MURCIA.- Unas 10.000 personas se han manifestado hoy por el centro de Murcia bajo el lema "No al Pacto del Euro. Europa para los ciudadanos y no para los mercados", convocados por las plataformas estatales 15M y Democracia Real Ya.
Los manifestantes han portado carteles y pancartas en donde se podía leer 'No country for young men' (una irónica interpretación de la película protagonizada por Javier Bardem) o 'Somos el futuro...¡Hemos llegado!'. Y han coreado cánticos como 'este pacto es una mierda', 'es un atraco, esto no es un pacto' o 'para tanto chorizo, no hay pan', han portado carteles y pancartas en donde se podía leer 'No country for young men' (una irónica interpretación de la película protagonizada por Javier Bardem) o 'Somos el futuro...¡Hemos llegado!'. Han explicado que "el próximo 27 de junio se va a ratificar el pacto del euro, que es una vuelta de tuerca antisocial en las políticas neoliberales". Una estrategia política, añaden, "que pretende obligar a los Estados miembros a una batería de nuevos recortes de los derechos sociales".
La protesta partió alrededor de las 19:00 horas del jardín de Floridablanca, de Murcia, desde donde se desplazó por la avenida Teniente Flomesta y la calle Correos a la Gran Vía, para finalizar en la Glorieta de España, donde el movimiento 15-M levantó el pasado viernes su acampada, después de casi un mes.
El objetivo de esta manifestación era mostrar el rechazo ciudadano al Pacto del Euro, que la Comisión Europea tiene previsto aprobar el 27 de junio, y que, a juicio de los convocantes, será "un atentado socioeconómico contra los derechos sociales", ya que pretende mejorar la competitividad de la UE mediante el retraso en la edad de jubilación, la congelación de las pensiones, la reducción de los sueldos o la privatización de los servicios públicos.
Una gran pancarta que rezaba "No al pacto del euro" encabezaba una protesta, que transcurrió en todo momento de manera pacífica, y cuyos participantes, jóvenes, mayores y niños, entre pitos y palmas animaban a los curiosos que los observaban desde las aceras a sumarse a la manifestación al grito de "no nos mires, únete", al tiempo que exigían huelga general.
Tras recorrer la avenida Teniente Flomesta, los manifestantes realizaron una sentada frente a la Delegación del Gobierno en Murcia, para dirigirse a la calle Correos, donde se ubica la Comisaría de la Policía Nacional, cuyas puertas estaban flanqueadas por una veintena de antidisturbios, ante los que los participantes en la protesta levantaron las manos gritando "éstas son nuestras armas".
Con pancartas en las que se podía leer "Democracia Real Ya", "Ni embargos ni desahucios" o "Pienso, luego me indigno", los manifestantes coreaban consignas como "esta crisis no la pagamos", "lo llaman democracia y no lo es", "es un atraco, esto no es un pacto", "si se hacen los suecos seremos como griegos", "si no hay solución, habrá revolución", "Se nota, se siente, el pueblo está presente" o "el pacto entero estafa al obrero".
Esta manifestación se enmarca en las llevadas a cabo en las principales ciudades españolas y en algunas europeas, convocadas por el movimiento 15-M y la plataforma Democracia Real Ya, para reiterar su rechazo a los bancos y los gobiernos, y para mostrar su oposición al pacto del euro, impulsado por Alemania y Francia, que prevé recortes e importantes medidas de disciplina fiscal.
Entre los motivos que han llevado a los indignados salir a la calle para protestar por el pacto está el hecho de que "implica de modo explícito retrasar la edad de jubilación, eliminar limitaciones a la libre competencia, desligar la evolución de los salarios de los precios a prohibir el déficit por ley".
Asimismo, han criticado que el Pacto del Euro proponga controlar el gasto público y la limitación constitucional de los déficits como medidas para garantizar una estabilidad financiera. "Plantea un desplazamiento progresivo de los impuestos directos hacia los indirectos, la flexibilización de los despidos, convenios y contratos, de esta forma se pone en peligro el actual sistema de negociación colectiva", han añadido.
De este modo, según han explicado, la aprobación de los presupuestos nacionales estarán sujetos a la supervisión de la comisión europea, es decir, "bajar sueldos, abaratar los despidos, retrasar la edad de jubilación, congelar las pensiones, privatizar los servicios públicos, equiparar los sueldos de los servicios públicos con los privados y un sistema financiero fortísimo con dinero público".
En resumen, remarcan, "prima el interés económico y el crecimiento de la economía por encima de los derechos sociales, con tal de que la economía salga a flote, y las potencias europeas importantes --Francia y Alemania-- puedan darle rienda suelta a su potencial económico a raíz de recortar derechos sociales de los estados miembros de la UE".
Por todo ello, exigen que se informe a la ciudadanía de los contenidos y consecuencias de la ratificación del pacto del euro, así como se someta a un referéndum, "a través del cual la ciudadanía exprese su voluntad respecto a un asunto que afecta directamente a la calidad y al futuro de su vida".
De tal forma, aconsejan priorizar los impuestos directos, que paguen las rentas más altas, recuperar el Impuesto de Patrimonio (en España se pierden 2.000 millones de euros por ello), el impuesto de transmisiones, o atender el Impuesto a las Transferencias Financieras, además de eliminar los países europeos, así como los privilegios de la clase política y luchar por unos servicios públicos de calidad.
Entre los motivos que han llevado a los indignados salir a la calle para protestar por el pacto está el hecho de que "implica de modo explícito retrasar la edad de jubilación, eliminar limitaciones a la libre competencia, desligar la evolución de los salarios de los precios a prohibir el déficit por ley".
Asimismo, han criticado que el Pacto del Euro proponga controlar el gasto público y la limitación constitucional de los déficits como medidas para garantizar una estabilidad financiera. "Plantea un desplazamiento progresivo de los impuestos directos hacia los indirectos, la flexibilización de los despidos, convenios y contratos, de esta forma se pone en peligro el actual sistema de negociación colectiva", han añadido.
De este modo, según han explicado, la aprobación de los presupuestos nacionales estarán sujetos a la supervisión de la comisión europea, es decir, "bajar sueldos, abaratar los despidos, retrasar la edad de jubilación, congelar las pensiones, privatizar los servicios públicos, equiparar los sueldos de los servicios públicos con los privados y un sistema financiero fortísimo con dinero público".
En resumen, remarcan, "prima el interés económico y el crecimiento de la economía por encima de los derechos sociales, con tal de que la economía salga a flote, y las potencias europeas importantes --Francia y Alemania-- puedan darle rienda suelta a su potencial económico a raíz de recortar derechos sociales de los estados miembros de la UE".
Por todo ello, exigen que se informe a la ciudadanía de los contenidos y consecuencias de la ratificación del pacto del euro, así como se someta a un referéndum, "a través del cual la ciudadanía exprese su voluntad respecto a un asunto que afecta directamente a la calidad y al futuro de su vida".
De tal forma, aconsejan priorizar los impuestos directos, que paguen las rentas más altas, recuperar el Impuesto de Patrimonio (en España se pierden 2.000 millones de euros por ello), el impuesto de transmisiones, o atender el Impuesto a las Transferencias Financieras, además de eliminar los países europeos, así como los privilegios de la clase política y luchar por unos servicios públicos de calidad.
