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viernes, 10 de diciembre de 2021

Un tramo de Coronel López Peña estará cortado al tráfico dos meses por las obras de retranqueo del muro de la AGA


SAN JAVIER.- Un tramo de la calle Maestre y otro de la calle Coronel López Peña, que da continuidad a la anterior, en Santiago de la Ribera, estará cortado al tráfico durante dos meses a partir del próximo lunes 13 de diciembre, con motivo de la segunda fase de las obras de retranqueo del muro de la AGA y ampliación de la vía, actualmente en curso.

El tramo cortado, que discurre íntegramente paralelo a la AGA, es el que discurre entre el cruce de la calle Maestre con la calle Falcon hasta el cruce de la calle Coronel López Peña con la calle Coronel Ivorra Ruiz. El tráfico, en ambos sentidos, se desplazará a las calles colindantes.

Las obras que motivan el cierre del tráfico consisten en la ampliación tanto de la calzada y aceras así como en la creación de 40 nuevas plazas de aparcamiento, tras el derribo del muro antiguo de la AGA . El nuevo muro ya se ha construido en el interior del recinto militar facilitando un retranqueo que contribuirá a mejorar la seguridad vial en la zona.

Las obras, que precisaron una expropiación, mediante acuerdo de las partes, de 1.600 metros al Ministerio de Defensa, están incluidas en el Plan de Cooperación de Obras y Servicios (POS) 2020-2021 y han supuesto una inversión de 314.472,95 euros.

martes, 14 de septiembre de 2021

Llegan los dos primeros aviones PC-21 del Ejército del Aire a San Javier


SAN JAVIER.- Los dos primeros aviones PC-21, de la empresa suiza Pilatus, adquiridos por el Ejército del Aire han aterrizado este martes en la Academia General del Aire de San Javier procedentes del país helvético, lo que supone la primera entrega de la remesa de 24 nuevas aeronaves destinadas a la instrucción de los pilotos del Ejército del Aire.

Este nuevo modelo turbohélice biplaza sustituirá progresivamente a los antiguos reactores C-101, con más de 40 años de servicio y que en los últimos dos años han protagonizado dos accidentes que provocaron la muerte de sendos pilotos e instructores de la Academia. 

Los PC-21 cuentan con 1.600 caballos de potencia, miden 11 metros de longitud y 9 de envergadura, alcanzan una velocidad máxima de 700 km/h y una altitud de vuelo de 8.000 metros. Su autonomía de viaje es de 1.300 kilómetros, suficiente para trasladarse desde San Javier a cualquier punto de la Península Ibérica.

El Ejército del Aire, con esta adquisición, inicia un proceso para cambiar el sistema de instrucción de los pilotos que permitirá reducir las horas de vuelo y, por tanto, el coste de la enseñanza, según ha explicado el jefe de Fuerzas Aéreas, teniente coronel Ildefonso Martínez.

En total, el Ejército del Aire ha adquirido 24 aviones, 40 estaciones de ordenadores para el aprendizaje, 12 estaciones donde se analizan los vuelos efectuados por los alumnos y cuatro simuladores de dos tipos.

lunes, 2 de marzo de 2020

Pilotos, alumnos y mecánicos reclaman a Defensa un "incremento" de personal ante los últimos accidentes

SANTIAGO DE LA RIBERA.- Pilotos, alumnos y mecánicos de la Academia General del Aire (AGA) han reclamado este lunes a la ministra de Defensa, Margarita Robles, un "incremento" de personal que sirva al Ejército del Aire en lo que ha sido una "apuesta clara e inequívoca", según han anunciado Robles al término de su encuentro con personal de la AGA, unos días después de ocurrir el tercer accidente aéreo de los últimos meses en el que perdía la vida el piloto de la Patrulla Águila, Eduardo Fermín Garvalena, en un C-101.

Un encuentro que, según ha definido la ministra, que ya estuvo en la AGA el pasado sábado para asistir al funeral del comandante, ha sido "franco y con un diálogo abierto y transparente", del que ha tomado nota.
En este sentido, ha asegurado que "se trabajará en la cuestiones de personal", aunque ha reconocido que son cuestiones que tienen una técnica normativa que "aquí, en este momento, no se puede resolver, pero todos estamos en la misma línea para que esto no vuelva a ocurrir, aunque hay un riesgo, evidentemente".
El Ejército del Aire, ha destacado, "es una profesión de altísimo riesgo que ellos asumen, pero vamos a intentar que en circunstancias más personales y en materia de personal dar algún tipo de soluciones".
"Vamos a ver qué es lo que se puede hacer, porque hay unas limitaciones y vamos a intentar hacer una propuesta a corto, medio y largo plazo, porque formar a profesores, pilotos, lleva mucho tiempo, un piloto no se forma de un día para otro", ha explicado.
Robles, que ha puesto en valor el trabajo de los mecánicos, ha recordado que las plazas que salen para el Ejército del Aire "ya se están incrementando y tenemos que hacer una apuesta a medio-largo plazo y pensar también en el corto plazo, para ver de alguna manera determinadas respuestas a algunas carencias de personal".
"Esta Academia ha vivido los efectos de las inundaciones, que han hecho que el personal haya tenido que realizar incluso operaciones de mantenimiento que iban más allá de lo que es su función y han vivido una época complicada", ha reconocido la ministra, quien ha dejado claro que el personal de la AGA "ha puesto de manifiesto su amor al Ejército del Aire, la moral que tiene, su servicio a España y por eso quieren cada vez un Ejército del Aire mejor preparado y formado".
De ahí, que los profesionales de la AGA hayan hecho especial hincapié, según ha reconocido la propia ministra, "en la necesidad de que haya un incremento de personal y una política de personal que pueda servir para que haya más personas atendiendo los distintos servicios".
El objetivo de esta visita ha sido transmitir el apoyo y cariño a todos los compañeros del piloto fallecido el pasado jueves, durante un ensayo en las proximidades de La Manga del Mar Menor, que sepan que "estamos con ellos", así como "oír a los compañeros, pilotos, al personal de mantenimiento y alumnos para que hicieran una valoración de algo que somos conscientes, de que en muy poco tiempo han habido tres accidentes". Es algo, ha señalado, que "afecta a todos y no podemos permanecer insensibles ante este tema".
"Pero saben que la seguridad es al cien por cien, que no se realiza ningún vuelo si no hay seguridad al cien por cien", ha asegurado Robles, que ha resaltado que la AGA entiende la necesidad de que "haya más personal para que todas las actividades que se realizan puedan hacerse con más gente disponible para ello".
Ha insistido en que el personal de la Academia "no se sube a un avión si éste no ha pasado por todos los controles absolutamente necesarios".
Fuentes de la AGA han descartado la "obsolescencia" los aviones C-101, que Defensa se ha comprometido a sustituir por los suizos 'Pilatus' entre este año y el próximo, como causa de estos siniestros aéreos ocurridos en los últimos meses, ya que "si la aeronave está volando es porque puede volar; cuando se pone en la plataforma de vuelo está para volar".
El Airbus C-101 Aviojet es una aeronave dedicada a la enseñanza de pilotos y el vuelo acrobático que cuenta con más de 40 años de servicio en el Ejército del Aire español.
También han dejado claro que la premisa fundamental es la seguridad del vuelo, "prevalece sobre cualquier otro condicionante y si el piloto dice que no está para volar no se vuela, es la máxima".
Además, se da la circunstancia de que Garvalena, fallecido el pasado jueves en el transcurso de unas maniobras, "era el comandante de seguridad del vuelo de la Patrulla Águila y lo tenía claro: si no estaba para irse a volar no se iba".
Reconocen que se encuentran "mal", porque un accidente, dicen, "siempre es duro, pero el tercero en el mismo curso académico es algo que ni en las peores pesadillas puedes imaginar", pero "tenemos que seguir adelante por los que se han ido y para sacar adelante a los alumnos que se quedan, no podemos flaquear".
Sobre las causas del siniestro, aseguran que era un vuelo de calentamiento y que el comandante, el 'solo' de la Patrulla, que es el encargado de realizar las maniobras más arriesgadas, no llegó a ponerse en contacto con el resto de compañeros. "No sabemos qué es lo que estaba haciendo, no hay vídeos ni llamada por radio, todo fue consumado", ha lamentado.
A tenor de estos tres siniestros aéreos, han dejado claro que seguirán realizando su misión, la de volar, salvo que algo indicara que "no se puede volar con un C-101". Y es que, explican, "nada lleva a determinar, hasta ahora, que la flota tiene que estar en el suelo".
Sin embargo, ha destacado que la Patrulla Águila "se quedará en tierra, de momento, por el impacto psicológico" y no descartan incluso cancelar la temporada 2020, que comprende del mes de mayo al 12 de octubre.
A raíz del accidente de Francisco Marín, también fallecido el pasado mes de agosto en un C-101 y cuya investigación será "larga y muy difícil de esclarecer", fuentes de la AGA recibieron las instrucciones del jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMAL), que decidió aumentar la altura de las maniobras más arriesgadas en los vuelos de adiestramiento.
Está previsto que el C-101 siniestrado el pasado jueves, que se encuentra en el Arsenal de Cartagena, llegue a la AGA este lunes o el martes, en función de las condiciones meteorológicas debido a las fuertes rachas de viento en la zona, para que la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) comience con la investigación.
Desde la AGA aseguran que aportarán a este organismo "todo lo que necesite para esclarecer los hechos", que analizará las condiciones climáticas, de la aeronave, los sistemas del avión, el factor humano, ver qué hizo el piloto o cómo se encontraba.
Sin embargo, este organismo aún no ha podido determinar si el C-101 implicado en el siniestro del pasado mes de agosto "tuvo algún problema de material, será difícil saberlo".
Sobre lo ocurrido el pasado jueves, han relatado que se trata de un ensayo rutinario y la alerta llegó cuando recibieron el aviso del '1-1-2', que comunicaron el impacto de un avión en el mar.
El resto de compañeros del 'solo' acudieron a la zona donde calientan, entre Cabo de Palos e Isla Grosa, para ver si el piloto se había podido eyectar, pero comenzaron las labores de búsqueda que dieron resultado al día siguiente.

sábado, 29 de febrero de 2020

La AGA da el último adiós al piloto militar Eduardo Fermín Garvalena

SANTIAGO DE LA RIBERA.- La plaza de Armas de la Academia General del Aire (AGA) de San Javier acogió esta tarde el funeral por el comandante de la Patrulla Aguila Eduardo Fermín Garvalena Crespo, de 39 años, que falleció el pasado 27 de febrero al estrellarse el avión C-101 que pilotaba, en aguas del mar Mediterráneo, cerca de La Manga.

El féretro con los restos mortales de Garvalena, instructor de vuelo de la AGA y ex piloto de la Patrulla Aguila, fue llevado hasta la plaza de Armas por compañeros de la academia, oficiando la misa, de carácter privado, el arzobispo castrense.
Posteriormente, se le impuso a título póstumo la Cruz del Mérito Aeronáutico con Distintivo Amarillo, sonó el himno del Ejército del Aire y hubo un homenaje a los caídos.
A continuación, se procedió al plegado y entrega de la bandera de España que portaba el ataúd a la viuda del comandante de vuelo, que estuvo acompañada por dos de sus hijas, finalizando el acto con la despedida de la enseña nacional.
En la ceremonia estuvieron presentes, entre otras autoridades, el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras; el delegado del gobierno, José Vélez; el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo; el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo; la consejera de Transparencia, Participación y Administración Pública, Beatriz Ballesteros; el diputado regional de Vox, Pascual Salvador; la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez.
Garvalena, que realizaba un vuelo de instrucción cuando el avión que pilotaba se precipitó al mar Mediterráneo, tenía 2.300 horas de vuelo.
Entre los años 2007 a 2013 estuvo en la base albaceteña de Los Llanos, en 2016 formó parte del operativo de la OTAN en el Báltico y en 2017 luchó contra la piratería en Africa dentro la Operación Atalanta. Su padre fue el coronel Eduardo Garbalena, que entre 2004 y 2006 era el director de la AGA.
El año pasado pasó a ser el Aguila 5 de la Patrulla Aguila que se encarga de llevar el caza C-101 a sus límites.
Garvalena sustituía a Francisco Marín en la patrulla, el cual también perdió la vida a los mandos de un C-101 tras estrellarse contra el Mar Mediterráneo también cerca de La Manga.
El comandante Daniel Melero, de 50 años y natural de Cádiz, y la alférez alumna Rosa María Almirón, de 20 años y natural de Lucena (Córdoba) perdieron la vida el 18 de septiembre en una avioneta T-35 en aguas del mar Menor, cerca del club náutico de Santiago de la Ribera y de las instalaciones de la AGA.

Asociaciones militares critican la antigüedad de la flota aérea y la poca transparencia del Ejército

MADRID.- Las asociaciones militares AUME, Asfaspro y UMT han criticado la antigüedad de la flota de aviones de entrenamiento del Ejército del Aire como el que se estrelló este jueves en La Manga y la poca transparencia a la hora de dar a conocer las causas de los accidentes aéreos militares.

Tras el fallecimiento este jueves de un comandante de la Patrulla Aguila al caer su avión al mar, el presidente de AUME (Asociación Unificada de Militares), Jorge Bravo, ha afirmado hoy que "no hace falta ser muy técnico" para llegar a la conclusión de que los aviones como el que pilotaba "no pueden estar en las mejores condiciones".
Ante la falta de repuestos, ha explicado, a este tipo de aparatos se les suelen poner piezas "canibalizando" a otros aviones del mismo modelo, en este caso un C-101 de los más de 60 que tienen la Academia General del Aire de San Javier, que comenzaron a operar el 1980 y se encuentran al final de su vida útil.
En cualquier caso, Bravo ha añadido que "los pilotos son los expertos y si están volando es porque tienen la total seguridad y confianza de que pueden durar".
El problema, ha denunciado, es que desde hace años no se conocen las causas de los siniestros, que los investiga la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), un organismo que, para Bravo, es "totalmente opaco" con miembros nombrados por el Ejército del Aire.
Por eso pide transparencia para que tanto la opinión pública como las propias familias de los fallecidos conozcan las razones de estos accidentes, incluidas las de los últimos tres militares muertos en agosto y septiembre de 2019 cerca de La Manga. "A día de hoy siguen siendo muchas la familias de heridos y fallecidos que siguen litigando e intentando saber qué pasó", ha dicho.
Esos tres militares también eran de la Academia de San Javier, unos hechos ante los que pide "total transparencia" porque "llueve sobre mojado".
Por parte de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro), su vicepresidente, Javier Paniagua, ha afirmado hoy que es "muy preocupante que haya habido tantos accidentes en tan pocos meses".
"Hay que investigar los motivos y poner soluciones porque es fundamental la protección de los militares", ha dicho para añadir que "sin duda tiene que influir la antigüedad del material", algo que no se verá hasta que no se sepan las conclusiones la investigación.
El representante de Asfaspro ha coincidido en pedir más transparencia de estas averiguaciones, que son "secretas", ha dicho, al contrario de las de los accidentes de aeronaves civiles.
Lo que para él está claro es que "la flota es muy antigua y necesita renovación", algo que depende, ha enfatizado, de los presupuestos de Defensa.
Por parte de la Unión de Militares de Tropa, su presidente, Francisco Bellón, "a la vista está" que la flota de aviones de entrenamiento está obsoleta porque "no es normal que en los últimos seis meses haya habido tantos accidentes".
"Se tienen que dotar de buenos materiales a las personas que trabajan en las aeronaves, en los carros de combate... porque son vidas lo que se están jugando", ha denunciado. En su opinión "es entendible" que los militares pierdan la vida en un conflicto, pero no por los materiales, a falta de saber las causas, ha recordado, de los tres accidentes de La Manga.
Por eso ha pedido también que haya transparencia a la hora de difundir las conclusiones de la investigación, aunque ha opinado que "es difícil abrir una institución tan opaca".

viernes, 28 de febrero de 2020

La ministra de Defensa visita este lunes la Academia General del Aire (AGA) en San Javier

MURCIA.- La ministra de Defensa, Margarita Robles, tiene previsto visitar nuevamente la Academia General del Aire (AGA) en San Javier, a las 10.00 horas, según confirman fuentes de dicho departamento.

La última vez que Robles visitó la Región fue el pasado mes de enero, cuando tuvo un encuentro con personal y alumnos de la Academia General del Aire (AGA), a quienes transmitió la solidaridad del Ejecutivo de la nación. "Que sepan que toda España está con ellos y con el Ejército del Aire, que realizan un trabajo esencial y las Fuerzas Armadas son el gran futuro", les dijo.
Precisamente, anunciaba en esta última visita a Murcia, el pasado 31 de enero, que el proceso para relevar los aviones de entrenamiento C-101 ya se había iniciado pues unos días antes se había firmado el convenio y por tanto, "se van siguiendo los procesos administrativos".
Robles tenía previsto visitar el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas y la Escuela Militar de Paracaidismo, en la Base Aérea de Alcantarilla, acompañada por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, este lunes pero dicha convocatoria se anuló.
Se da la circunstancia de que este jueves la AGA registraba el tercer accidente aéreo en los últimos meses, en el que fallecía un miembro de la Patrulla Águila, Eduardo Fermín Garvalena.

Robles informa de que han sido hallados restos del piloto fallecido y pide prudencia sobre causas del siniestro


MADRID.- Los equipos de rescate han hallado restos del cuerpo del comandante del Ejército del Aire fallecido este jueves al sufrir un accidente en Murcia, Eduardo Fermín Gravalena, así como su casco y el asiento del aparato en el que volaba.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha dado a conocer estos datos y ha asegurado que se mantiene la operación de búsqueda para que el rescate sea lo más rápido posible. Ha pedido prudencia sobre las causas del accidente a la espera del resultado de la investigación, que ha asegurado que será independiente y permitirá conocer las razones del siniestro.
"Lo que haya ocurrido se sabrá", ha recalcado la ministra. "Es el momento de ser muy prudentes y de transmitir todo el apoyo y cariño a la familia y a la Academia General del Aire", ha agregado la ministra, durante una visita a la Academia de Ingenieros del Ejército en Hoyos de Manzares (Madrid).
Es el tercer accidente de una aeronave de la Academia General del Aire en los últimos meses. Los dos anteriores tuvieron lugar en los meses de agosto y septiembre en sendos accidentes en los que fallecieron sus tripulantes. El primer siniestro se produjo el 26 de agosto y también fue un C-101 el que cayó al mar frente a la costa de La Manga.
Robles ha pedido hoy confianza en que cuando ocurren accidentes de este tipo "se llega hasta el final para conocer las causas". Por un lado, porque un juzgado se ha hecho cargo del siniestro y por otro, porque también va a ser investigado por la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), un órgano "absolutamente independiente".
"Se sabrán las razones del accidente. Sería bueno que nadie especulara en este momento, las especulaciones no ayudan. Es momento de transmitir solidaridad", ha recalcado la ministra.
También ha hecho hincapié en que los hombres y mujeres del Ejército del Aire son profesionales conscientes de que pueden correr riesgos en su trabajo, "pero también conscientes de la seguridad con la que se tienen que hacer los vuelos". 
"Sería por mi parte imprudente hacer ninguna valoración cuando ni siquiera ha aparecido el avión", ha concluido.

El funeral del comandante Garvalena se celebrará mañana sábado en la AGA

SAN JAVIER/MADRID.- El funeral del comandante Eduardo Fermín Garvalena, fallecido este jueves al estrellarse el avión C-101 que pilotaba en aguas de La Manga, está previsto que se celebre mañana sábado, a las 18 horas, en el patio de Armas de la Academia General del Aire (AGA).

Éste será el tercer funeral que albergue la AGA desde septiembre de 2019, tras el oficiado por el comandante Francisco Marín, fallecido el 26 de agosto en circunstancias similares a las de Garvalena, y el celebrado por el instructor Daniel Melero y la alférez Rosa Almirón, que perecieron el 18 de septiembre al precipitarse al Mar Menor la avioneta Tamiz E-26 que ocupaban.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha informado hoy que esta mañana se ha encontrado el asiento y restos del cuerpo del comandante de la Patrulla Águila, Eduardo Fermín Garvalena.
En declaraciones a los periodistas durante su visita el centro de desminado de Hoyo de Manzanares (Madrid), Robles ha explicado que ayer apareció el casco del comandante y a lo largo de la mañana el asiento del avión con una parte de su cuerpo.
El teniente coronel de la AGA José Mª Alonso apuntaba hoy que el avión está bastante entero y localizado. Buzos se sumergen para recuperar los restos del comandante Garvalena, según informa Onda Regional.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, tiene previsto visitar la Academia General del Aire (AGA) el próximo lunes según ha anunciado el ministerio en su página web.
Robles tenía previsto viajar a la Región de Murcia este lunes, pero no a la AGA, sino a la la base aérea de Alcantarilla acompañada por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, con quién tenía previsto entrevistarse con los mandos del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas y de la Escuela Militar de Paracaidismo.
Sin embargo, el accidente ocurrido ayer tarde en aguas del mar Mediterráneo, próximo a la isla Grosa y La Manga, en el que un C-101 de la AGA pilotado por el comandante de la Patrulla Águila, Eduardo Fermín Garvalena, han obligado al cambio de agenda trasladando la visita de Alcantarilla a San Javier.

jueves, 27 de febrero de 2020

El Ejército del Aire confirma el fallecimiento del piloto del avión siniestrado en La Manga

MADRID.- El Ejército del Aire ha confirmado la muerte del piloto del avión de la Patrulla Águila, que ha caído hoy al mar Mediterráneo frente a La Manga del Mar Menor.

El avión ha caído al mar cuando participaba en un ensayo, según ha informado el Ejército del Aire. La aeronave ha sufrido un accidente a primera hora de la tarde de este jueves.

Muere un comandante de la Patrulla Águila al estrellarse esta tarde con su avión frente a La Manga


SAN JAVIER.- El Ejército del Aire ha informado del hallazgo de restos del avión siniestrado al precipitarse al Mediterráneo poco antes de las cuatro de la tarde frente a la costa sur de La Manga, y ha confirmado que el piloto, el comandante Eduardo Fermín Garvalena, granadino de 38 años, y padre de tres hijas, no ha podido eyectarse del aparato y ha perecido en el accidente. Precisamente, Garvalena hablaba hace poco de los dos siniestros anteriores . "Este es nuestro trabajo, nosotros tenemos que convivir con esto".

El accidente ha tenido lugar a primera hora de la tarde de este jueves entre los kilómetros 6 y 7 de La Manga, en el termino municipal de San Javier. Se trata de un C-101 de la Patrulla Águila que ha caído al mar durante un ensayo.
La aeronave ha caído al mar cuando participaba en un ensayo de la patrulla acrobática del Ejército del Aire
Los medios de búsqueda han encontrado ya restos del aparato y el Ejército del Aire no tiene “indicios” de que el comandante Garvalena haya podido eyectarse antes del siniestro.
Efectivos del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) del Ejército del Aire y de la Guardia Civil se han sumado al operativo de rescate del avión C-101 de la Academia General del Aire (AGA) siniestrado entre los kilómetros 6 y 7 de La Manga, en el termino municipal de San Javier, frente al hotel Galúa.
La Guardia Civil ha movilizado al lugar unidades del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS), una patrullera de la Benemérita y efectivos terrestres para colaborar en el rescate, según han informado fuentes del Instituto Armado.
El Centro de Coordinación de Emergencias ha movilizado a tres embarcaciones para colaborar en las tareas de rescate si así se lo solicita el Ejército del Aire. Se trata de los barcos Albufera, Punta de Algas y Buena Esperanza.
Según ha confirmado en Twitter el Ejército del Aire, el accidentado pilotaba el avión Águila 5-Solo de esta unidad acrobática, y lo hacía desde hace dos años para llevarlo a sus límites de la forma más segura y espectacular.
Se da la circunstancia de que el piloto accidentado sustituyó hace dos años en esa posición a Francisco Marín, el instructor de la Academia General del Aire (AGA) que falleció en circunstancias similares el pasado mes de agosto cuando pilotaba el mismo tipo de reactor, un C-101.
Nacido en Granada hace casi 39 años, Garvalena sumaba más de 2.300 horas de vuelo durante su carrera. Desde 2007 formó parte del Escuadrón 142 del Ejército del Aire, perteneciente al Ala 14. Por entonces y hasta 2013 manejaba un Mirage F-1, y un Eurofighter Typhoon durante los tres años siguientes.
Hasta 2017, cuando pasó a la Academia General del Aire, donde pilotaba un C-101. Hace dos años, Eduardo Fermín Garvalena ocupó el puesto del comandante Francisco Marín, que falleció en agosto del año pasado.
También participó en dos misiones internacionales. En 2016, en la Policía Aérea en el Báltico que desarrolla la OTAN desde la incorporación de los países bálticos para realizar labores de vigilancia y control del espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania. Garvalena también formó parte, durante 2018, de la Operación Atalanta en Yibuti.
Uno de los principales objetivos de esta misión es disuadir y evitar actos de piratería en las costas de Somalia para proteger a los barcos del Programa Mundial de Alimentos y otros buques vulnerables.
Su padre, el coronel Eduardo Garvalena, también estuvo en la Academia General del Aire. De hecho, fue el máximo responsable desde 2004 y hasta 2006.
El avión accidentado es el ‘solo’ de la patrulla, el encargado de llevar el avión a sus límites de la forma más segura y espectacular. El comandante Garvalena se incorporó a la Academia General del Aire en San Javier con una experiencia de más de 2.000 horas de vuelo en diferentes escuadrones del Ejército del Aire.
En el exterior, participó en la misión de Policía Aérea del Báltico en Lituania en el año 2016 y en la Operación Atalanta en Yibuti en 2018.
Es el tercer accidente de una aeronave de la Academia General del Aire en los últimos meses. Los dos anteriores tuvieron lugar en los meses de agosto y septiembre en sendos accidentes en los que fallecieron sus tripulantes.
El primer siniestro se produjo el 26 de agosto y también fue un C-101 el que cayó al mar frente a la costa de La Manga. En el accidente falleció el comandante Francisco Marín, piloto de la Patrulla Águila e instructor del Ejército del Aire.
El C-101 Aviojet es una aeronave dedicada a la enseñanza de pilotos y el vuelo acrobático que cuenta con más de 40 años de servicio en el Ejército del Aire español.
El segundo accidente tuvo lugar pocas semanas después, el 18 de septiembre, en aguas del Mar Menor. En él perdieron la vida el comandante Daniel Melero y la alférez alumna Rosa María Almirón. En este caso la aeronave siniestrada fue una de enseñanza elemental de la AGA, modelo Tamiz.
En sus cuentas de redes sociales, la Patrulla Águila publicaba ayer, poco antes del siniestro, un mensaje en el que indicaba que sus integrantes estaban ultimando todos los detalles para el comienzo de temporada. «Preparación minuciosa de aviones, pilotos y equipos. Calentando motores», apuntaba el texto.

martes, 11 de febrero de 2020

Acuerdo del Consejo de Ministros para reparar los daños causados por la DANA en la AGA

MADRID.- El Consejo de Ministros ha aprobado un Acuerdo por el que se toma razón de la declaración de emergencia de las actuaciones necesarias para devolver la operatividad a la Academia General del Aire y sus unidades dependientes.

El artículo 120 de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de contratos del sector público, establece la facultad de la Administración para actuar de manera inmediata a causa de situaciones que supongan un grave peligro, de manera que el órgano de contratación podrá actuar sin ajustarse a los requisitos formales establecidos en la ley.
Además, añade que si el contrato ha sido celebrado por la Administración General del Estado, sus organismos autónomos, entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social o demás entidades públicas estatales, se dará cuenta de dichos acuerdos al Consejo de Ministros en el plazo máximo de treinta días.
Así, el Consejo de Ministros ha declarado la tramitación de emergencia de las actuaciones necesarias para devolver la operatividad de la Academia General del Aire (Base Aérea de San Javier) y unidades dependientes para reparar los daños que sufrieron en sus instalaciones los días 12 y 13 de septiembre de 2019 con ocasión una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).
El importe de las actuaciones necesarias, asciende a ocho millones doscientos cuarenta y seis mil doscientos veintinueve euros con sesenta y cinco céntimos (8.246.229,65 euros).

viernes, 31 de enero de 2020

La ministra de Defensa afirma que el proceso para relevar los aviones de entrenamiento de la AGA se ha iniciado

SAN JAVIER.- La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado este viernes que el proceso para relevar los aviones de entrenamiento de la Academia General del Aire (AGA) ya se ha iniciado. Así lo ha confirmado a los periodistas durante una visita a la AGA, donde ha señalado que el convenio se firmó este jueves y "se van siguiendo los procesos administrativos".

"Lo importante, ha dicho, es que el compromiso que tenía el Ministerio en relación al avión entrenador, pues se han ido superando los obstáculos y finalmente este jueves se firmó el convenio para que se pueda poner todo el proceso en marcha".
Robles ha mandado un mensaje de solidaridad y cariño a toda la ciudadanía de la Región, "sin excepción", y ha dejado claro que no es una visita política, sino que se ha trasladado a la Región para "transmitir el apoyo y la solidaridad del Estado", recordando, al hilo, el decreto ley para tramitar las ayudas por las inundaciones. 
"Lo haremos a la mayor brevedad posible; Murcia es una prioridad, una Comunidad esencial y nos sentimos cercanos a los murcianos, tienen el apoyo y el cariño del Gobierno central", ha manifestado.
Robles ha aprovechado su visita a las instalaciones de la AGA para transmitir a los alumnos la solidaridad del Ejecutivo de la nación, "que sepan que toda España está con ellos y con el Ejército del Aire, que realizan un trabajo esencial y las Fuerzas Armadas son el gran futuro". Aunque ha reconocido que la tarea es "dura, lo bueno es que sois una gran familia".
Ha recordado que la última vez que visitó la AGA eran momentos "muy duros y difíciles" por los dos acciones de avión en el que fallecieron la alférez Rosa Almirón y los comandantes Paco Marín y Dani Melero y las inundaciones que afectaron a la Región de Murcia, principalmente a los municipios ribereños (San Javier y Los Alcázares).
Los alumnos han trasladado a la ministra que aunque poco a poco han ido a mejor, recuerdan a la alférez Rosa Almirón y reconocen que fue un "golpe duro, porque podía haber sido cualquiera de nosotros".
"Se ha hecho duro, pero hemos sabido llevarlo adelante, la vocación, al final, siempre se impone y aquí nunca estamos solos, el momento de bajón es cuando lo estás, pero siempre tienes a un compañero o un mando al lado", ha dicho otro de los alumnos de la AGA. Los accidentes, han dicho, "nos hicieron reforzarnos como grupo y como familia".
La ministra ha tenido un primer encuentro con alumnos de tercer año de la AGA compañeros de la alférez Almirón, fallecida el pasado mes de septiembre durante un vuelo de instrucción en un avión tamiz en Santiago de la Ribera con el instructor y comandante Dani Melero, también fallecido como consecuencia del accidente aéreo.
Posteriormente, se ha reunido con profesores del Centro Universitario de Defensa y compañeros de los comandantes Paco Marín y Dani Melero. Marín falleció a finales de agosto también en un accidente de vuelo de un C-101 en La Manga (San Javier).
Precisamente, preguntada sobre el curso de las investigaciones de sendos accidentes mortales, Robles ha puntualizado que tienen un doble cauce, el judicial y la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam), que es "independiente, de alto rigor y con los mejores profesionales cualificados" y se trabaja en ello.
La parte judicial, ha subrayado, "corresponde al juez decidirlo y nosotros estaremos a disposición del juez para colaborar en lo que sea necesario". 
"Al final, es la autoridad judicial la que tiene que determinar las posibles causas del accidente y de lo que ocurrió", ha explicado.
Finalmente, sobre si se va a reparar el Cazaminas Turia, ha comentado que se está valorando y en función del coste de la valoración "se tomará una decisión u otra".

jueves, 17 de octubre de 2019

¿Por qué se caen tanto los aviones de 'autoescuela' en los que aprenden los 'top gun' del Aire


MADRID.- Eran las 9:31 horas de una mañana despejada en Talavera la Real cuando de pronto las cosas empezaron a ponerse feas. 

-No, esto no vuela, tío... (comandante a alumno).
-No me deja la palanca tirar para arriba, ese es el problema.
-A ver... Dios, es que seguimos bajando, tira para arriba, por favor.
-Bueno, nos la tenemos que jugar...
-Nos va a tocar bajar el tren (de aterrizaje) y a ver qué pasa...
El diálogo reproducido, rescatado de las grabaciones de la caja negra, muestra que algo va muy mal. Y tanto. Terminarían estrellándose.
A los mandos del F-5, de la Escuela de Caza y Ataque del Ejército del Aire, iba el comandante instructor Ángel Álvarez Raigada y, sentado en la cabina delantera, el alumno Sergio Santamaría de Felipe, un joven alférez de 23 años cuyo sueño era convertirse en piloto de combate. Profesor y alumno acabaron impactando violentamente contra el suelo. El veterano piloto murió en el acto; el cuerpo de su pupilo quedó destrozado. Vistas las imágenes de la aeronave partida y carbonizada, uno piensa que los milagros existen. Porque fue un milagro que Sergio conservara todos sus miembros y llegase con un halo de vida al hospital.
-Ya puedo ver la luz al final del túnel.
Han sido siete años en la oscuridad hasta poder ver esa luz. Porque la del aprendiz es la historia de un sueño y también de una pesadilla: cuatro operaciones, entradas y salidas en la UCI, meses de dura rehabilitación y lágrimas en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. Sergio, con 30 años cumplidos, nunca más podrá volar, pero sí diseñar aviones. Está a punto de licenciarse como ingeniero aeronáutico y quiere aterrizar en la nueva vida. Olvidarse cuanto antes de aquella maldita pieza defectuosa del F-5 en el que volaba y que, según la jueza que lleva su caso, fue la causa del terrible accidente, del que ocho oficiales, presuntos responsables, tendrán que rendir cuentas en un juicio pionero en España.
Piezas que se rompen en pleno vuelo, trenes de aterrizaje que no funcionan correctamente, mandos de control que no responden... ¿Qué está pasando para que accidentes mortales como el de Sergio se repitan entre profesores y alumnos del Ejército del Aire? ¿Por qué se caen tantos aviones militares? ¿Se revisan mal? ¿No hay recambios suficientes? ¿Es el mal mantenimiento la causa de que se caigan?
La última tragedia de una cadena de accidentes protagonizados por aeronaves militares ocurrió el pasado 18 de septiembre. Se trataba de una avioneta Tamiz, de la Academia General del Aire, utilizada para enseñanza elemental. Si entonces morían el piloto, comandante Daniel Melero, de 50 años, y su alumna de tercer curso Rosa Almirón, de 20 años, apenas 30 días antes otro accidente mortal acababa con la carrera del comandante Francisco Marín Núñez, de 42 años, quien pilotaba un C-101. En menos de 30 días, tres muertes y dos aparatos destruidos. En este caso se trataba del avión oficial de entrenamiento del Ejército del Aire, diseñado y fabricado en España. Yuno de los más accidentados, cuya hoja de servicios acumula una siniestralidad que ya se ha cobrado la vida de 14 pilotos y la pérdida de 18 aparatos.
En sólo ocho años -desde 2012, cuando la tragedia de Talavera la Real- se han producido nueve accidentes mortales, con el resultado de 16 fallecidos y nueve aeronaves destruidas: 2 Eurofighter; un F-18; un F-5; dos C-101; un T-35 y dos de Super Pumas, el helicóptero de salvamento del Aire. «Anteriormente hubo accidentes, el riesgo cero no existe, pero no tantos. ¿Cifras? No se conocen con exactitud. Entre otras cosas porque cuando por medio sólo había daños materiales, no trascendían», especifica una fuente militar.

MANTENIMIENTO

No son uno ni dos los militares del Ejército del Aire (EA) que, bajo la estricta condición de que sus nombres permanezcan al margen de la polémica, sostienen que detrás de los accidentes mortales está un mal mantenimiento de los aviones. Y no sólo del culopollo, como llaman a los C-101 por su parecido con la parte trasera del ave. La siniestralidad de los aviones F-5, en los que completan su formación los top gun del Aire en el último año, también es elevada: suma 24 pilotos fallecidos y 28 aeronaves destruidas, "casi la mitad (de los F-5 de Talavera la Real) se ha estrellado". Lo dice un veterano, maestro de pilotos, que conoce bien las entrañas del complejo y secreto mundo de unos aviones que empezaron a volar en los años 70, que deben ser revisados cada 150 horas de vuelo, y cuyos motores necesitan ser desmontados e inspeccionados cada 300 horas de funcionamiento. A las 600 horas hay que despiezar el motor por completo e inspeccionar cada una de sus piezas. "¿Se imagina el dinero que hay que invertir?", reflexiona la misma fuente. "El problema no es el importe inicial de lo que cuesta un avión [que puede llegar a rondar los 300 millones], sino el gasto continuo que supone el obligado mantenimiento que hay que realizar para tener los aviones en condiciones de seguridad".
En un documento, fechado en diciembre de 2012, al que ha tenido acceso Crónica, el Estado Mayor del Aire ya advertía: «Desde 2008 [inicio de la crisis] la asignación presupuestaria del Ejército del Aire viene reduciéndose progresiva y significativamente, de tal forma que la actividad aérea en 2012 [Ese año, en apenas seis meses, se estrellaron un C-101 y un F-5, con el resultado de tres pilotos muertos y alférez alumno gravemente herido] alcanzó niveles preocupantes (...). Esta reducción incrementa progresivamente el déficit en entrenamiento de las tripulaciones, así como el sostenimiento y mantenimiento de los sistemas de armas (aviones en la jerga del Aire)».
Poco ha cambiado desde aquel 2012. A puerta cerrada, el 16 de abril del año pasado, el propio Jefe del Estado Mayor de la Defensa alertaba ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados: "Otra consecuencia de las restricciones presupuestarias ha sido la reducción de existencias de repuestos (...)». Lo que según él, "afectará al mantenimiento de las aeronaves". En realidad hacía ya tiempo que venía afectando.
Sin embargo, a la pregunta de Crónica de si detrás de la caída de aviones militares está el mal mantenimiento de las aeronaves, la respuesta del Ejército del Aire (EA) es categórica: "No". Y añade: "Las aeronaves del Ejército del Aire están perfectamente mantenidas. Las causas de los accidentes están siendo investigadas por la Comisión Técnica de Investigación de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM). Esta comisión esta formada por expertos del Ejército del Aire (ingenieros, pilotos, médicos,...) y emitirá un informe con sus conclusiones cuando esté finalizado". Y remata: "Al igual que en todas las flotas de aeronaves, civiles o militares, en el Ejército del Aire se producen accidentes".
El caso más claro de todos -y también hasta hoy el más investigado por la justicia castrense- es el del F-5 que se estrelló en Talavera la Real (Badajoz), en 2012. El avión al que sobrevivió de milagro Sergio Santamaría. La caída fue debida a la rotura "por fatiga de material" de la segunda rueda de turbina del motor izquierdo. Esa, y no otra, fue la "causa material del siniestro aéreo", según el auto de 274 páginas,1.601 notas a pie de página y seis años de investigaciones, realizado por la titular del juzgado togado militar territorial 12 de Madrid, la comandante Patricia Moncada. En él desmenuza la cadena de supuestas negligencias que llevaron a la muerte del comandante instructor Ángel Álvarez Raigada y dejaron el cuerpo destrozado de por vida -con un elevado grado de discapacidad física que provocó su retiro- al alférez alumno Sergio Santamaría de Felipe, único superviviente de los nueve accidentes aéreos que han azotado al EA desde abril de 2012.
Tres años antes del siniestro, según ha podido acreditarse, la rueda del motor izquierdo de la aeronave ya estaba dañada. Tenía una grieta que se fue agrandando con el paso del tiempo. Y esa rotura - causada por un fenómeno de «fatiga de material»- resultaría fatal. "Una grieta en una zona crítica que el fabricante [General Electric Aviation] establecía de especial atención en sus Ordenes Técnicas de Mantenimiento", especifica el auto, ya que "conforme el motor siguió funcionando, [la grieta] se fue propagando hasta que el día 2 de noviembre de 2012 alcanzó una longitud que provocó la rotura de la rueda (..)". 

LA PIEZA ROTA, EN EL AIRE

Sin embargo, a la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) no parecía preocuparle, según detalla la investigación de la jueza Moncada: "No había seguido la recomendación a la que le instaba el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Aereospacial, a fin de ponerse en contacto con el fabricante del disco, para consultarle determinados hallazgos encontrados en los análisis efectuados" al fragmento de la pieza rota. ¿Se saltó el EA las órdenes de mantenimiento?
La conclusión del auto es demoledora: «Si esa rueda se hubiera descartado, a lo que obligaban las órdenes técnicas de mantenimiento, se habría evitado la causa inicial del siniestro aéreo».
«A ese chico [Sergio] le habrá pasado lo que al mío, que volaba en un helicóptero con piezas defectuosas, cayeron al mar y mi hijo murió». Va para seis años y a Sebastián Ruiz no se le quita de la cabeza. «Juré que el resto de mis días los dedicaría a conocer la verdad» sobre aquel Super Puma de rescate del Ejército del Aire en el que el teniente Sebastián Ruiz Galván, Sebas, de 26 años, perdió la vida tras estrellarse la aeronave cerca de Fuerteventura, en marzo de 2014.
«La parte trasera del aparato, donde están el rotor de cola y otras pruebas relevantes de lo que pasó, todavía sigue en el fondo del mar, por que la CITAAM no considera necesario recuperarlo. Van a archivar el caso». Por eso, repite este padre coraje de Chiclana, abogado de formación y funcionario, «por muchas trabas que pongan, voy a seguir investigando». En los partes de mantenimiento, en las órdenes... «Los chicos están volando con chatarras», dijo entonces a Crónica. «Y ahora estará pasando algo muy parecido con los aviones. No con todos, por supuesto, pero huele mal, se tapan las investigaciones o éstas se hacen a medias. Nos tenían que explicar a todos los españoles qué está pasando».
La sangría de accidentes mortales no ha parado desde el año de la tragedia de Talavera la Real (2012) hasta el pasado 18 de septiembre (nueve accidentes y 16 fallecidos en ocho años). Un aumento del 50% respecto a los ocho años anteriores, pese a que la actividad bajó un 25%.
El entonces veinteañero Sergio Santamaría enseguida supo que sus días de piloto habían terminado. Para él, tras salir del hospital, empezaba un nuevo camino de vida, por más que a su corta carrera militar se añadiría como colofón un ascenso (a teniente honorífico) y éste le fuera entregado por la mano del mismísimo rey de España. «Ha sido duro el tiempo desde el accidente hasta aquí. Voy a necesitar mucha fuera mental», fueron sus palabras tras recibir, el 4 de julio de 2013, la Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo -la condecoración de las viudas, dicen los pilotos, por estar reservada a los que fallecen en acto de servicio o se quedan con graves lesiones-.
La imagen de aquel día recordaba a la película Nacido el cuatro de julio. Sergio no era Ron Kovic, el soldado desquiciado interpretado por Tom Cruise, al que los médicos le dicen que permanecerá en una silla de ruedas para siempre. Nuestro héroe se levantó como pudo de su silla de ruedas y, sin mirar a nadie con gesto de pedir ayuda, ni siquiera a su padre, también piloto, vestido con el uniforme azul del Aire y apoyándose en una muleta, recorrió solito y con la cabeza alta los 30 metros que le separaban del ministro de Defensa. Ya no podrá volar, su gran pasión, pero con 30 años, una carrera y una condecoración reservada sólo a los mejores, Sergio Santamaría ha podido levantarse como sólo hacen los valientes.
El gran premio a tanto tesón es en realidad la licenciatura como ingeniero aeronáutico que está a punto de conseguir. No podrá pilotar pero sí diseñar los aviones de sus sueños... Y a esperar. Está pendiente de que la Justicia se pronuncie definitivamente sobre qué pasó aquella fatídica mañana dentro del F-5 que le cambió la vida a los 23 años. Nunca una investigación militar ha llegado tan lejos. Los demás siniestros -con o sin muertes- nunca han terminado en responsabilidades. En un año o año y medio podría haber juicio.
La jueza militar señala a ocho mandos del Ejército del Aire dos coroneles, un teniente coronel, tres comandantes, un capitán y un subteniente) como presuntos responsables. Serán los juzgados centrales, competentes para enjuiciar a militares de igual o superior rango a comandante, los que digan la última palabra tras seis años de investigaciones y una instrucción que incluso ha necesitado de la desclasificación parcial de documentos secretos.


viernes, 27 de septiembre de 2019

Felipe VI se reencuentra en el Museo del Aire con el primer avión que pilotó en San Javier


MADRID.- Felipe VI ha visitado este viernes las instalaciones del Museo de Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire en Madrid, donde se ha reencontrado con el primer avión que pilotó en solitario durante su formación militar en la Academia General del Aire, en octubre de 1987 cuando era príncipe.

El rey, con uniforme de faena del Ejército del Aire, ha recorrido durante dos horas algunos de los hangares en los que está distribuida la exposición permanente del museo, situado en la base aérea de Cuatro Vientos, a las afueras de Madrid.

Una de las piezas destacadas de la colección es el primer avión que don Felipe voló en solitario en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) hace 32 años, un Beechcraft estadounidense llamado "Mentor" que fue fabricado en 1948.
Para recordar aquel momento, se ha colocado una fotografía al pie del avión del entonces heredero a la Corona, que tenía 19 años, y se ha proyectado un vídeo con imágenes de aquel primer vuelo.
Al lado de "Mentor", está situada otra pieza simbólica, como fue el helicóptero que pilotó, aunque no en solitario, su padre, el entonces también príncipe Juan Carlos, en 1969 durante su adiestramiento en la Escuela de Helicópteros.
A lo largo de la visita, Felipe VI ha estado acompañado por el jefe del Estado Mayor del Aire, Javier Salto; el jefe del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire, Pablo Gómez, y el director del museo, Juan Toledano.
Tras una reunión con los mandos, se ha iniciado el recorrido por el hangar número uno, cuya remodelación se completó el pasado mes de abril para hacer la muestra más atractiva al público con elementos interactivos y decorados realistas.
En esta zona, el rey ha podido ver el avión más antiguo que se conserva en España, de 1911, un monoplano modelo Blériot XI que fue adquirido por el Museo del Aire a un anticuario en 1967 por 250.000 pesetas.
También se ha parado ante la réplica del avión "Flyer" de los hermanos Wright, que fue el primer vuelo motorizado de la historia en 1903.
Tras cruzar por la zona donde se exponen los aviones que participaron en la campaña de África en 1913 y los de la etapa de entreguerras, la visita ha continuado en el recinto de las grandes gestas de la aviación española.
Entre ellas, la del "Cuatro Vientos", el primer aparato que cruzó el Atlántico hasta Cuba en 1933 y que en su vuelo posterior a México, se estrelló en medio del mar.
A continuación, Felipe VI y la comitiva se han detenido ante el "Plus Ultra", el hidroavión que voló a Buenos Aires en 1926, y ante el cual el monarca ha descubierto la placa de inauguración del hangar remodelado.
En otro de los pabellones, el rey ha posado ante los medios gráficos delante del autogiro que inventó Juan de la Cierva en 1924, uno de los grandes hitos de la aeronáutica española.
La visita se ha completado en la zona de exposición al aire libre, donde están los aviones de gran tamaño, entre ellos, los cazas, y en la que el rey se ha hecho una foto de familia con los mandos militares y los empleados del centro.
El Museo del Aire se inauguró en 1966 y una década después se acordó su traslado a la base de Cuatro Vientos por el simbolismo de esta instalación, puesto que fue el primer aeródromo que entró en servicio en España en 1911.

La visita

A su llegada al Museo de Aeronáutica y Astronáutica, Su Majestad el Rey fue recibido por el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, el General del Aire, Javier Salto Martínez-Avial, el jefe del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire, General de División en reserva, Pablo Gómez Rojo y el Director interino del Museo de Aeronáutica y Astronáutica, Coronel Juan Toledano Mancheño.
A continuación, Su Majestad el Rey recibió Honores de Ordenanza a cargo de un piquete y recibió el saludo de las autoridades militares asistentes al acto.
Seguidamente Don Felipe se dirigió a la Sala de Conferencias en el hangar nº 1, donde el jefe del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire dio unas palabras de bienvenida, tras las cuales tuvo lugar una presentación del Museo a cargo del Coronel Director interino.
Para continuar, Su Majestad el Rey inició la visita por el hangar nº1 que fue guiada por el Coronel Juan Ayuso Puente. Como primera instancia, Don Felipe descubrió una placa conmemorativa como inauguración de la Sala "Grandes Vuelos".
Su Majestad el Rey prosiguió su visita por los hangares nº3, 4 y una zona exterior.
Tras la visita y las fotografías con el personal de la Unidad y el personal de la Asociación de Amigos del Museo, Don Felipe se dirigió a firmar el Libro de Honor en la Sala de Aerostación en el hangar nº 1.
Para finalizar su visita, Su Majestad el Rey se dirigió a la carpa de recepción de visitantes donde recibió el saludo del presidente de la Asamblea Legislativa de la Comunidad de Madrid, Juan Trinidad Martos.
Seguidamente, Su Majestad el Rey fue despedido por las mismas autoridades que lo recibieron.
El Museo de Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire dispone de una exposición exterior y siete hangares que albergan aeronaves, uniformes, condecoraciones, motores, maquetas y otros fondos relacionados con la aviación.
Terminada la Guerra Civil y una vez creado el Ejército del Aire, se concibe la idea de crear un museo que reflejara la evolución e historia de nuestra aeronáutica.
Desde 1975 el Museo está en Cuatro Vientos y se han sucedido varias ampliaciones que le convierten en un referente europeo de la aeronáutica.

jueves, 19 de septiembre de 2019

La AUME reclama «mayor transparencia» ante los últimos accidentes del Ejército del Aire

MADRID.- La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) reclamó este jueves al Ministerio de Defensa una «mayor transparencia» ante los últimos accidentes ocurridos en la Academia Militar del Aire (AGA) en menos de un mes, y advirtieron de que «es difícil pensar en la casualidad» ante unos hechos «tan graves».

Se trata de siniestros ocurridos en un «breve espacio de tiempo» y «en el mismo lugar», subraya la AUME en un comunicado, en el cual asegura que «las vidas perdidas de nuestros compañeros Francisco, Daniel y Rosa María necesitan de un esclarecimiento para sus familias, compañeros y opinión pública».
«Desde la AUME nos preguntamos si los medios con que cuenta un centro de formación tan técnico son los suficientes y si se encuentran en el mejor estado para su empleo», apunta la asociación en una nota.
La asociación también critica que «la falta de transparencia y la confidencialidad impiden tener un conocimiento preciso de la situación», y rechaza que nunca se den a conocer las causas de los accidentes de aeronaves militares, de los que se ocupa la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam).
Por este motivo, la AUME anuncia que va a trasladar a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, la «inquietud existente» en el Ejército del Aire por estos accidentes y que reclamará datos sobre sus causas.
Pide igualmente que se comuniquen al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas los resultados de las investigaciones y se explique la situación de los «medios materiales técnicos» y de las necesidades de personal de las unidades.

"El Ejército del Aire es una empresa en quiebra total"

MADRID.-De nuevo, vuelven las críticas y las quejas por la edad de muchos de los aviones con los que cuenta el Ejército del Aire, principalmente en lo que se refiere a la enseñanza. Son varios los pilotos consultados por La Razón que no dudan en cuestionar tanto la seguridad como los fondos con los que cuenta el Ejército del Aire, ya no solo para mantener las aeronaves, sino para renovar una flota «que ya empieza a estar más que anticuada», relatan. 

Si bien es cierto que no relacionan directamente la antigüedad de las aeronaves con el trágico accidente de ayer o el del pasado 26 de agosto, sí que se muestran muy críticos con la situación que viven: «No vemos la luz al final del túnel», comentaba a La Razón un piloto, el cual destaca que cada vez tienen «más carga de trabajo y más responsabilidad», lo que afecta directamente, entre otros, a la conciliación, lo que lleva a muchos a marcharse: «Es una auténtica sangría. Se marchan muchísimos». 
Y es que ya lo avisó el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general Javier Salto, el pasado febrero: hay escasez de pilotos. «Hay un déficit del 10%», dijo, señalando que en la actualidad hay 450 y que la cifra ideal sería de 580. Pero, además, en estos diez años han perdido también el 94,5% de su presupuesto.
De ahí que haya pilotos que no duden en afirmar que «el Ejército del Aire es una empresa en quiebra total y absoluta. Sigue una marcha cuesta abajo muy chunga y el punto de inflexión no ha llegado ni se le espera aún».
«Solo espero que alguien, ya sea un político o alguien de uniforme, haga algo y tome una decisión para cambiar esta situación, porque la cosa está mal, muy, muy, mal», sentencia.

Defensa considera "indudable" que todos sus aviones son seguros para volar

SAN JAVIER.- El secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, ha considerado este jueves "indudable" que "no hay ninguna circunstancia" en la que un avión o helicóptero del Ejército del Aire vuele si no está en condiciones de hacerlo.

En declaraciones a los medios tras visitar la Academia General del Aire (AGA), de San Javier, donde en las tres últimas semanas se han producido dos accidentes aéreos en los que han fallecido dos instructores y una alumna, ha afirmado que es "prematuro" determinar las causas del accidente de la avioneta Pillán que se estrelló este martes en el Mar Menor y cuyos dos tripulantes murieron.
Ha apuntado que hay que esperar a los resultados de las investigaciones del siniestro para determinar si hay que tomar medidas, pero ha remarcado que "por ningún motivo y en ninguna circunstancia vuela ningún avión o helicóptero que no esté en condiciones seguras de volar".
Ha detallado que todas las aeronaves cumplen "todos los requisitos de inspecciones y de seguridad", además de someterse a todas las revisiones "que han tenido que pasar" y contar con "todas las certificaciones que tienen que tener", fruto de los requisitos "muy exigentes" del Ejército del Aire, en coordinación con la empresa suministradora y fabricante de los aparatos.
Sobre el motivo por el que la avioneta Pallín sufrió una parada de motor en la maniobra de despegue ha indicado que la investigación de estos siniestros "lleva su tiempo", porque "no se atiende a elucubraciones", sino a "datos ciertos y rigurosos", por lo que "no se deja nada al albur de interpretaciones que no se soportan en datos objetivos".
Preguntado por el final de la vida útil del reactor C-101 como el que se estrelló en aguas de La Manga del Mar Menor el pasado 26 de agosto, cuando murió el comandante Francisco Marín, ha apuntado que "cualquier técnico aeronáutico" podrá decir que "no tiene nada que ver la edad de un avión con el motivo del accidente".
Ha subrayado que lo que provoca la edad de los materiales y de los aviones es que los "mantenimientos se incrementen" y, seguramente, que su disponibilidad baje, pero las condiciones de seguridad "son las mismas" en todas las aeronaves.
En este sentido, ha recordado que el Pallín no tiene prevista su sustitución hasta dentro de unos años y que el C-101 concluirá sus vuelos en 2021, por lo que ya se ha iniciado el proceso de licitación para la compra del nuevo modelo.
Finalmente, ha anunciado que lo "lógico" es restablecer la actividad en la AGA con normalidad "desde el primer momento en el que se pueda", tras lo que ha trasladado su "solidaridad y apoyo" a las familias del comandante Daniel Melero, de 50 años, y la alférez Rosa Almirón, de 20, cuyo funeral se celebrará en la intimidad a partir de las 19 horas de hoy.
Los dos accidentes aéreos y las inundaciones que ha sufrido la AGA a causa de la gota fría de la pasada semana han generado, según Olivares, un momento de "especial estrés y tensión", pero se ha mostrado "absolutamente convencido" de que los "valores" de los miembros de las fuerzas armadas les permitirán "salir de este trance".

Una racha trágica en el Ejército del Aire: cinco muertos en cuatro accidentes en solo dos años

MADRID.- En solo dos años, cinco militares han perdido la vida en siniestros aéreos. La desolación regresa al Ejército solo tres semanas después de que un reactor C-101 de la AGA, pilotado por el comandante de vuelo e instructor Francisco Marín, se estrellara por causas todavía no aclaradas en aguas de La Manga del Mar Menor , falleciendo el piloto en el acto. 

El avión, que era pilotado por este experto que había formado parte de la Patrulla Águila, cayó en picado y un testigo grabó en vídeo lo ocurrido donde podía verse cómo el aparato realizaba una maniobra justo cuando estaba llegando al mar sin lograr remontar y estrellándose en el mar.

Solo dos años antes, el 17 de octubre de 2017, el teniente Fernando Pérez, miembro del Ala 12, murió tras sufrir un accidente aéreo con el F-18 que pilotaba . El fatal siniestro tuvo lugar en Torrejón de Ardoz. 
El pasado mes de julio la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) concluyó que una llave olvidada en el motor había sido la causante del trágico suceso. 
En aquel momento se detectaron ruidos extraños, sin embargo, la aeronave despegó. Solo 40 segundos después el piloto trató de regresar, pero ya no pudo aterrizar exitosamente. Tenía 26 años y era el número uno de la 65 promoción del Ejército del Aire.
Aquí no termina la desgracia. Cinco días antes de la muerte del oriundo de Murcia, Fernando Pérez, el 12 de octubre de 2017, el capitán del Ejército del Aire Borja Aybar fallecía tras estrellarse con su Eurofighter cuando regresaba del desfile de la Fiesta Nacional. El militar tenía 34 años y formaba parte del Ala 14.
En total, cinco miembros del Ejército han fallecido en sucesivos accidentes de avión, lo que nos recuerda que, aunque volar es una profesión con la que muchos sueñan, entraña unos peligros que, en ocasiones, se pagan con la vida.  


Seis aviones valorados en 240 millones en los últimos cinco años

Al margen de la incalculable pérdida humana, los accidentes aéreos militares que se han registrado en los últimos cinco años han supuesto un coste en material de alrededor de unos 240 millones de euros.
Estos siniestros de aeronaves militares le han supuesto a España una factura económica en material de alrededor de 240 millones de euros.
En total, en estos últimos cinco años se han perdido en accidentes dos cazas Eurofighter, un caza F-18, un reactor C-101, una avioneta de instrucción elemental E-26 y un helicóptero AS 332 ‘Super Puma’.
El cálculo por unidad, según fuentes militares consultadas por Okdiario, sitúa a los Eurofighter como las aeronaves más caras del Ejército del Aire. Cada una cuesta en torno a 87 millones de euros -de media, ya que depende de la configuración con la que fueron adquiridas-.
El primero de los accidentes de Eurofighter tuvo lugar el 9 de junio de 2014. El caza del Ala 11 se estrelló poco después de despegar de la base sevillana de Morón de la Frontera. Falleció el capitán Fernando Lluna.
El segundo de los Eurofighter siniestrado, que le costó la vida al capitán Borja Aybar, se fue contra la pista de Los Llanos cuando rompía formación con otras aeronaves procedentes del desfile del 12 de octubre de 2017.
Solo tuvieron que pasar cinco días para lamentar otra pérdida. A esta trágica ‘factura’, el 17 de octubre se sumaba el fallecimiento del teniente Fernando Pérez a bordo de un F-18 del Ala 12 de Torrejón. Uno de sus motores reventó.
Al parecer, alguien olvidó en el interior de una turbina una herramienta y esta provocó el desastre. El coste de la aeronave asciende a unos 40 millones de euros, el precio que pagó media España por estos cazas de fabricación estadounidense.
En el caso del C-101 accidentado el pasado mes de agosto, España adquirió estas aeronaves por alrededor de unos 10 millones de euros la unidad según fuentes del Ejército del Aire. El otro avión de instrucción accidentado este miércoles, el E-26, tiene un coste muy reducido.
En cambio, la pérdida del helicóptero ‘Super Puma’ del SAR accidentado en 2015 en Canarias sí supuso un coste importante para el Ejército, que tuvo que acometer la compra de cuatro unidades más para reponer las unidades siniestradas en la última década. A razón de 15 millones de euros cada uno.
Fuera de este cálculo queda también el accidente que se registró en abril de este año en el aeródromo de Jaca, donde un C-295 del Ala 35 sufrió una salida de pista durante unas maniobras de la UME. La aeronave pudo ser recuperada con graves daños y, aunque se contabilizaron nueve heridos de consideración, no hubo que lamentar daños mortales.
Tampoco computa para este cálculo el grave accidente que tuvo lugar en 2015 en la base aérea de Los Llanos (Albacete). En esta pista, la OTAN desarrolla todos los años un programa de vuelo denominado TLP dirigido a los mejores pilotos de todas las naciones de la Alianza Atlántica.
El 17 de enero de aquel año, un caza F-16 griego perdía el control durante el despegue y chocaba contra la zona donde se encontraban otras aeronaves, pilotos y mecánicos. Fallecieron diez personas.

El funeral del comandante Melero y la alférez Almirón será esta tarde en la AGA en la intimidad

MADRID.- El funeral del comandante Daniel Melero, de 50 años y natural de Cádiz, y de la alférez alumna Rosa María Almirón, de 20 años y natural de Lucena (Córdoba), fallecidos este miércoles tras estrellarse su avión en el Mar Menor, entre los barcos del Club Náutico de Santiago de la Ribera, tendrá lugar esta tarde en la AGA a las 19 horas pero en la intimidad.

Así lo ha avanzado el teniente Ángel Vegas, de la oficina de Comunicación del Ejército del Aire, quien ha explicado que el funeral se desarrollará en la Academia General del Aire, en Santiago de la Ribera, al igual que fue el del comandante Francisco Marín, exmiembro de la Patrulla Águila e instructor en la AGA, fallecido hace 20 días, frente a la costa de La Manga del Mar Menor, tras estrellarse su avión en el mar.
El teniente Ángel Vegas ha explicado que se ha dado por concluida la autopsia del instructor y su alumna de la AGA, fallecidos este miércoles en aguas del Mar Menor, y que se estaba a la espera de la decisión del juez para realizar el funeral esta misma tarde. 
"Lo tenemos todo preparado, porque es bastante doloroso y cuanto antes termine para la familia, mejor; después cada familia decidirá" si trasladar los cuerpos a Córdoba y Cádiz.
Asimismo, ha avanzado que la Comisión para la investigación técnica de accidentes de aeronaves militares (Citaam), dependiente del Ministerio de Defensa, trabaja desde ayer en un andén de la AGA.
Al respecto, ha apuntado que, en principio, el motivo del siniestro sería el fallo del motor, en base a la última comunicación del comandante Melero, "quien declaró estado de emergencia por el fallo del motor".

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Un instructor de la AGA y una alumna de 3º fallecen al caer al Mar Menor una avioneta militar revisada esta mañana


SAN JAVIER.- Dos militares, un instructor y una alferez alumna, han muerto esta mañana, poco antes del mediodía, al estrellarse una avioneta del Ejército del Aire en el Mar Menor durante un vuelo de instrucción, por fallo al tercer despegue del único motor. Se trata de un aparato Tamiz de la Academia General del Aire (AGA) utilizado para enseñanza elemental. Ambos han fallecido al caer en picado al mar tras hacer un ruido raro. "Habían conseguido remontar un poquito el vuelo pero finalmente se han precipitado y las alas han saltado", según testigos.

Los fallecidos son el comandante Daniel Melero Ordóñez, de 50 años, natural de Cádiz, y la alumna de tercer curso Rosa Almirón Otero, de 20 años, de Lucena (Córdoba).
Melero residía desde hacía décadas en la Región y también fue piloto de la Patrulla Águila, además de estar al frente del Escuadrón de Mantenimiento.
Antes de estrellarse, el comandante comunicó una parada de motor e inició el procedimiento de emergencia que, en esas condiciones, implica intentar amerizar en La Manga. 
El fallo se ha producido cuando realizaba la tercera maniobra de despegue, como parte de un ejercicio consistente en una serie de tomas y despegues. Este era el tercer vuelo que realizaba el aparato en las últimas 24 horas sin que se detectaran problemas. Esta misma mañana había sido revisado.
La Tamiz tiene un solo motor y no dispone de sistema de eyección de asientos, por lo que a esa altura sus dos ocupantes no tenían posibilidad de saltar.
Según testigos presenciales, el avión se ha precipitado al agua en las proximidades del Club Naútico de Santiago de la Ribera, entre cuyas embarcaciones, fondeadas sobre una profundidad no superior a dos metros, se apreciaban partes del fuselaje. La cola de la avioneta sobresalía del agua claramente.
Hasta el lugar del accidente se han desplazado equipos de rescate de la Guardia Civil, el Ejército del Aire y los servicios regionales de emergencias, que han recuperado los dos cuerpos hacia las 14 horas.
La E-26 Tamiz o T-35C Pillán es una avioneta de diseño chileno, fabricada en España por la empresa Construcciones Aeronaúticas (CASA) bajo licencia de Embraer.
En 1985, el Ejército del Aire adquirió 41 aparatos para la instrucción elemental de sus pilotos, que entraron en servicio en 1987 y está previsto dar de baja a finales de la próxima década.



 Sustituta de las Bücker y las Mentor

Con una longitud de 7,97 m y una altura de 2,34, esta aeronave de origen chileno está diseñada para reemplazar a la Beechcraft T-34 Mentor, es una versión muy modificada de la Piper -Azteca- para uso militar.
El nombre Pillán que recibió la nueva aeronave fue seleccionado en un concurso y su significado es -Demonio- en dialecto mapuche. Sus ventas comenzaron en 1985 y en España entró en servicio en 1987.
La Empresa CASA ensambló en su factoría de Getafe una serie de 41 kits suministrados por la chilena ENAER, que fueron vendidos al Ejército del Aire como avión de enseñanza selectiva para ocupar el lugar que dejaron las Bücker y las Mentor, siendo denominadas Tamiz en lugar de Pillán. Desde entonces vuelan en la Escuela Elemental de la Academia General del Aire.
Las aeronaves Pillán tienen un peso al despegue de 1.315 kg y su velocidad máxima son los 311 km/h. Posee una longitud de 8 metros y una envergadura (distancia entre los extremos de las alas) algo mayor, de casi 9.
Su altura es de 240 centímetros, casi tanto como la longitud de sus hélices, su peso ronda los 930 kilos, tiene una autonomía de más de 1.000 kilómetros y puede alcanzar una velocidad máxima de 320 km/h.
Existen 4 versiones distintas del Tamiz: el T-35A, el T-35B, el T-35C y el T-35D, además del T-35S, una versión monoplaza de la aeronave.