MURCIA.- El Museo Salzillo de Murcia acogerá la imagen de Nuestra Señora de
Belén, expuesta en la sala de los Bocetos del Museo desde el pasado mes
de noviembre de 2020, dentro del programa 'La obra invitada', hasta
finales de mayo. Hasta este momento, la talla (propiedad de un
coleccionista privado) nunca antes había sido expuesta.
El pasado 9 de abril, el Museo una conferencia denominada
'Identidad encontrada. Método y técnicas para el estudio y atribución de
Nuestra Señora de Belén', que fue impartida por el historiador del Arte
y comisario de la exposición, Santiago Espada Ruiz, y por el
restaurador de la talla, José Martínez Soler.
La conferencia fue presentada por la directora del Museo Salzillo,
María Teresa Marín, y el presidente de la Cofradía de Nuestro Padre
Jesús, Emilio Llamas.
Desde el primer momento, según los estudios de Espada Ruiz, "la
obra presentaba rasgos estilísticos que evidenciaban un parentesco con
la obra de Salzillo".
El estudio y análisis han desvelado que, en ambas piezas, tanto lo
visible como lo invisible, son reflejo de los rasgos y acabados propios
de Francisco Salzillo. Muestra a su vez similitudes con otras imágenes
'de vestir' del genial escultor murciano.
La imagen salió a subasta pública en el año 2016 en Barcelona y
fue adquirida por un coleccionista privado. El lote lo configuraban tres
piezas, una Virgen y dos Niños Jesús. No se hacía alusión ni a Francisco
Salzillo, ni a la escuela murciana.
Durante su intervención, Espada llevó a cabo una descripción de su
trabajo de investigación, el cual surgió, según explicó, "dentro de un
master universitarios sobre métodos y técnicas de investigación
avanzadas de investigación histórica, artística y geográfica".
La imagen carecía de documentación y estudios previos, el proyecto
de investigación era privado, pero por la calidad de la pieza se
consideró que era preciso "despojarla" de ese anonimato para poder
mostrarlo a la ciudadanía. Así llegó al Museo Salzillo de Murcia.
Del estudio se concluyó que la talla la realizó Francisco Salzillo
en los años 60 del siglo XVIII, por la exactitud del proceso creativo,
al compararla con otras imágenes realizadas y documentadas del escultor
murciano.
Además, Espada dijo que "gracias al coleccionismo privado es
posible recuperar un patrimonio histórico-artístico para Murcia". La
talla procedía del mercado del arte, sin documentación alguna, ni
estudio previo, por lo que, según explicó Espada, "lo más pertinente era
realizar un estudio interdisciplinar con el que la propia obra fuese la
fuente".
La metodología empleada se englobó en tres grupos fundamentales:
estudio de análisis histórico-artístico, el método más tradicional en el
que hasta ahora se había basada la historia del arte; estudio de
análisis histórico-científico; y un estudio y análisis comparativo con
obras documentadas de Salzillo.
El historiador de Arte explicó que toda la producción de Francisco
Salzillo podría englobarse en dos grupos fundamentales: escultura de
'bulto redondo' y escultura 'de vestir'. Nuestra Señora de Belén
pertenece al segundo grupo. Una obra "non finita", inacabada, en la que
Salzillo "concentra su maestría en el rostro y las manos". El resto del
cuerpo es solamente un esbozo anatómico destinado a ser cubierto con
indumentaria y orfebrería.
Dijo que Francisco Salzillo es, quizás, "uno de los artistas que
más estudios e interés ha acaparado de los historiadores e
investigadores", pero apunta que "aún pueden ser muchas más las líneas
que podrían escribirse del escultor teniendo en cuenta algunos ejemplos
que se conservan en la Región y que son perfectamente atribuibles a
Salzillo".
Tres fueron las imágenes que tomó como referencia para el estudio
de la talla. Se trata de la Virgen del Rosario de La Alberca, la Virgen
del Carmen de Lieto y la de la Candelaria de Murcia.
Según el investigador, "las imágenes 'de vestir' de Salzillo
tienen unos rasgos y unas características muy singulares que las hace
muy reconocibles y prácticamente muy similares entre sí". También añadió
que es muy difícil que dos escultores hagan rasgos tan similares en las
imágenes 'de vestir'.
En el caso de la figura del Niño, Espada dijo que con los niños
"sí que hay más variedad fisionómica". El Niño de Nuestra Señora Belén
se comparó para el estudio con el de la Virgen del Carmen de Orihuela,
el Mayoral del Museo de Santa Clara y el de San José de la Iglesia de
San Nicolás de Toledo.
Otro capítulo de investigación fue la vestimenta. Se quiso
"devolver la estética original", llegando a una aproximación lo más
acertada posible. "Salzillo se implicaba al máximo en la indumentaria de
sus esculturas, pero se desconoce cómo sería la de Nuestra Señora de
Belén". En este sentido, se llevó a cabo una aproximación al tiempo
histórico en el que fue creada la talla.
Se optó por una vestimenta confeccionada con tejidos neoclásicos.
El manto precisó un trabajo de restauración. Además, por deseo del
propietario, se eligió una peluca decimonónica; con reproducciones
inspiradas en modelos del siglo XVIII de la corona, nimbo y joyería. La
peana también es una reproducción del XVIII.
En cuanto a la labor de restauración, los trabajos fueron
realizados por José Martínez Soler, quien dijo que se trataba de una
talla en la que "se realizaron intervenciones con anterioridad y
diferentes repintes a lo largo de su historia". La restauración se llevó
a cabo en los años 2017-2018.
Explicó la técnica de realización de la obra, además de que el
estudio analítico se hizo mediante Rayos X, Luz UV y análisis de capa
policromada.
Martínez Soler dijo que la imagen (cuando llegó al taller)
presentaba agrietamientos estructurales, pérdidas volumétricas, pérdida y
levantamiento de la capa polícroma y repintes, además de añadidos o
reposiciones de intervenciones anteriores.
También detalló el proceso de intervención de la obra, que se
centró en la consolidación de los agrietamientos; eliminación de
repintes (el Niño sufrió más repintes que la Virgen); eliminación de
tela y empapelado; reposición de tornillos en brazos y anclajes (para
evitar más daños); reconstrucción de volúmenes; estucado; reintegración
cromática; reintegración cromática; y reposición de pestañas. Todo este
trabajo llevó a que la imagen tuviera "más fuerza y más naturalismo".