujeres, que servirán de refuerzo en la costa en la operación verano, según comentó hoy el coronel jefe de la 5ªZona, Jesús Arribas, y el delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís.

Provienen de la 122 y 99 promociones de Baeza (Jaén) y Valdemoro (Madrid), y prestarán servicio en unidades de prevención de seguridad ciudadana y fiscal, donde más de un tercio de ellos tienen destino en unidades ubicadas en el litoral.
En total serán 15 agentes los que integraran la Primera Compañía de los municipios de Murcia, Molina y Las Torres. La Segunda compañía, en Cieza, tendrá 11 agentes; la Tercera, en Caravaca, contará con siete; la Cuarta, en Torre Pacheco, con 16; la Quinta, en Cartagena, con 12, y la Sexta, en Lorca, con 23.
Sánchez-Solís explicó que reforzarán el plan de turismo seguro en las costas con 39 agentes más que terminarán en septiembre su periodo de prácticas más los que llegaron hoy, a lo que se suman 40 policias nacionales que estarán de refuerzo en el periodo vacacional.
Sesenta efectivos de la 5ª Zona se desplazarán del interior a la costa este verano para reforzar la seguridad, además de los 31 agentes jóvenes que hoy quedarán repartidos en los nueve puestos del litoral.



5ª ZONA GUARDIA CIVIL - MURCIA
Guardias civiles incorporados 26 jun. 2017
COMPAÑÍA
Agentes
UNIDAD
Agentes
1ª Compañía - Murcia
16
Puesto de Beniel
2
Puesto de Cabezo Torres
1
Puesto de Torreagüera
2
Puesto Principal de Las Torres de Cotillas
4
Puesto Principal de Molina de Segura
2
Puesto Principal de Santomera
5
2ª Compañía - Cieza
11
Puesto de Abanilla
1
Puesto de Archena
2
Puesto de Fortuna
1
Puesto Principal de Cieza
4
Puesto Principal de Jumilla
3
3ª Compañía - Caravaca
7
Puesto de Cehegín
1
Puesto de Mula
2
Puesto Principal de Caravaca de la Cruz
4
4ª Compañía - Torre Pacheco
16
Puesto de Cabo De Palos
3
Puesto de El Algar
2
Puesto de Los Alcázares
1
Puesto Principal de San Javier
6
Puesto Principal de Torre-Pacheco
4
5ª Compañía - Cartagena
12
Puesto de Cartagena
2
Puesto de Fuente Álamo
1
Puesto de La Unión
3
Puesto Fiscal de Escombreras
2
Sección Fiscal Alfonso XII de Cartagena
4
6ª Compañía - Lorca
23
Puesto de Lorca
4
Puesto de Puerto Lumbreras
1
Puesto Principal de Águilas
6
Puesto Principal de Alhama de Murcia
4
Puesto Principal de Mazarrón
4
Puesto Principal de Totana
4
Total Compañías:
85
Total Puestos:
85

* En negrita y sombreado azul las unidades de costa:               31

El lobby gay también influye en la política regional murciana


MURCIA.- El diario El Español publica hoy nombres del lobby gay español influyentes en la política local y regional de todo el país. Al llegar a la Región de Murcia dicho diario digital señala a dos personas:

Francisco Javier Sánchez. Político. Este hombre ha desempeñado distintos cargos en
una Comunidad que no es conocida por la cantidad de personalidades que hayan dado visibilidad al colectivo gay, pero él ha aportado simplemente con su presencia. 

Ha desempeñado el puesto de coordinador de pedanías y distritos en el Ayuntamiento de Murcia, presidente del Consejo Local de la Juventud de Murcia Y presidente de Nuevas Generaciones del PP en Cabezo de Torres y de la Región de Murcia.

Jesus Costa. Activista. El presidente del colectivo 'No te prives' es uno de los hombres que más ha luchado por hacer ondear la bandera gay en Murcia. Aclara que la homofobia es un problema en la Región, no solo en incidentes violentos, sino también en otros ámbitos como el educativo.


Vuelve mañana martes el calor sofocante y la alerta amarilla

MURCIA.- La Región de Murcia estará mañana martes en alerta amarilla por riesgo por altas temperaturas y fenómenos costeros, según indica la Agencia Estatal de Metereología. En las zonas de interior se alcanzarán temperaturas que rozarán los 40ºC, mientras que en el litoral las máximas se situarán en torno a los 33ºC. En las costas de la Región habrá intervalos de suroeste de fuerza 7 y olas que podrán alcanzar los 3 metros.

Sin embargo, a partir de miércoles las temperaturas bajarán gradualmente unos diez grados hasta alcanzar durante el fin de semana unas temperaturas máximas de alrededor de 30ºC para dar la bienvenida al mes de julio.
El Plan de Acciones preventivas contra los Efectos del exceso de temperaturas sobre la Salud 2017 se encuentra en nivel 1 e índice 2, que se corresponde con el nivel Amarillo, según fuentes de la Consejería de Salud.
Este índice supone que se sobrepasan simultáneamente los umbrales para temperaturas máximas y mínimas durante dos días seguidos.
Así, la temperatura mínima registrada en el observatorio de Murcia este lunes es 21,8 grados centígrados y la temperatura máxima es de 36 grados centígrados.
Para este martes, la temperatura será de 23,2 grados de mínima y una máxima que aumenta a 40,1, mientras que para el miércoles la máxima desciende a 34,8 grados y la mínima se situará en 23,1 grados.
El jueves la máxima disminuye a 33,5 y la mínima se situará en 21,1; y el viernes, la mínima estará en 19,3 y la máxima ascenderá a 31,1.

Fallece a los 88 años Joaquín Esteban Mompeán, ex presidente de Cáritas, alto funcionario y ex político de UCD

MURCIA.- En las últimas horas ha fallecido en Murcia el conocido abogado Joaquín Esteban Mompeán, ex presidente de Cáritas y uno de los políticos de la Región más destacados en la antigua UCD, donde llegó a ejercer varios cargos orgánicos y también del Gobierno de Adolfo Suárez como presidente, de quien era su hombre de confianza en toda la provincia de Murcia.

Joaquín Esteban Mompeán nace en Murcia en 1929, licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia con la calificación de premio extraordinario. Abogado en ejercicio entra en el Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Estado con el número uno de su promoción. Su profesión le llevó a ejercer como secretario general del Gobierno Civil de Murcia (1962-1977), llegando en algún momento a ser gobernador civil accidental. 

Su vinculación política la realiza en UCD desde su fundación, estando vinculado a la corriente democristiana. Diputado a Cortes por Murcia en la legislatura constituyente 1977 y 1979. Desempeñará el cargo de director General de Administración Local en el Ministerio de Interior entre 1977 y 1978 para ser luego nombrado consejero del Consejo Regional de Murcia en el primer gobierno preautonómico presidido por Antonio Pérez Crespo. Igualmente perteneció al Consejo Político de UCD, llegando a ser presidente regional de dicho partido en Murcia.

Fue el último gobernador civil de Córdoba de la etapa de la Unión de Centro Democrático. Tuvo que afrontar en su puesto de responsabilidad civil el frustrado Golpe de Estado del 23-F con Julio Anguita como alcalde comunista de la ciudad. Se preocupó de los problemas de la capital y provincia visitando los pueblos e intentado dar soluciones. Tuvo especial atención por la seguridad ciudadana.

Como persona llegó a tener la admiración y el cariño de los cordobeses por su carácter dialogante, asequible y cercano, de forma que muchas asociaciones populares le dieron homenajes y reconocimientos. La Diputación Provincial lo nombró en 1983 Hijo Adoptivo de la Provincia recibiendo la medalla de oro de esta entidad. Igualmente el Ayuntamiento de Córdoba le concedió una distinción por su destacada labor y talente democrático.

Ya el pasado mes de abril, Joaquín Esteban Mompeán no pudo asistir en Córdoba por enfermedad a la reunión que, con motivo del 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas, tuvieron todos los gobernadores civiles de dicha provincia durante todos esos años.

A su vuelta a Murcia, presidió durante varios años Cáritas de la Diócesis de Cartagena y fue consejero de Cáritas Española, donde realizó una labor impagable,  luego fue pregonero de la Semana Santa murciana, del Festival del Cante de las Minas de La Unión, así como presidente de la Asociación de Belenistas de la Región de Murcia.

Desaparece pues, uno de los murcianos más ilustres que protagonizaron el siglo XX y un político moderado con sentido social desde los presupuestos del humanismo cristiano.


Abogado



ha fallecido, a los 88 años de edad, habiendo recibido los santos sacramentos y la bendición apostólica de Su Santidad.

D. E. P.
Su esposa, Ilma. Sra. Doña María Josefa Morcillo Vera; hijas, María José, María Dolores y María Belén Esteban Morcillo; hijo político, Manuel Terrados Muñoz; nietos, María Belén y Cristina Ayora Esteban; Manuel, Marta y María Belén Terrados Esteban; sobrinos, primos y demás familia ruegan una oración por su alma.

Y agradecerán que asistan a la misa de corpore insepulto y funeral, hoy lunes, a las CINCO Y MEDIA, en la capilla del Tanatorio de Jesús de esta capital, y seguidamente su traslado al cementerio de Nuestro Padre Jesús.

Murcia, 26 de junio de 2017.

Tanatorio de Jesús. Sala 8. F

Los negativos efectos económicos de la corrupción / Álvaro Anchuelo *

La sociedad española vive hastiada desde hace tiempo por los continuos casos de corrupción que van saliendo a la luz. Resulta ya difícil recordar siquiera el nombre de tantas tramas, que se van multiplicando y solapando. La ciudadanía suele abordar estos casos desde un punto de vista ético, reaccionando con indignación. Siendo esta primera respuesta instintiva acertada, no debería olvidarse que la corrupción tiene una dimensión económica mucho más amplia que la cuantía directamente sustraída en los latrocinios.

Se trata de un tema en cuyo estudio la Economía académica ha avanzado mucho durante las últimas tres décadas. España no ha quedado al margen de esa tendencia, con meritorias publicaciones de especialistas (como el profesor Javier Salinas, de la Universidad Autónoma de Madrid). Los organismos internacionales han animado este impulso. Al fin y al cabo, se trata de un fenómeno que no se limita a América Latina o la Europa del Este, si no que aqueja a todos los países en distinto grado.

Los efectos de la corrupción sobre el conjunto de la economía se transmiten a través de numerosas variables, de forma que terminan perjudicando al nivel de renta de una sociedad. En primer término, la corrupción es un síntoma del fenómeno más amplio de la falta de calidad institucional, e incide negativamente en el funcionamiento del sector público. Por el lado de los ingresos públicos, tiende a reducirlos, por culpa de las cantidades defraudadas y al incentivar el paso desde la economía formal a la economía sumergida. 

Por el lado del gasto, distorsiona tanto su volumen como su composición, primando especialmente las partidas relacionadas con la inversión pública (como las infraestructuras de transporte). El país afectado por la corrupción tenderá a gastar más de lo conveniente en aquellas partidas en las que las oportunidades de extraer rentas ilícitas sean mayores, en vez de guiar las decisiones por estrictos criterios de bienestar social.

Esta mala asignación de los recursos públicos perjudicará la eficiencia y productividad del conjunto del sistema económico. Éstas se verán también negativamente afectadas por otras vías. La inversión privada, en particular la extranjera, se resentirá de la falta de seguridad jurídica y de confianza en la administración que la corrupción provoca. Por otro lado, el dinero que se gasta en ese exceso de infraestructuras (aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, trenes sin pasajeros…) se deja de gastar en otras actividades, como la educación. Esto hace que se deteriore la acumulación de capital humano, cuya mejora es otra de las fuentes esenciales de aumento de la productividad.

La innovación tecnológica, otro gran medio de aumento de la productividad, se verá así mismo perjudicada. La introducción de novedades técnicas o de nuevos productos suele estar ligada a la obtención de permisos o licencias, además de a su protección a través del sistema de patentes. La concesión discrecional de estos permisos, licencias  o patentes (en un entorno de corrupción) puede constituir una seria barrera a la innovación.

No solo la eficiencia de una economía tiende a empeorar por culpa de la corrupción; la equidad en la distribución de la renta también tenderá a hacerlo. El peor funcionamiento del sector público mina los ingresos públicos, reduce la progresividad del sistema impositivo y hace que disminuyan los recursos disponibles para el gasto público de tipo social y educativo. En consecuencia, los problemas de desigualdad y pobreza se agravan.

Lord Acton nos enseñó que El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. La mejora de la calidad institucional de nuestra democracia, extinguiendo los focos de arbitrariedad que en ella subsisten, ayudaría a hacer más manejable el problema de la corrupción. Los países nórdicos han demostrado que es posible lograrlo. Si ellos han sido capaces ¿por qué no nosotros? Indignarse no es suficiente.


(*) Catedrático de Economía Aplicada, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid


Pedro Sánchez y su plan de rescate a la gente joven / Jesús Cacho *

No cabía esperar otra cosa. El paro juvenil es la almadraba del populismo más rancio donde hasta el pescador menos avisado puede lanzar su arpón en la seguridad de que sacará a flote unas cuantas frases plagadas de tópicos sobre las precarias condiciones de vida de esa juventud sin futuro que, harta de la vieja política, avergonzada de la corrupción de PPSOE, cabreada con el mundo, se echó al monte un 15 de mayo y llenó la Puerta del Sol para, unos meses después, alumbrar el nacimiento de Podemos y revitalizar la carrera política de esa estrella mediática llamada Pedro Sánchez

No es extraño, por eso, que la primera iniciativa del redivivo líder tendente a unir a Albert Rivera y Pablo Iglesias, agua y aceite, en torno a una eventual moción de censura capaz de desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa, haya tenido por argamasa el cruel y manoseado tema del paro juvenil. Sánchez, en efecto, ha planteado a Ciudadanos y Podemos un “plan de rescate a la gente joven” como primer paso para acercar posturas entre las “fuerzas del cambio”.


“La realidad de los jóvenes es muy dura”, ha dicho el renacido al día siguiente del Congreso del PSOE que ratificó su victoria en las primarias. Ocurre que las cosas no son exactamente como él las pinta. Tras la peor recesión de la historia de la democracia, que significó la pérdida de casi 3,5 millones de empleos, el crecimiento económico que se viene registrando desde 2014 ha logrado recuperar a día de hoy casi 2,2 millones de aquellos empleos (el 65,6% del total), con un número de afiliaciones a la Seguridad Social que alcanza ya los 18.345.414, cifras desconocidas desde diciembre de 2008. 

En áreas del Gobierno se afirma sin levantar la voz que la economía va “como un tiro”, algo que el Banco de España acaba de reconocer al elevar al 3,1% el crecimiento del PIB para 2017, de modo que no es aventurado afirmar que a lo largo de este año y el siguiente España podría crear algo más de un millón de empleos –se habla de 1,2 millones-, un acontecimiento capaz de cambiar el mapa social de este país y sin duda también el político. 

Se entienden las prisas de Sánchez por derogar cuanto antes la reforma laboral de 2012, una de las pocas cosas buenas que, aun incompleta y en parte frustrada –a causa, entre otros motivos, del sabotaje al que la someten los jueces progres de los juzgados de lo social, dispuestos a cargársela por su cuenta-, cabe atribuir al Gobierno de mayoría absoluta del señor Rajoy. De modo que sí: el nuevo capo del PSOE debe cepillarse esa reforma antes de que una mayoría de parados encuentre empleo.

A pesar de que las cifras siguen siendo escandalosamente altas, la realidad es que el paro juvenil ha registrado una caída de casi 10 puntos desde el inicio de la recuperación hasta ahora, al punto de que puede decirse que, en materia de empleo, los jóvenes han sido los principales beneficiarios del ciclo expansivo en curso. 

Y ahí aparece el bizarro Sánchez, pretendiendo “rescatar a los jóvenes” de no se sabe muy bien qué. La santa compaña de la izquierda, a la que se incorporan para la ocasión los fosilizados sindicatos, suele rebatir cualquier mejora en el empleo con el argumento de su baja calidad: empleo precario mal retribuido, razón por la que el general secretario se ha fijado como objetivo “acabar con el precariado”. 

Olvida, o quizá no sabe, que tras una recesión como la padecida por España entre 2008 y 2013 es técnicamente imposible recuperar de golpe los niveles de calidad de empleo y de salarios previos, entre otras cosas porque los jóvenes adolecen de dos problemas básicos que difícilmente se pueden resolver de un plumazo: una menor productividad derivada de su falta de experiencia, por un lado, y una pobre formación, generalmente universitaria, que les inhabilita para lograr elevadas remuneraciones.

El deterioro de la formación del capital humano en nuestro país se ha venido acelerando de forma dramática en la última década, y basta leer los informes Pisa y observar el funcionamiento de las universidades públicas para entender la situación. De acuerdo con la memoria sobre la economía española obra del Directorio de Asuntos Económicos de la CE en 2016, el 68% de los jóvenes salidos de la universidad –a la que en general llegan con una deficiente educación primaria y secundaria- no reúne los requisitos mínimos exigidos para incorporarse al mercado laboral, por lo que resulta utópico reclamar para ellos empleos de calidad y altamente remunerados. 

La tesis de que tenemos la generación joven mejor preparada de la historia, condenada a emigrar o aceptar empleos mal pagados, es un mito cuando no una soberana tontería. Una ficción con la que los demagogos con mando en plaza intentan aplacar su mala conciencia. La ficción de una escolarización masiva y un fácil acceso a estudios universitarios no resuelve el problema previo de la pésima calidad de la formación recibida y, por ende, su incapacidad para satisfacer las necesidades de la demanda de las empresas.

Pero ahí sigue la izquierda española, tratando de vendernos la mula ciega de que la culpa es de los empresarios, unos malvados que se niegan a dar trabajo, y además bien pagado, a unos jóvenes muy sabios que en realidad no saben hacer la o con un canuto. ¿Simple cuestión de sadismo? De modo que la burra de Pedro vuelve otra vez al trigo afirmando que “hay que bajar las tasas universitarias y darle un impulso a las becas”. 

Resulta en verdad difícil encontrar en el carcaj argumental de nuestra izquierda una sola medida que contribuya a mejorar la empleabilidad de los jóvenes y a procurarles ese empleo estable por el que dicen abogar. Todas sus propuestas caminan de facto en la dirección contraria: la de perpetuar la existencia de esa insoportable bolsa de paro juvenil. 

Lo explica a la perfección el catedrático Benito Arruñada: “No sólo entra en la universidad un alto porcentaje de malos estudiantes, sino que la mayoría de ellos acaba obteniendo el título por muy poco esfuerzo que haga y muy poca formación que adquiera. En consecuencia, las aulas cumplen mal su doble función de educar a los estudiantes (creación de capital humano) y distinguir a los mejores (producción de “señales” para el mercado de trabajo). La universidad sólo sirve para aparcar jóvenes y fabricar frustraciones”.

Algo que parece importar un pimiento a esta izquierda atrabiliaria que padecemos, y que podría decirse también a la desnortada derecha que ahora ocupa el Gobierno. Una mayoría de padres españoles parece encantada con la idea de tener en casa uno o varios titulados universitarios, con habilidades, un suponer, que para nada reclama el mercado de trabajo y cuyo futuro inmediato es el paro. Todos jugamos a engañarnos. Y todos parecemos contentos. 

¿Tiene sentido bajar unas tasas universitarias que apenas cubren el 15% del coste real de los estudios como media? ¿No sería pertinente que esas tasas reflejaran mejor, con las ayudas que fuera menester, el coste real de cursar una carrera, ello como forma de favorecer una competencia basada en el talento y el esfuerzo personal? ¿No sería más adecuado elevar el nivel de exigencia a la hora de conceder unas becas que ahora se consiguen incluso suspendiendo? 

Tal vez entonces España dejaría de tener más titulados universitarios que la media de la UE, pero seguramente estarían mucho más capacitados para conseguir un empleo de calidad y bien remunerado.  

Consecuencia de lo dicho es que nuestro mercado del trabajo viene registrando una creciente polarización entre una minoría de jóvenes con altos niveles de cualificación –aquellos cuyos padres se han podido permitir el lujo de enviarlos a una universidad privada de prestigio, dentro o fuera de España- capaz de acceder a los mejores trabajos y obtener altos salarios, y una masa amorfa poco o mal formada que difícilmente podrá tener acceso a esos empleos bien pagados, tendencia que irá acentuándose conforme progrese la robotización de la economía. 

Escuchar, desde esta perspectiva, a Pedritos y Pabletes insistir en las medidas “adanistas” que la izquierda viene proponiendo desde tiempo inmemorial para atacar el problema del paro juvenil no puede resultar más lamentable. Reducir el nivel de exigencia universitaria elevando la mediocridad a los alteres, regalar becas, poner trabas burocráticas y legales al primer empleo, volver de hoz y coz al rígido mercado laboral de antaño, sólo servirá para seguir estabulando jóvenes en la gran tenada de parados que ha sido España en la pasada crisis y que la reforma laboral de 2012 parece haber empezado a cambiar.

La elevación del salario mínimo interprofesional (Real Decreto-ley 3/2016, de 2 de diciembre), por ejemplo, es la típica medida que la izquierda suele vender como una gran victoria, cuando en realidad se convierte en una peligrosa barrera que impide el acceso de los más jóvenes al mercado laboral, y ello porque las posibles ganancias de renta disponible derivadas de la subida del SMI se ven diluidas por un descenso en la empleabilidad de quienes tienen una productividad inferior al mismo. 

En otras palabras, ese nuevo SMI deja fuera del mercado laboral a los trabajadores menos productivos ab initio y con menor experiencia. El empresario suele defenderse de la pérdida de competitividad derivada de un aumento de los costes laborales sustituyendo empleos por máquinas o simplemente dejando de contratar. Dos no contratan si uno no quiere. Una verdad de Perogrullo que parece difícil de entender por esa izquierda aficionada a los brindis al sol, los postureos varios, las argumentaciones falaces, y la ración de pienso diaria al we the people en formato televisivo. La alternativa es el empleo público, pero esa fórmula ha demostrado tener las patas muy cortas. ¿Será ahí adonde quiere llevarnos el gran Pedrito?



(*) Columnista y marino mercante



España necesita un Plan Hidrológico Nacional / Editorial

El sureste español sufre las consecuencias ancestrales de una cruel paradoja: es la zona más seca de España y, sin embargo, la de mayor cantidad y calidad de producción hortofrutícola, como lo atestigua su presencia imbatible en los mercados internacionales del sector, especialmente en el ámbito europeo.

El problema de la sequía persistente en el Levante no debería ser un problema irresoluble. En nuestro país, por donde discurren ríos tan caudalosos como el Ebro, el Duero o el Tajo, sobran recursos hídricos; sólo se trata de llevar parte de estos excedentes a donde resultan imperiosamente necesarios.


El Plan Hidrológico Nacional es la herramienta fundamental para acabar con este problema y un proyecto que los políticos con visión de Estado han tratado repetidas veces de llevar a la práctica. En la época actual, con los extraordinarios avances en ingeniería hidráulica y las nuevas técnicas de racionalización del riego, lo cierto es que acabar con una catástrofe anacrónica que pone en riesgo la supervivencia de un sector estratégico como el hortofrutícola intensivo es factible, tanto en el plano logístico como el económico.

Sin embargo, la política de baja estofa imperante hace imposible resolver un problema que amenaza con llevarse por delante una de las fuentes de riqueza, creación de empleo y prestigio internacional más importantes de la Nación.

No cabe duda de que corresponde al Gobierno solución de este grave desequilibrio territorial. Pero tanto Rajoy como los demás dirigentes políticos han decidido ponerse de perfil en este asunto del agua, que pone de manifiesto una terrible insolidaridad entre las regiones españolas y, sobre todo, la ausencia de una clase política que ponga por encima de todo el bien común.

El reparto equitativo del agua, con las debidas compensaciones a las cuencas cedentes a cambio de la supervivencia económica de esas otras que tanto lo necesitan, ha de ser una cuestión de Estado, pero, lamentable y ominosamente, no lo es. La izquierda, con su rechazo al capitalismo y su histerismo ambientalista, ni está ni se la espera en esta batalla. Pero lo que resulta profundamente descorazonador es que PP y Ciudadanos también hayan renunciado a esta cuestión vital, más preocupados de no perder votos en lugares como Aragón, Cataluña o Castilla-La Mancha, donde, en lugar de hacer pedagogía, se ha cultivado durante años y más años la estrechez de miras y una propaganda burdísima de buenos y malos:
Es mucho lo que se juega España en este envite. No sólo ni principalmente en términos económicos.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/espana-necesita-un-plan-hidrologico-nacional-82573/  - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/espana-necesita-un-plan-hidrologico-nacional-82573/

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La democracia requiere hechos / Antonio Caño *

El periodismo es imprescindible para la convivencia en una sociedad libre, para el equilibrio de poder necesario en una democracia. Sin el periodismo desaparecería la crítica ordenada, y sin la crítica caeríamos en el imperio de la arbitrariedad y el miedo. Los abusos de poder no son monopolio de los regímenes autoritarios; se dan también en las democracias, y aunque el periodismo independiente no los puede evitar, la denuncia de esos abusos cumple en sí misma una función extraordinariamente valiosa.

La prensa ha cometido muchos errores; eso es indudable. Aunque la prensa ha sido un componente esencial de las democracias liberales desde su nacimiento, también es cierto que, sobre todo en las últimas décadas, el periodismo ha vivido en ocasiones en un pedestal de éxito, se ha separado en exceso de la sociedad a la que se dirigía y ha utilizado de forma algo arrogante el enorme poder del que ha gozado.

Esa arrogancia es muy visible hoy en algunos entornos dominados por periodistas que pontifican, toman partido y dan lecciones de moral en cualquier plató, a todas las horas del día y sobre cualquier asunto que se tercie. Pero el problema principal al que hacemos frente hoy es el intento de eliminación del periodismo, es la sustitución del periodismo por lo que ahora se llama “el relato”, es la sustitución del esfuerzo serio, profesional de la enumeración de los hechos, por la imposición de una narración creada al gusto del consumidor.

A este fenómeno se le ha llamado de distintas formas. La más difundida últimamente es la de posverdad. La posverdad se corresponde con el nacimiento de una era en la que la verdad, como todo, es relativo y todo depende del cristal ideológico con el que se mire y el propósito que se busque con su difusión.

La posverdad es peor que la mentira, en el sentido de que la mentira puede llegar a descubrirse, pero la posverdad es incuestionable en la medida en que no necesita ser corroborada con hechos. Los responsables de comunicación de la Casa Blanca le han llamado también “hechos alternativos”, como si lo ocurrido se pudiera manipular como plastilina para darle la forma que más convenga a los intereses que se defienden. Tradicionalmente, a todo esto se le ha llamado así: manipulación. Y la función de la moderna posverdad es la misma que la de la vieja manipulación: impedir que los ciudadanos estén bien informados, que conozcan la verdad, que sean auténticamente libres.

Estamos, pues, ante un fenómeno, que lejos de ser anecdótico o pasajero, tiene una gran profundidad. Como advierte Timothy Snyder: “Abandonar los hechos es renunciar a la libertad. La posverdad es el prefascismo”. Estamos, probablemente, ante la mayor amenaza que existe contra las democracias en estos momentos. Porque la negación de los hechos, la manipulación de los hechos o la creación de relatos que satisfacen los prejuicios y el sectarismo no es una actividad inocente, tiene un propósito que siempre está ligado con el control del poder.

Eliminada la función crítica de la prensa se puede deformar la realidad al capricho del consumidor. Exagerar los problemas, torcer los datos y prometer soluciones fáciles y paraísos inexistentes. Vivimos tiempos en que lo emocional lo invade todo, lo justifica todo. Yo “siento” que las cosas van mal, luego van mal. Yo “creo” que las cosas ocurrieron así, luego ocurrieron así. Es la demagogia del “todas las opiniones merecen respeto”, ya sea la de un profesional como la de un iletrado. Tanto vale mi impresión como una estadística. Tanto vale una emoción como un dato.

En parte esto se debe al desgaste de las instituciones, de todas las instituciones, por culpas propias y ajenas. En parte esto se debe al desprestigio de la autoridad, de toda autoridad. Es lo que Moisés Naím llama “el fin del poder”. Hay muchos ángulos positivos de este deterioro del poder en su concepción tradicional. El mundo se ha democratizado extraordinariamente. La iniciativa individual, el emprendimiento, la solidaridad encuentran hoy canales muy accesibles por los que desarrollarse. Google, Facebook… la revolución tecnológica nos ha permitido saber más, saberlo antes, comunicarnos mejor, más rápidamente. Viajamos más, conocemos a más gente, tenemos acceso a más puntos de vista.

Junto a la magnífica erupción de oportunidades, la revolución tecnológica ha traído también una proliferación de nichos ideológicos, de sectarismo que actúa como caldo de cultivo del odio, la xenofobia y el racismo. Desgraciadamente, es muy frecuente que los usuarios de las redes sociales no las usen para acceder al extraordinario mundo de conocimiento que ofrecen, sino para interactuar entre el reducido círculo de los que son como yo, de forma que los prejuicios se retroalimentan y adquieren categoría de doctrina incuestionable.

Algo similar ocurre con muchas de las páginas web, blogs y confidenciales que circulan en nuestro entorno. Como periodista, entiendo como una oportunidad magnífica la de poder poner en marcha un periódico sin apenas recursos económicos y una tecnología básica y al alcance de cualquiera.

No hay duda de que todos tenemos que felicitarnos de las enormes posibilidades de pluralismo que esto representa. Pero también tenemos que admitir que muchos de esos confidenciales se han convertido en armas de destrucción de los rivales políticos o económicos, en propagadores de rumores, medias verdades o rotundas mentiras con propósitos espurios.

Bienvenidos sean los nuevos medios, bienvenidos sean al periodismo todos aquellos que puedan contribuir a la diversidad y al pluralismo. Pero, bienvenidos al periodismo, con sus normas y sus reglas y su código deontológico, no a la selva de demagogia y calumnias en la que algunos están convirtiendo el panorama de la información.

El periodismo no solo no está muerto sino que se encuentra ante un gran momento y una gran oportunidad. Pero el buen periodismo es caro, muy caro. Contar bien una historia exige desplazarse hasta el lugar de los hechos, hablar con una diversidad de fuentes que frecuentemente no quieren hablar, corroborar los datos obtenidos, someterlos a una edición rigurosa. Cumplir con ese deber es más necesario que nunca, pero también es más difícil que nunca.

La amenaza a la libertad de expresión y al periodismo de calidad no se produce en sí mismo por las nuevas tecnologías. El periodismo de calidad y la libertad de expresión están amenazados porque algunos políticos han descubierto que quizá la nueva política se puede hacer mejor y con mucho más éxito sin periodismo exigente. Y porque algunos políticos prefieren periódicos que les den razón y no los sometan a la investigación y la crítica.


(*) Director de El País



El Estado cloaca / Ramón Cotarelo *

Supongo que el programa de Évole tendrá máxima audiencia. El excomisario Villarejo aparece por la tele a hablar sobre asuntos de enorme gravedad, sucios, ilegales, delictivos, inmorales. Sobre los que podría haber hablado en sede parlamentaria de no ser porque el PP, el PSOE y C’s se opusieron a su comparecencia en la comisión que investiga la presunta “policía política” y otros tejemanejes de Interior. Algunos con soporte de grabación de conversaciones ignominiosas, que han dado lugar a sospechar de una “operación Cataluña” o guerra sucia contra el independentismo catalán. 
 
Por qué una comisión que investiga unos hechos se niega a escuchar las declaraciones de quien parece estar directamente involucrado en ellos es incomprensible. Salvo que se dé algún tipo de complicidad. No queda bien el “nuevo” PSOE obstaculizando la averiguación de hechos de interés general. 

Desde luego, Villarejo no ha ido a la tele a la fuerza, sino voluntariamente. Es verdad que se trata de una voluntariedad relativa pues el hombre no tenía opción real: la tele (Salvados) o nada. Es lo que los especialistas en teoría de decisiones conocen como “elección de Hobson”. Por supuesto, podría haber decidido seguir en silencio, pero justamente esa no era una opción porque lo quiere nuestro hombre ahora es hablar. 
 
Cosa que cree le conviene porque está atacado por muchos flancos. Y se defiende contraatacando, vieja táctica. Y tan vieja, pues la aplica a asuntos del franquismo, recordando que fue policía de la siniestra BPS. En lo más reciente empieza hace más de treinta años (el juez Garazón) y llega a ahora mismo (la doctora Pinto), pasando por todas las etapas intermedias (los Pujol, el Rey y su amiga, el CNI, Bárcenas y hasta el Yak-42), sin dejar títere con cabeza, excepto la suya, siempre tocada con una gorra de chulapo.

Antes de seguir, un breve apunte. Fue Garzón, si no recuerdo mal, quien introdujo en España la figura de los “arrepentidos” por su utilidad en la instrucción penal. Estos venían de los pentiti italianos que testificaban contra la Mafia. Primero se emplearon en los procesos de narcotráfico y de ahí pasaron a ser requeridos en otros delitos con connotaciones políticas, singularmente los GAL. Aquí ya pudieron aparecer otras motivaciones en el “arrepentimiento” que la sola de aligerar la pena. Dada la relevancia mediática que alcanzaban (caso del policía Amedo) otros procesados buscaron por su cuenta acceso a los medios (caso Sancristóbal) para así influir en el proceso en su favor. El arrepentimiento ya no contaba. Se trataba de exonerarse acusando a los de arriba sin pruebas.

Eso es lo que ha hecho este pintoresco personaje que tanto recuerda a otro, Paesa, del que el mundo apenas tiene noticia, a pesar de haber sido decisivo en el famoso caso Roldán, de insólita memoria. El hombre comparece ante el pueblo y cuenta su historia, obviamente porque le interesa y como le interesa. Reparte estopa a granel, a Margarita Robles, a Cosidó, al exRey, a su amiga, a su enemigo el jefe del CNI. Hace eso que se llama “tirar de la manta” en varios asuntos, como el Yak42, los Pujol. Y todo apoyado rigurosamente en ninguna prueba. Por lo cual el auditorio puede pensar que dice verdad o un conjunto de patrañas o ambas cosas a la vez, como suele suceder. 

Pero algo trae este programa: mayor confusión aun en un paisaje deprimente de corrupción generalizada en el que pululan comisarios, subcomisarios, policías, detectives, espías, delincuentes, de los que salen informes falsos, presuntamente ordenados por responsables políticos que despliegan una maquinaria de guerra sucia contra sus adversarios y financiada con dineros públicos. Cosa de interés, dado que muchos de esos responsables y los funcionarios a sus órdenes y, desde luego, los policías en cuestión, no tienen nada clara la distinción entre el erario y su bolsillo.

Todo lo que los gobiernos de Rajoy han hecho es, por lo menos, ilegal. Empezando por su triunfo en unas elecciones a las que el PP concurrió, como al parecer hacía siempre, con financiación ilegal. Y continuando con sus gestiones posteriores, todas al rebufo de una oleada de saqueo, expolio y corrupción que tienen al propio partido imputado como sujeto jurídico en un proceso penal, así como 900 cargos a título personal y al presidente del gobierno citado a declarar en el mismo proceso de corrupción del partido que también preside. 

Las declaraciones de Villarejo (las que sean verdad y las que sean mentira), son como una piedra lanzada a la ciénaga de la política española. Algo se removerá y soltará vapores fétidos, pero la ciénaga la engullirá. Es muy ancha y densa y no hay nada a salvo: el gobierno, el parlamento y el poder judicial. Los últimos nombramientos en la Audiencia Nacional hieden. De los medios no hablemos. Los hay literalmente a sueldo de los poderosos que muchas veces son delincuentes.

Por ejemplo, Ignacio González tenía 250 tuiteros pagados con fondos públicos y dedicados a embellecer su imagen y cargar contra la de los adversarios. Acumular datos de este tipo es facilísimo. Están en las portadas de todos los periódicos. Y ahora con más asiduidad y morbo porque se añaden las informaciones de Villarejo que no es precisamente Julian Assange. 

Pero no sirve de nada para aclarar la imagen general. Al contrario, la hacen más enmarañada y confusa. En un sistema político corrupto de arriba abajo como el que ha instalado el PP desde 2011 no hay nada que no esté afectado por la corrupción. Solo alguien tan inepto como Rajoy puede decir en estas circunstancias que le gustaría ser recordado como una persona honesta. 
 
 El máximo responsable y presunto beneficiario de este desastre quiere que el futuro le confiera lo que el presente no le da, honestidad. Es una petición absurda por parte de quien ha cobrado sobresueldos en B siendo ministro y quien tiene a su padre atendido con cargo a fondos públicos que niega otros con igual o mayor derecho. Y, si no se la da el presente con todo lo que paga (siempre con el dinero ajeno, del que dispone como propio), menos se la dará el futuro.

España vive una crisis constitucional y otra política y moral. Mal momento, desde luego. De la hondura de la primera da idea el desconcierto de los partidos dinásticos españoles. Forman una unidad frente al independentismo catalán, pero no a cualquier precio. Tanto PSOE como PNV ponen límites a la discrecionalidad del gobierno. Nada de suspensión de autonomía y ojo con las medidas represivas. El independentismo ha ganado lo que se llama la “batalla del relato” y ahora solo queda por ver hasta dónde llevarán sus propósitos aquel por un lado y el nacionalismo español por el otro.

En parte esta crisis se alimenta de la otra, la política y moral. Entre los numerosos ceses de cargos por causas de corrupción, muy pocos se han debido a dimisiones voluntarias. Creo que ninguno, aunque puede haberse dado algún caso. La piel (esa que todos dicen que van a dejarse en su tarea) de los cargos del PP es de paquidermo. Solo dimiten cuando ya están en los tribunales. Mientras tanto, presunción de inocencia y, después, indulto. 

Eso es lo que hay y lo que la gente ve y a lo que acaba acostumbrándose. En mitad de un escándalo de corrupción y con acusaciones concretas, el PP lograba mayorías en la Comunidad de Valencia. La opinión pública, resignada, prácticamente anestesiada, ha tardado más de diez años en comprender que la corrupción es el cáncer de la democracia y en darle la importancia que tiene. 

La cloaca es el propio Estado, administrado por unaa banda civil y religiosa de presuntos delincuentes y, cuanto más se oculte, más se tardará en ponerle remedio. Si lo tiene.
 
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Revista de Prensa / A. R. Mendizabal *


Lunes con por­tadas abra­sa­doras de im­po­tencia sobre el in­fernal in­cendio en torno a Doñana, en una jor­nada mar­cada por el primer aniver­sario de las elec­ciones del 26-J, por la apro­ba­ción en el Senado de los Presupuestos y por la com­pa­re­cencia de Bárcenas en la co­mi­sión del Congreso sobre la fi­nan­cia­ción del PP, pre­ce­dida anoche por la es­telar apa­ri­ción en la pe­numbra de La Sexta del ex co­mi­sario Villarejo para dis­parar contra todo lo que se mueve y contar his­to­rias de cloacas a diestro y si­nies­tro. 

Doble ac­tua­lidad ita­liana: la li­qui­da­ción or­de­nada con di­nero pú­blico de dos ban­cos, a di­fe­rencia del Popular, y el triunfo del cen­tro-­de­recha en la se­gunda vuelta de las elec­ciones mu­ni­ci­pa­les: 'Hacen pleno' de al­cal­días, ti­tula Corriere della Sera. Un son­riente Silvio Berlusconi se fe­li­cita a sí mismo a los 80 por el éxito. 

Otro hombre apa­ren­te­mente se­guro de sí mismo: el líder la­bo­rista bri­tá­nico Jeremy Corbyn dice que será primer mi­nistro ‘en un plazo de seis me­ses’. Sus co­men­ta­rios entre bas­ti­dores en un ma­cro­fes­tival han sal­tado a toda la prensa bri­tá­nica. 

Takata, la em­presa ja­po­nesa fa­bri­cante de air­bags que tuvo que en­fren­tarse a mi­llones de uni­dades de­fec­tuo­sas, ha pre­sen­tado sus­pen­sión de pagos en su país de origen y en EEUU. 

INFORMACIÓN NACIONAL
El Español: Un año des­pués del 26-J: el PP pierde es­caños en diez co­mu­ni­dades y no gana en nin­guna (Alberto Lardiés).La Razón: Rajoy sólo teme el des­gaste del PSOE: la opo­si­ción quiere alargar la co­mi­sión Bárcenas hasta la cam­paña elec­to­ral; el PP se pre­para para una ‘guerra par­la­men­taria cruen­ta’; ‘Es lo único que tie­nen, la eco­nomía va a ir muy bien’ (Carmen Morodo). Capital Madrid: El PSOE se pro­pone la re­pro­ba­ción de Montoro para lo­grar su di­mi­sión: Compromís pide la di­so­lu­ción de los par­tidos que se hayan fi­nan­ciado de forma irre­gular (José Hervás). Europa Press: Rajoy ase­gura que le gus­taría que le re­cor­daran como 'un hombre ho­nes­to'. Otro ti­tu­lar: Ciudadanos pierde más de 100 con­ce­jales y dipu­tados au­to­nó­micos desde las elec­ciones de 2015, la ma­yoría en las Corts. ABC: El plan de Barkos: in­te­grar Navarra en el País Vasco. El País: Los em­pre­sa­rios vascos piden un marco es­table ante el frente so­be­ra­nista (Pedro Gorospe) 

Vozpopuli: Los so­ció­logos avisan al PSOE del riesgo de 'mimetizarse' con Podemos (Gabriel Sanz). Otro ti­tu­lar: : El Gobierno obli­gará a la cú­pula fiscal a de­clarar sus bienes tras el caso Moix (Ángela Martialay). OKdiario: La de­ci­siva Asociación de Fiscales quiere que Luzón sea el nuevo jefe de Anticorrupción (Juanan Jiménez). La Vanguardia: Sánchez en­fila el con­trol de las fe­de­ra­ciones del PSOE (J. C. Merino). Confidencial Digital: Ximo Puig, Fernández Vara y Lambán ame­nazan a Pedro Sánchez: le han ad­ver­tido de que, si pierden sus con­gresos re­gio­na­les, con­vo­carán elec­ciones au­to­nó­micas an­ti­ci­pa­das. Público: Pedro Sánchez di­seña una in­tensa ac­ti­vidad po­lí­tica al margen del Congreso: busca que no se di­fu­mine su li­de­razgo del par­tido al no ser dipu­tado (Manuel Sánchez). El Correo: El de­bate sobre la di­so­lu­ción de ETA con­vul­siona el mundo de las cár­ce­les: el adiós de­fi­ni­tivo, pre­visto para este ve­rano, se aplaza ante el ma­lestar por la au­sencia de con­tra­pres­ta­cio­nes. 

CATALUÑA
El País: Puigdemont fra­casa en su in­tento de mo­vi­lizar el voto del ex­te­rior: sólo 5.000 ca­ta­lanes se han ins­crito en el censo para votar en el re­fe­réndum se­pa­ra­tista (J. Casqueiro y D. Cordero). El Mundo: Alcaldes del PSC desafían a Iceta apo­yando el re­fe­réndum (Héctor Marín y Daniel G. Sastre). La Razón: ERC oculta a los fun­cio­na­rios las san­ciones por apoyar el re­fe­rén­dum. ABC: El Gobierno prevé im­pedir el re­fe­réndum sin tener que aplicar el ar­tículo 155 (Mariano Calleja). El Periódico: El techo de cristal del in­de­pen­den­tismo: los so­be­ra­nistas han mo­vi­li­zado hasta ahora en las urnas a entre el 34% y el 42% del censo elec­toral (José Rico). El Confidencial: El em­pre­sa­riado ca­talán re­procha a Montoro su fa­vo­ri­tismo a los vascos (Marcos Lamelas). La Vanguardia: La ANC anima a decir ‘dependentista’ y no ‘unionista’: la en­tidad acon­seja sua­vizar el len­guaje para no perder apo­yos. 

ECONOMÍA
El Mundo: S&P con­si­dera ‘probable’ que suba la nota de España en sep­tiembre (María Hernández). ABC: Entrevista a Fernández Toxo, se­cre­tario ge­neral de CCOO: ‘Si la CEOE no acepta una subida sa­la­rial del 3%, no habrá pacto’ (Javier Fernández Navarro). El Economista: Entrevista a Unai Sordo, can­di­dato a se­cre­tario ge­neral de CCOO: ‘Hay que eli­minar mu­chas bo­ni­fi­ca­ciones y exen­ciones en Sociedades’ (Cristina Alonso). Europa Press: Rajoy ba­jará los im­puestos cuando se cumpla el dé­ficit del 3% y la luz cuando haya 'margen'. Cinco Días: Nadal quiere re­cortar a la mitad la ren­ta­bi­lidad de las re­no­va­bles: la re­tri­bu­ción se si­tuaría entre el 4,1% y el 4,3%, frente a más del 7% que se re­co­noce en la ac­tua­li­dad. Otro ti­tu­lar: El co­mité de ex­pertos avala que Madrid no re­caude por Patrimonio. El Periódico: Auxilio a los au­tó­no­mos: re­forma legal de in­mi­nente apro­ba­ción (Antoni Fuentes). 

EMPRESAS
Expansión: Atlantia pro­mete a la La Caixa altos di­vi­dendos por Abertis: in­tenta con­vencer al primer ac­cio­nista con un plan in­dus­trial para el grupo es­pañol. Otro ti­tu­lar: Las em­presas piden a Montoro am­pliar el plazo del nuevo IVA. Capital Madrid: Repsol aguanta el en­vite de la caída de los pre­cios del ba­rril: los ana­listas y agen­cias de ca­li­fi­ca­ción apuestan por el valor y la re­cu­pe­ra­ción, mien­tras la OPEP se re­plantea re­cortar más la pro­duc­ción para im­pulsar los mer­cados (Julián González). El País: Iberdrola ilu­mina la nube de Amazon: el grupo es­pañol su­mi­nistra energía eó­lica a los cen­tros de datos del gi­gante del co­mercio elec­tró­nico en el epi­centro de in­ternet (Sandro Pozzi). Vozpopuli: Mercadona re­gistra en Portugal la marca con la que hizo pu­bli­cidad en España: Sempre Preços Baixos (Mario Moratalla). 

El Confidencial: Apax, Carlyle, Advent y Pamplona pujan por ha­cerse con el nuevo 'traje' de Cortefiel (Agustín Marco). El Economista: Junqueras frena la venta de la au­to­pistas de FCC, Copisa y Comsa: el Govern quiere ahora res­catar la C-25 (J. Mesones). Otro ti­tu­lar: Guerra total del sector de la ali­men­ta­ción contra la tasa ca­ta­lana del azú­car: las em­presas llaman a im­pugnar los pagos (Javier Romera y Cristina Triana). Otro ti­tu­lar: El ex jefe de Pescanova: ‘No me queda mucho antes de en­trar en pri­sión’; co­rreos de Sousa, bajo in­ves­ti­ga­ción ju­di­cial, re­velan sus úl­timos días en la firma (Javier Romera). Otro ti­tu­lar: Tesla se alía con El Corte Inglés para ins­talar car­ga­dores en sus cen­tros: la com­pañía quiere al­ca­na¡zar los 24 su­per­car­ga­dores en España a final de año (Rubén Esteller). 

SECTOR FINANCIERO
Capital Madrid: El reto de Unicaja no es fi­nan­ciero, sino co­mer­cial: su sa­lida a Bolsa le sirve para man­tener los ra­tios de ca­pital y ali­gerar gastos fi­nan­cie­ros, pero tiene que ren­ta­bi­lizar la ab­sor­ción de Caja España Duero y vin­cular a la clien­tela (Marcos Celada). Vozpopuli: Unicaja aprueba un bonus mi­llo­nario para 14 eje­cu­tivos un mes antes de su sa­lida a Bolsa (Alberto Ortín). El Español: Los úl­timos días de Saracho: '¡Putas cuen­tas! Voy a es­tre­llarlo en la puerta al BCE'; el pre­si­dente del Popular va­lo­raba en­tregar la en­tidad al BCE como si éste tu­viera una in­clusa para bancos aban­do­nados (John Müller). 

El Economista: El nuevo Popular, a los clien­tes: ‘No sa­bemos qué va a pa­sar’ (Eva Díaz). ABC: Ángel Ron y su equipo per­dieron 525 mi­llones en la am­plia­ción de ca­pital de 2016. Expansión: Albella: 'Las ventas en corto no hi­cieron caer a Popular en Bolsa'. Otro ti­tu­lar: Crédit Mutuel man­tuvo su in­ver­sión en Popular tras dejar su con­sejo. Cinco Días: ING Direct busca nuevos acuerdos para fa­ci­litar más ca­jeros a sus clien­tes. 

La Sexta: Ex co­mi­sario Villarejo: 'No sé qué pa­sará des­pués de esta en­tre­vista. Asumo el riesgo de contar mi ver­sión antes de tener un ac­ci­dente de trá­fi­co'El ex co­mi­sario niega en Salvados haber chan­ta­jeado al CNI. '¿Cómo es po­sible que un señor que tiene 3.600 agentes y toda la tec­no­logía del mundo dice que yo chan­tajeo y no aporta na­da?', señala Villarejo sobre Félix Sanz Roldán, y añade: 'Si fuera verdad eso ya ten­dría que estar de­te­ni­do'. 

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La Sexta: Ex co­mi­sario Villarejo: 'No sé qué pa­sará des­pués de esta en­tre­vista. Asumo el riesgo de contar mi ver­sión antes de tener un ac­ci­dente de trá­fi­co'El ex co­mi­sario niega en Salvados haber chan­ta­jeado al CNI. '¿Cómo es po­sible que un señor que tiene 3.600 agentes y toda la tec­no­logía del mundo dice que yo chan­tajeo y no aporta na­da?', señala Villarejo sobre Félix Sanz Roldán, y añade: 'Si fuera verdad eso ya ten­dría que estar de­te­ni­do'. 

Algunos ti­tu­lares en otros me­dios sobre la en­tre­vista: 'Jamás he dicho que exista una 'operación Cataluña' como tal' y Villarejo acusa a Margarita Robles de or­de­narle in­ves­tigar a Garzón (El Periódico); Villarejo des­carna las cloacas del Estado y Mas apunta que Rajoy co­nocía las fil­tra­ciones contra él: el ex co­mi­sario apunta a Cosidó (La Vanguardia); Villarejo rompe su si­lencio para dis­parar contra todos sus enemigos sin pruebas (Eldiario); Comisario Villarejo: ‘Un co­ronel me dijo que Ignacio González co­la­bo­raba mucho con el CNI’ (OKdiario); Villarejo, el ca­zador ca­zado: el po­lé­mico co­mi­sario cae en la trampa de Jordi Évole; el po­licía al que se atri­buyen tra­bajos desde las ‘cloacas’ de Interior sale mal pa­rado de su en­tre­viste te­le­vi­siva al ser des­mon­tada su ver­sión (El Español); Dispara contra el CNI, Moncloa y Cosidó, y deja a Pujol y Mas como víc­timas (El Confidencial); 

El Mundo: La trama del Canal tam­bién fi­nanció a los pa­ra­mi­li­tares en Colombia. ABC: La Fundación Messi oculta in­gresos mi­llo­na­rios de sus pa­tro­ci­na­do­res: la ONG del fut­bo­lista ha de­jado de de­clarar al menos 10 mi­llones entre 2007 y 2015 ante las au­to­ri­dades fis­cales de España y Argentina (Javier Chicote). 

OPINIÓN
Editorial en El Mundo: ‘Apuntalar nuestra só­lida re­cu­pe­ra­ción’. Otro edi­to­rial: Urge una po­lí­tica de Estado para la na­ta­li­dad’. Otro edi­to­rial: ‘Prevención y penas más duras para los pi­ró­ma­nos’. Santiago Muñoz Machado en el mismo dia­rio: ‘Contra los bár­ba­ros: los pro­mo­tores del al­bo­roto plu­ri­na­cio­na­lista no se toman la Constitución en se­rio’. Lucía Méndez en el mismo dia­rio: ‘Duelo de es­tra­te­gias hacia el 1 de oc­tu­bre’. Editorial en La Razón: ‘Una co­mi­sión po­lí­tica e inú­til’. Otro edi­to­rial: ‘Se im­pone re­visar la es­tra­tegia fo­res­tal’. Editorial en ABC: ‘Cataluña, sólo con jueces no bas­ta’. Otro edi­to­rial: ‘La Fundación Messi, bajo sos­pe­cha’. Luis Alcaide en Capital Madrid: 'El CETA me­rece una dis­cu­sión en el Parlamento es­pañol: Sánchez fuerza un cambio en la pos­tura del PSOE sobre el acuerdo co­mer­cial'. Antonio Sánchez-Gijón en el mismo me­dio: 'Reflexiones sobre los po­si­bles fu­turos de Puigdemont'. 

Jesús Cacho en Vozpopuli: ‘Pedro Sánchez y su plan de res­cate de la gente jo­ven’. Ana Sánchez Arjona en El Nuevo Lunes: 'Sánchez no en­cuentra la ben­di­ción de Bruselas'. Editorial en Semanal Digital: ‘¿Dónde va Sánchez?’. Antonio R. Naranjo en el mismo me­dio: ‘Sánchez y el in­fan­ti­lismo de España’. Editorial en Cinco Días: ‘Armonizar la fis­ca­lidad pa­tri­mo­nial sin dis­parar la fac­tura del con­tri­bu­yen­te’. Ángeles Gonzalo en el mismo dia­rio: ‘La crisis de Popular, el ‘best se­ller’ de este ve­ra­no’. Nacho Cardero en El Confidencial: 'Pallete, quo va­di­s?'. Carlos Sánchez en el mismo me­dio: ‘José Manuel Villarejo, santo y már­tir’. Editorial en El Español: 'Rescate ban­ca­rio: España la cal, Italia la are­na'. Otro edi­to­rial: 'Quema de igle­sias en la España del siglo XXI'. 

Editorial en Libertad Digital: 'España ne­ce­sita un Plan Hidrológico Nacional: es mucho lo que nos ju­gamos en este en­vite. No sólo ni prin­ci­pal­mente en tér­minos eco­nó­mi­cos'. Luis Herrero en el mismo me­dio: 'El yonqui de la te­me­ri­dad; lo que pre­tende es más di­fícil que con­vertir el agua en vino: po­de­mizar a Ciudadanos y ciu­da­da­nizar a Podemos para con­ver­tirse en el amo del po­der'. Federico Jiménez Losantos en el mismo me­dio: 'Carmena in­venta la 'querellación' para tapar su co­rrup­ción'. Editorial en El Economista: ‘Rechazo firme al tri­buto del azú­car’. Otro edi­to­rial: ‘La Generalitat cas­tiga a las em­pre­sas’. Otro edi­to­rial: Italia cas­tiga a los con­tri­bu­yen­tes’. 


(*) Periodista


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