jueves, 15 de junio de 2017

Murcia y Barcelona, únicos grandes ayuntamientos donde sube la deuda pública y que La Glorieta niega, niega y niega


MADRID/MURCIA.-Los ayuntamientos de Murcia y Barcelona son las dos únicas corporaciones con más de más de 300.000 habitantes donde sube la deuda pública en el primer trimestre de 2017 respecto al mismo período de hace un año, con incrementos del 94,37 por ciento en el primer caso y 12,10 por ciento en el segundo. 

Si el Banco de España no rectifica, el Ayuntamiento presentará un recurso contencioso-administrativo. La situación económico-financiera del Ayuntamiento de Murcia sería de un endeudamiento del 43%, según afirma, y no del 75%.
La propia Intervención General del Estado (IGAE) manifiesta en otro informe que, pese a todo, el Ayuntamiento de Murcia cumplirá a final del ejercicio de 2017 con las reglas fiscales de Objetivo de Estabilidad y Regla de Gasto y que únicamente, y por la imputación de la inversión del Tranvía, dejará de cumplir con el límite de endeudamiento.
Ya en diciembre de 2016 un informe de la la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) "consideraba probable" que el Ayuntamiento cumpliera el objetivo de estabilidad para 2016 y 2017 y la regla de gasto en 2016 y que en 2017 "su nivel de deuda viva sobre ingresos corrientes se situaría por debajo de 75% de los ingresos corrientes consolidados". 
El Ayuntamiento de Murcia ha recurrido esta misma noche ante la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y el Banco de España, que consideran el endeudamiento de la concesionaria del tranvía como endeudamiento municipal, a efectos de contabilidad nacional, por lo que, en realidad, se trata de una “deuda virtual” que no corresponde al Ayuntamiento.
La razón del desacuerdo se basa en el hecho de que, según establecen los contratos firmados para la puesta en marcha del tranvía, el riesgo de esta inversión corresponde íntegramente al contratista, tanto por lo que se refiere al riesgo de construcción, como de disponibilidad y de demanda. Además, el tratamiento contable aplicado es diferente al que existía para este tipo de inversiones cuando hace ocho años se produjo la firma del contrato del tranvía.
Por este motivo, y si los organismos estatales no rectifican su criterio, el Ayuntamiento presentará un recurso contencioso-administrativo.
Como resultado de todo ello, la situación económico-financiera del Ayuntamiento de Murcia, que sin esta imputación sería de un endeudamiento del 43%, se incrementa hasta sobrepasar el 75% aplicando esta forma de computación de deuda.
En ningún caso esto va a suponer la merma de los servicios públicos que el Ayuntamiento de Murcia presta a los ciudadanos, ni la reducción de sus inversiones, ni demoras en el pago a proveedores, que va a continuar siendo uno de los plazos más reducidos de España.
Tal y como constata el informe de la Intervención Municipal, la realización de un Plan Económico Financiero (PEF), ’resultaría más un trámite administrativo que la adopción de medidas reales de reducción de gastos o incremento de ingresos, puesto que por sí solo se resolvería en el presente ejercicio 2017’.
Murcia era hasta ahora la única gran ciudad que no contaba con este plan, del que sí disponían los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Palma de Mallorca, Las Palmas, Bilbao y Alicante.
El PEF de Murcia no tendrá medidas restrictivas porque, como reconoce el propio Ministerio de Hacienda y Función Pública, de las proyecciones económicas del Ayuntamiento ‘se infiere retorno a la senda de estabilidad y crecimiento’.
Resulta llamativo que la propia IGAE manifieste en el informe que, pese a todo, el Ayuntamiento de Murcia cumplirá a final del ejercicio de 2017 con las reglas fiscales de Objetivo de Estabilidad y Regla de Gasto y que únicamente, y por la imputación de la inversión del Tranvía, dejará de cumplir con el límite de endeudamiento.
Igualmente causa sorpresa que en diciembre de 2016 el informe de la AIReF “considera probable” que el Ayuntamiento cumpla el objetivo de estabilidad para 2016 y 2017 y la regla de gasto en 2016 y que en 2017 “su nivel de deuda viva sobre ingresos corrientes se situará por debajo de 75% de los ingresos corrientes consolidados”.

Según los datos del Banco de España hechos públicos hoy, la deuda pública del conjunto de las corporaciones locales de enero a marzo de este año asciende a 31.567 millones de euros casi un 10 por ciento menos que un año antes, y de esa deuda 8.027 millones corresponde a los grandes ayuntamientos, el 13,46 por ciento menos que en el primer trimestre de 2016.
Y esa bajada es generalizada entre los grandes ayuntamientos si bien se hace más ostensible Bilbao, donde cae el 66,66 por ciento; seguido por el Ayuntamiento de Alicante, con un retroceso de la deuda del 24,16 por ciento y Madrid, donde baja el 23,64 por ciento.
Descensos menos significativos se dan en Zaragoza, con una bajada del 7,50 por ciento y Córdoba, donde cae el 8,36 por ciento.
En cifras absolutas, más de cincuenta por ciento de la deuda recae en dos ayuntamientos del cambio (Madrid y Zaragoza) con 3.611 millones en el primer caso y 1.011 millones en el segundo.
A estas dos corporaciones, le sigue la Administración que dirige Ada Colau con una cifra total de deuda de 815 millones de euros.
El siguiente cuadro recoge, en millones, la deuda pública de los ayuntamientos con más de 300.000 habitantes en el primer trimestre de 2017, en el mismo período de 2016, y la variación, según datos del Banco de España.


La Región sí reduce su deuda pública 

La Región de Murcia redujo su deuda en tres millones de euros durante el primer trimestre del año y se sitúa por debajo de la media de España en cuanto a deuda por habitante. Durante los tres primeros meses del año la deuda fue de 8.302 millones de euros.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Andrés Carrillo, explicó que "la clave para conseguir el equilibrio presupuestario es la revisión del sistema de financiación autonómica. La deuda de la Región tiene su origen en un mal sistema de financiación que genera unos ingresos insuficientes para financiar los servicios públicos fundamentales de sanidad, educación y políticas sociales".
Carrillo advirtió de que "el Gobierno regional está realizando un gran esfuerzo para equilibrar las cuentas públicas. El año pasado redujimos el déficit en más de 200 millones de euros y este trimestre la deuda se ha comportado de forma positiva, pero sin una financiación justa la deuda continuará aumentando".
La deuda de la Región por habitante se sitúa en 5.667 euros, por debajo de la media de las comunidades autónomas, que alcanza los 5.998 euros por habitante.
En términos de PIB regional, la deuda de la Región representa un 28,8 por ciento, con un descenso de tres décimas respecto al trimestre anterior. El ratio deuda/PIB se aleja de aquellas comunidades con un indicador mayor, como la Comunidad Valenciana, con un 41,5 por ciento, y Castilla-La Mancha y Cataluña que están en torno al 36 por ciento.
La Comunidad Autónoma cumplió con el objetivo de deuda fijado para el ejercicio 2016, "manteniendo su deuda por debajo del límite marcado y hubiéramos cumplido el objetivo de déficit si hubiésemos recibido la misma financiación que el resto de españoles", apuntó Andrés Carrillo, que añadió que "este sistema de financiación condena a la Región al último lugar en financiación por habitante, ya que cada murciano recibe 153 euros menos anuales que la media nacional".
El consejero puso como ejemplo que "la Región recibiría 225 millones de euros anuales más si estuviera financiada como la media de comunidades del país, y 1.216 millones de euros más al año si recibiera los ingresos de la región mejor financiada, que es Cantabria".

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