MURCIA.- El 38 por ciento de las personas que residen en el barrio murciano de La Paz no tiene estudios básicos,
el paro ronda el 22 por ciento y existe una importante presencia de
"economía marginal", así como sensación de "alta inseguridad ciudadana".
Así se desprende de un estudio de un
estudio sobre la situación sociolaboral del barrio elaborado por la
Concejalía de Derechos Sociales como uno de los pasos previos para poner
en marcha el proceso de rehabilitación integral de esa zona, tanto
desde el punto de vista urbanístico como social.
La edil del
ramo, Conchita Ruiz, junto con su homólogo de Urbanismo, Antonio
Navarro, ha presentado hoy ese informe al resto de grupos municipales.
Así, según el estudio, en el barrio residen más de 4.600 personas,
en su mayoría hombres de entre 25 y 44 años y con una alta presencia de
población inmigrante (en la franja entre los 30 y 34 años, el número de
locales y extranjeros es el mismo).
Por su formación, el 38 por
ciento de las personas del barrio no tienen siquiera estudios básicos,
mientras que un 18 por ciento tiene estudios primarios y un 29 por
ciento, secundarios, y la tasa de paro se sitúa en el 22 por ciento.
El estudio alerta también sobre una importante "presencia de economía marginal", una "sensación de alta inseguridad ciudadana, inexistencia de recursos y equipamientos sociales de ciudad, ni entidades de referencia vecinal".
Otros
problemas que refleja el estudio son la constante pérdida de población
normalizada, los aumentos en las tasas de absentismo y abandono escolar,
el hacinamiento y deterioro de las viviendas o de los espacios comunitarios y urbanos o la falta de convivencia entre los distintos grupos residentes.
Todo ello se traslada en una falta de atractivo comercial y de servicio para el resto de la población.
En
el plano positivo, la población del barrio ha reconocido la labor que
prestan los servicios sociales municipales, la puesta en marcha de
trabajo en red con organizaciones sociales, y una presencia continuada
de proyectos sociales dirigidos a jóvenes y menores del barrio.
Una
vez concluido este estudio, la mesa constituida para impulsar la
rehabilitación del barrio recibirá las propuestas de intervención en
función de las áreas más sensibles de la población.
Para ello, se
identificarán las familias en situación de riesgo de pobreza y
exclusión social y se les ofrecerán medidas específicas que requiera
cada una con el proceso de acompañamiento correspondiente acompañado de
servicios de mediación familiar, orientación laboral y resolución de
conflictos.
Asimismo, se ofrecerá asesoramiento y orientación a
menores sobre recursos educativos, se gestionará y tramitará las ayudas
de apoyo a familias, se promocionará la escolarización temprana y se
pondrán en marcha medidas contra el absentismo.
En cuanto a las
mujeres, está previsto diseñar actividades específicas para mejorar su
integración y su empleabilidad, así como para mejorar la igualdad de
oportunidades y la prevención de la violencia de género.
Por
último, y entre otras medidas, se creará un "grupo motor" para impulsar
acciones comunitarias inclusivas, sostenibles, flexibles y abiertas, con
campañas de sensibilización y actividades de mediación intercultural.
El
Ayuntamiento está trabajando ahora también en la elaboración de un
estudio sobre el estado de conservación en que se encuentran las más de
1.500 viviendas del barrio antes de continuar con el proyecto de
rehabilitación.
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