La noche del 14 de abril de 1912, el ‘Titanic’ colisionaba
con un iceberg. El capitán tomaba conciencia de la grave situación al
conocer que cinco compartimentos se encontraban anegados. El destino
trágico del inmenso buque iba a sobrevenir en apenas dos horas
llevándose consigo unas 1.500 vidas.
En febrero, el gran
buque del Partido Popular en la Región de Murcia colisionaba con el
iceberg del TSJ con la imputación-investigación del presidente de la
Comunidad Autónoma por el ‘caso Auditorio’. Se pretendía imponer una
consigna de normalidad por encima del foco mediático nacional. Tras la
moción de censura de Tovar, un timorato Ciudadanos atrapado entre su
papel de muleta de apoyo y de toreo se veía forzado a practicar el
funambulismo estratégico de supervivencia; ante esto PAS se inmolaba
como chivo expiatorio dando paso a FER. La vía de agua fue clara y al
menos cinco compartimentos se están inundando.
El
primero paradójicamente es la escasez de agua. El lema ‘Agua para todos’
sirvió contra un gobierno de otras siglas, pero a la postre se ha
mostrado inútil para satisfacer las necesidades de nuestra agricultura.
Los cinco meses de ‘trasvase cero’ que nos acechan ponen en evidencia la
escasa rentabilidad de los selfies en Madrid. El hartazgo dio lugar a
que los tractores paralizasen la capital. Pero no pasa nada, todo
controlado.
El
segundo compartimento ha sido inundado con la indignación de la CROEM
ante el agravio de nuestra Región en los Presupuestos Generales del
Estado que gustosamente apoyarán el PNV y CC. A pesar de nuestra
estructural carencia de infraestructuras, sufrimos un recorte de
inversiones dejándonos en 272,6 millones, la peor en diez años. El
nerviosismo de la tripulación se revela grave cuando tachan a la CROEM
de ejercer de oposición. Pero, no pasa nada, todo controlado.
El
tercer compartimento, también relacionado con los Presupuestos. El
Gobierno de España ha cambiado cromos de trato de favor con el País
Vasco y Canarias por estabilidad política. El precio lo soportamos más
quienes menos peso político tenemos en un Congreso partitocrático. Según
el último Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas, un vasco, con
un 60% más de renta, dispone de una financiación pública neta ocho veces
mayor que un murciano; los canarios, 14 veces mayor. ¿En qué ha quedado
aquello de nuestra infrafinanciación?
Cada murciano soportamos una
deuda pública de 5.500 euros y subiendo. Cuando FER se declaró
presidente no conflictivo, ante la posible beligerancia de otros
presidentes autonómicos del PP, Soraya prometía algo que no estaba en su
mano, 180 millones de euros más. Hoy resulta poco creíble. Rajoy ya ha
pactado devolver 1.400 millones al País Vasco, 4.000 millones en
inversiones con soterramiento de AVE, además de aligerarles el Cupo en
unos 500 millones anuales. Pero, no pasa nada, todo controlado.
El
cuarto contiene las causas judiciales tanto de PAS como del propio
partido. Se vendió que el achique iba a ser automático y rápido. Una
semana era una eternidad, pero la medida del tiempo difiere entre la
política y lo judicial. La imputación-investigación por el ‘caso
Púnica’, añadida al ‘caso Auditorio’, se suma a la cantidad de casos
‘aislados’, hilillos de plastilina que inundan ese compartimento. Pero,
no pasa nada, todo controlado.
El quinto se inunda por la
cada vez más difícil mayoría absoluta ante la nueva ley electoral de
circunscripción única y mínimo del 3%. Esta expectativa propicia
iniciativas y alternativas regionales que brotan del hartazgo y se
rebelan frente a la zanahoria que el Gobierno regional ha usado año tras
año para reeditarse. La irrupción de Garre en el panorama político con
una alternativa regional transversal torpedea y desequilibra no solo al
buque de FER, sino también a la barca de Ciudadanos pues la vacía de
contenido.
Si Ciudadanos hubiera convencido con la bandera de la
igualdad y de la transversalidad, iniciativas como la de Garre se les
habrían sumado. Pero el partido de Rivera nació con voluntad de muleta y
ahora le toca ser orquesta del ‘Titanic’ regional, aunque desafinada
tocando cada uno a su aire e interés y huyendo al bote salvavidas de los
no adscritos porque ni siquiera tienen la misma partitura. Pero no pasa
nada, todo controlado.
Aunque FER ha renovado la
tripulación, la dificultad para achicar el agua es cada vez mayor. Lo
incomprensible es que frente al Monarca pretendió intercambiar lealtad
por igualdad, como si la lealtad fuera algo negociable y la igualdad no
dependiera instrumentalmente de su jefe de filas, Mariano Rajoy. ¿Será
consciente FER de la situación y de la necesidad de un S.O.S (o mejor un
W.A.M.)? Pero no pasa nada, todo controlado.
(*) Economista, ex militar y ex candidato de UPyD a la presidencia de la CARM
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