Por un momento parecían ganar en número los asistentes de
prensa y los asesores políticos a los vecinos curiosos y a los guardias
civiles apostados a las puertas del Teatro Victoria,
que a las once de la mañana ya había 'pasado' por los hocicos de los
perros entrenados para detectar explosivos y que se mantuvo toda la
mañana convenientemente vigilado no solo por las fuerzas de seguridad,
sino por algún que otro escuadrón de vecinas asomadas al balcón.
Por allí aparecieron puntuales todos y cada uno de los miembros del Gobierno regional, encabezados por el presidente, Fernando López Miras. También buena parte de los diputados de la Asamblea Regional, con la presidenta, Rosa Peñalver,
al frente. Y, por supuesto, una nutrida representación social en la que
destacaban responsables de universidades, de sindicatos y de empresas.
El sector empresarial, sin embargo, se sintió algo huérfano por la
ausencia del presidente de la patronal murciana Croem, José María Albarracín, de viaje en Madrid. Otro de los que faltó a la cita fue el secretario general de UGT en la Región de Murcia, Antonio Jiménez. O el pintor blanqueño Pedro Cano,
pese a que su fundación acogió después el llamado (y recuperado para la
causa) 'vino español'. Aunque una de las preguntas más repetidas,
al menos entre los miembros de la canallesca, era si alguien había visto
por allí a Pedro Antonio Sánchez.
El expresidente de la Comunidad evitó
pasearse por Blanca, al igual que Carlos Collado, como sí hizo por
ejemplo Alberto Garre o el que fuera médico de cabecera de la localidad y
hoy secretario general del PSOE de la Región, Rafael González Tovar,
que acudió bien escoltado por buena parte de la plana mayor del
partido.
Sin contar, claro, con la vicealcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, que se unió a la negativa del alcalde de la ciudad portuaria, José López,
a dar bola a un acto oficial del Día de la Región en la que primaron
las sonrisas y el buen rollo entre 'rivales'. También el calor, para
variar, que hizo que algún que otro invitado de etiqueta se aflojara la
corbata y pensara en camiseta.
Los coches oficiales de
lunas tintadas que llegaban hasta la plaza atravesando calles angostas
tenían que hacer alguna que otra maniobra para esquivar esquinas
traicioneras, mientras los invitados al interior del teatro aprovechaban
para hacerse alguna foto para el recuerdo. Entre otros, los diputados
nacionales del PP, que posaron junto a López Miras. «Dos masais en
Murcia es igual a ocho», había felicitado a los murcianos en Twitter
poco antes Teodoro García.
(*) Periodista
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