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jueves, 14 de septiembre de 2023

El Banco de España eleva al BCE la denuncia contra el Santander ante la gravedad de los hechos denunciados



 SEVILLA.- El pasado mes de agosto fue presentada ante el Banco de España una denuncia ante el Banco de España en la que se reclama la revocación de la licencia bancaria a Banco Santander y la inhabilitación de Ana Patricia Botín y otros altos directivos por su presunta implicación y participación directa en la estafa piramidal de Bernard Madoff, según revela Diario 16.

En la denuncia, presentada por Eduardo Martín-Duarte, abogado en ejercicio y accionista de Banco Santander, se señala cómo distintos empleados y entidades bancarias (como UBS) advirtieron al Santander de las irregularidades de BLMIS que evidenciaban el manifiesto fraude piramidal que posteriormente salió a la luz.

Pese a disponer de esos informes, correos y advertencias de febrero de 2002, junio de 2004, agosto de 2005, julio y octubre de 2006 y marzo de 2007, durante más de 5 años, según se indica en la denuncia, en el Santander «no requirieron ni recopilaron la documentación e información que sus empleados requerían y, por el contrario lo único que hicieron fue crear en octubre de 2007 el subfondo Landmark para seguir invirtiendo en BLMIS después de que UBS les obligó a cerrar el subfondo LIF-USEP por su exposición a la estafa piramidal; lo que demostraría la participación en el fraude de las entidades y personas mencionadas en este escrito».

Sin embargo, el documento denuncia, entre otras cosas, algo más inquietante. Tras la detención de Madoff «Banco Santander, Optimal, Banif y M&B empezó a negociar acuerdos con sus clientes, siendo estos acuerdos una nueva estafa -que agravaba la anterior- por cuanto el Grupo Santander hizo firmar a sus clientes unos acuerdos para que no reclamasen judicialmente, acuerdos en los que se les restituía una ínfima parte de sus activos mediante unas leoninas participaciones preferentes, habiendo previamente minusvalorado las participaciones de los clientes en los respectivos fondos como consecuencia de la estafa piramidal pero no en la proporción real en la que el fraude impactó en la cesta de fondos. 

Por tanto, el valor liquidativo que se facilitó a los clientes era falso desconociendo el cliente al firmar el acuerdo transaccional el valor de la verdadera pérdida experimentada en su capital invertido».  

Según se indica en la denuncia esa minusvaloración era engañosa por cuanto la estafa piramidal no afectó al 100% de la participación sino solamente a la parte que se había ‘colocado’ en BLMIS por cuanto las participaciones se componían de una cesta de inversiones en las que BLMIS no representaba el 100%.

Respuesta del Banco de España

Diario16 ha tenido acceso en exclusiva a la respuesta del Banco de España que, tras comprobar la gravedad de los hechos denunciados y de la documentación aportada, documentación hasta ahora inédita en España, ha decidido elevar la denuncia al Banco Central Europeo.

«En atención a la naturaleza de los hechos denunciados y a la condición de ‘entidad significativa’ de Banco Santander, la denuncia va a ser objeto de traslado al Banco Central Europeo y puesta a su disposición la completa documentación por Ud. aportada».

No obstante, el Banco de España no se queda ahí, dado que como algunos de los hechos denunciados implican a empresas de inversión, la denuncia también será trasladada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores porque puede ser relevante «en el marco de las competencias que en materia de supervisión y, en su caso, de sanción del mercado de valores» dispone la CNMV.

La importancia de este documento del Banco de España es muy elevada, dado que viene firmado por la misma Jefa de la División de Gobernanza y Transparencia, María Luisa Boronat Velert.

Según se colige de la ingente documentación a la que ha tenido acceso Diario16 respecto a la relación entre Banco Santander y la estafa de Bernard Madoff, los altos directivos de Santander, de empresas del grupo y afines presuntamente perpetraron una serie de hechos que «pudieran afectar directamente a la idoneidad de todo ellos, que, formando parte de los órganos de administración y dirección de las referidas entidades, fondos y subfondos, autorizaron la fraudulenta ‘colocación’ de aproximadamente 4.000 millones de dólares de sus clientes en BLMIS, siendo conocedores de todas las múltiples irregularidades y alertas de fraude piramidal de BLMIS por los distintos informes, correos electrónicos y advertencias de los empleados y de la UBS. 

En vez de ordenar que se detuviese la ‘colocación’ de más activos de sus clientes, las entidades y personas físicas referidas consintieron el fraude, lo mantuvieron e incluso lo incentivaron creando un nuevo fondo en octubre de 2007, Landmark, con la única finalidad de seguir canalizando fondos a la estafa piramidal de BLMIS [Madoff]».

Según la Guía para la evaluación de la idoneidad del Banco Central Europeo (BCE) las entidades financieras tienen una responsabilidad a la hora de seleccionar y nombrar miembros del órgano de dirección que cumplan los requisitos de idoneidad que marcan la normativa. En la evaluación de los miembros de los órganos de dirección las entidades supervisadas deben ejercer la diligencia debida antes del nombramiento y posteriormente de forma continuada.

Según se indica en la denuncia «Banco Santander no puede manifestar que ha cumplido con dicho principio por cuanto los hechos parecen demostrar presuntivamente que Ana P y Javier Botín –presidenta y miembros de su consejo de administración y comité ejecutivo –- no hacen honor a la honorabilidad que se les supone por la participación en los hechos denunciados en este escrito. 

El Banco Santander ha ocultado al Banco de España y al BCE la existencia de esas causas de inidoneidad por la participación directa en la estafa piramidal BLMIS que denunciamos en este escrito y afectan directamente a su presidenta –Ana Patricia Botín- y a un miembro de su Consejo de Administración –Javier Botín».

Por otro lado, la supervisión de la idoneidad por parte de las entidades debe evitar que sean nombrados en los órganos de dirección o permanezcan en ellos personas que pudieran representar un peligro para el funcionamiento adecuado del órgano directivo cuando surjan cuestiones relacionadas con su idoneidad.

A este respecto, según se indica en la denuncia, tanto el Banco de España como el BCE tienen la responsabilidad de garantizar que las entidades significativas supervisadas cumplan los requisitos de idoneidad de los responsables de la gestión de las entidades de crédito.

«En el caso que nos ocupa la presidenta y miembros del Consejo de Administración del Banco Santander mencionados en este escrito no cumplen los requisitos de idoneidad como parece quedar en evidencia, presuntivamente, con los hechos denunciados y otros anteriores que han sido objeto de sonados escándalos por fraude fiscal y de otro tipo. Para todo ello debe llevarse a cabo una supervisión continuada que no puede traducirse en una relajación de los criterios de idoneidad», afirma la denuncia.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

El Banco de España critica "la subida generalizada" de sueldo a las funcionarios mientras se destruye empleo

 MADRID.- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha puesto abiertamente en cuestión el proyecto de Presupuestos del Gobierno para 2021 por su falta de realismo y por incluir medidas que considera erróneas como la subida generalizada de sueldo a los empleados públicos en plena crisis.

El gobernador, que es funcionario él mismo, se ha posicionado en su comparecencia en el Congreso de los Diputados en contra del "crecimiento generalizado" del 0,9% de la retribución de los trabajadores públicos en "una coyuntura de importante destrucción de empleo y deterioro acusado de las cuentas públicas". Ha sustentado su crítica en que esta subida no sólo les protege su poder adquisitivo, sino que les hace ganar más, lo que ha presentado como erróneo en una etapa de sufrimiento en el sector privado y graves riesgos de desviación al alza del déficit y la deuda pública.

"Dicho esto, en mi opinión, sería más conveniente que, en lugar de adoptar incrementos salariales generalizados para los trabajadores públicos, se

valorase la posibilidad de implementar, de acuerdo con criterios objetivos, aumentos más focalizados dentro de este colectivo, por ejemplo, en el personal sanitario", ha subrayado.

También ha puesto en cuestión las previsiones de recuperación de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, por "optimistas" ante "la amplia batería de indicadores adelantados" que apuntan ya a un "estancamiento" en la recuperación del empleo y a "una pérdida de impulso" de la mano de los nuevos confinamientos.

El gobernador ha cuestionado que los gastos, pese al fuerte aumento que recogen los Presupuestos, estén infravalorados al no reflejar las necesidades de compra de material sanitario y la extensión de los ERTE. Y, al tiempo, ve los ingresos sobrevalorados, particularmente al contar con los 27.000 millones de euros de fondos europeos en 2021. El gobernador considera arriesgado apostar, como hace el Gobierno, que reforzarán la recuperación por la "evidencia histórica y empírica" de dificultades de ejecutar los fondos y de conseguir que sirvan para multiplicar el crecimiento económico del país.

Aunque ha insistido en la necesidad de ajustar las cuentas públicas a medio plazo, una vez superada la pandemia, ha criticado que se introduzcan ya subidas de impuestos en 2021, porque pueden ser contraproducentes para la necesaria recuperación económica. "Habría sido preferible", ha dicho, retrasar algunos incrementos tributarios, porque no conviene ahora "una subida de la presión fiscal generalizada".

Ha aprovechado para recordar que la revalorización de las pensiones con el IPC acordada en el Pacto de Toledo encarecen el sistema de forma estructural y que eso obliga a tomar medidas de ajuste que compensen la decisión.

El portavoz socialista, Pedro Casares, le ha pedido que subraye la necesidad de que haya presupuestos para 2021, pero Hernández de Cos ha puesto más énfasis en que lo que ve esencial es "un pacto político sobre el principio de la necesidad de consolidación fiscal a medio plazo". Ha insistido en que serán inevitables medidas de ajuste a lo largo de la década y considera necesario que los partidos que pueden participar en el gobierno estos años acuerden la necesidad de una senda de ajuste.

La portavoz del PP, Elvira Rodríguez, ha hecho énfasis precisamente en que hay que poner en marcha esa senda, porque, en caso contrario, ve riesgo de "explosión" en las cuentas públicas tras la pandemia. La portavoz de Ciudadanos, María Muñoz, se ha mostrado de acuerdo en las críticas del gobernador. "Son presupuestos desfasados en previsiones, demasiado optimistas y carentes de un plan para la gestión de los fondos europeos". "No son los que habríamos elaborado en Ciudadanos", ha afirmado Muñoz dejando en el aire el apoyo de su partido.

El nacionalista catalán Ferrán Bel, ha coincidido con el gobernador en que no es el momento de subida para los empleados públicos. "Ser prudente es casi una necesidad. No es el momento de que los empleados públicos recuperen poder adquisitivo" , ha recalcado Hernández de Cos, según la crónica de El Mundo.

lunes, 18 de mayo de 2020

El Banco de España prevé una crisis larga

MADRID.- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha avisado de que la crisis económica que se avecina es más aguda de lo previsto y ha vaticinado una caída del PIB del 9,5 % para este año, casi tres puntos superior a la de hace un mes, al tiempo que aconseja no retirar todavía las medidas fiscales de emergencia.

"La recuperación no estará exenta de dificultades y no se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente", ha advertido durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar la evolución económica y el impacto de las medidas aprobadas hasta el momento para hacer frente al COVID-19.
Hernández de Cos ha dicho que se han quedado desfasados los dos escenarios que barajaba el Banco de España de caída del PIB para este año (entre el 6,6 y el 8,7 % si el confinamiento duraba ocho semanas y en el 13,6 % si dura doce semanas) y que son más realistas, una caída del PIB de entre el 9,5 % y el 12,4 % con incrementos posteriores del 6,1 % y el 8,5 % en 2021.
Estas caídas de la economía serían mayores si no se acomete un plan plurianual de medidas "ambiciosas" en el terreno fiscal o laboral, además de en el ámbito de la política monetaria europea.
A corto plazo ha señalado que "no cabe una retirada prematura de las medidas fiscales de emergencia" ya que aumentaría el riesgo de que la economía sufriera daños más duraderos y estructurales.
El gobernador del Banco de España ha valorado las medidas de apoyo a las rentas y a los agentes más afectados mediante inyecciones rápidas de recursos transitorios y ha sido claro al advertir de que "no hay alternativa sensata a la expansión presupuestaria".

En este sentido, cree necesario hacer una revisión profunda de la fiscalidad para aumentar la recaudación y ha considerado que hay margen en el IVA y en los impuestos medioambientales si comparamos esta presión fiscal con la de otros países de la de eurozona.
También ve razonable aplicar un impuesto a nivel internacional sobre algunas grandes multinacionales y así se refería a los impuestos digital y a las transacciones financieras.
Hernández de Cos ha subrayado que la magnitud de la consolidación fiscal es tan relevante que "no podemos pensar que con cambios mínimos o figuras impositivas nuevas se podría afrontar el reto". Para el gobernador solo hay cuatro figuras impositivas con gran capacidad de recaudación y ha dicho que lo adecuado es combinar la eficiencia impositiva con el gasto público.
Superada la pandemia el gobernador ve necesario un plan de ajuste de las cuentas públicas, gradual y a medio plazo, con una revisión de gasto ineficiente y con planes plurianuales de consolidación. "Requerirá un acuerdo político...que se mantenga previsiblemente durante varias legislaturas", ha puntualizado tras insistir en el consenso también de las administraciones territoriales.
Ha advertido del elevado déficit estructural actual, en torno al 3 % del PIB, que será mayor ante los intereses de una mayor deuda pública y ante incrementos de gasto como las pensiones o la renta mínima.
Precisamente, sobre el Ingreso Mínimo Vital ha considerado que como instrumento de equidad es deseable, pero que las experiencias de otros países demuestran que no es fácil introducir un esquema de esas características sin generar trampas a la pobreza, desincentivos a la oferta laboral e incluso, economía sumergida.
Hernández de Cos ha calculado que el coste de todas las medidas aprobadas hasta el momento sin tener en cuenta los avales del Estado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) es del 3 % del PIB, de un entorno de más de 30.000 millones de euros.
Otra de las medidas pendientes en el futuro será una "revisión profunda" de las modalidades contractuales que tienda a equiparar el grado de protección ofrecido a los distintos grupos de trabajadores.
El gobernador del Banco de España ha reconocido que el coronavirus ha incrementado "sustancialmente los riesgos para la estabilidad financiera", en especial en créditos a empresas y familias, aunque ha aclarado que cuentan con una situación patrimonial "más saneada" que en la anterior crisis.
Ha señalado la capacidad del ICO y del sector bancario a la hora de movilizar el dinero, que "ha sido muy ágil", y ha subrayado que las entidades "tienen que seguir analizando los riesgos" para asegurar que los créditos no van a parar a empresas no viables.
Ha mencionado los problemas de liquidez de las compañías españolas, y ha avanzado que, según los últimos datos el flujo de nuevos créditos concedidos por los bancos a las empresas repuntó algo más de un 50 % en marzo respecto al mismo periodo del año anterior.

lunes, 4 de mayo de 2020

El Banco de España exige al Gobierno un programa de reformas

MADRID.- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha instado este lunes a las autoridades a adoptar una respuesta "contundente, rápida y coordinada" a nivel fiscal, monetario y prudencial a fin de evitar que los efectos de la crisis del coronavirus sean duraderos.

Tras la publicación del Informe de Estabilidad Financiera del organismo, Hernández de Cos ha reconocido que las “necesarias” medidas de contención del coronavirus adoptadas por el Gobierno han tenido un impacto “muy severo” en la actividad económica, que ha incrementado “sustancialmente” los riesgos para la economía.
Con todo, el gobernador destaca en el comunicado que los hogares y las empresas afrontan la situación con una posición financiera “significativamente más favorable que antes de la crisis financiera global”, como resultado, sobre todo, de la “sustancial reducción de su endeudamiento” durante los últimos años.
Además, el sector bancario español ha mejorado “de forma significativa” la calidad de su balance y sus niveles de solvencia en la última década, lo que le coloca en una “mejor situación para absorber esta crisis y para seguir facilitando la financiación que la economía precisa”.
No obstante, Hernández de Cos advierte de que la magnitud del deterioro económico de corto plazo “sin precedentes cercanos”, la incertidumbre sobre su duración y la heterogeneidad en sus efectos y en la posición de partida de los agentes y de las entidades, obligan a mantener un seguimiento supervisor muy estrecho.
En este sentido, urge a las autoridades a adoptar una respuesta “en las áreas fiscal, monetaria y prudencial”, que deberá complementarse desde Europa, también de forma contundente.
En concreto, sostiene, más allá de la batería de medidas ya aprobadas por el Consejo Europeo, “debe darse prioridad a la puesta en marcha de instrumentos que refuercen la capacidad de la Unión Europea para favorecer unas condiciones de financiación adecuadas con las que sufragar los cuantiosos costes de la crisis, y que impulsen la capacidad de crecimiento económico del área”.
Sobre la política fiscal, el gobernador del Banco de España considera que deberá adaptarse a la intensidad final de la perturbación y acompañar a la economía durante su reactivación.
Esta necesaria reacción llevará a un incremento “muy significativo del endeudamiento público, cuya reducción habrá de afrontarse, una vez que se disipen los efectos de la crisis, a través del diseño y la implementación de un programa de consolidación fiscal de medio plazo y de la aplicación de las reformas estructurales necesarias”.
Respecto a la política monetaria, recuerda que el Banco Central Europeo (BCE) está preparado para aumentar el tamaño del nuevo programa de compra de activos y ajustar su composición, en la medida requerida y durante el tiempo necesario.
Mientras que las decisiones de política prudencial “se han dirigido a permitir a las entidades financieras utilizar los colchones de capital acumulados, a limitar la distribución de sus beneficios, y a evitar la potencial prociclicidad indeseada en la aplicación de la normativa contable y prudencial”.
El Banco de España prevé que la crisis económica y social vinculada al coronavirus provocará “ajustes a la baja” en el mercado de la vivienda a corto plazo, debido al impacto “muy significativo” que habría tenido en la demanda el confinamiento por la pandemia. Aunque la recuperación dependerá de cuánto persistan los efectos de esta “perturbación”, el organismo destaca que, a diferencia de la crisis de 2008, el sector no parece sobredimensionado, y el endeudamiento de las familias se estaba contrayendo, lo que mitiga “el alcance de los posibles riesgos para la estabilidad económica”.
En este sentido, el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España publicado este lunes insiste en que la concesión de las hipotecas ha sido “mucho más prudente” en los últimos doce años, factor que arroja una menor probabilidad de que un préstamo entre en dudoso ante un posible impago. El organismo adelanta que el impacto de la crisis sanitaria será “significativo”, al menos en el corto plazo, en el sector, que ya se encontraba en una fase de desaceleración, tanto a nivel de actividad como de precios, tras la “notable expansión” de los años anteriores.
La construcción, recuerda el Banco de España, es una de las actividades más golpeadas por esta emergencia sanitaria, como muestra que la afiliación a la Seguridad Social en este sector cayera un 11,3 % el pasado marzo. En total, el retroceso, que se concentró en la segunda quincena del mes, llegó al 4,3 % (833.979 afiliados), con especial peso en la hostelería (un 11,9 % menos).
Por otro lado, el Banco de España ha advertido de que la pandemia tendrá un impacto negativo sobre la “ya modesta” capacidad de generación de resultados por parte de las entidades bancarias españolas. Según ha puesto de manifiesto, el sector bancario español continuó su proceso de desapalancamiento y mejora de la calidad crediticia en 2019, al tiempo que aumentó ligeramente su solvencia y disminuyó su rentabilidad por factores extraordinarios. En este contexto, el Banco de España espera que la irrupción del coronavirus y las medidas de contención implementadas tengan un impacto negativo en la morosidad, presionando adicionalmente la rentabilidad a la baja.
El organismo espera que el programa de avales a empresas para mitigar el impacto de la crisis del coronavirus contribuya a que el crédito siga fluyendo al sector productivo, pero prevé que la expansión de la pandemia cause aumentos en las ratios de dudosos y el volumen de refinanciaciones y reestructuraciones de las entidades, pese a su descenso en 2019.
En concreto, espera un aumento más rápido de la morosidad en el caso de los préstamos al consumo de los hogares, dado el elevado crecimiento que registró esta cartera en los últimos años y el comportamiento que tradicionalmente se ha observado en respuesta a este tipo de perturbaciones.
Aunque desde 2013 los flujos anuales de nuevos dudosos se han visto más que compensados por las recuperaciones y salidas a fallidos, el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos ha advertido de que la actual crisis revertirá este proceso de saneamiento. “Las entradas en dudoso aumentaron en cierta medida ya en 2019, pero la crisis pandémica hará que este flujo de entrada aumente adicionalmente. 
En este sentido, resulta crucial que las entidades mantengan unos adecuados estándares de concesión de los préstamos”, ha señalado.
Asimismo, ha recordado que, aunque las recuperaciones y las salidas a fallidos siguieron compensando el incremento de los nuevos créditos dudosos 2019, la crisis también dificultará mantener esta diferencia positiva, así como la liquidación de activos problemáticos a través de ventas de activos adjudicados y fallidos.
En préstamos a empresas, el impacto adverso de la crisis del coronavirus sobre la mora será heterogéneo entre sectores y entre empresas, dependiendo de su situación financiera de partida. Además, las medidas económicas de apoyo al sector privado reducirán el impacto de la pandemia en la mora de los préstamos empresariales, tanto a través del apoyo directo a la situación financiera de las empresas como a través del estímulo macroeconómico.
Respecto a los depósitos, que continuaron aumentando en 2019, el Banco de España prevé que la crisis del COVID-19 sostenga su crecimiento, debido al previsible aumento de la tasa de ahorro de los hogares y la búsqueda de activos líquidos y de bajo riesgo.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha incidido en que la significativa mejora de la calidad del balance y los niveles de solvencia del sector en la última década “le colocan en mejor situación para absorber esta crisis y para seguir facilitando la financiación que la economía precisa”. 
Sin embargo, ha alertado de que la magnitud del deterioro económico de corto plazo, sin precedentes cercanos, la incertidumbre sobre su duración y la heterogeneidad en sus efectos y en la posición de partida de los agentes y de las entidades “obligan a mantener un seguimiento supervisor muy estrecho”.

lunes, 20 de abril de 2020

El Banco de España calcula que la economía caerá este año hasta un 13%

MADRID.- La economía española registrará en 2020 una contracción "sin precedentes en la historia reciente", que superará "con creces" la que se produjo en cualquiera de los años de la crisis financiera global, según cálculos preliminares del Banco de España recogidos en el artículo 'Escenarios macroeconómicos de referencia para la economía española tras el Covid-19' publicado este lunes por la institución.

El Banco de España, utilizando dos metodologías distintas, calcula que el PIB caerá este año, en promedio, entre un 6,6% y un 8,7% en el caso de que el confinamiento de la población dure ocho semanas (el caso más probable, en su opinión) y del grado en el que persista la perturbación tras finalizar el estado de alarma.
Así, si se produjera una normalización de la actividad casi completa después del estado de alarma, el retroceso del PIB sería del 6,6%, pero si la normalización no llega hasta el cuarto trimestre, la caída sería del 8,7%. En el supuesto de que el estado de alarma se alargara hasta las 12 semanas y no se hubiera llegado a la normalización de la actividad a fin de año, particularmente en las ramas ligadas a hostelería, restauración y ocio, la economía española podría caer hasta un 13,6% en 2020.
Este sería el escenario que contempla la institución a partir de una metodología basada en la oferta, con una naturaleza "eminentemente contable", pero que, a su juicio, resulta útil para poder disponer de una estimación verosímil de la magnitud de la crisis.

Utilizando otra metodología distinta, la del Modelo Trimestral del Banco de España (MTBE), el que utiliza habitualmente la institución para la realización de sus proyecciones macroeconómicas y que considera más efectivo en horizontes temporales amplios, la caída del PIB podría situarse este año entre el 6,8% y el 9,5% de media si el confinamiento dura ocho semanas y llegar hasta el 12,4% si el estado de alarma se extiende a 12 semanas.
En concreto, con esta metodología, el PIB retrocedería un 6,8% con un confinamiento de ocho semanas y suponiendo que las medidas puestas en marcha eviten la pérdida duradera de puestos de trabajo y el cierre de empresas, y ahondaría su caída hasta el 9,5% si, durante el estado de alarma ocho semanas, una cierta proporción de empresas no logran evitar que sus problemas de liquidez se conviertan en problemas de solvencia.
En el supuesto de que el confinamiento fuera de 12 semanas y existiera una proporción mayor de empresas que no lograran evitar dificultades de solvencia, el PIB podría contraerse hasta un 12,4% este año.
En cada uno de los tres escenarios el nivel del PIB del final de 2020 sería inferior al que se preveía en las proyecciones de diciembre de 2019 en 8,5 puntos, 10,4 puntos y 12,5 puntos, respectivamente.

Contracción del 4,7%

El Banco de España hace además una proyección sobre el PIB del primer trimestre, que se vio afectado solamente durante la última quincena por la declaración del estado de alarma. La institución estima que la economía española retrocedió un 4,7% entre enero y marzo, aunque subraya que esta cifra debe interpretarse "con grandes dosis de cautela", pues se ha calculado a partir de suponer una proporción determinada de descenso de actividad en cada rama.
El aumento del número de semanas de confinamiento en el segundo trimestre llevaría a una intensificación del ritmo de caída intertrimestral del PIB en ese período, cuya magnitud variaría según el escenario considerado.

Recuperación en 2021

El Banco de España insiste, en cualquier caso, en la naturaleza provisional de estos cálculos, que serán sometidos a una revisión continuada en los próximos meses, a medida que se vaya disponiendo de nueva información.

"La perturbación sufrida por la economía española es, como en el caso de otros países, de una notable severidad, aunque subsiste una gran incertidumbre acerca del impacto concreto sobre el crecimiento del PIB en 2020, que depende de factores como la duración del confinamiento, las características de la transición hacia la normalidad y el éxito de las políticas económicas en limitar la persistencia de los efectos sobre la actividad y el empleo, esperándose en todo caso un repunte desde la segunda mitad del año, dando pie a una recuperación notable en 2021", apunta el Banco de España.
De hecho, con el modelo de simulación del MTBE, la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos calcula que el PIB crecerá en 2021 entre un 5,5% y un 8,5%, dependiendo de la duración final del confinamiento y de si las medidas adoptadas lograron contener la pérdida de empleos y empresas y los problemas de solvencia de éstas.
En todo caso, la institución precisa que, de cara a 2021, cabe esperar que la economía española recupere una parte significativa, pero no completa, del flujo de actividad y empleo que se esperaba antes de la pandemia.

Déficit

Con independencia de los distintos escenarios construidos, el Banco de España reconoce que el coste presupuestario del episodio recesivo causado por el Covid-19 será "muy elevado", como consecuencia tanto de las medidas adoptadas como, sobre todo, de la actuación de los estabilizadores automáticos.

Según los distintos escenarios considerados, la institución calcula que déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida, aproximadamente, entre el 7% y el 11% del PIB. Para 2021, estima que el déficit estará entre el 5,2% y el 7,4%. Por su parte, la deuda pública se situaría este año y el próximo en niveles comprendidos entre el 110% y más del 120% del PIB, aproximadamente.
En todas estas estimaciones el Banco de España ha tenido en cuenta el coste de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para limitar el impacto económico y social de la pandemia, pero no las anunciadas ni delimitadas con precisión, como es el caso del ingreso mínimo vital.
En función de los distintos escenarios considerados, la institución monetaria calcula que la tasa de paro podría escalar en 2020, en media anual, a porcentajes de entre el 18,3% y el 21,7% de la población activa y bajar en 2021 a tasas de entre el 17,5% y el 19,9%. "El repunte de la actividad económica se traduciría en una reversión parcial del descenso del desempleo en 2021, que, no obstante, todavía se mantendría en niveles notablemente superiores a los que se pronosticaban antes de la irrupción de la crisis sanitaria", afirma.

viernes, 20 de diciembre de 2019

El Banco de España avanza que la economía creció un 2% en 2019

MADRID.- El Banco de España calcula que la economía española creció el 0,4% en el cuarto trimestre y el 2% en el conjunto del año, lo que supone cuatro décimas menos respecto al crecimiento registrado en 2018 y una décima por debajo de lo previsto por el Gobierno para 2019.

La entidad explica en su informe trimestral que la ralentización del crecimiento ha sido consecuencia del empeoramiento del contexto exterior y de la pérdida de dinamismo de la demanda interna, derivado del agotamiento del consumo de bienes duraderos que quedó postergado durante la crisis y de la incertidumbre que afecta sobre todo a la inversión empresarial.
El Banco de España considera que la fase expansiva de la economía se vería reforzada con la constitución de un Gobierno estable que adoptara políticas orientadas a la corrección del déficit público estructural y a retomar las reformas necesarias para aumentar la productividad de la economía y su capacidad de creación de empleo.
La información reciente apunta a que el déficit público se habría mantenido igual al del año anterior (2,5% del PIB), lo que se explicaría principalmente por el mayor gasto en la revalorización de las pensiones, en la subida salarial para los empleados públicos y en la recuperación del subsidio para desempleados mayores de 52 años.
Del lado de los ingresos públicos destaca el buen comportamiento de las cotizaciones sociales, contrarrestado por el retroceso en el pago fraccionado del impuesto de sociedades de octubre.
El empleo habría crecido en 2019 al mismo ritmo que la economía (2%), lo que supone una estabilización del ritmo de creación neta de puestos de trabajo en tasas más bajas a las registradas en 2018.
El avance de la economía se ha seguido apoyando en la demanda interna (consumo e inversión) que aporta 1,7 puntos del crecimiento, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) contribuye con 0,3 puntos.
El informe explica que en el cuarto trimestre del año la aportación de la demanda externa volvió a ser positiva -tras un tercer trimestre en negativo-, gracias a la recuperación de las exportaciones y a una cierta desaceleración de las importaciones.
La demanda nacional registró un avance más moderado sustentado por el consumo de los hogares, algo más cautos en sus decisiones de gasto -como refleja el repunte del consumo-, pero favorecidos por la fortaleza de la creación de empleo y el crecimiento de los salarios reales.
Las rentas de las empresas comienzan a mostrar un menor dinamismo, lo que resta empuje a la inversión empresarial a pesar de que las condiciones financieras siguen siendo holgadas y las compañías continúan con su proceso de desendeudamiento.
La inversión residencial habría repuntado en el último tramo del año, tras el retroceso de tercer trimestre.
La información disponible apunta a una recuperación de las exportaciones, aunque condicionadas por la debilidad del comercio internacional, mientras que las importaciones se moderan por la desaceleración de la inversión en bienes de equipo.
De las exportaciones de servicios destaca que el gasto turístico continúa avanzando a pesar de la caída en los últimos meses en las llegadas de visitantes extranjeros por la recuperación de destinos competidores en el Mediterráneo como Turquía.
Por el lado de la oferta, subraya que comienza a repercutir sobre la actividad del sector servicios el deterioro de la actividad industrial, que se ve afectado por la debilidad del comercio internacional y las perspectivas desfavorables del entorno exterior.
Como ejemplo de la relación de ambos sectores, la entidad señala que el 20 % de las ventas de los servicios de transporte, comercio al por mayor o consultoría van destinadas a la industria manufacturera.

lunes, 14 de octubre de 2019

El Banco de España avisa de que la situación económica puede alargar los bajos tipos

MADRID.- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha considerado hoy que el actual contexto de "menor dinamismo económico" hace "más probable" que se prolongue el período de bajos tipos de interés, con lo que la rentabilidad de la banca se verá sometida a una presión a la baja "adicional".

En su intervención en unas jornadas financieras organizadas por KPMG y Expansión, De Cos ha explicado que, en este entorno macroeconómico, los bancos deben "perseverar" en mejorar la calidad de sus balances, elevar sus niveles de eficiencia y solvencia y redoblar sus esfuerzos para mejorar su reputación.
"La revisión a la baja de las perspectivas económicas globales es el principal argumento que justifica un cierto deterioro del balance de los riesgos para la estabilidad del sistema financiero español", ha dicho.
Según las últimas previsiones, revisadas a la baja recientemente por la entidad, la economía española crecerá un 2 % en 2019; un 1,7 % en 2020 y un 1,6 % en 2019.
Y "este menor dinamismo económico puede tener implicaciones negativas tanto para las valoraciones de los activos financieros y reales como para las rentas de los agentes, incrementando sus niveles de endeudamiento".
De Cos cree, asimismo, que en España, las políticas económicas deben centrarse en reducir las vulnerabilidades que todavía se mantienen en nuestra economía, como el endeudamiento público y exterior, y en incrementar el crecimiento de medio y largo plazo a través de la implementación de las reformas estructurales adecuadas.
Y en este contexto, ha añadido, "sería deseable que, tras las elecciones, se conformara un Gobierno estable que redujera la incertidumbre sobre el curso futuro de las políticas económicas, diera un nuevo impulso a las reformas estructurales y retomara el proceso de consolidación fiscal".
En cuanto a la política macroprudencial, ha considerado que debería enfocarse en reducir la potencial generación de riesgos que puedan afectar a la estabilidad financiera y en la acumulación de colchones que puedan utilizarse en eventuales escenarios macroeconómicos más adversos.
También ha abierto la puerta a la posibilidad de que se active el colchón anticíclico (CCA) -que es una reserva de capital que las entidades deben acumular en periodos de bonanza para reforzar su solvencia- en 2021.
De momento, el Banco de España ha decidido mantenerlo en el 0 % durante el cuarto trimestre de 2019, pero, en el caso de que se confirmen las previsiones sobre el escenario central de la economía española, a principios de 2021 "diversos indicadores de referencia superarían los umbrales de activación".
En cualquier caso, De Cos ha recordado que si se activa este instrumento macroprudencial, las entidades de crédito afectadas contarían con un plazo de doce meses para cumplir con el requerimiento.

jueves, 23 de mayo de 2019

El Banco de España reitera la debilidad que supone la deuda externa neta del 77%

MADRID.- El Banco de España ha reiterado la necesidad de reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas para reducir la vulnerabilidad que supone tener una deuda externa neta del 77,1 % del PIB, que deja a la economía española expuesta ante posibles perturbaciones en los mercados de capitales internacionales.

En un análisis publicado este jueves de los datos de cierre de 2018 de la balanza de pagos, la entidad destaca que el mantenimiento por séptimo año consecutivo de la capacidad de financiación de la economía (superávit externo) y el crecimiento del producto interior bruto (PIB) permitieron el año pasado la reducción de 6,4 puntos porcentuales de la deuda externa neta.

No obstante, subraya que el 77,1 % sigue siendo una tasa elevada tanto desde una perspectiva histórica como en comparación con otras economías del entorno y recuerda que la mayor parte de la deuda externa de la economía española recae sobre el sector público.
En términos brutos, -incluyendo todos los pasivos frente a no residentes que dan lugar a pagos futuros (instrumentos de deuda, depósitos)- la deuda externa cerró 2018 en el 166,7 % del PIB, 1,7 puntos por debajo del máximo alcanzado en 2015.
A las Administraciones Públicas corresponde la mayor parte de esa ratio (46 puntos porcentuales), mientras que el resto se reparte entre Banco de España, sector financiero, empresas, hogares e inversión directa en forma de deuda.
El Banco de España explica que detrás de la reducción de la deuda externa neta entre 2013 y 2018 está la mayor confianza de los inversores internacionales en la economía española, lo que ha redundado en un aumento de precio de los pasivos de los residentes frente al resto del mundo.
Por el contrario, entre 2009 y 2012 la notable pérdida de confianza de los inversores internacionales hizo caer el valor de los instrumentos financieros emitidos por los agentes residentes, lo que provocó un aumento de la deuda externa, a pesar de que la necesidad de financiación frente al resto del mundo se reducía.
Respecto al superávit externo, el Banco de España señala como aspecto positivo que se está manteniendo en la fase alcista de la economía, cuando en el pasado ocurría lo contrario, pero incide en que está disminuyendo respecto a años anteriores por la ralentización de los mercados exteriores y el impacto negativo de apreciación del euro y la subida del petróleo sobre las exportaciones.

jueves, 9 de mayo de 2019

El Banco de España prevé "una clara fase de desaceleración" de la economía mundial

MADRID.- El Banco de España advierte de que la economía mundial afronta el año 2019 en una "clara fase de desaceleración", de en torno a tres décimas, hasta un crecimiento del 3,3% según el consenso de los organismos internacionales, y en un entorno de "elevada incertidumbre e importantes riesgos a la baja".

Así se desprende de un artículo analítico sobre las perspectivas de la economía mundial para 2019 elaborado por el organismo supervisor, que explica que la debilidad reciente de la economía mundial ha dado lugar a una revisión a la baja de las perspectivas para 2019.
El escenario central de previsiones apuntan a una moderación generalizada del crecimiento, aunque con diferencias de intensidad por áreas, en un entorno de "elevada incertidumbre e importantes riesgos a la baja". 
Entre ellos, destaca la posible proliferación de medidas proteccionistas, una salida desordenada y sin acuerdo del Reino Unido de la UE, una desaceleración más intensa de lo esperado en China o en el área del euro, o un ajuste severo en los mercados financieros.
"Cualquiera de estos eventos o una combinación de ellos tendría un impacto sobre la economía mundial, que podría llegar a ser significativo, en un contexto en el que las políticas de estabilización macroeconómica tienen un margen de actuación limitado", advierte.

Moderación en el primer trimestre

El organismo supervisor subraya que las perspectivas de crecimiento para 2019 apuntan a una desaceleración en la mayor parte de las regiones de la economía mundial, dado que la moderación de la actividad global ha continuado en el primer trimestre, especialmente los datos referidos al comercio y a las manufacturas, y se espera que en el conjunto del año la economía mundial registre un crecimiento inferior al de 2018.
El escenario central de los principales organismos internacionales apunta a un crecimiento del PIB mundial en el entorno del 3,3%, unas tres décimas menos que el pasado año.
La actividad global seguirá apoyada en el buen comportamiento de los mercados laborales y en unas políticas expansivas de demanda, pero la elevada incertidumbre y el entorno internacional más débil frenarán el avance de la inversión y de la demanda externa en casi todas las áreas.
Para el comercio mundial, que se contrajo cerca de un 1% en el cuarto trimestre de 2018, espera que crezca poco más del 3% en 2019, menos que el año pasado y por debajo del PIB global, incluso en un escenario en el que las tensiones comerciales no se intensifiquen. "No cabe duda de que el proteccionismo y la incertidumbre sobre las políticas comerciales desempeñan un papel relevante", apunta.

Europa y Estados Unidos

También afirma que las perspectivas de crecimiento para la zona del euro se han reducido de manera "notable". En particular, el carácter persistente de la desaceleración llevó a una rebaja de las previsiones del BCE para 2019 y 2020 en su ejercicio de previsión de marzo, que se situaron en el 1,1% y el 1,6%, respectivamente, seis y una décimas menos de lo previsto en diciembre.

Esto se debe a la incertidumbre global y al debilitamiento del comercio mundial y como factores específicos del área, que están siendo más duraderos y más intensos de lo esperado, se encuentran las dificultades en la industria del automóvil, la inestabilidad social en Francia y la recesión económica en Italia.
En el resto de las principales economías avanzadas, las previsiones para 2019 también se han revisado a la baja, como consecuencia de la incertidumbre económica y política, el deterioro de la confianza y un entorno exterior menos favorable.
Así, en Japón se espera un alza del 1% y en el Reino Unido que crezca ligeramente por encima del 1%, por la elevada incertidumbre generada en torno al proceso del Brexit y la desaceleración en el área del euro, que incidirán sobre la inversión y las exportaciones, y la inflación se mantendrá alrededor del 2%.
En Estados Unidos, la actividad seguirá en una senda de moderación durante 2019, y el crecimiento se reducirá a tasas inferiores al 2,5%, según las previsiones más recientes de Consensus.

lunes, 15 de abril de 2019

La riqueza de las familias españolas se redujo casi un 3 % en 2018

MADRID.- La riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas (diferencia entre los ahorros y las deudas que tienen), se redujo casi un 3 % en 2018, ya que pasó de 1,412 billones de euros en diciembre de 2017 a 1,370 billones a cierre del pasado ejercicio.

Según las Cuentas Financieras publicadas este lunes por el Banco de España, estos activos financieros netos de hogares e instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) también se reducían respecto al trimestre anterior, cuando se situaban en 1,406 billones.
Los mismos datos destacan que la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH se situó en 1,611 billones de euros a cierre de 2018, lo que supone un 133,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) y es 5,7 puntos porcentuales inferior al ratio registrado un año antes.
La deuda consolidada de las sociedades no financieras representó un 74,5 % del PIB (si se excluyeran los préstamos interempresariales, la ratio sería un 93,2 %), mientras que para los hogares e ISFLSH, el porcentaje fue del 58,9 %.
De esta forma, los activos financieros netos de las familias, que incluyen el dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta que poseen, se situaron en 2,152 billones de euros, ligeramente por debajo de los 2,186 billones que tenían a cierre de 2018, explica el Banco de España en una nota.
Este recorte es el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 22.000 millones de euros en 2018 y de unas revalorizaciones netas negativas de 57.000 millones, debidas, fundamentalmente, a la caída del precio de los activos de renta variable, añade la nota.
En relación con el PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 178,1 % a finales del cuarto trimestre de 2018, lo que significa 9,3 puntos porcentuales menos que un año antes.
Las operaciones financieras netas de los sectores residentes (empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas) registraron, en 2018, un superávit de 18.000 de euros, que equivale al 1,5 % del PIB, frente al 2,2 % observado en el conjunto de 2017.
Las empresas obtuvieron un saldo positivo (1,3 % del PIB), así como las instituciones financieras (2,7 %) y los hogares (0,1%), mientras que las administraciones públicas mostraron un déficit del 2,6 % del PIB.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos, el 41 %, seguido de participaciones en el capital (25 %); seguros y fondos de pensiones (17 %) y participaciones en fondos de inversión (14 %).
El de efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (en 1,7 puntos) con respecto a un año antes, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-2,3 puntos).

miércoles, 20 de marzo de 2019

La economía española se mantiene al alza por una sólida demanda interna

MADRID.- La economía española siguió expandiéndose al inicio del año a un ritmo similar al del final de 2018, debido a que una demanda interna más sólida de lo esperado compensó la ralentización de las exportaciones por el menor crecimiento en la zona euro, dijo el miércoles el Banco de España. 

La economía española crecerá un 0,6 por ciento en el primer trimestre de este año, según previsiones del Banco de España, frente al 0,7 por ciento del cuarto trimestre de 2018 y el 0,6 por ciento del resto de trimestres del año pasado.
“España no ha sido inmune a la perturbación exterior, que se ha manifestado, a partir del tramo final del pasado año, en una notable pérdida de vigor de las exportaciones”, dijo el banco central en su último informe sobre la economía española.
“Sin embargo, el dinamismo de la demanda interna ha compensado el deterioro del contexto exterior, de modo que no se ha producido una desaceleración de la actividad como la registrada en el conjunto de la UEM (unión económica y monetaria europea)”, añadió el banco.
El banco central dejó sin cambios sus proyecciones de crecimiento para el conjunto de este año en el 2,2 por ciento del PIB, así como las de 2020 (1,9%) y 2021 (1,7 %).

El Banco de España mantiene en el 2,2 % su previsión de crecimiento para 2019

MADRID.- El Banco de España mantiene sus previsiones de crecimiento del PIB para el periodo 2019-2021 en su nueva actualización, publicada este miércoles. Así, prevé que la economía española crezca un 2,2% este año, para después desacelerar su crecimiento hasta el 1,9% en 2020 y hasta el 1,7% en 2021.

La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos explica que la ausencia de revisiones respecto a las proyecciones que realizó en diciembre se debe, en el corto plazo, a que se compensan entre sí el comportamiento reciente de la actividad, "algo más dinámico de lo esperado", con el empeoramiento de las perspectivas por el deterioro del contexto exterior.
En el resto del horizonte de proyección, argumenta el Banco de España, la valoración más desfavorable de los mercados exteriores respecto a las previsiones que efectuó en diciembre "tiende a verse compensada" con la revisión a la baja de los precios del petróleo y las expectativas de que los tipos de interés permanecerán en niveles "muy reducidos" durante un plazo más largo de tiempo.
La entidad subraya que sus proyecciones anticipan la prolongación de la fase alcista del ciclo, de forma que el crecimiento seguirá apoyándose en las mejoras competitivas logradas desde el inicio de la crisis, el tono "acomodaticio" de la política monetaria, la mejora de la situación patrimonial de empresas, familias e instituciones financieras y, en el corto plazo, en los efectos de las medidas fiscales expansivas que se aprobaron a mediados del año pasado.
"El dinamismo de la demanda interna ha compensado el deterioro del contexto exterior, de modo que no se ha producido una desaceleración de la actividad como la registrada en el conjunto de la UEM. En particular, el consumo privado ha seguido mostrando una notable fortaleza", subraya el Banco de España.
En todo caso, precisa la institución, el PIB se irá desacelerando a lo largo del periodo 2019-2021 por la progresiva atenuación de los efectos positivos de la política monetaria sobre las condiciones de financiación de la economía, la moderación en el ritmo de avance del consumo de las familias, lo que les llevará a aumentar su tasa de ahorro y, a medio plazo, por el tono neutral de la política fiscal.
Sobre la evolución del primer trimestre, el Banco de España destaca que el PIB mantuvo un "notable dinamismo" en este periodo, con un crecimiento del entorno del 0,6%, una décima por debajo del trimestre anterior, pero el mismo ritmo que se registró en los tres primeros trimestres de 2018.
Este crecimiento del 0,6% entre enero y marzo se apoyará en la demanda nacional, ya que la externa no contribuirá al avance del PIB, según las estimaciones del Banco de España, que sitúan el ritmo interanual del crecimiento del empleo en el primer trimestre en el 2,5%, una décima menos que en el trimestre precedente.
Precisamente la demanda nacional seguirá siendo el motor de la economía española en el periodo 2019-2021, aunque su aportación positiva se irá moderando a lo largo de estos años, con un crecimiento del 2,3% este año y del 1,7% en 2021. El principal componente de la demanda que tirará al alza será el consumo privado, con aumentos del 2% este año, del 1,7% el que viene y del 1,4% en 2021, entre una y dos décimas más que la estimación previa.
En cambio, el Banco de España ha revisado a la baja el crecimiento de la inversión de capital por el desfavorable contexto exterior. En concreto, aumentará un 3,9% este año, ocho décimas menos que lo estimado en diciembre; mientras que la inversión en equipo registrará un crecimiento del 3,2%, 1,8 puntos menos que lo previsto anteriormente. Por el contrario, la inversión en construcción crecerá en 2019 un 4,6%, una décima más que la estimación previa.
Por el lado de la demanda externa, la contribución negativa que actualmente presenta al avance del PIB (restará una décima en 2019) se moderará de aquí a 2021, cuando será neutral. Las exportaciones crecerán este año un 3,3% para situarse en el 4% en 2020 y en 3,9% en 2021, mientras que las importaciones aumentarán un 3,6% en 2019, se elevarán un 4,6% al año siguiente y crecerán un 3,9% en 2021.
Por lo que respecta al empleo, el Banco de España proyecta una moderación de su ritmo de avance, tras el "notable dinamismo" de los últimos años. Así, la creación de puestos de trabajo, con un crecimiento del empleo del 1,6% en los tres años analizados, situará la tasa de paro en el 14,2% este año (una décima menos que la estimación de diciembre) y en el 2021 se situará en el 12,3%.
En el ámbito de los precios, estima que el IPC general situará su variación media anual en el 1,2% este año, cuatro décimas menos que lo estimado con anterioridad; en el 1,5% en 2020 y en el 1,6% en 2021, en un contexto de cierta estabilidad de los precios energéticos.
El Banco de España explica que la revisión a la baja de la inflación es reflejo de que la evolución reciente de los precios ha sido menos dinámica de lo anticipado en diciembre, lo que sugiere, en su opinión, que la traslación a precios de los aumentos salariales recientes está teniendo lugar "de forma más contenida" que en el pasado.
Por su parte, la autoridad monetaria ha empeorado en una décima la estimación de déficit público para este año, hasta el 2,5% del PIB, pero mantiene en el 2% y en el 1,8% las previsiones para 2020 y 2021, respectivamente, con una política fiscal expansiva este año y neutral el resto de los ejercicios. Así, el consumo público crecerá un 1,8% este año, dos décimas más que las anteriores previsiones, coincidiendo con un año en el que se celebrarán elecciones generales, autonómicas, municipales y europeas.
Según la autoridad monetaria, los ingresos públicos crecerán en línea con las bases impositivas, que dependen principalmente del contexto macroeconómico, mientras asume que el gasto en pensiones evolucionará de forma acorde con los incrementos aprobados para 2019 y, posteriormente, en función de la fórmula de revalorización establecida en la legislación y del envejecimiento de la población. Por otro lado, vincula las prestaciones por desempleo a la evolución del paro, y los pagos por intereses de la deuda, a la evolución del endeudamiento público y de los costes de financiación.
El Banco de España afirma que los riesgos a este escenario central de crecimiento del PIB se orientan a la baja. Entre los de naturaleza externa, destaca la "mayor debilidad" del contexto exterior y, en particular del área del euro; la "indefinición" de los detalles de la salida del Reino Unido de la UE y la incertidumbre sobre la posible adopción de nuevas medidas proteccionistas a nivel global.
En el ámbito interno, el organismo sigue insistiendo en que persiste un "elevado grado de incertidumbre" acerca de la orientación futura de las políticas económicas y, en concreto, de la reanudación del proceso de consolidación fiscal, que es necesario, añade, para reducir la vulnerabilidad de la economía.
También con este último objetivo, afirma que sería "deseable" que la magnitud de las alzas salariales se acompase a las circunstancias concretas de cada empresa o sector y, en particular, a los crecimientos de productividad, "evitando subidas generalizadas" para el conjunto de la economía, desligadas de esas condiciones específicas.
Además, asegura que los mecanismos de fijación de precios y de salarios deberían permitir un "grado de flexibilidad" suficiente como para adaptarse, en caso necesario, a un entorno de mayor desaceleración de la actividad, al objeto de limitar las eventuales pérdidas de actividad y empleo.

domingo, 17 de marzo de 2019

El Banco de España no ve riesgo de recesión en Europa "ni mucho menos en España"


MADRID.-El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha reconocido que en el área del euro se está produciendo una desaceleración mayor de la esperada, pero ha asegurado que ahora no ve riesgos de una recesión en esta región "ni mucho menos en España".

En una entrevista concedida a El País, también ha hecho referencia a la situación política que vive España, y ha manifestado que su preocupación es que este hecho acabe ralentizando las decisiones de política económica que hay que tomar.
"Tenemos la sensación de que la fragmentación parlamentaria algún efecto ya ha tenido. No se ha reducido nada el déficit estructural en los últimos cuatro años", ha advertido el gobernador.
"Mi miedo es que la inestabilidad política impida los consensos necesarios para seguir haciendo reformas", ha añadido Fernández de Cos, que preguntado por la crisis financiera y bancaria que ha vivido España, ha asegurado que ante este hecho "es imposible que el supervisor quede inmune en su reputación".
"Ahora debemos tratar de revertirlo y cambiar la opinión que puedan tener los ciudadanos sobre nosotros y hacerlo mejor", ha añadido.
En este sentido, y sobre el problema de reputación que sufre la banca, ha dicho que "sin duda es importante y preocupante", y que los bancos son conscientes de ello, por lo que les ha pedido más en la transparencia con el cliente.
Preguntado también sobre la relación entre el excomisario Villarejo y el expresidente del BBVA Francisco González, ha pedido a la entidad que haga un análisis en profundidad, y con rapidez, para solucionar este tema cuanto antes y así reducir al máximo el efecto reputacional.
Por último, el gobernador ha hecho referencia a las mayores exigencias de capital de la banca y ha dicho que en este asunto "no cabe ninguna relajación".

jueves, 14 de junio de 2012

El Banco de España obliga a la banca a detallar los activos del 'ladrillo'

MADRID.- El Banco de España obligará a las entidades financieras a detallar la naturaleza de los activos del 'ladrillo' adjudicados a cambio de deudas que segregarán en sociedades de gestión independientes con una indicación del volumen y del valor en libros de éstos.

   Así figura en la modificación de la circular contable para adaptarla al segundo decreto ley de saneamiento financiero aprobado por el Gobierno el pasado mes de mayo que el Banco de España ha puesto a consulta de las entidades financieras.
   En estas sociedades se deberán aportar los activos adjudicados a cambio del pago de una deuda relacionada con el suelo o la construcción, incluidas las acciones o participaciones en sociedades inmobiliarias.
   La aportación se llevará a cabo por su valor razonable, y a falta de este o cuando sea difícil obtenerlo, los activos se valorarán por su valor en libros, para lo que se tendrán en cuenta las provisiones que deban tener constituidas.
   En este punto, la futura norma establece que la aportación a las sociedades no supondrá que se dejen de constituir las provisiones previstas en los últimos decretos de saneamiento de febrero y mayo. Esta circular entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
   En cuanto a las refinanciaciones y reestructuraciones de deuda, la circular establece que deben reconocer inmediatamente las cantidades que se estimen irrecuperables, y que deben enfocarse a la recuperación de todos los importes debidos.
   Asimismo, especifica que este tipo de operaciones no interrumpen su morosidad, salvo que exista una "razonable certeza" de que el cliente pueda hacer frente a su pago en el calendario previsto o se aporten nuevas garantías. En ambos casos, incide, "se percibirán al menos los intereses ordinarios pendientes de cobro, sin tener en cuenta los intereses de demora".
   El Banco Central Europeo (BCE) consideró en un dictamen el pasado 5 de junio que la creación de las sociedades de gestión de activos inmobiliarios es "un paso en la dirección correcta", pero no veía claro que el marco previsto sea suficiente para una separación efectiva de los riesgos de las entidades.
   El organismo que preside Mario Draghi también incidió en que el decreto no facilita muchos detalles sobre la financiación de las sociedades de gestión de activos, y tampoco menciona si contarán con algún tipo de avales del Estado.
   A su parecer, tampoco queda claro el fundamento económico subyacente al porcentaje de enajenación anual del 5% que se establece para las sociedades de gestión de activos constituidas por entidades que reciban apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a través del que se canalizarán los recursos del rescate bancario de España.
   Bajo estas consideraciones, el BCE recomienda avanzar hacia una completa desconsolidación y separación de los riesgos entre entidades, si bien celebra que las entidades que reciban apoyo del FROB tengan que reducir su participación en la sociedades de gestión de activos en el plazo de tres años.
   Por otro lado, el organismo reprochó al Gobierno haber recibido la consulta sobre el decreto el 17 de mayo, seis días después de que se aprobara el decreto, lo que deja patente que no ha tenido en cuenta su opinión antes de aprobar la medida.