jueves, 8 de junio de 2017

El PSRM reivindica en la Asamblea la redacción de un nuevo convenio colectivo regional de Hostelería

CARTAGENA.- El diputado del Grupo Parlamentario Socialista Antonio Guillamón ha reclamado en el Pleno de la Asamblea que la Dirección General de Relaciones Laborales y Economía Social, dependiente de la Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, promueva el encuentro entre los representantes de las empresas y los representantes de los trabajadores del sector de hostelería de la Región de Murcia, con el fin de propiciar e impulsar el cumplimiento del compromiso adoptado en la firma de la reactivación de la vigencia del convenio de 2008, en febrero de 2016, para redactar un nuevo convenio colectivo actualizado.

Esta moción se ha debatido conjuntamente con el Grupo Parlamentario Podemos y ha sido aprobada con la abstención de Ciudadanos.
Antonio Guillamón indicó que la Reforma Laboral del Partido Popular modificó los grandes aspectos de la regulación legal de las relaciones laborales: los contratos de trabajo, los despidos, las posibilidades de cambiar a peor las condiciones de trabajo, incluidos los salarios y los convenios colectivos.
"Bajo el paraguas de la Reforma Laboral se están poniendo obstáculos a la negociación colectiva en materia laboral entre representantes de las empresas y de los trabajadores", que desemboquen en la firma de convenios sectoriales que regulen las condiciones de trabajo y productividad y que, como contrapartida, establezcan obligaciones recíprocas que garanticen la paz laboral.
Guillamón indicó que la duración de un convenio colectivo se suele pactar entre las partes pero, independientemente de la duración, deben existir revisiones anuales en materia salarial. Sin embargo, uno de los sectores de actividad que más ha sufrido las circunstancias de no contar con un convenio colectivo actualizado y, por tanto, de desprotección, de precariedad y de pérdida de derechos es, sin ninguna duda, el sector de hostelería de la Región de Murcia.
El turismo es una actividad que constituye alrededor del 10% del PIB regional y es, por tanto, uno de los pilares de nuestra economía. "Sin embargo, no se piensa que tras el turismo hay en esta Comunidad un gran sector de hostelería, sostenido por alrededor de 32.000 personas con empleo directo y otras 10.500 personas con empleo indirecto".
El sector de hostelería de la Región de Murcia, se regía por un convenio de 2008 y pese a los numerosos intentos de los representantes de los trabajadores no se renovaba. En febrero de 2016 se reactivó la vigencia del convenio de 2008, que incluye una cláusula tercera que dice textualmente: "Las partes se comprometen a negociar un nuevo convenio colectivo convocándose para mantener una reunión en la primera quincena de abril a requerimiento de cualquiera de las partes".
El diputado socialista defiende que como quiera que, en virtud de esta cláusula tercera, los representantes de los trabajadores ya han solicitado sin éxito en varias ocasiones la negociación de este nuevo convenio y, desde la fecha fijada del mes de abril de 2016 ya ha transcurrido un tiempo excesivo, "parece razonable la intermediación de la Administración regional, mediante su órgano competente, para que el acuerdo se produzca lo antes posible y estos trabajadores tengan garantizados sus derechos".
Indicó que son ya varios los años encadenados en los que la actividad turística ofrece récord de visitantes y máxima ocupación hotelera, que han repercutido positivamente en el sector y han proporcionado grandes beneficios a las empresas. Sin embargo, estas circunstancias "no han revertido, ni por asomo, en las condiciones salariales y sociales de los trabajadores. 
Y esto es absolutamente injusto, porque los trabajadores continúan estando mal pagados, con pésimas condiciones laborales, poco formados y escasamente reconocidos socialmente, algo totalmente inaceptable, porque todos los trabajadores tienen derecho a un sueldo digno, a cambio de su trabajo, para sacar adelante a sus familias".
Guillamón añadió que si esto no fuera suficiente, en este sector existe una elevada precarización de las condiciones de trabajo de los profesionales por efecto de la Reforma Laboral "y unos niveles de temporalidad indecentes, con contratos de corta duración y en muchos casos fraudulentos, ya que se trabajan más horas de las especificadas en el contrato. Y esto supone, además, un fraude a la Seguridad Social y una carga laboral adicional a los trabajadores".
Por último, dedicó una mención a las camareras de piso. "Trabajadoras que alcanzan la más alta cota de explotación con un elevadísimo ritmo de trabajo y peor reconocimiento salarial. Muchas de ellas contratadas por empresas de servicios creadas al efecto, cobrando por debajo del convenio o mediante empresas de trabajo temporal". 
En este sentido, denunció que muchos establecimientos hoteleros hacen uso de estas empresas para rebajar los costes, en lugar de emplearlas en plantilla en condiciones dignas.

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