sábado, 24 de junio de 2017

Rescatan a doce personas en una patera frente a la costa de Cartagena


CARTAGENA.- La Guardia Civil ha rescatado hoy a doce personas en una patera localizada frente a la costa de Cartagena, según han informado fuentes de Salvamento Marítimo.

En este caso, fueron doce inmigrantes ilegales en una de las siete pateras llegadas en las úlimas horas a las costas españolas y que fueron rescatados en este caso por la Salvamar Mimosa a 22 millas al sur sureste de Escombreras.
Los inmigrantes rescatados en aguas murcianas llegarán al muelle de Santa Lucía poco antes de las diez de la noche, informa Salvamento Marítimo.

Manuel Aguirre, nuevo líder de 'Nuevas Generaciones' del PPRM en Cartagena


CARTAGENA.- Manuel Aguirre fue elegido hoy nuevo presidente de Nuevas Generaciones del PP en Cartagena, con el respaldo unánime de los afiliados que participaron en el XV Congreso local, en el Faro de Navidad, bajo el lema 'Comprometidos con Cartagena'. 

Aguirre, quien sustituye a Alejandro Catasús, tiene 23 años años y es estudiante de Derecho. En su discurso, destacó que «los jóvenes podrán encontrar en Nuevas Generaciones a una organización que trabajará en la defensa de los intereses de la juventud y en recuperar la ilusión y las oportunidades que nos ofrece el municipio».
En un comunicado, el nuevo presidente de la organización juvenil del PP (designado para un periodo de cuatro años) anunció que su principal objetivo es llegar a los jóvenes cartageneros y luchar contra el populismo.
"Hay que salir a la calle, llegar a todos los rincones del municipio, para hacer ver que el populismo no es bueno y para que desaparezcan los estereotipos creados en torno a la imagen" del PP, dijo Aguirre.
Y añadió: “El populismo no es una herramienta capaz de mejorar la vida de los cartageneros, y muestra de ello, lo que estamos sufriendo en Cartagena durante estos dos años. Nosotros queremos trabajar en medidas reales y posibles, sin mentiras y luchando para que Cartagena se encuentre en el nivel que merece”.
"Queremos ser la voz de los jóvenes cartageneros, y por ello, mantendremos reuniones con las diferentes asociaciones y colectivos para escuchar sus demandas y reivindicaciones”, avanzó Aguirre. Para ello, se creará una comisión de trabajo para recoger todas las iniciativas juveniles que serán estudiadas para la elaboración del programa electoral de las próximas elecciones.
Entre las propuestas, el nuevo presidente ha defendido que “la formación política seguirá trabajando por aumentar la presencia en la Universidad y recuperar el Consejo de la Juventud, que es la mejor herramienta que tienen las asociaciones juveniles para conseguir todas sus metas”.
Nuevas Generaciones continuará realizando las campañas solidarias de juguetes y comida en Navidades y reclamando al Gobierno municipal "medidas serias en el Pacto por la Noche".
Sobre esto, Aguirre recordó que su colectivo consiguió "que todo el esfuerzo del Ayuntamiento se destine al fomento de actividades de ocio juvenil como alternativa al botelleo”.
Manuel Aguirre presentó a los 22 jóvenes que formarán el Comité ejecutivo, renovado en un 80% por ciento y que incorpora a un gran número de jóvenes de barrios y diputaciones. La nueva estructura estará coordinada por el secretario general, Fran Samper; una coordinadora general, Patricia Copete, y cinco vicesecretarías: Organización, Paloma Sabiote; Descentralización, Salva García; Educación y Universidades, Gonzalo Aguirre; Acción Política, David Caro; y Comunicación, Adrián Vergara.

En el acto, el presidente del PP de Cartagena, Joaquín Segado, destacó el papel fundamental de Nuevas Generaciones dentro de los órganos directivos del Partido Popular, “los jóvenes son el presente y el futuro del partido y por ello han sido protagonistas en la línea de renovación del PP en Cartagena”.
“Necesitamos escuchar a los jóvenes y Nuevas Generaciones debe convertirse en el altavoz joven del partido, desde donde se defienda las necesidades de la juventud de Cartagena y la mejora de sus condiciones”, señaló. Y subrayó que NNGG es "la organización juvenil más numerosa en el municipio”.
Al Congreso asistieron la secretaria general de Nuevas Generaciones, Reyes Fernández y el presidente del PP de Cartagena, Joaquín Segado, así como la secretaria general del PP de Cartagena, María Casajús, el portavoz del PP, Francisco Espejo y concejales del Grupo Municipal Popular.

El Gobierno central encomienda a 'Tragsatec' la evaluación ambiental del Mar Menor

MADRID.- La directora general del Agua, Liana Ardiles, informó de la aprobación de la encomienda de gestión a Tragsatec del servicio técnico para trabajos dirigidos al desarrollo de la tramitación de la evaluación ambiental del análisis de soluciones para evitar vertidos al Mar Menor, por un importe de 830.000 euros.

Además aseguró que el Ministerio ha volcado toda la información (más de 120 informes de todos los colectivos) en la plataforma habilitada para compartir todos estos datos, con el objetivo de ofrecer la máxima transparencia y acceso a todos los sectores.
Ardiles hizo este anuncio ayer en la sede del Ministerio de Medio Ambiente donde se reunió con el director general del Mar Menor, Antonio Luengo; el director regional de Medio Ambiente, Juan Madrigal de Torres, y el director del Agua, Miguel Ángel del Amor.
La reunión la completaron representantes vecinales, asociaciones de regantes, cofradías de pescadores, grupos ecologistas, sindicatos y organizaciones empresariales.
Se emplazaron a una próxima reunión a primeros de julio, con la creación de mesas de trabajo para estudiar y consensuar las actuaciones urgentes que se pueden implementar, informa la Delegación del Gobierno.
Además, se informó de que se ha destinado un amplio equipo humano para agilizar los avances en la elaboración de la evaluación de impacto ambiental: seis personas con dedicación exclusiva, otras 20 personas de Tragsatec destinadas a estos trabajos, y con la supervisión técnica y dirección de los técnicos de la Dirección General del Agua y la Confederación Hidrográfica del Segura.
Se abordó, asimismo, la puesta en marcha de proyectos piloto para poder completar el ciclo integral de balsas de recogida y almacenamiento de salmuera y desnitrificación con pleno control y poder así sacar conclusiones de su viabilidad técnica, económica y ambiental para otras zonas posibles.
En cuanto al colector al Mar Menor norte, cuyo proyecto se contrató en noviembre de 2016 por importe de 730.790 euros, estará redactado a final de año.

Cáritas constata que el 70% de los muchos hogares pobres son cada vez más pobres

MADRID.- Siete de cada diez hogares españoles no percibe los efectos de la recuperación económica que comenzó hace tres años, un porcentaje que se incrementa hasta un 90% en el caso de los hogares bajo el umbral de la pobreza, según el informe de la Fundación FOESSA, de Cáritas, Desprotección Social y Estrategias Familiares, que constata un "empobrecimiento de la pobreza".

"Los hogares en los que menos se está percibiendo la recuperación económica son precisamente aquellos que más sufrieron los efectos de la crisis, es decir, hemos empobrecido la pobreza, los más pobres siguen empobreciéndose aunque se note una ligera mejoría en los que más posibilidades tienen", ha señalado el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, en rueda de prensa en Madrid. Al mismo tiempo, ha apuntado que al menos han conseguido frenar la extensión de la pobreza.
El estudio, basado en una encuesta a 1.300 hogares de toda España, mide 17 indicadores para tejer la "red de seguridad" de los hogares españoles, es decir, su capacidad para afrontar situaciones adversas futuras y constata que la mitad de las familias (50,1%) tienen un "colchón" peor que en la situación "precrisis", mientras que en el 42,3% se mantiene igual y en un 7,6%, ha mejorado.
En concreto, el informe revela que casi el 60% de las familias vive sin nada ahorrado o con un nivel de ahorro tan pequeño que no le permitiría resistir sin tener ingresos más de uno o dos meses o sobrevivir a una nueva crisis económica.
Además, de los datos se desprende que en más del 40% de los hogares ha empeorado también su capacidad para hacer frente a necesidades de salud que no están cubiertas por el sistema nacional de salud, para pagar refuerzos educativos a los hijos o para tener una semana de vacaciones al año fuera de su domicilio.
El director del Comité Técnico de FOESSA, Francisco Lorenzo, ha puesto de manifiesto el "trapecio de precariedad" en el que viven muchas familias españolas y aunque ha reconocido que hay indicadores que han mejorado, ha advertido del riesgo de dejarse llevar por ese enfoque porque, en realidad, las familias con renta más débil son "las que más están tardando en percibir la recuperación".
El estudio también investiga cuáles son los componentes básicos de la red de protección con la que cuentan estos hogares y revela que la familia y los amigos se han convertido en el apoyo más fuerte para el 70% de ellos. Si bien, en el caso de los hogares bajo el umbral de la pobreza, la mitad no contaría con este apoyo de familia y amigos ante una necesidad de ayuda.
En cuanto al apoyo formal e institucional, los datos muestran que ante las situaciones de gravedad, el 57,8% de los hogares españoles confía más en la respuesta de las organizaciones sociales que en los Servicios Públicos. En todo caso, Cáritas advierte de que las ONG no pueden sustituir a las administraciones públicas.

Nuevas estrategias de supervivencia
Ante esta situación, las familias han adoptado algunas estrategias, según se desprende del informe, como reducir el consumo energético —un 70% han reducido las horas de calefacción o aire acondicionado—; aceptar condiciones laborables poco deseables —en un 29% de los hogares, algún miembro ha aceptado un puesto sin contrato—; o reducir gastos en el pago de la vivienda —un 15,6% se han mudado a una casa más barata y en 1,5 millones de hogares se ha producido la vuelta a casa de algún hijo—.
A pesar de estas cifras, Mora ha lamentado que "los pobres y excluidos no están en el debate público" y están siendo "invisibilizados". 
"Somos una sociedad que ha bajado los brazos, que ha perdido tensión en la lucha contra la pobreza, hemos normalizado que la gente lo pase mal", ha avisado.
Precisamente, en relación a esta "normalización" de la pobreza, el informe advierte del peligro de "acostumbrarse a la precariedad". En este sentido, el 47,1% de los hogares encuestados cree que dentro de cinco años estará igual que ahora, frente a un 26,4% que prevé que empeorará su situación y un 19,9% que piensa que mejorará. Además, el informe pone de manifiesto una "desconfianza" de estas familias en la participación social, hasta el punto de que el 75,6% considera que votar no sirve.
Si bien, Mora ha precisado que no quieren ser pesimistas sino hacer un llamamiento a la esperanza porque consideran que si hay voluntad política y ciudadana, se puede cambiar esta situación.
En concreto, el secretario general de Cáritas ha pedido al Gobierno que priorice las políticas de lucha contra la pobreza y, entre las medidas que podrían adoptar, ha insistido en la propuesta de Cáritas de una garantía de ingresos para los 200.000 hogares que no reciben ninguna renta. Requeriría una inversión de 3.000 millones de euros y, para Cáritas, sería "una solución factible y a corto plazo" para reducir la pobreza.

El socialista Andrés García Cánovas toma el relevo en la Alcaldía de Totana para los dos próximos años


TOTANA.- Andrés García Cánovas, candidato del PSOE en las últimas elecciones municipales del 2015, tomó hoy el relevo en la Alcaldía de Totana para los dos próximos años que restan de legislatura sustituyendo al comunista Juan José Cánovas, en virtud del acuerdo de legislatura suscrito hace dos años entre esta formación política y su socio de gobierno Ganar Totana-IU.

El teatro del Centro Sociocultural "La Cárcel" acogió la celebración del pleno extraordinario de toma de posesión del segundo turno de gobierno municipal en el que Andrés García asume su nuevo cargo después de haber sido primer teniente de alcalde durante los dos primeros años de mandato, y relevando así al alcalde saliente de Ganar Totana-IU, Juan José Cánovas.
El acto contó con la asistencia de numeroso público que abarrotó esta infraestructura sociocultural, entre los que destacaron alcaldes socialistas de diferentes municipios murcianos y diputados nacionales y en la Asamblea Regional de este mismo partido, así como militantes y simpatizantes del partido del nuevo alcalde y vecinos en general.
Entre éstos se dieron cita el secretario general del PSRM, Rafael González Tovar, y el diputado socialista totanero, Alfonso Martínez Baños, entre otros.
Durante su intervención, el nuevo alcalde de Totana anunció que va a poner todo su empeño en establecer las bases de una solución definitiva a la situación económica del Ayuntamiento, que pasa, según dijo, "por una refinanciación de la totalidad de la deuda a largo plazo a un interés preferente, y en la condonación de la existente con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social".
Además, explicó su pretensión de mejorar la recaudación municipal imponiendo un impuesto a las líneas eléctricas de media y alta tensión.
También se refirió a la apertura del hotel de La Santa y convertir La Bastida en "nuestra seña de identidad cultural y turística"; y propuso la creación de la Fundación La Bastida con participación pública y privada, al tiempo que expresó su intención de convertir el antiguo Centro Tecnológico de Artesanía en "un espacio para la información turística de nuestra ciudad".
Adelantó que va a someter a la consideración de los vecinos el proyecto de semipeatonalización del centro urbano, desde la plaza de las Monjas hasta la calle Pilar, y habilitar aparcamientos disuasorios en la zona de Las Ollerías y La Yesera, respectivamente.
El primer edil anunció su intención de recuperar la figura del Defensor del Vecino, convertir el Consejo Municipal de Participación Ciudadana en un "instrumento de relación permanente entre la institución y la ciudadanía"; y abogó por desarrollar un plan de modernización del ayuntamiento con una administración "independiente que responda a las demandas vecinales y no a intereses políticos".
Andrés García informó que va a encargar un proyecto de eficiencia y autosuficiencia energética de los edificios municipales y anunció que será "reivindicativo" con la Comunidad Autónoma en proyectos como la circunvalación oeste y el plan para mejorar las redes de abastecimiento que permita hacer rentable el Servicio Municipal de Aguas, entre otras iniciativas.
Con este acto institucional formal se da cumplimiento al acuerdo de gobierno municipal establecido por ambos partidos políticos tras las elecciones municipales celebradas el 24 de mayo del 2015, con el que se desbancó del gobierno al PP y en virtud del cual la legislatura 2015/19 estaría presidida por el cabeza de lista de cada una de estas formaciones políticas durante dos años cada uno.
El acuerdo entre las dos formaciones contemplaba la alternancia en la Alcaldía, por lo que Andrés García, número uno del PSOE, es desde hoy el primer edil de Totana; mientras Juan José Cánovas, líder de Ganar Totana-IU, pasa a ser el teniente de alcalde y asume también las delegaciones municipales de Industria, Desarrollo Económico y Yacimientos Arqueológicos, carteras que ostentaban ediles de su formación hasta ahora. El resto de concejales mantienen sus mismas delegaciones.
Con este pleno, Andrés García Cánovas sustituye en la Alcaldía del Ayuntamiento de Totana a Juan José Cánovas escenificando dicho acuerdo de gobierno municipal, mientras que el resto de concejalías y delegaciones quedan igual. 
Además, Andrés García mantendrá las áreas de gestión municipal que ya ostentaba anteriormente de Agricultura, Agua y Caminos.
La Corporación municipal de Totana está formada por 21 concejales, de los que 6 son del Partido Socialista, 6 de Ganar Totana-IU, 8 del Partido Popular y 1 de C´s-Partido de la Ciudadanía, ahora edil no adscrito.

'Cambiemos Murcia' propone abrir la Cárcel Vieja al público

MURCIA.- El concejal de Cambiemos Murcia Nacho Tornel pedirá en el Pleno del próximo jueves que se abran las puertas de la Cárcel Vieja para que, mientras no se pone en marcha el proyecto de rehabilitación, ciudadanía y organizaciones puedan conocer este edificio emblemático a través de visitas guiadas.

Para tal fin, Tornel ha pedido que se lleven a cabo las medidas oportunas para acotar el recorrido en aras de la seguridad de los visitantes.
Además, la iniciativa de la formación municipalista propone que el Museo de la Ciudad desempeñe un papel importante como testigo activo en la evolución del proyecto, mediante el análisis de la "arqueología" del edificio y recogida de documentación gráfica, la recuperación de materiales y la definición de propuestas de cara al concurso de proyectos.
El producto resultante de la intervención del personal del museo, según el planteamiento del edil, pasaría a formar parte de los fondos del mismo como materia de exposición y divulgación.
"La historia de la Cárcel Vieja, como espacio donde se encierra la memoria de décadas de guerra y dictadura franquista, despierta mucho interés en la sociedad, de manera que merece la pena satisfacer el deseo de tantas personas por conocer un lugar tan simbólico", ha concluido.

C's Cartagena pide al Ayuntamiento que no retrase más las primeras actuaciones de la Comunidad en el Cine Central

CARTAGENA.- El Grupo Municipal de Ciudadanos quiere aclarar si existe algún impedimento para que el Ayuntamiento otorgue la licencia de obras a la Comunidad para que empiecen las labores de limpieza y restitución de la iluminación del Cine Central.

El portavoz de Ciudadanos en Cartagena, Manuel Padín, ha informado que "sabemos que la Comunidad tiene la intención de acometer las primeras actuaciones para recuperar este inmueble, y que ya tiene contratados los trabajos de limpieza e iluminación, además de varias acciones para incrementar la seguridad, pero la empresa adjudicataria de estos trabajos sigue pendiente de que el Ayuntamiento le conceda la licencia necesaria para hacerlo". 
Manuel Padín ha recordado que el ahora concejal del área de Urbanismo e Infraestructuras, José López, aplaudió, cuando era alcalde, a la Comunidad por esta compra ya que así se liberaban 500.000 euros para poder hacer otras cosas; "y lo que hizo fue comprar el Hotel Peninsular de manera exprés y sin los debidos informes de idoneidad, acción que está siendo investigada judicialmente y en la que el juez considera que hay al menos cuatro indicios racionales de criminalidad".
Después de felicitar a la Comunidad por esta operación, en un reciente comunicado de MC (11 de junio) se dice textualmente que esta compra "se llevó a cabo porque el PP regional boicoteó la adquisición del Cine Central, abonando 100.000 euros más del precio pactado, inmueble en el que no han efectuado actuación alguna desde entonces".
Nos resulta muy llamativo que MC, tras celebrar la compra, ahora hable de boicot y critique que no se haya realizado ninguna actuación cuando son ellos los que tienen que dar la licencia correspondiente para que la Comunidad inicie su primera fase, "no quiero pensar que otra guerra de corte partidista pueda frenar el desarrollo y la restauración de uno de nuestros inmuebles más icónicos; lo vuelvo a decir una vez más, por encima de los intereses de partido deben primar los intereses de Cartagena, porque los únicos que pierden son los vecinos del centro histórico, que quieren ver ya realidades y que cuanto antes se inicie la segunda fase que tiene preparada la Comunidad: las mediciones de obra, análisis de estructuras, catas en fachadas y el diseño del proyecto artístico y cultural que se pretende desarrollar".

López Miras expresa el compromiso del Gobierno autonómico para recuperar la carrera profesional de los médicos

MURCIA.- El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, expresó anoche el compromiso del Gobierno autonómico para recuperar la carrera profesional “como herramienta de reconocimiento al desempeño profesional, que es lo que nos hace crecer en calidad asistencial y competitividad”.

“Aprovechemos la oportunidad para desarrollar una carrera profesional que permita a los profesionales incrementar su motivación y sentirse recompensados por su creciente compromiso”, dijo el jefe del Ejecutivo regional, que asistió a la cena organizada con motivo del VIII encuentro colegial de médicos de la Región de Murcia que se celebró en Archena, y entregó uno de los premios otorgados por el Colegio.
Durante su intervención, López Miras añadió que “el Gobierno autonómico está orgulloso del gran sistema sanitario de nuestra Región”, y destacó que “la vocación, ilusión y empuje de los profesionales sanitarios hacen grande a la Sanidad en Murcia”. En este sentido, se comprometió a que “la Administración Regional estará siempre al lado de los profesionales de la medicina para lograr juntos un futuro mejor para la asistencia sanitaria murciana”.

La Costa Cálida recibe 37 banderas 'Q' que certifican la calidad de sus playas

MURCIA.- La Costa Cálida ha obtenido 37 banderas 'Q de Calidad Turística' que certifican la calidad de sus playas, 20 de ellas en el Mar Menor pese a su fuerte contaminación vigente. Este galardón es otorgado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) y reconoce la calidad de los servicios de atención al usuario y las óptimas condiciones de baño de las playas.

El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, indicó que "las playas de la Región siguen siendo reconocidas por su calidad, y es la tercera comunidad española con más certificados otorgados por el Instituto para la Calidad Turística Española".
Será este lunes cuando los municipios ribereños reciban estos distintivos en la 'X Entrega oficial de banderas Q de Calidad Turística' a playas e instalaciones náutico-deportivas, en un acto en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo que estará presidido por la secretaria de Estado de Turismo, Matilde Pastora Asián, y el presidente del ICTE, Miguel Mirones.
El ICTE -organismo español, privado, independiente, sin ánimo de lucro y reconocido en todo el ámbito nacional- realiza auditorías que deben superar las playas para conseguir estos distintivos, que reconocenla calidad de los servicios que se prestan a los turistas en la costa e instalaciones náutico-deportivasespañolas.
En estas auditorías se acreditan aspectos como la limpieza, las buenas condiciones de las instalaciones, la accesibilidad, los servicios a turistas como establecimientos hosteleros, la seguridad y primeros auxilios y un buen nivel de información. Para su obtención se analizan también las condiciones higiénico-sanitarias óptimas con aguas aptas para el baño.
Este año se ha concedido este distintivo a 236 playas y 19 instalaciones náutico-deportivas de toda España, de las que 37 son de la Región. El municipio de Cartagena obtiene un total de 12, en concreto para Cala Cortina, Cala del Pino, Islas Menores, Mar de Cristal, Playa de la Gola, Playa de Levante, Playa del Barco Perdido, Playa del Cavanna, Playa del Galúa, Playa Honda, Playa Paraíso y San Ginés.
Los Alcázares cuenta con seis banderas, que en este caso son Playa de Carrión, Playa del Espejo, Playa de la Concha, Playa de las Palmeras, Playa de Los Narejos y Playa Manzanares. El mismo número obtienen los municipios de Águilas para La Colonia, Las Delicias, Levante, Poniente, Calabardina y Calarreona; y Mazarrón, con Bahía, Bolnuevo, Junta de dos Mares, Nares, Castellar y Rihuete. 
En San Javier lucirán cinco banderas en Castillicos, Mistral, Pedruchillo, Colón y Barnuevo, y en San Pedro Pinatar dos, la de Villananitos y la de La Puntica.

Un total de 591 desempleados han solicitado ya a la CARM la ayuda de hasta 9.900 euros para hacerse autónomos

MURCIA.- Un total de 591 desempleados de la Región han solicitado hasta la fecha la ayuda de 3.000 a 9.900 euros que la Comunidad destina a los parados que opten por constituirse como autónomos. Esta subvención es permanente, con lo que puede solicitarse en cualquier momento del año, siempre que se esté en paro y se justifique haber iniciado una actividad empresarial.

De esta manera, un promedio de unas tres personas en situación de desempleo al día han formalizado en lo que va de año su solicitud para acceder a esta subvención, a la que la Consejería de Empleo, Universidades y Empresa, a través del Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF), ha destinado 3.974.000 euros.
A través de esta línea de ayudas, el SEF apoya a los desempleados que empiezan a trabajar por cuenta propia, en jornada completa y con alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) durante un periodo mínimo de tres años.
Para acceder a una de estas ayudas es necesario cumplir una serie de requisitos, como, por ejemplo, desarrollar la actividad económica en la Región de Murcia y justificar haber realizado inversiones en inmovilizado material necesarias para el desarrollo de la actividad, por un importe mínimo de 2.500 euros.
La mayor o menor cuantía de esta subvención se establece a partir de unos criterios específicos como la inversión realizada, el sexo, la edad del solicitante y su pertenencia a algún colectivo con especiales dificultades para encontrar empleo, como los parados de larga duración, las personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social.
Por lo que respecta al programa de Garantía Juvenil, que también contempla un apartado de ayudas al emprendimiento para jóvenes que ni estudian ni trabajan, el SEF ha recibido 60 solicitudes. En este caso, la ayuda se mueve entre los 3.000 euros, si la inversión realizada no supera los 5.000 euros, y los 6.000 euros si la inversión supera esa cantidad.
El plazo de presentación de solicitudes es de 60 días naturales a contar desde la presentación de la solicitud de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social.
Estas ayudas de la Consejería para el fomento del autoempleo serán compatibles con el paquete de medidas que desde el Gobierno central se va a poner en marcha próximamente para apoyar a los que quieran iniciar una activad por cuenta propia.
La Comunidad apoyó en 2016 a un total de 796 autónomos de la Región en el inicio de su actividad empresarial concediéndoles una subvención de entre 3.000 y 9.900 euros. Por lo que respecta a las ayudas concedidas a los jóvenes beneficiarios de Garantía Juvenil, la Consejería concedió 96 subvenciones (49 a hombres y 47 a mujeres).

¿Qué parte de la Constitución Española no entiende el NYT? / A.R. Mendizabal *

¿Será po­sible que Donald Trump tenga ra­zón, aunque solo sea por una vez? ¿Será verdad lo que dijo no una sino va­rias veces de que The New York Times es un diario fra­ca­sado? Es más que po­sible que todo sea nada más que la exa­ge­ra­ción de un fre­cuen­te­mente irri­table Trump, que cuando se pone a bom­bar­dear tuits no hay quien lo pare. Muchos otros creen que si algún pe­rió­dico de papel tiene sal­va­ción en el mundo, ése es el NYT. Pero este sá­bado no ha sido su mejor día. 

En la página 9 de su edición nacional, pero colgado horas antes en su portal web, el periódico más famoso publica un editorial titulado ‘El desafío de Cataluña a España’ que ha desatado efervescencia en algunos sectores. Catalanes, por supuesto. El propio presidente Puigdemont ha recurrido también él al tuit para comentar socarronamente: ‘Veo que la ideal del golpe de Estado en forma de referéndum no la acaban de comprar’. Y La Vanguardia considera que el editorial en cuestión es ‘contundente’.

Ni lo uno ni lo otro. El editorial opina, pero no es marchamo de autoridad infalible. De hecho, propone al Gobierno ‘permitir el referéndum’ y a los votantes catalanes ‘rechazar la independencia’. Si no se siguen sus consejos, advierte el NYT, ‘la intransigencia de Madrid sólo hará que se inflamen las frustraciones catalanas’.

El editorial le da hasta en el carnet de identidad al Gobierno Rajoy. Primero, porque ‘su dura actitud’ hacia los dirigentes catalanes ‘probablemente ha aumentado el entusiasmo por una medida con apoyo más que cuestionable’ como la del referéndum’. Segundo, porque los recursos al Constitucional ‘han galvanizado a los separatistas’. Tercero, porque tal como están las cosas y pese a superar Rajoy la moción de censura, las ‘divisiones políticas continúan agitando España’ después de las dos últimas elecciones sin mayorías parlamentarias.

Y en cuarto lugar, porque ‘un Gobierno central más capacitado podría desviar el fervor independentista dándole a la región un mejor tratamiento económico’. Algo que sea el actual, que el NYT lo presenta así: ‘Cataluña contribuye casi un 20% al PIB de España, mientras la región sólo recibe el 9,5% del presupuesto nacional’.

¿O sea, que parece reducirlo todo a la pela? No del todo. Una frase clave: ‘También ayudaría el negociar de buena fe con los líderes catalanes para hallar una solución política en lugar de depender de la restrictiva interpretación de la Constitución que hace el poder judicial para castigar los esfuerzos catalanes para una mayor autonomía’.

Menos mal que cita al ministro Méndez de Vigo cuando dice que el referéndum es ‘ilegal’, pero no explica por qué, más allá de esa calificación frívola de ‘interpretación restrictica de la Constitución por parte del TC. ¿Por qué no cuenta que el artículo 1.2 de la Constitución establece que ‘la soberanía nacional reside en el pueblo español’, es decir todos juntos y no por separado? ¿Cómo es que pasa por alto algo todavía más claro como el artículo 2 que proclama que ‘la Contitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles’?

Ítem más: ¿por qué se emperra en validar el atajo ilegal hacia el referéndum y sin embargo no propone que se sigan los pasos previstos en la propia Constitución para reformar el texto? Y sobre todo, ¿por qué sólo le pide diálogo al Gobierno y no a los dirigentes soberanistas, que en ningún momento han querido seguir la vía legal y desde hace cinco años se han refugiado en el mantra inflexible de referéndum sí o sí?

Y a fin de cuentas, ¿por qué no propone en ningún momento el NYT un referéndum sobre la independencia de California? ¿O la de Texas? ¿O la de otra docena de estados donde hay movimientos secesionistas? En una fecha no tan lejana como 2014, la agencia Reuter realizó una encuesta en EEUU que arrojó estos resultados: casi uno de cada cuatro norteamericanos es partidario de que el estado donde vive se separe, cifra que se eleva al 34% en el suroeste, incluido Texas.

Es recurrente la idea de la secesión en EEUU. Muy minoritaria, claro. Todavía colea generación tras generación el rescoldo de la Guerra de Secesión, sobre todo en el sur, y cuando Obama fue elegido presidente el movimiento experimentó un subidón, aupado por los grupos supremacistas blancos. Cuando Trump ganó pasó lo mismo en California, y se ha recrudecido en varios estados tras abjurar del Pacto Climático.

Es que la Constitución norteamericana precisa cómo se entra, pero no cómo se sale. Algunos consideran que la Guerra Civil dirimió el conflicto, una sentencia del Supremo declaró que EEUU es ‘una unión indestructible’, una ‘unión perpetua’ en la que los estados que la integran tienen una ‘relación indisoluble’. Y en todo caso, la Constitución ya ha tenido 33 enmiendas, 27 de ellas homologadas. El camino de la enmienda para la secesión sería largo y arduo, pero está abierto.

Otros, con algo de picardía y humor, ven cuatro formas de secesión en EEUU. Es ‘una guía en cuatro pasos’ publicada en The Washington Post el año pasado por el columnista Philip Bump. Primer paso: pedirlo educadamente, haciendo uso del ‘derecho de petición’ a la Casa Blanca. Todos los años llegan montones de peticiones, pero en cuanto a la secesión Bump está seguro de que esta vía tiene ‘cero posibilidades’ de éxito.

Segundo paso: una enmienda a la Constitución, como la ya comentada. Posibilidades, pocas: los requisitos exigen mayorías de dos tercios un mínimo de 38 estados. Tercer paso: por la fuerza. Es la opción que se ensayó en la Guerra Civil… De modo que las opciones son también cero.

Cuarto paso y único que podría eventualmente triunfar para la secesión de uno, varios o todos los estados: ‘Esperar el colapso del experimento norteamericano’, con la creciente polarización. Aquí es donde Bump hace una mueca: las opciones de éxito por esta vía son del ‘cien por cien’.


(*) Periodista


Ferrán Mascarell, delegado de la Generalitat en Madrid: “España sufre la apropiación del Estado por una élite política”


MADRID.- El caso de Ferran Mascarell (San Just Desvern, 1951), hoy delegado de la Generalitat en Madrid, es una sinécdoque del estado de la cuestión catalana: un catalanista socialdemócrata que partió peras con el federalismo español tras la sentencia del Estatut del 2010 y hoy abraza un soberanismo desapasionado pero convencido. Mascarell, que fue conseller de Cultura, publica Dos Estados (Arpa), un alegato en pos de un divorcio civilizado de Catalunya y España, con custodia compartida de afectos y vínculos. Hoy lo entrevista La Vanguardia.

Es un pensamiento extendido que España es un Estado fuerte y una nación fallida, al contrario que Italia, por ejemplo. Sin embargo, usted sostiene que España es un estado fracasado.
Bueno, porque no ha sabido resolver sus problemas en positivo, ha desperdiciado las oportunidades que ha tenido de resolver el modelo territorial. La más clara, la del 78. Frente a una oportunidad en la que las distintas naciones –o las distintas sociedades civiles, por usar un término más laico– que existían jugaron a favor de la construcción de un Estado que sirviera para todos, el resultado ha sido el que ha sido. Y esto tiene una causa que es una cierta apropiación del Estado por una élite política con algunos añadidos substanciales, que ha convertido el Estado en una especie de isla en la que no hay inclusividad. No hace muchos días leí un comentario periodístico de Daron Acemoglu, uno de los dos autores de este famoso libro sobre la pobreza, Por qué fracasan los países (de Daron Acemoglu y James Robinson, Deusto S. A. Ediciones) que estaba en Madrid. Decía que a España le hace falta una reforma institucional muy a fondo. Tiene razón, España es una estructura institucional absolutamente excluyente, por tanto, no inclusiva, a pesar de sucesivas reformas. Y una parte importante de lo que ha sido la sociedad española de los últimos doscientos años se percibe absolutamente excluida, por sus acciones, por sus decisiones, por sus políticas y por sus modos de hacer. Esta conclusión no la saco yo, en tanto que lector catalán de la realidad española. En el libro del que hablamos, Dos Estados, pongo de relieve los textos de prácticamente una docena de autores españoles, y todos coinciden –algunos, activos en política incluso a través del PP, a través del PSOE o Ciudadanos– en señalar que el Estado español es un mal Estado, que no cumple bien sus funciones, que no hace bien su tarea como instrumento al servicio de la sociedad. Algunos incluso se atreven a afirmar que es uno de los peores estados de Europa. Y la verdad es que la percepción que a mí me transmiten algunos diplomáticos extranjeros cuando hablo con ellos es muy parecida, en el sentido de que les resulta muy difícil de comprender y mucho menos de explicar por qué es un Estado que no se reforma nunca a sí mismo. Por qué es un Estado que ante un problema tan agudo como el catalán no ofrece nada que se parezca a una propuesta. Lo razonable es que hubiera algo así como un proyecto catalán enfrentado a una propuesta del Estado. Pues no la hay. Lo que más se parece a una propuesta es la famosa reforma de la Constitución que todo el mundo sabe, incluso el mundo diplomático sabe, que es una forma de decir que nada se va a modificar. Bueno, yo creo que el Estado español es un Estado fallido, un Estado que no ha sabido construirse, por razones como las que he comentado y que están en el origen de la revuelta catalana del 2010. En ese año se produjo una revuelta catalana, y en el 2011 se produjo una revuelta de una parte de la sociedad española, sobre todo de las nuevas generaciones, con dos proyectos distintos, pero con un fondo parecido: las dos son revueltas contra el Estado, un Estado que no funciona, ineficiente y que no ha tenido la capacidad de reactivarse o de reformularse a través del tiempo, eso que ya viene de Schumpeter: la destrucción creativa, destruirse para mantenerse, para volver a crear. El Estado español no ha sido capaz.

Tras la Transición, durante casi 20 años, parecía que había una oportunidad de crear tímidamente una identidad compartida, y eso comienza a torcerse en el cambio de siglo, con la reaparición de un tipo de proyecto nacional español muy concreto…
Sí, claro, un proyecto que en realidad no ha dejado de existir. Ha cambiado la textura del proyecto, en la medida en que el proyecto nacionalista fue cambiado por el proyecto democrático, por la idea de democracia. Pero el fondo es muy parecido. La idea de Ortega y Gasset y su concepción respecto a la propiedad por parte del Estado de la soberanía de las naciones sigue vigente en España. En el famoso discurso de 1931, Ortega y Gasset dice aquello de que los catalanes somos gente particularista, que nos gusta lo pequeño, que nos gusta ser una nación pequeña cuando podríamos ser parte de una nación grande. Y dice que todo eso lo pueden aceptar porque son conllevantes, pero hay algo que los catalanes deberían entender que nunca se aceptará: que la soberanía no sea del Estado. Y la soberanía nunca es del Estado, es de las naciones. En España la soberanía sigue siendo aparentemente del Estado. Creo que hay una línea de continuidad de este discurso del año 31, este fragmento que casi nunca se quiere recordar y que es una nota muy propia del autoritarismo de Estado de los años 30: Tiene una cierta línea de continuidad con la conclusión que saca el Tribunal Constitucional del Estatuto de 2006. Por tanto, en 1978, la Constitución es una puerta abierta para muchos catalanes, en el sentido del Estado como una propuesta en la que cupieran todos los españoles, y que pudiera ser interpretado como un Estado-nación para unos, y simplemente como un Estado para otros. Eso se derrumba a partir de finales del siglo XX y el arranque del XXI, cuando además se empieza a percibir en la sociedad catalana un malestar. Enric Juliana crea su famoso catalán emprenyat, que es una artículo del año 2003, y en él se pone de relieve un cierto malestar que no deja de crecer y se manifiesta con absoluta contundencia en el debate del estatuto. Pero antes ya ha tenido todas aquellas situaciones en Catalunya, en las que no funcionan los trenes, no funciona el aeropuerto, todas aquellas historias que luego se traducen en la respuesta del 2010. Es una respuesta masiva que en Madrid se sigue pensando que es una respuesta orquestada por los partidos políticos, y no es así. Ni el presidente José Montilla, ni el entonces jefe de la oposición, Artur Mas, ni Pasqual Maragall, que ya se había retirado, ni Oriol Junqueras, que todavía no había aparecido en escena, intervienen en aquella situación. Ni siquiera existía la Asamblea Nacional de Catalunya. Existía Omnium Cultural que es quien convoca aquella manifestación. Todo eso no se quiere entender. Antes hablábamos de los pensamientos que son como marcas que van haciendo surcos, unos sembrados en que hay unas maneras de interpretar España que son muy difíciles de cambiar. Es cierto, pero como yo no soy de la época de la posguerra, creo que hay cosas que deberíamos ir aceptando para ir acercándonos a una cierta comprensión del fenómeno. Porque si no, se seguirán diciendo cosas tan simples sobre lo que está sucediendo en Catalunya y entre Catalunya y el Estado, que no dan posibilidad de solución.

Empieza a ser aceptado por todos que el punto de ruptura es la sentencia del Estatut.
Sí, porque ahí se expresan demasiadas cosas. He hablado con algunas de las personas que participaron en la reclamación ante el Constitucional para anular aquel Estatuto firmado por el Rey, en los primeros días de agosto de 2006, y me dicen que exageramos. Pero yo tengo otra percepción como historiador y como político. Como político había participado en la defensa del Estatuto, cuyo recorte me había parecido mal, pero a pesar de todo insistí en términos federalistas en que saliera adelante. Era un estatuto que pretendía resolver la idea de nación, la idea de lengua, el sistema de financiación de Catalunya, y un sistema de competencias que fuera real. Esas cuatro cosas. Aún hoy en el mundo de las embajadas me preguntan con sorpresa cómo no fueron aceptadas. El Estatuto era una idea de mejora del autogobierno y de reforma federalizante, esas eran las dos cuestiones principales. Cuatro años después, habiendo pasado todos los filtros, aprobación en Catalunya, aprobación en Madrid, aprobación en referéndum, firma del rey… cuando todo eso queda destruido, resultó un insulto a nuestra actividad, un insulto a nuestra voluntad de construir algo en España. Yo dejé entonces de ser federalista, y ahí digo que Catalunya necesita un Estado que funcione. Y lo digo en este periódico, en un artículo que se leyó bastante, y en el que sostenía que Catalunya necesita un Estado que funcione. Pero el punto de partida no tiene nada que ver con el nacionalismo, tiene que ver con el estatismo, si quieres, con la necesidad de dotarse de un Estado en un tiempo difícil, complejo, en que se apuntan percepciones de crisis. Necesitamos algo que funcione, y lo que tenemos no funciona. Reitero muchas veces en este libro que el Estado es una herramienta, es un instrumento y quien lo interprete como otra cosa simplemente es nacionalista. Y en España los hay. El catalanismo siempre ha sido de un nacionalismo de baja intensidad, soportado por dos ideas: Catalunya es una nación, pues sí, y hay que hacer frente a las durezas y resistencias del Estado español. Esta idea no es mía, es de Joan Fuster, lo expresaba en los años ochenta. Siempre decía que el catalanismo nació para hacer frente a las presiones, a la voluntad asimilacionista del nacionalismo español. Y creo que es bastante verdad, porque si observas con atención el catalanismo, más allá de decir que Catalunya es una nación, nunca ha tenido aspectos étnicos, ni agresivos desde el punto de vista de las fronteras, siempre ha sido un planteamiento de colaboración con España. Creo que esta es la realidad en la que estamos.

Utiliza categorías en el libro como la política heroica, la política aspiracional y la política servidora. Explíquelo.
El ideal es la política servidora. La política española es heroica, y se corresponde con un nacionalismo heroico, con una idea de Estado cerrado, excluyente, muy participado por los intereses de una élite. En el caso catalán la política ha sido siempre más aspiracional. Está montada, desde tiempos de Rius y Taulet, sobre la necesidad de algunos objetivos de gran aspiración, en la medida en que siempre ha tenido, en lugar de un instrumento favorable, que es el Estado, un instrumento desfavorable. Por tanto, ha tenido características muy propias, muy alejadas del Estado, muy aspiracionales, muy simbólicas. Y desde ese punto de vista, muy poco de Estado. Yo creo que está por construir la relación entre los catalanes y el Estado. Esbozo alguna idea en el libro, vinculada a lo que es la propia tradición. Me pregunto, por ejemplo, por qué Catalunya fue uno de los pocos lugares de Europa en el que cuajó el anarcosindicalismo. Y creo que tiene que ver con la distancia de la sociedad catalana respecto del Estado. De igual modo que la pequeña burguesía catalana consideraba que el Estado, cuanto más lejos, mejor. De modo que si haces una relación de aquellas profesiones vinculadas directamente al Estado y cómo lo han aprovechado otras sociedades como la madrileña, la vasca o la santanderina, y algunas que han tenido una relación más potente, tengo la impresión de que los catalanes nunca han sabido estar, nunca han querido, excepto unas élites muy específicas. La relación entre Catalunya y el Estado está por construir desde el punto de vista histórico, porque siempre ha sido lejana. Se ha construido un modo de hacer política en el que lo estatal está lejos, lo aspiracional es el punto de referencia. Otra es la conclusión de lo que debe de ser la política, que desde mi punto de vista debe ser política servidora. Todavía no lo es la catalana, lo será. El proyecto político catalán tiene sentido en la medida en que está vinculado a un ideal de país mejor que el que tenemos. Cuando tengo tiempo de contar a mis conocidos de Madrid qué es lo que creo que debería suceder, para qué quiero la independencia, cuando lo cuento, algunos me dicen que, si somos capaces de hacer eso, se vienen a Catalunya. El ser capaces de hacer eso es un proyecto de política servidora, política al servicio de. Toda la política mundial debería alejarse de esos modos en los que está en primer lugar lo propio para vincularse a lo común. Y creo, de hecho, que el gran debate político que se está produciendo en el mundo tiene que ver con eso: acaban ganando determinadas candidaturas en el mundo porque tiene la impresión de que las políticas tradicionales han dejado de ser servidoras.

El libro aboga por la virtud de dos Estados. ¿En qué medida un Estado catalán puede ser beneficioso para un virtuoso Estado español?
El fracaso del Estado español es su enquistamiento, su anomalía, su incapacidad de inclusión. Estamos en este punto. Mi convicción es que seguimos en este punto, que es un debate farragoso, que no aporta soluciones, ni a los ciudadanos españoles ni evidentemente a los catalanes. A los españoles, porque los somete a un mal Estado que se sostiene gracias a tener una especie de excusa, que es lo catalán, y una especie de proveedor de fiscalidad que es lo catalán. A través de la excusa catalana, y de la provisión catalana más o menos permanente de fiscalidad, el Estado va tirando. No sirve, no es bueno, pero va tirando. Creo que si Catalunya consigue articular su Estado en un contexto de reset general de los estados en el que todos deberán cambiar y remasterizar su propia idea de fondo, en el sentido de ser instrumentos servidores de las comunidades –la crisis de la política es la crisis del Estado que hemos conocido–, si Catalunya, decía, consigue un Estado pequeño, bien dimensionado, sometido a ideales democráticos articulados en torno a un Parlamento cercano a la gente, en un país con una cierta capacidad para generar prosperidad y que es abierto y plural desde lo demográfico, podría funcionar. No me resulta difícil pensar que funcionase. Un país como España con una realidad como la española, en la que creo que todo el mundo que se siente parte de la nación española tiene derecho a sentirse como tal, yo no rechazo tal cosa, configurado en torno a un Estado refundado necesariamente, que no tenga ni la excusa ni la fiscalidad catalanas, pero que articule desde Santander hasta Sevilla pasando por Madrid, con un potencial de riqueza notable, con una cierta coherencia desde el punto de vista nacional, lo veo como un Estado factible y funcional en un contexto europeo. Si eso lo metemos todo en un contexto UE, y por tanto entendemos que las fronteras han desaparecido, que los modos tradicionales defensivos de las naciones-estado no son los que articulan el Estado, porque hoy el Estado lo articula el bienestar, si eso somos capaces de imaginarlo en un contexto geográfico que no va a cambar y somos capaces de imaginar un acuerdo de colaboración profundo entre Catalunya y España por la cantidad de lazos históricos, políticos, amicales, fraternales, económicos… francamente si dedicáramos un cierto esfuerzo a eso y no a lo que ahora tenemos, sacaríamos de ello mucho más rendimiento. Si lo colocamos además en un contexto ibérico, en el que tanta pereza nos da pensar pero que tampoco es una novedad histórica, y recordamos a los nórdicos vemos que nos sirve de orientación. Los nórdicos hace 150 años se peleaban, estaban todos bajo un mismo paraguas y las cosas no les funcionaban especialmente bien. Consiguieron organizar cada uno su autogobierno, una especie de acuerdo nórdico y de ahí ha salido una de las regiones con mejor desarrollo de bienestar del mundo. Por qué no pensar algo parecido como unos países nórdicos del Sur, unos países ibéricos con una cierta capacidad de interacción. Los catalanes queremos que a los españoles les vayan las cosas bien, y que les vayan las cosas bien a los portugueses. Queremos un buen autogobierno. Pues por qué no somos capaces de hacer un pequeño salto y empezar a pensar de otra manera. Por qué alguien tiene que pensar que es propietario de Catalunya, por qué los catalanes tenemos que pensar que lo españoles no pueden ser felices en una nación en la que se sientan partícipes de un proyecto compartido. Antes decíamos, qué es una sociedad: Un proyecto de futuro, una cierta memoria compartida y un proyecto de participación en el presente. Por qué no podemos repensar estas cosas sacándonos este lastre de ideas que no nos llevan a ningún lado. La unidad, la unidad, la unidad… Sí, ¿y el bienestar dónde está? ¿Y la identidad dónde está? La identidad es construir futuro. ¿Los catalanes queremos reconstruir la identidad de 1714? Eso solo lo piensan algunos en Madrid. Lo que está sucediendo en Catalunya no tiene que ver con el pasado, la gente reivindica los próximos treinta años, no los últimos trescientos.

Las aspiraciones soberanistas sufren un frenazo en Euskadi


VITORIA.- El número de vascos que reclama la celebración de un referéndum de autodeterminación baja. A finales del pasado verano abogaba por su convocatoria el 50% y la cifra ronda ahora el 42%. De hecho, los ciudadanos preferirían que se organizaran plebiscitos sobre «problemas cotidianos de los municipios en los que residen» y materias económicas. 

Es una de las principales conclusiones del barómetro social de la Universidad de Deusto, que  ha presentado los resultados de su primera encuesta de 2017. La oleada de verano, realizada la primera quincena de junio mediante entrevistas online a 1.006 personas, subraya el frenazo de las aspiraciones soberanistas al constatar que la independencia es la tercera opción de los encuestados al ser preguntados por su modelo territorial preferido. Lo apoyan el 17% de los consultados -el mismo porcentaje que en el sondeo difundido el pasado diciembre-, por detrás de la mejora del autogobierno (38%) y mantener el actual nivel de autonomía (29%).
El barómetro de la Universidad de Deusto refleja que exactamente la mitad de los encuestados consideran que la situación política en Euskadi es «regular» –el 34% dicen que es «buena» o muy buena»– y hasta ocho de cada diez aseguran que no tienen expectativas de que la situación vaya a mejorar durante el próximo año. 
Con ese marco, hay igualdad entre quienes aplauden el pacto presupuestario del Gobierno vasco con el PP (36%) y quienes lo rechazan (37%), un equilibrio que no se repite en la negociación cerrada por el PNV en Madrid con el Gobierno central para sacar adelante sus Cuentas. Un 48% de los consultados lo rechazan. Casi el mismo rechazo genera el proceso de desconexión puesto en marcha por la Generalitat para la independencia de Cataluña: Le parece «mal» o «muy mal» al 48% de los cuestionados.
El desarme de ETA también es un aspecto fundamental de la macroencuesta, que ha pedido a los participantes que citen las condiciones necesarias para que el proceso de paz avance a partir de ahora. La autodisolución de la banda es la respuesta más repetida (el 52% de los consultados) por delante del acercamiento de los presos a las cárceles vascas (45%) y el reconocimiento del daño causado por parte de los reclusos (44%). La colaboración de los acusados con la Justicia para esclarecer los atentados cuya autoría no ha sido determinada (33%) y la consecución de un marco ético que facilite la convivencia (27%).
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Una convivencia a la que, según el barómetro de Deusto, aún le queda un importante camino hacia la normalización. Basten dos ejemplos: el número de personas que deslegitiman el uso de la violencia para alcanzar fines políticos ha descendido del 88% que registraba la encuesta en 2013 al 81% actual. Además, el 48% de los encuestados asegura no sentirse aún libre para expresar sus ideas políticas en cualquier situación o entorno. Por ejemplo, el sentimiento de identidad territorial. El 37% de los consultados se siente «tan español como vasco», un porcentaje mayor que quienes solo se sienten «más vascos» o «únicamente vascos».

La hegemonía y sus alifafes / Ramón Cotarelo *

El marxismo occidental ha sacado mucho partido del concepto gramsciano de hegemonía. Con él sintetizaba el revolucionario sardo el famoso dicho de Marx y Engels en La Ideología alemana de que "las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época" Esto es, seguían los dos alemanes,"la clase que tiene el poder material de la sociedad tiene también al tiempo el poder espiritual", probablemente la síntesis más pura del marxismo.

Gramsci abogaba porque el proletariado combatiera la hegemonía ideológica burguesa con la revolucionaria, para lo cual desarrolló una batería de conceptos auxiliares, como el de “intelectual orgánico” o el del “Príncipe moderno”. Además del proletariado, contaba con una imprecisa masa “nacional popular” que se sumaría a la revuelta porque parte de la hegemonía ideológica se haría en términos “nacionales”. En sí mismo, esto ya era sospechoso a ojos marxianos, pero no es ahora importante, aunque tenga su interés.

Lo importante es que el intento gramsciano, claramente voluntarista, de fabricar una estrategia revolucionaria en sociedades democráticas, pasa por alto un supuesto fundamental del criterio marxista: para alcanzar la hegemonía ideológica, la clase debe ser dominante y no se llega a ser dominante por la ideas, sino por el poder material. Es el poder material el que da la hegemonía y no al revés. Las ideas del proletariado, la masa nacional-popular o el sursum corda serán dominantes cuando esos grupos sean materialmente dominantes. Antes, no, aunque pueda parecerlo.

Es curioso que un marxista elabore una estrategia que contradice el principio cognitivo mismo del marxismo. Pero, en todo caso, así se acepta en el discurso público, especialmente el de la izquierda. Esta libra ahora dos batallas por la hegemonía: una dentro de sí misma, la lucha por la hegemonía entre el PSOE y Podemos y la otra en el sistema político en su conjunto, la lucha por la hegemonía ideológica entre la derecha y la(s) izquierda(s).

La primera batalla, entre Podemos y el PSOE tiene escaso fondo ideológico. En Podemos hay una rama anticapitalista con algo más de envergadura y proyección. El resto se agota en una lucha táctica que se dirimió en Vista Alegre II, pero sigue reverberando en el horizonte. Si se añaden las quejas de IU por su falta de visibilidad y los desajustes de las confluencias, es poco lo que de sustantivo puede ofrecer la formación morada en la porfía ideológica. Su discurso se circunscribe al llamado “régimen del 78” y apenas se cuestiona el sistema político, ni el económico en su conjunto.

A su vez, el PSOE es casi mudo en cuestiones ideológicas. Los ganadores de las primarias manifiestan una voluntad nominal de echar el partido hacia la izquierda pero, en lo sustancial sigue siendo un partido dinástico, defensor del sistema político que Podemos dice atacar: la monarquía y la unidad de España. De cambiar el modelo de sociedad o el sistema productivo, ni una palabra. Ni siquiera de una “refundación del capitalismo”, como prometió un despendolado Sarkozy años ha. El PSOE aspira a ser “nueva socialdemocracia”, restableciendo (aunque muy mejorado) el antiguo Estado del bienestar. En esto coincide con Podemos, cuyos dirigentes sostienen ser la “verdadera socialdemocracia”.

Está claro, pues, que la lucha interna por la hegemonía en la izquierda es puramente cuantitativa: a ver quién tiene mayor respaldo electoral y en esto va ganando el PSOE de calle.

Lo interesante viene cuando se observa la otra lucha por la hegemonía, la de la derecha contra la(s) izquierda(s). Estas se encrespan en críticas duras y actúan con contundencia (pues hay lugares en donde gobiernan o tienen mando en la oposición, como en el Parlamento) en aspectos concretos de la acción de la derecha, básicamente corrupción, abuso de poder, censura, malversaciones, múltiples ilegalidades. Pero son aspectos concretos de funcionamiento de un sistema cuya legitimidad no se cuestiona (caso del PSOE) o se hace de un modo anárquico y episódico (caso de Podemos) y cuyos fundamentos ideológicos, en el fondo, se comparten.

La izquierda tiene perdido de antemano el combate por la hegemonía ideológica porque lo libra dentro del marco conceptual e ideológico de la derecha. Así se ve en su idea de España y la nación española que es la acuñada por la reacción desde hace siglos y afirmada finalmente por el derecho de conquista mediante una guerra civil cuyos efectos se dejan sentir hoy. El país no ha conseguido no ya desenterrar a los cien mil asesinados por la vesania fascista; ni siquiera establecer unas bases mínimas de acuerdo respecto a ese trágico pasado.

Eso no es una nación. Es la imposición a la fuerza de una idea de nación de la clase dominante. La idea dominante de nación que la izquierda no cuestiona. El PSOE, de modo obvio, poniéndose literalmente a las órdenes del PP y Podemos de forma más esquinada. Los dos proclaman la “plurinacionalidad” del país, en el caso socialista más en el campo de los universales filosóficos y en el de Podemos en el de un enunciado programático de importación. Pero ninguno cuestiona el hecho de que ambos comparten la idea de nación española acuñada a sangre y fuego por la derecha.

Sé que esto puede suscitar escepticismo. A las pruebas me remito. En el debate sobre la moción de censura o en algún otro muy reciente, Pablo Iglesias respondió de una forma lapidaria a una intervención bronca de Hernando diciendo: “Sí, España es un gran país, pero lo sería más sin ustedes.” Aparentemente, lo que las redes llaman un “zasca”. Pero, si se observa bien, de “zasca”, nada.

España no es un gran país bajo prácticamente ningún parámetro de “grandeza de país” que quiera establecerse y, desde luego, bajo ninguno de los que maneje Pablo Iglesias. España no es un gran país. ¿Por qué lo dice, sin embargo? Porque participa de las ideas dominantes de la clase dominante que llama “gran nación” (Rajoy y el Rey no se cansan de repetirlo como conjuro de magia simpatética) a una cuyas circunstancias económicas y sociales son lamentables. Un país incapaz de dar de comer a su población, a la que manda a la emigración y con unas clases directivas de todo tipo (empresariales, profesionales, académicas, publicísticas) ineptas que no han conseguido desarrollar una actividad productiva que no sea el sector servicios.

Porque esa idea de nación dominante no responde a una realidad sino a una ficción, un relato unilateral que se ha impuesto a lo largo de la historia por todos los medios, con harta frecuencia los violentos y los muy violentos. Un relato que ha hecho suyo la izquierda sin percatarse, al parecer, de que, al integrarse en él, se autoexcluye porque el relato la excluye. No existe un relato paralelo de una España progresista y liberal, sino es en el campo de las derrotas y los proyectos frustrados.

Es falso que haya dos Españas. Solo hay una. La del garrote, vil o con honor, pero garrote. La otra se somete y, llegada la necesidad de afirmarse como nación, se funde con ella. ¿De qué hegemonía pueden hablar quienes no se atreven a plantear el problema de la legitimidad de la monarquía y la de la República?

Esta es la razón por la que la izquierda tiene perdida la batalla por la hegemonía ideológica frente a la derecha. No porque las ideas dominantes sean mejores, sino porque son las de la clase dominante, la que tiene el poder material y la que paga más por fabricarlas, a diferencia de las clases dominadas. 

España no es un gran país sino un remedo, un simulacro de democracia sumido en una crisis constitucional profunda que la clase dominante no sabe cómo resolver si no es recurriendo a la represión, como siempre. Y mientras la izquierda no reconozca la situación límite ni haga autocrítica y proponga soluciones negociadas civilizadamente con todas la partes y sin exclusiones, mientras esto no suceda, la hegemonía de la derecha será incuestionable.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Ela, el mayor sindicato vasco, impulsa con Bildu un frente de agitación soberanista

BILBAO.- El principal sindicato vasco, ELA-STV, y la formación abertzale EH Bildu empiezan a sumar fuerzas en contra de la gestión del Gobierno vasco y de la propuesta del lehendakari, Iñigo Urkullu, para actualizar el Estatuto de forma pactada. ELA, que tiene unos 100.000 afiliados, presiona al PNV para que abandone su modelo pactista y se sume a un frente exclusivamente soberanista, que imite la vía unilateral adoptada por la Generalitat de Cataluña, en busca de un Estado independiente vasco. Urkullu advierte del riesgo de fractura social. según publica El País.

“ELA es un agente de agitación, es peligroso y desestabilizador, y en muchos aspectos son más duros que la izquierda abertzale”,dijo ayer el portavoz socialista en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor. “Son la avanzadilla del nacionalismo más radical”.
En su cruzada contra el PNV (partido al que inicialmente estuvo ligado), el Gobierno vasco y la patronal, ELA no duda en descalificar el modelo económico del Ejecutivo de Iñigo Urkullu “por neoliberal”; ha puesto en pie de guerra al sindicato contra el sector público y el empresariado y censura al PNV por pactar con un PP que, según palabras de su secretario general, Adolfo Muñoz, “actúa cual mafia”.
“A partir de ahora vamos a hacer más política que nunca”, señalan los portavoces del sindicato. Y añaden que su objetivo es lograr un cambio radical económico y político a través de la convergencia de las fuerzas soberanistas.
Muñoz ratificó el pasado miércoles en la ponencia de Autogobierno del Parlamento vasco su apuesta por un modelo rupturista basado en la presión social, porque, según dijo, las instituciones, por sí solas, no van a poder superar el “veto” al reconocimiento del pueblo vasco como sujeto político. “Vemos bien”, declararon ayer fuentes oficiales de EH Bildu, “que las dos principales fuerzas sociales —ELA y el sindicato de la izquierda abertzale LAB— unan fuerzas por el soberanismo”. EH Bildu también ratificó el pasado fin de semana, en su congreso de refundación, su apuesta por la unilateralidad.
Para el lehendakari, Iñigo Urkullu, existe un riesgo de división en la sociedad vasca si el sindicato sigue por ese camino. “Me preocupa que pueda provocar una fractura social”, declaró ayer a EL PAÍS. También se lo dijo al presidente del PP, Alfonso Alonso, desde la tribuna del Parlamento vasco cuando, preguntado por la visita que cursó al president catalán Carles Puigdemont, y como una manera de dejar claros sus principios, le respondió que se plantea como un reto estratégico “evitar cualquier tipo de fractura social”.

Crispación

Elkarrekin Podemos, PSE y PP no creen en la efectividad política de un frente de agitación social y laboral como el que impulsa ELA, sobre todo porque no hay una mayoría social que lo respalde, pero sí temen que genere crispación en la sociedad vasca y en el tejido industrial.
“El PNV tiene muy clara la estrategia como para dejarse presionar. Necesitaba un pacto con el PSE y el PP y lo ha hecho”, declaró ayer el responsable de política de Elkarrekin Podemos, Eduardo Maura. “Además, aquí no existe un clima social en favor de la independencia”, concluyó. Es más, los vascos han premiado electoralmente lo contrario: el PNV de Urkullu lidera el Ejecutivo autonómico, las tres diputaciones y las capitales vascas con apoyo del PSE y puntualmente del PP. “ELA está en una estrategia política más que sindical, y eso tiene muy preocupada a la patronal”, interpretó el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal.
Al PNV le preocupa que en ese contexto se pueda frustrar la gran apuesta del partido centenario para esta legislatura: un acuerdo mayoritario y transversal entre vascos que actualice el Estatuto de Gernika. 2018 será un año clave para la elaboración del nuevo texto articulado que se debatirá en ponencia.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, llegó a decir hace tres meses que EH Bildu estaba secuestrado por ELA. Tras las críticas sindicales al presupuesto vasco, EH Bildu se distanció de las negociaciones. Al lehendakari Iñigo Urkullu el sindicato ELA le convocó una huelga general en 2013, cinco meses después de llegar al poder.

Urkullu: "La ley no es inmutable"

El lehendakari, Íñigo Urkullu, propuso ayer cambiar las leyes para solucionar los problemas territoriales, porque la legalidad, dijo, “no es inmutable”.
Urkullu, que respondía a una pregunta del presidente del PP, Alfonso Alonso, en el Parlamento vasco, emplazó al Gobierno central a reorientar su estrategia para ir hacia una reformulación del Estado que responda a realidad territorial, habida cuenta de que el actual “se ha revelado como insatisfactorio”.