martes, 18 de julio de 2017

Anticorrupción pone a Villar ante el juez / Julián Gª Candau *

Ángel María Villar había tentado a la suerte en demasiadas ocasiones. Con sus actitudes, en ocasiones prepotentes por sus relevantes cargos en los estamentos internacionales UEFA y FIFA, se había ido creando enemistades. Algunas importantes como las de los responsables del deporte español. Especialmente, el Consejo Superior de Deportes. Había ido salvando los escollos con fortuna y ganando las reelecciones creando clientelismo. Había llegado incluso a amenazar con denuncias ante los organismos internacionales por lo que calificaba de injerencias del Gobierno.

A Jaime Lisawetski le llegó a plantear la expulsión de la selección del campeonato europeo del que de la mano de Luis Aragonés se ganó el torneo. A Miguel Cardenal le hizo lo propio. Villar no tuvo enfrentamientos con el Secretario de Estado de turno, sino también con el presidente de la Liga de Fútbol Profesional desde los tiempos de Antonio Baró. Con el actual, Javier Tebas, se las he tenido tiesas constantemente. Su labor de obstrucción ha llegado a situaciones esperpénticas.

Ha renunciado en varias ocasiones a participar en cuestiones tan importantes como los calendarios o los contratos con las cadenas de televisión. Una de sus especialidades ha sido la de saltarse a la torera las fechas de las elecciones presidenciales. Durante un tiempo se negaba a que las autoridades deportivas y económicas del país inspeccionaran sus cuentas. Consideraba que los dineros que ingresaba la Federación por los partidos internacionales estaban fuera de su control.

El FBI ha llevado a la cárcel varios dirigentes internacionales y en la UEFA se descubrieron amaños entre Josep Blatter y Michel Platiní. Villar estaba cerca de los hechos más escandalosos y su hijo Gorka más que cerca en las cuestiones del fútbol suramericano del que era dirigente. Ahora, a Villar le ha tocado su hora.

La Fiscalía Anticorrupción ha entrado a saco en la Federación y le ha detenido junto al vicepresidente Juan Padrón, su mayor consejero.  Las acusaciones son graves: “Administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental”. Está en manos del juez Santiago Pedraz.

Posdata. La gran empresa de inversión de Peter Lim ha suspendido su cotización en bolsa después de tres años de pérdidas. ¡Pobre Valencia!



(*) Periodista



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