martes, 11 de julio de 2017

La Autoridad Portuaria de Cartagena considera que el faro de Cabo de Palos también puede funcionar como hotel

CARTAGENA.- La Autoridad Portuaria de Cartagena defiende en un comunicado la compatibilidad del posible uso hotelero del faro de Cabo de Palos con su tradicional funcionamiento como señal marítima, y aseguró que «defenderá los intereses de sus trabajadores, que nunca saldrán perjudicados por las medidas que puedan adoptarse» .

En su nota de prensa, el organismo portuario, de quien depende el edificio emblemático del faro, destaca que éste «está abierto a la sociedad y que en él se llevará a cabo cualquier actividad de tipo cultural, hostelero o científico que pueda ser beneficiosa para el conjunto de la ciudadanía».
La concesión de espacios públicos para uso temporal por parte de empresas que lo puedan solicitar está contemplada por ley. El Puerto recuerda que actualmente mantiene concesiones administrativas a empresas relacionadas con el tráfico de mercancías, cámaras frigoríficas, almacenamiento de productos petrolíferos, actividades hosteleras y pesca.
En pleno debate por la posible conversión del faro en un hotel, la Autoridad Portuaria recuerda que, como ya ocurre en otros españoles, la concesión no condicionará, ni limitará la prestación del servicio de señalización marítima. 
Además, defiende que lo que se pretende con este tipo de proyectos es impulsar el desarrollo de actividades en los faros sin tener que reconvertirlos, de manera que, dentro del marco legal, se desarrollen iniciativas de tipo turístico que permitan mantener los edificios y el desarrollo social, económico y cultural de la zona donde se ubica.
En su comunicado, el Puerto recuerda que el plan Faros de España pretende repetir la experiencia de otros países que ya llevan explotando este tipo de instalaciones desde hace 20 años, como el Reino Unido, que cuenta con 37 faros-hotel, o Irlanda, con 12.
En esta polémica terció también el comité de empresa de la Autoridad Portuaria, que expresó su apoyo a los técnicos de señales marítimas (fareros), así como el mantenimiento del faro como servicio público. 
La representación de los trabajadores portuarios advirtió que instalar un hotel en ese edificio supondría «destruir la esencia de la profesión de farero y las condiciones laborales de sus trabajadores, además de que afectaría personalmente a sus familias y obligaría a reorganizar todo el servicio de señales marítimas de la Región, que funciona con eficacia y fiabilidad desde hace años.
La proposición no de ley aprobada por el PP para construir un hotel en el faro «no obedece a ninguna cuestión organizativa de las señales marítimas ni al hecho de que el faro o sus fareros hayan dejado de ser necesarios», según el comité. 
Aunque se hiciera un hotel allí, la señal seguiría en funcionamiento todas las noches y sus técnicos tendrían que seguir accediendo a él para garantizar su funcionamiento.

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