sábado, 1 de julio de 2017

Efecto titular / Rosa Roda *

"Irreal, redundante, cansino, cabreante...". Así ha descrito el presidente del Consejo Económico y Social (CES), José Luján, el retraso que históricamente padece la región de Murcia en infraestructuras aunque de ellas depende que aumente la productividad regional (estamos a la cola) y la calidad de vida de los murcianos. Luján dice que se trata «del cuento de nunca acabar» y que «la senda de promesas incumplidas se alarga en la noche de los tiempos». «¡Ya está bien!», llegó a decir en un arrebato de sinceridad.

El Gobierno regional se ha limitado a decir que respeta la opinión del CES. Fin de la cita. Solo un tuit del presidente López Miras (todavía no lo ha recibido Rajoy en Moncloa) destacando de la memoria socioeconómica la disminución del número de desempleados, incluidos los de larga duración como consecuencia de la recuperación económica. También es cierto que habitualmente el Ejecutivo no suele atender sus recomendaciones aunque el CES es órgano asesor. 

Igual es porque, como Pepito Grillo en el cuento de Pinocho, cuenta verdades que enturbian los titulares periodísticos que cada semana, por ejemplo, intenta colocar el consejero de Empleo, Juan Hernández, con que Murcia es la región de España que crea más y mejor empleo. Pero no es así. En la Región de Murcia, a diferencia de lo que sucede en otras Comunidades, las empresas de trabajo temporal campan a sus anchas, sobre todo en el campo, donde firman el 84% de los contratos. 

Y la Región de Murcia sigue a la cabeza de España en contratos temporales; solo siete de cada cien son indefinidos, y la mayoría de los temporales son a tiempo parcial, generando con ello lo que se conoce como 'trabajadores pobres'. Algo de lo que Cáritas y Cruz Roja vienen advirtiendo desde hace tiempo.

Turismo por crear. «El despegue económico regional se ve lastrado no solo por la falta de infraestructuras sino por su escaso gasto en I+D, una estructura productiva carente de industria, el exceso de temporalidad en el mercado laboral y el inferior nivel educativo», concluye el CES. Y el turismo, aunque se recupera lentamente, no termina de atraer a los turistas con mayor nivel adquisitivo. De los 75 millones de turistas extranjeros que visitaron España en 2016, solo 996.000 eligieron la Región de Murcia. Desde el CES proponen, entre otras medidas, más plazas hoteleras, que se combata el intrusismo, se incremente la cualificación de los trabajadores y que «se promueva un entorno laboral agradable porque eso incrementará la calidad del trabajo y redundará en una mayor productividad». 

Eso propone el órgano consultivo en una región donde más de 30.000 trabajadores del sector hostelero están sin convenio colectivo desde 2008. Un sector, el turístico, donde las ETTs también están haciendo su agosto y los mileuristas se pueden dar con un canto en los dientes. Lo normal es que los salarios ronden entre los 700 y 900 euros al mes (pagas extra prorrateadas) y se les exija dos idiomas. Igual ahora que UGT, CCOO y CROEM se van a repartir 700.000 euros de dinero público a cuenta de la Ley de Participación Institucional se toman en serio la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores murcianos vía negociación colectiva. Ya les vale a sindicatos y empresarios.

Trucos conceptuales. ¿Qué tiene que pasar para que las cosas cambien? se preguntaba Luján desde el CES. Puede que sacar a políticos y burócratas de la gestión de temas clave para la Región de Murcia como está haciendo el sistema sanitario público de Holanda con sus listas de espera.

Los políticos, que deberían anticiparse a los problemas, se han convertido en el problema porque ni advertidos adoptan soluciones. Desde 2007 lleva el CES avisando de la degradación del Mar Menor y pidiendo una ley integral de gestión. En la memoria de ese año dijo que «la aportación de contaminantes de origen difuso provocado por la actividad agrícola desarrollada en las 30.000 hectáreas de agricultura regadas con el trasvase Tajo-Segura, es una de las principales responsables de la eutrofización sufrida por las aguas del Mar Menor...». Hace diez años de aquella advertencia a la que el Gobierno regional de Valcárcel hizo caso omiso.

Cuatro años más tarde, en 2011, el órgano consultivo volvió a advertir en su memoria de «la disminución de la calidad de las aguas de la laguna por aportes continuados excesivos de nutrientes y sustancias contaminantes (agricultura intensiva, vertidos urbanos, hidrocarburos...). Y nuevamente las autoridades responsables hicieron caso omiso hasta que el mar se convirtió en una gran sopa verde que, aunque recupera transparencia, su estado sigue siendo extremadamente frágil.

Algunos estudios en psicología cognitiva muestran cómo el lenguaje condiciona el conocimiento y la construcción de la realidad. Quizá por eso es tan importante para los dirigentes políticos transmitir y repetir hasta la saciedad determinadas ideas hasta instaurarlas en el inconsciente colectivo de tal forma que empiecen a ser verbalizadas por los votantes. Se trata de que los ciudadanos (oyentes, espectadores y lectores) hagan suyas unas ideas construidas ad hoc (lo que los partidos políticos llaman el argumentario) y sean capaces de interiorizarlas hasta el punto de repetirlas y defenderlas como propias.

No es lo mismo decir 'asesor mileurista' que 'asesor de confianza'. Del primero percibes que se trata de un mandado sin apenas capacidad de decisión e influencia, que se pasea de despacho en despacho haciendo recados y llevando cafés. Del segundo infieres que susurra al oído del mandatario al que asesora en privado, da consejos al más alto nivel y tiene capacidad para tomar decisiones y negociar en nombre del jefe al que asesora.

No es lo mismo decir 'muro' que 'pantalla'. Ambos te impiden entrar en casa si los colocan a ochenta centímetros de tu vivienda, pero el muro te retrotrae a pasajes negros de la historia europea como el muro de Berlín. Sin embargo, la 'pantalla transparente' te hace pensar en algo liviano que te permite contemplar el paisaje y hasta pegar evocadores vinilos de playas hawaianas ante los que tomarte el café cada mañana mientras imaginas unas vacaciones paradisiacas. Del efecto lupa abrasador que ese muro de metacrilato tendrá cuando le pegue el sol ya hablamos otro día. 

Pero también defiende Juan Guillamón que los mercancías (muchos con productos peligrosos) sigan atravesando las ciudades. «Así ha sucedido toda la vida sin inconvenientes», asegura el diputado del PP, que cree que «la seguridad será máxima cuando esos largos trenes de mercancías atraviesen la ciudad de Murcia por un túnel». Se nota que no vive cerca de las vías.

Jugar con el lenguaje. Se trata de jugar con el lenguaje. Si el TSJ anula por ilegal una modificación de suelo o un plan parcial, basta con repetir la expresión «es subsanable», aunque no lo sea y confiar en que unos cuantos ingenuos compren el titular. En esas lides es experto el concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, Antonio Navarro Corchón, a quien los tribunales de Justicia no dejan de sacarle los colores. Los planes y modificaciones anulados al ayuntamiento de Murcia rozan ya la decena y Navarro Corchón, amparado por el alcalde Ballesta, miente a los ciudadanos asegurando que «se trata de errores administrativos subsanables», como sucedió con la urbanización Joven Futura, que todavía no ha podido ser legalizada. 

El TSJ acaba de anular la modificación 87 (no será la última), que convirtió en urbano para uso industrial 9.000 metros cuadrados en El Raal, donde la empresa Fruveco ya ha construido un gran almacén frigorífico de varias plantas de altura. Una vez construida la nave, a ver quién se atreve a derribarla, aunque Huermur va a pedir la ejecución de la sentencia. Navarro Corchón ya ha anunciado que la recurrirá para que se puedan construir naves industriales en zonas de huerta mientras hay polígonos industriales vacíos. Si el Supremo vuelve a condenar en costas al ayuntamiento de Murcia ¿lo pagará de su bolsillo el concejal o con el dinero de todos?

En demasiadas ocasiones nuestros dirigentes políticos olvidan que están obligados a respetar la legalidad vigente sin atender a ningún otro interés que no sea el de los ciudadanos a los que prometieron servir. Leer y subrayar los informes de los órganos asesores ayuda bastante y respetar la ley también.

Confiar en el 'efecto titular' en los tiempos que corren es demasiado arriesgado porque no siempre funciona y porque la realidad es tozuda y siempre puede llegar un CES, un juez o dos fiscales que te amarguen la fiesta y los planes políticos como le está sucediendo a Pedro Antonio Sánchez, la joven apuesta política del PP para la Región de Murcia que cada día que pasa está más cerca del banquillo sin que nadie en su partido sepa con certeza qué piensa hacer en el caso de ser procesado.


(*) Periodista y jefa de Informativos de Onda Cero en Murcia

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