Va a ser una
semana de claro enfrentamiento entre el Partido Popular y el Partido
Socialista. El PSOE ha enviado durante todo el fin de semana claros
mensajes de que va a hacer un duro marcaje a los populares desde
ahora hasta que lleguen las próximas elecciones, pese a que todavía
quedan casi dos años para las europeas y autonómicas y locales.
El
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez discrepa de la última medida
del Gobierno para controlar que el Gobierno de la Generalitat no
destine ningún recurso de los presupuestos a la convocatoria del
referéndum prevista para el 1 de octubre. Insiste en que el Ejecutivo de
Mariano Rajoy lo que tiene que hacer, en lugar de pasar a controlar
semanalmente el destino de los recursos del Fondo de Liquidez Autonómica
(FLA) es abrir vías de diálogo para evitar lo que ya se da por hecho
que será un choque de trenes en las próximas semanas o meses entre el
Gobierno Central y la Generalitat.
Pero el PSOE quiere sobre todo aprovechar la oportunidad que le
brinda este miércoles para agudizar su labor de oposición de cara a la
opinión pública. Será cuando finalmente declare el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, en el juicio a la primera época del caso
Gürtel, la que discurre entre 1999 y 2005, una de las diez piezas
abiertas en el caso de la presunta financiación ilegal del Partido
Popular.
Esta comparecencia pasa a convertirse en la fundamental de las diez
piezas que permanecen abiertas del caso, por las que hay 37 acusados
vinculados con el Partido Popular y en la que figuran más de 300
testigos. Sin duda la más importante de todas ellas es la del presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy, porque pasa así a ser el primer presidente
en ejercicio de la democracia que tiene que declarar en un juicio, si
bien lo hace en calidad de testigo.
Ya han tenido que declarar lo más granado del equipo de Gobierno del
expresidente José María Aznar como son Rodrigo Rato, Francisco Álvarez
Cascos, Ángel Acebes, Mayor Oreja, Esperanza Aguirre o Javier Arenas.
Los populares recuerdan que Rajoy tendrá que declarar a petición de
una acusación popular, la Asociación de Abogados Demócratas por Europa
(Adade) cuyos componentes están muy vinculados con el exjuez suspendido
en sus funciones por el Tribunal Supremo, Baltasar Garzón. La
comparecencia, como bien deja claro el tribunal en su citación, no la
hace como presidente del Gobierno sino como ciudadano español.
También explican los magistrados del caso Gürtel que la presencia
física de Rajoy en la sala que la Audiencia Nacional tiene en la
localidad madrileña de San Fernando de Henares donde se celebra el
juicio, garantiza la "inmediación y la contradicción" entre las diversas
partes para que el tribunal pueda decidir con mayor conocimiento de
causa.
Se trata de conocer lo que Rajoy sabe de las adjudicaciones a
empresas de la trama Gürtel cuando era vicesecretario general del
partido y responsable de asuntos electorales entre 1990 y 2003. Conviene
insistir que esta pieza de la primera parte del caso Gürtel analiza lo
sucedido entre 1999 y 2005. Durante cinco años de este período, Rajoy
fue vicesecretario general del partido.
Existe la incógnita de lo que el presidente del Tribunal permita
preguntar al presidente del Gobierno. Como se recordará, Ángel Hurtado,
presidente de la sala, se opuso a que se convocara como testigo a Rajoy
frente a los otros dos magistrados, Julio de Diego, redactor del auto, y
José Ricardo de Prada, que apostaron a favor.
Este juicio es a la actividad de la trama Gürtel de 1999 a 2005, no
sobre los conocidos como papeles de Bárcenas de la contabilidad ‘B’ del
PP, que se tratan en una causa aparte. Pero la fiscal y las acusaciones
han preguntado a los testigos por esos documentos, ante la protesta de
los abogados defensores.
Se da por hecho que también preguntarán a Rajoy por los papeles de
Bárcenas, o lo que es lo mismo, la que se conoce como contabilidad
paralela del partido. ¿Qué permitirá el presidente del tribunal, Ángel
Hurtado, que se haga? La controversia está servida.
Pero los populares consideran que ellos también cuentan con armas
para desgatar al principal partido de la oposición. Un día antes de que
se produzca la declaración del presidente del Gobierno está convocado a
comparecer en la comisión de investigación sobre la crisis de las cajas
en el Congreso quien fuera Gobernador del Banco de España durante la
época del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la que se
desencadenó la mayor crisis financiera que hayamos conocido, Jaime
Caruana.
Los populares están muy pendientes de las explicaciones que pueda dar
este hombre de lo que hizo con la carta de los inspectores del Banco de
España en la que le alertaban de las semillas de la crisis para que
urgiera la actuación del vicepresidente económico del Gobierno, Pedro
Solbes, que no tomó las decisiones necesarias.
Además, él personalmente pudo hacer algo más de lo que hizo. El
crédito durante los 7 años de su mandato creció un 170 %, un 18 % de
media anual. Allí se incubó la burbuja crediticia. Como tan
acertadamente ha descrito Miguel Sebastián en su libro `La falsa
bonanza´ nos creíamos los amos del mundo comprando empresas no con
nuestro ahorro sino a crédito.
Sebastián también relata una reunión seguida de almuerzo de esa
ápoca, a finales de 2003 en la que los principales altos cargos del
Banco de España negaron que se fuera a producir el peligro que
finalmente llevó a la economía española a la mayor crisis de su
historia. El Gobernador era Caruana. Algo podrá decir el martes.
(*) Periodista
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