viernes, 16 de junio de 2017

Se desploma gran parte del ficus de la plaza de Santo Domingo, en Murcia, sin causar heridos graves ni muertos


MURCIA.- Gran parte del centenario gran ficus de la plaza de Santo Domingo, de Murcia, en total unas 15 toneladas de peso, se ha desplomado a mediodía de hoy viernes, sobre las 12,45 horas, encima de las terrazas de algunas cafeterías de la zona de su parte sur, con escaso público en ese momento pese a ser la hora del aperitivo. Sin embargo, un 'aviso' acústico previo del mismo árbol ha evitado una tragedia entre los transeúntes y usuarios de esas terrazas y bancos de la plaza, oportunamente alertados por dos policías locales y así poder huir a tiempo de la caída sobre el suelo, desde una gran altura, de decenas de grandes ramas de hasta nueve metros de longitud con troncos más que considerables de grosor. El árbol fué plantado en  1893 por el ingeniero cartagenero de Montes, Ricardo Codorniú (abuelo del inventor e ingeniero industrial Juan de la Cierva), y actualmente superaba los 30 metros de altura. Al lugar han acudido de inmediato cuatro ambulancias (tres del 061 y una de Cruz Roja), así como dos vehículos de Protección Civil.

Algunos testigos aseguraban desde el primer momento que se habían producido heridos. El teniente de alcalde José Guillén dijo que, en principio, no había heridos graves ni personas atrapadas bajo el árbol desplomado.  Pero al menos una joven de 16 años ha resultado herida en la cabeza aunque de carácter leve y hay otros dos heridos leves por rasguños. Otra jóven también ha tenido que ser atendida por un ataque de ansiedad por parte de las emergencias sanitarias que han acudido de inmediato al lugar.
Uno de los heridos ya ha sido atendido en el hospital y el otro es un bombero herido durante los trabajos de búsqueda de personas y desbroce de ramas. Pero, en total, una quincena de heridos leves han tenido que ser atendidos en el hospital 'Morales Meseguer', según fuentes del centro.
El desplome se ha iniciado con la caída de una pesada rama de la copa. Al desprenderse, el peso de esta gran rama ha provocado una especie de efecto dominó tirando a su paso las grandes ramas que ha encontrado de camino y rasgando parte del tronco, a juicio de los técnicos.
La forma en la que ha ido cayendo el árbol, a trozos, ha hecho que el desplome fuera algo más lento y se pudiese evitar lo peor. Y todo gracias a los tirantes de acero colocados en su día para evitar la caída continua de ramas sobre los viandantes y que sujetan unas ramas a otras.
Más de 120 agentes de la Policía Local y Policía Nacional, profesionales del servicio de Emergencias del 061, personal y voluntarios de Protección Civil de Murcia y de Cruz Roja se han personado de manera inmediata ante la caída de la rama del ficus. 
Testigos presenciales han explicado que poco antes de que comenzara a caer el árbol se ha podido escuchar un gran ruido, entre crujido y estruendo con mucho polvo, y quienes estaban cerca han podido salir corriendo.Gracias a ese aviso natural parece haberse evitado una gran tragedia humana debido a cierta cantidad de ciudadanos sentados en ese momento en veladores de la zona y debajo del propio ficus.
Antes de que se produjera la caída de la gran rama, sobre las 12.40 h., dos agentes de proximidad de la Policía Local han evacuado a algunas de las personas que se encontraban precisamente bajo el árbol, alarmados por el crujido que ha precedido al desprendimiento de la rama mayor sobre la plaza y del que les había alertado una viandante momentos antes. 
Los policías Antonio Bernal y José Ramón Martínez han relatado que las terrazas estaban vacías cuando pasó todo. «La gente que estaba sentada en el banco se había levantado porque cayó una buena lluvia de hojas. Había cinco o seis personas de pie ya, y ocho o diez circulando».
Lo que sí se ha producido son cuantiosos daños materiales ya que medio árbol se ha venido abajo hacia la zona donde se encuentran el gastrobar Lizarrán y la heladería Llao-Llao, cuya entrada ha quedado bloqueada por las ramas que antes golpearon con fuerza en la tercera planta del mismo edificio (imagen central) propiedad de la conocida familia terrateniente García del Valle, natural de Moratalla, y titular de la emblemática finca 'Architana', cuyos miembros menos uno estaban ausentes en ese momento.


El ficus en su desplome también ha golpeado con fuerza el edificio propiedad de la familia de Manuel Sevilla, el legendario procurador murciano de los tribunales ya desaparecido, del que solo un hijo lo sigue ocupando y donde se mantiene por sus hijos procuradores el despacho que fué del padre.
El gran tamaño de las ramas y su peso calculado entre 12 y 15 toneladas ha hecho que la estructura metálica protectora que rodea al árbol se haya doblado y haya cedido, según las primeras impresiones de los técnicos. El ficus tenía un sistema de anclajes especial que unía las ramas para prevenir desprendimientos.
La Policía Local, la Policía Nacional y los bomberos de Murcia permanecen en la zona para despejar las grandes ramas y hay varias ambulancias. Una UME se ha desplazado de inmediato a la céntrica plaza. El Centro de Coordinación de Emergencias '112' recibió el primer aviso sobre las 12.51 horas tras notarse un gran temblor del suelo en toda la plaza.
En un primer momento, numerosas personas que estaban en la zona, entre vecinos y empleados de los establecimientos de hostelería, han comenzado a buscar desesperadamente posibles víctimas entre los toldos abatidos con gran fuerza, mobiliario urbano destrozado y las grandes ramas caídas al suelo por el temor a que hubiera alguien entre ellas.
Las primeras imágenes que llegaron del lugar dejaban claro que ha caído gran parte del centenario árbol. En torno al 40% del árbol se ha visto afectado por el desplome, dicen los técnicos, que achacan el suceso a las altas temperaturas de estos días en la ciudad.
Esos mismos técnicos han confirmado que se va a tratar de salvar lo que ha quedado del ficus si de un informe posterior se deduce que su estado de salud fitosanitaria y de sus raíces así lo permite.
Vecinos de la plaza sostienen que, desde su última reforma (durante la Guerra Civil la plaza albergó un refugio antiaéreo), la gran cantidad de cemento empleado cercenó la salud centenaria de la planta, que ya desde mayo del año 2000 (con una víctima mortal) y en septiembre pasado dió dos claros avisos de su agonía vegetal al caer varias grandes ramas desde lo alto.
Luego se comprobó que sus raíces también se estaban secando al no poder expandirse en superficie, tal como venía sucediendo desde siempre. Por eso dicen que esperaban algo así en cualquier momento pese al optimismo de las autoridades sobre la salud real de este árbol.
El ficus pasó hace cuatro semanas la última de las revisiones periódicas a las que lo somete regularmente una empresa externa contratada por el municipio y que dice ahora no se detectó ninguna anomalía, según informaron posteriormente fuentes del Ayuntamiento de Murcia, que insisten sobre la existencia de revisiones periódicas por certificadores europeos.
Actualmente, un gran perímetro de seguridad ocupa toda la plaza y sólo se deja traspasarlo a los residentes y trabajadores de los locales de restauración, algunos de los cuales han cerrado, en principio, hasta la noche.
Los servicios de Emergencia han pedido a los murcianos que no se acerquen a la zona para dejar trabajar a los distintos operarios. Actualmente, unos 40 operarios del Servicio de Parques y Jardines trabajan para limpiar y asegurar la zona.
Al menos cuatro camiones de gran tonelaje están siendo utilizados para retirar las ramas caídas. Mientras, los bomberos siguen revisando fachadas y balcones, ya que algunas ramas se han colado, incluso, dentro de las viviendas. 
El delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís de Querol, y el alcalde de Murcia, José Ballesta Germán, están allí desde poco después del suceso presenciando las labores de los especialistas, mientras desde diversas instancias se sugiere ya organizar por el Obispado un acto de Acción de Gracias mañana sábado o el domingo en la plaza del cardenal Belluga, antes de la tradicional procesión del Corpus Cristi,  por el milagro de que hoy no se hayan producido víctimas mortales ni heridos de gravedad entre los murcianos que frecuentan la zona.
Porque vecinos y testigos del accidente coinciden en que todo "ha sido un milagro", que no haya más heridos o de mayor gravedad.
También se está pidiendo por muchos de ellos evitar la tala del ficus, en la medida de lo posible, al merecer un indulto por no haber matado a nadie esta vez en su desplome y ser un emblema más que centenario de la ciudad de Murcia.
Curiosamente, el monumento erigido justo bajo el ficus a quien lo plantó hace más de un siglo y cuarto, el ingeniero Ricardo Codorniú, se ha mantenido prácticamente intacto al quedar fuera del área donde los impactos de las ramas desprendidas han sido más fuertes, tal como se aprecia en el margen izquierdo de la imagen inferior.

Denuncian la caída de "1.000 kilos de ramas" en el antiguo Cuartel de Artillería de Murcia

Por otra parte, el pasado martes de madrugada cayeron en el Cuartel de Artillería hasta "mil kilos de ramas" procedentes de uno de los grandes ficus que adornan el recinto.
Esto es lo que denunció la Plataforma de Apoyo al Cuartel de Artillería, en el barrio del Carmen, que ha señalado en un comunicado hoy el desprendimiento de cuatro grandes ramas de este ficus y ha exigido más recursos para el adecuado mantenimiento de los jardines del barrio.
La plataforma indicó que estos mil kilos de ramas cayeron a pesar de que no había viento o diagnóstico de peligro por parte de los servicios municipales.
Al ser la zona muy transitada, especialmente por niños, la Plataforma ha exigido al Ayuntamiento de Murcia "más recursos en los jardines del barrio, que son de los más antiguos y tienen árboles de gran envergadura que necesitan ser mantenidos en condiciones para garantizar la seguridad de los viandantes".
Los vecinos, según la plataforma, llevan años pidiendo que evalúen la situación de los árboles del Cuartel y de otros parques del barrio y que se realicen las acciones de mantenimiento y conservación para garantizar la seguridad de las personas y la atención adecuada a estos árboles singulares. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nací cerca del ficus, jugué de pequeño bajo sus ramas, tengo 64 años y no deseo que lo talen, así que prefiero traten de salvarlo como puedan. Se merece un indulto porque ha sido tan noble como para avisar a su manera y de ese modo evitar matar a alguien.