MADRID.- Tenia instalado hasta un jacuzzi en su casa de Tres Cantos. Nacho Jacob, falso conde de Pozos Dulces (un título que no está reconocido de forma oficial en España ya
que la Diputación de la Grandeza considera que está vacante desde la
muerte de su último poseedor en 1877), según los documentos a los que ha tenido acceso Vozpópuli,
era un vecino conocido en su urbanización. La noticia de su
detención en Murcia por presuntamente abusar de un menor de 14 años cayó
como un jarro de agua fría entre los residentes, según explican algunos
de ellos a Vozpópuli. Relatan que sus fiestas nocturnas eran habituales y siempre acudían a ellas "chicos muy jóvenes".
Ignacio de Jacob y Gómez, de 51 años, tiene un perfil en redes sociales como Instagram, donde tiene más de 109.000
seguidores. Su trabajo y su trayectoria están fuera de toda duda. Al frente de una
agencia de comunicación y celebración de eventos contaba con una nutrida
lista de clientes. Toda esta idílica imagen pública saltó por los aires
hace poco más de dos semanas.
El Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia decretó su ingreso en
prisión provisional por un posible riesgo de fuga. Se le imputan dos
delitos de abuso de menores y otros dos de prostitución. El caso se encuentra bajo secreto de sumario, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.
Un equipo de la Policía Científica de Murcia se trasladó hasta la
vivienda en la que llevaba varios años residiendo en una urbanización en
la localidad madrileña de Tres Cantos. Allí reunieron pruebas pero no tomaron declaración a los vecinos, según han explicado algunos de ellos a Vozpópuli.
Y es que los residentes, más de una semana después de conocer la
noticia, aún se encontraban "asombrados" por la presunta faceta
delictiva del falso arístócrata. "Nunca escondía su orientación sexual y realizaba muchas bromas con ello", afirma uno.
Sí que eran conocidas las fiestas nocturnas que realizaba en su casa donde incluso había instalado un jacuzzi en el jardín.
También era famoso en el mundo de la noche ya que colaboraba y
trabajaba para algunas de las discotecas más conocida de la capital. "En
su casa invitaba a chicos muy jóvenes", admite una de sus vecinas.
Algunos residentes se muestran "estupefactos y cabreados" por la noticia. "Muchos
hemos alucinado. Incluso hemos escuchado propuestas que hacía a chicos
jóvenes. También algunos de los que acudieron a tomar una copa con él en
su casa después se sintieron mal con mareos pero son cosas que ya no
podemos relacionar", manifiesta otro de los que compartieron varios años en su mismo bloque de la urbanización.
También han vivido y presenciado sustos en el recinto por la presencia del ahora detenido. Hace
más de tres años entraron a robarle en su domicilio un grupo de
ladrones que le apuntó en la cara con una pistola para intentar
sustraerle sus pertenencias. Fue un suceso muy comentado en el
vecindario que ya puso en alerta al resto de propietarios e inquilinos
de las casas. Muchos de ellos se lo tomaron como un toque de atención para aumentar la seguridad en sus viviendas.
Le roban la caja fuerte
La Policía Científica de Murcia se desplazó en los días posteriores a la detención a
su casa en la localidad madrileña de Tres Cantos. Al abrir la puerta de
la vivienda la sorpresa de los agentes fue mayúscula. Un grupo
de ladrones se había llevado la caja fuerte.
Además habían dejado en diferentes estancias del domicilio cajas para
seguir desvalijando sus pertenencias, según han adelantado fuentes policiales a Vozpópuli.
Por el momento se desconoce la cantidad de lo sustraído en este asalto.
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de este robo,
que, al igual que el caso de los presuntos abusos a menores, se
encuentra bajo secreto de sumario.
Cabe recordar que hace tres años, Nacho Jacob fue víctima de un
atraco similar pero en aquella ocasión sí que se encontraba en su
domicilio. Fue a punta de pistola cuando un grupo de personas le robó
algunas pertenencias de su casa. Esta circunstancia alarmó sobremanera a los vecinos de su urbanización de Tres Cantos.
La cerradura de la vivienda del asesor de famosos Nacho Jacob no tenía
trazas de haber sido forzada, y en la denuncia se sospecha de alguien
que pudiera tener las llaves. Los asaltantes conocían la ubicación de
las cámaras de seguridad y las destrozaron durante el robo.
Los ladrones que robaron en la vivienda de Nacho Jacob,
no perdieron ni un minuto de tiempo
para cometer el asalto, lo hicieron en cuanto se enteraron de que el
propietario del piso acababa de entrar en prisión provisional.
No pasaron muchas horas desde que la noche del día 22 de julio el
juzgado número 3 de Murcia enviara a prisión provisional a Nacho Jacob,
hasta que los ladrones forzaron su vivienda en el municipio madrileño de Tres Cantos.
Según la denuncia de R.E., la que se define como “socia” de Jacob, alguien asaltó la casa del detenido entre el 23 y el 25 de julio, solo un día después de la entrada en prisión de la víctima del robo.
La denunciante es algo más que socia de Nacho Jacob, ya que se define como “su hermana”
y puntualiza que le une una relación de amistad de más de 20 años con
el ahora acusado de corrupción de menores. De hecho, fue ella la última persona que estuvo en la vivienda, la tarde del 23 de julio, cuando al irse cerró la puerta con tres vueltas de llave.
Cuando la socia de Jacob regresó a la casa el 25 de julio, ya detectó
que la puerta estaba cerrada, pero no con llave, y menos con tres
vueltas. Ya en el interior, se encontró el piso completamente desordenado,
con cajones encima de la cama, puertas de armarios abiertas, la
televisión la habían bajado de su sitio y habían descolgados los
cuadros.
Los ladrones habían dejado bolsas de gran tamaño llenas de ropa doblada y zapatillas, todo empaquetado
como si estuvieran preparándose para llevarse todo el botín. Sin
embargo, la denunciante no echa en falta gran cosa a primera vista hasta
que nota que falta la pequeña caja fuerte que Nacho Jacob tenía empotrada en la pared de su despacho.
Una caja que podría contener en el momento del robo joyas y una fuerte cantidad de dinero en efectivo, ya que Jacob acudía a esa caja fuerte cada vez que tenía que hacer algún pago en metálico.
Para colmo de males, los ladrones sabían donde estaban las cámaras de vigilancia
dentro del piso de Jacob y las rompieron durante el asalto, aunque el
edificio sí que tiene cámaras de seguridad que ahora están en manos de
la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid.
La denunciante insiste en que los ladrones tienen que tener las llaves del piso de Jacob, ya que este era muy confiado y además no hay rastro de forzamiento en la puerta.
Los guardias le preguntaron si tenía cerradura “antibumping” y no es el
caso, porque lo que tampoco lo descartan, igual que quizá pudieran
entrar por un balcón del piso que da a la calle a una altura de unos
tres metros.
La socia de Jacob insiste en su denuncia, “no creo que sean
ni el conserje ni la mujer de la limpieza, pero estoy segura de que ha
sido alguien que conocía perfectamente la casa y tenía llaves de la vivienda”.
"La caja estaba oculta en una puerta como de armario, empotrada en la pared", declaró la Policía a El Español. "Parece que la caja fuerte fue arrancada de la pared y se la llevaron entera".
Algunas fotografías del llamado conde de Pozos Dulces posando con un
Rólex, entre otros relojes que coleccionaba, invitan a pensar a los
investigadores que el botín sustraído podría ser elevado. Tras el robo,
las Fuerzas de Seguridad llevaron a cabo una inspección ocular de la vivienda para buscar huellas o cualquier pista de los ladrones.
Nacho Jacob desconocía que unos ladrones, posiblemente no muy
alejados de su entorno, habían desvalijado su vivienda llevándose todos
los objetos de valor y la caja fuerte de su despacho, según el relato periodístico de https://elcierredigital.com.
El título de conde está vacante desde 1877
Jacob no ocultaba su posición como conde de Pozos Dulces. Un título
que en realidad no poseía. La batalla por el nombre se trasladó hasta la
Wikipedia donde se intentaron en varias ocasiones cambiar el poseedor
de este título nobiliario sin éxito. Es más a fecha de hoy, en
esta página web el condado de Pozos Dulces pone que se encuentra
caducado, según la Diputación Permanente y el Consejo de la Grandeza de
España y Títulos del Reino.
El último de los condes fue Francisco de Frías y Jacott, quien murió en 1877. A
falta de herederos desde esa fecha el título quedó vacante aunque han
sido muchos los que lo han reclamado. Ninguno de ellos consiguió la Real
Carta de Sucesión.
Quien estuvo más cerca de conseguirlo fue Ignacio de Jacob y Gómez,
Nacho Jacob. Se presentó ante el Tribunal Arbitral de Ciencias
Documentarias de la Historia de Bolonia para presentar un solicitud de
inscripción como Socio Afiliado de 'Famiglie Storiche d'Europa (Familias
Históricas de Europa).
Jacob reclamó el título, que estaba
vacante desde la muerte de su cuarto poseedor en 1877, porque fue
"reivindicado y usado" desde entonces por su abuelo paterno en el ámbito
social. El tribunal italiano falló a su favor pero esta sentencia no afecta a su situación en España.
El órgano encargado de estos títulos, la Diputación de Grandeza,
defiende que las "sentencias arbitrales dictadas por tribunales
italianos sobre títulos españoles constituyen un procedimiento
fraudulento y por tanto ilícito.
"Tales títulos no tienen
validez porque las sentencias italianas invaden las competencias
constitucionales del Rey en España", determina esta entidad.
Por tanto este título no está vigente. Solo podría ser considerado
válido si saliera publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), algo
que por el momento no ha sucedido.
Ignacio de Jacob y Gómez, de 51 años, explicaba en su perfil que fue
designado conde de Pozos Dulces por la cesión de los derechos dinásticos
de su padre.
Algunos de sus exempleados, a preguntas de El Español, definieron al que fue su jefe como un "farsante" que no pagaba a los trabajadores.
"Había rumores...", dice una persona que conoce a Jacob. "Me contó alguien que le vio crecer que todo lo que Nacho va contando es mentira",
añade esta fuente, que pese a ser conocedor de la personalidad y las
historias de Nacho Jacob, todavía no puede creer los motivos que le han
llevado a acabar entre rejas. "Joder, qué fuerte", sentencia.