La confianza empresarial, por lo tanto, mantiene un signo negativo como resultado de la pandemia del Covid-19 y las medidas implantadas para contenerla,
ya que están lastrando la actividad empresarial a partir del segundo
trimestre del año, recordando que el indicador no registraba saldos
negativos desde mediados de 2013.
Esta encuesta, realizada entre 200 empresas, ha valorado los
resultados obtenidos durante el tercer trimestre y las perspectivas para
el cuarto respecto a los principales parámetros de la actividad
empresarial.
Como ha explicado el presidente de la Cámara de Comercio de Murcia,
Miguel López Abad, "el Índice de Confianza Empresarial muestra
claramente que se mantiene la incertidumbre de empresas y consumidores
ante la evolución de la pandemia y sus consecuencias económicas".
Sin embargo, "también hay que tener en cuenta que juega a favor de la
Región de Murcia respecto a otras Comunidades Autónomas el hecho de
contar con una mayor ponderación en el tejido productivo de actividades
consideradas esenciales como las ligadas a la agricultura y la industria
agroalimentaria, entre otras" ha argumentado.
Así lo reflejan las estimaciones de la Autoridad Independiente de
Responsabilidad Fiscal (AIReF), que en el tercer trimestre señalan una
caída interanual del PIB del -4,3 por ciento, a pesar del avance
intertrimestral del 14,4 por ciento.
Este descenso es notablemente inferior al de la media de España, que
es del -8,7 por ciento y nos sitúa entre las Comunidades Autónomas con
la tasa menos desfavorable. Las previsiones para el conjunto del año del
Gobierno indican una caída del -11,2 por ciento en España, y otros
organismos supranacionales como la OCDE incluso más intensa del -11,9.
CUARTO TRIMESTRE
En la Región y de cara al cierre del cuarto trimestre, entre los
encuestados se advierte un mayor pesimismo relacionado con las
consecuencias de las últimas medidas impuestas relativas al cierre
perimetral de la Región y todos sus municipios, el toque de queda y las
restricciones a la hostelería.
Como resultado, aumenta el porcentaje de encuestados que señala la
debilidad de la demanda como el principal factor que limita a actividad
de las empresas, pasando del 68,4 por ciento del trimestre anterior al
73,5 por ciento actual. De ellos, el 47,6 identifica la crisis sanitaria
y las medidas para contenerla como la causa específica de esta
situación.
Las dificultades de financiación o tesorería también adquieren más
relevancia, y ya es el 21,3 por ciento de las empresas las que
manifiestan tener problemas de financiación o liquidez para afrontar el
normal desarrollo de su actividad.
Todas las variables analizadas siguen afectadas por la menor
actividad y la recesión económica general. Así, el tercer trimestre del
año se ha cerrado con una disminución en su cifra de negocio para el 2,3
por ciento de las empresas encuestadas, un porcentaje que aumenta
significativamente en las perspectivas para el cuarto, donde un 14,9 por
ciento neto de los encuestados creen que venderán menos.
La peor evolución se da al preguntar sobre la inversión, una de las
variables que mejor refleja el nivel de incertidumbre económica. En este
caso del -5,8 por ciento de los encuestados que dicen haberla
disminuido durante el tercer trimestre, se pasa al -23,9 por ciento al
hablar de perspectivas.
Tampoco las exportaciones logran un signo positivo, ni en la
valoración del periodo julio a septiembre, donde el 10,6 por ciento de
los encuestados dice haber vendido menos fuera de nuestras fronteras,
como sobre las perspectivas par octubre-diciembre, que se sitúa en un
nivel muy similar (-9,4 por ciento).
A pesar de las negativas expectativas previas, los resultados del
tercer trimestre muestran que la contratación de nuevos trabajadores
volvió al terreno positivo según el 10,3 por ciento de los empresarios,
la única de las variables que presenta un signo positivo. Esta tendencia
es la que refleja también la Encuesta de Población Activa (EPA) en el
tercer trimestre con un aumento de la ocupación en ese periodo de 28.500
personas, un 4,8 por ciento.
Sin embargo, de cara al último tramo del año, los empresarios vuelven
a mostrarse pesimistas, ya que el 5 por ciento neto de los encuestados
señalan que disminuirán su plantilla de trabajadores. En noviembre, la
Región contaba con 19.984 personas más buscando empleo activamente que
hace un año, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, lo
que supone un aumento del 19,9 por ciento.
En este pesimismo influiría, a juicio de Miguel López Abad, que
España es donde "peor se están haciendo las cosas en el mundo" en el
terreno económico.
"No se están haciendo las cosas bien en ningún sector, las medidas
que se están tomando son contrarias a lo que se necesita", ha explicado,
y ha puesto como ejemplo de lo que se tendría que hacer "aligerar
impuestos, aplazamientos y no amortización fiscal al alza", porque
cuando lleguen las ayudas europeas "no van a quedar empresas para
recibir esas ayudas".
EMPLEO
Por su parte, los datos de la Seguridad Social indican un modesto
crecimiento de la afiliación del 0,8 por ciento, 4.453 personas más que
un año antes.
Además, hay que tener en cuenta que en noviembre todavía había 11.166
trabajadores que se encuentran en ERTE y que, durante el pasado mes y
debido a la intensificación de las medidas para contener la situación
sanitaria, se incrementaron en 1.900 personas, con el peligro de que,
tras su reincorporación, pasen a engrosar las listas del paro si la
actividad económica no se recupera con la intensidad suficiente.
Finalmente, los precios de venta para el tercer trimestre disminuirán
según el 11,9 por ciento neto de las empresas encuestadas, mientras que
en el anterior se han reducido en el 11,5 por ciento neto de ellas, tal
y como refleja el Índice de Precios al Consumo (IPC) en la Región de
Murcia que en octubre situó su tasa interanual en el -0,5 por ciento,
encadenando siete meses en negativo.