MURCIA.- Más de 40 operarios de Parques y Jardines trabajan esta tarde en
retirar las ramas y asegurar el ficus de Santo Domingo. Estas labores
continuarán mañana. Según han informado técnicos arboristas, los
Ficus macrophylla sufren estrés hídrico y térmico, cuando se producen
fracturas de ramas que se encuentran en aparente buen estado de salud y
que suelen ocurrir cuando concurren altas temperaturas ambientales con
escasez de precipitaciones.
Así, según los técnicos, la causa de
lo ocurrido ha sido el fenómeno conocido como SBD (Summer Brach Drop),
un tipo de fallo de ramas sobre el que no existen estudios concluyentes a
día de hoy.
La caída de las ramas se produce en verano y éstas se
encuentran en aparente buen estado, no existiendo defectos obvios ni
otras causas que permitan identificar una situación de riesgo previa.
Dichas fracturas suelen ocurrir cuando se deshidratan y colapsan ciertos
tejidos de la madera al concurrir altas temperaturas ambientales con
escasez de precipitaciones, como está ocurriendo en Murcia esta semana
Se
producen cambios de humedad a nivel interno en el árbol, bastante
significativos a nivel de estructura celular o de las fibras, de forma
que las ramas caídas aparecen secas. Las roturas se producen en
ejemplares maduros, con ramas que se disponen de manera horizontalizada
con respecto a su punto de inserción en el tronco.
En el ficus de
Santo Domingo se realizan revisiones varias veces al año supervisados
por un profesional especializado en estos ejemplares singulares.
Técnicos arboristas de una empresa especializada realizan una minuciosa
inspección a cada uno de estos ejemplares para ver su estado general,
evolución, su tronco, si tiene alguna rama en mal estado y, en el caso
de que sea necesario realizar alguna actuación, qué medidas se tienen
que adoptar.
De esta forma, en el pasado año se realizaron seis
revisiones pormenorizadas del ficus de Santo Domingo por arboristas
certificados (los días 15 de enero, 1 de marzo, 2 de mayo, 8 de junio y 7
de septiembre y 25 de noviembre).
En el presente ejercicio se ha
llevado a cabo una revisión el 23 de enero, el 1 de marzo y la última el
pasado día 15 de mayo, realizada por técnicos arboristas de una empresa
especializada.
Ahora, tras el suceso ocurrido esta mañana, los
técnicos realizarán una nueva inspección minuciosa para determinar el
tratamiento adecuado.
Hay que recordar que el árbol cuenta con dos
sistema de seguridad, que han sido los que han ralentizado la caída de
las ramas y minimizado su impacto: una pérgola de protección y un
sistema de retención, llamado boa, que consiste en unas cuerdas de
material sintético y acero que resisten varias toneladas de peso y
anclan las ramas entre sí para evitar que caigan al suelo.
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