MADRID.- Siete
de cada diez hogares españoles no percibe los efectos de la recuperación
económica que comenzó hace tres años, un porcentaje que se incrementa
hasta un 90% en el caso de los hogares bajo el umbral de la pobreza,
según el informe de la Fundación FOESSA, de Cáritas, Desprotección
Social y Estrategias Familiares, que constata un "empobrecimiento de la
pobreza".
"Los
hogares en los que menos se está percibiendo la recuperación económica
son precisamente aquellos que más sufrieron los efectos de la crisis, es
decir, hemos empobrecido la pobreza, los más pobres siguen
empobreciéndose aunque se note una ligera mejoría en los que más
posibilidades tienen", ha señalado el secretario general de Cáritas
Española, Sebastián Mora, en rueda de prensa en
Madrid. Al mismo tiempo, ha apuntado que al menos han conseguido frenar
la extensión de la pobreza.
El
estudio, basado en una encuesta a 1.300 hogares de toda España, mide 17
indicadores para tejer la "red de seguridad" de los hogares españoles,
es decir, su capacidad para afrontar situaciones adversas futuras y
constata que la mitad de las familias (50,1%) tienen un "colchón" peor
que en la situación "precrisis", mientras que en el 42,3% se mantiene
igual y en un 7,6%, ha mejorado.
En
concreto, el informe revela que casi el 60% de las familias vive sin
nada ahorrado o con un nivel de ahorro tan pequeño que no le permitiría
resistir sin tener ingresos más de uno o dos meses o sobrevivir a una
nueva crisis económica.
Además,
de los datos se desprende que en más del 40% de los hogares ha
empeorado también su capacidad para hacer frente a necesidades de salud
que no están cubiertas por el sistema nacional de salud, para pagar
refuerzos educativos a los hijos o para tener una semana de vacaciones
al año fuera de su domicilio.
El
director del Comité Técnico de FOESSA, Francisco Lorenzo, ha puesto de
manifiesto el "trapecio de precariedad" en el que viven muchas familias
españolas y aunque ha reconocido que hay indicadores que han mejorado,
ha advertido del riesgo de dejarse llevar por ese enfoque porque, en
realidad, las familias con renta más débil son "las que más están
tardando en percibir la recuperación".
El
estudio también investiga cuáles son los componentes básicos de la red
de protección con la que cuentan estos hogares y revela que la familia y
los amigos se han convertido en el apoyo más fuerte para el 70% de
ellos. Si bien, en el caso de los hogares bajo el umbral de la pobreza,
la mitad no contaría con este apoyo de familia y amigos ante una
necesidad de ayuda.
En
cuanto al apoyo formal e institucional, los datos muestran que ante las
situaciones de gravedad, el 57,8% de los hogares españoles confía más
en la respuesta de las organizaciones sociales que en los Servicios
Públicos. En todo caso, Cáritas advierte de que las ONG no pueden
sustituir a las administraciones públicas.
Nuevas estrategias de supervivencia
Ante
esta situación, las familias han adoptado algunas estrategias, según se
desprende del informe, como reducir el consumo energético —un 70% han
reducido las horas de calefacción o aire acondicionado—; aceptar
condiciones laborables poco deseables —en un 29% de los hogares, algún
miembro ha aceptado un puesto sin contrato—; o reducir gastos en el pago
de la vivienda —un 15,6% se han mudado a una casa más barata y en 1,5
millones de hogares se ha producido la vuelta a casa de algún hijo—.
A
pesar de estas cifras, Mora ha lamentado que "los pobres y excluidos no
están en el debate público" y están siendo "invisibilizados".
"Somos
una sociedad que ha bajado los brazos, que ha perdido tensión en la
lucha contra la pobreza, hemos normalizado que la gente lo pase mal", ha
avisado.
Precisamente,
en relación a esta "normalización" de la pobreza, el informe advierte
del peligro de "acostumbrarse a la precariedad". En este sentido, el
47,1% de los hogares encuestados cree que dentro de cinco años estará
igual que ahora, frente a un 26,4% que prevé que empeorará su situación y
un 19,9% que piensa que mejorará. Además, el informe pone de manifiesto
una "desconfianza" de estas familias en la participación social, hasta
el punto de que el 75,6% considera que votar no sirve.
Si
bien, Mora ha precisado que no quieren ser pesimistas sino hacer un
llamamiento a la esperanza porque consideran que si hay voluntad
política y ciudadana, se puede cambiar esta situación.
En
concreto, el secretario general de Cáritas ha pedido al Gobierno que
priorice las políticas de lucha contra la pobreza y, entre las medidas
que podrían adoptar, ha insistido en la propuesta de Cáritas de una
garantía de ingresos para los 200.000 hogares que no reciben ninguna
renta. Requeriría una inversión de 3.000 millones de euros y, para
Cáritas, sería "una solución factible y a corto plazo" para reducir la
pobreza.
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