miércoles, 28 de junio de 2017

Sánchez mantiene a Madina como portavoz para evitar acusaciones de "purga" / Laura Caldito *

La segunda fase de los cambios en el Grupo Socialista en el Congreso con motivo de la vuelta de Pedro Sánchez a Ferraz ha dejado tres damnificados pero no ha afectado a destacados diputados que en la última batalla interna hicieron campaña activa por Susana Díaz y que seguirán en sus puestos como portavoces o en las mesas de las comisiones. 

Y entre quienes se mantienen está el diputado más enfrentado al secretario general: Eduardo Madina. Fue su rival en las primarias de 2014 y jamás recompusieron esa hostilidad, que persiste en lo personal y en lo político.

Después de casi tres años de silencio en el Congreso, Madina recuperó el perfil político cuando la Gestora le encargó la ponencia política del 39 Congreso. Enfrentados en las primarias de 2014, cuando la presidenta andaluza aupó a Sánchez hasta Ferraz, el diputado vasco se implicó mucho en la última campaña a favor de la presidenta andaluza.

Y con la victoria de Sánchez volvió a dar un paso atrás. De hecho, pidió, junto a José Carlos Díez, un relevo para no tener que defender el documento en el que había estado trabajando meses y que fue revisado por los 'pedristas' tras ganar las primarias. 

Ahora, el diputado vasco seguirá siendo el portavoz del PSOE en una comisión de relevancia, la mixta para la Unión Europea, en la que fue colocado por la Gestora para sustituir al 'pedrista' Pere Joan Pons en el marco de la profunda reorganización del Grupo Socialista tras la dimisión de Pedro Sánchez. 

Precisamente, Ferraz ha recordado esos cambios que hizo la dirección de lideró durante nueve meses el PSOE para defender que lo suyo no ha sido una purga. "En todo caso, purguita", bromeó el secretario de Organización, José Luis Ábalos, que aseguró que "el toque" que se ha hecho en el Grupo "es tan leve que no sabría identificarlo".

Es más, el 'número tres del PSOE se vanaglorió de que podrán seguir en sus responsabilidades personas "muy representativas" en tiempos de la Gestora y que "no se han cortado un pelo" contra el restaurado líder del partido. En su mente estaba, entre otros y sin lugar a dudas, Madina. Su relevo habría provocado una ola de acusaciones y la etiqueta automática de que estaban cometiendo una purga. 

Pero hacía días que Ferraz venía asegurando que los cambios en el grupo serían mínimos y que no se iban a dejar llevar por un ánimo "revanchista", como creen que hizo la dirección provisional tras la caída de Sánchez. Una pista fue la composición de la nueva dirección, en la que se incluyó a diputados que no habían hecho campaña por el ahora secretario general.
 
Si Pedro Sánchez hizo una Ejecutiva exclusivamente de fieles -con la única concesión de la entrada de Patxi López, en una dirección de 49 personas- en el Congreso de los Diputados ha querido entrar con cautela. Por eso, aunque situó como portavoz y portavoz adjunta a dos mujeres de su entera confianza, Margarita Robles y Adriana Lastra, nombró secretario general al 'patxista' Rafael Simancas, que es así el número tres del Grupo. 

Y cuando esta semana ha continuado la renovación con las portavocías, tampoco ha querido hacer una revolución. Según explicaban diputados próximos a Sánchez, se ha tratado hacer los "cambios mínimos necesarios" y a todos, dicen, se les puede aplicar una lógica.

De esta manera, explican, el cántabro Ricardo Cortés, que estuvo en la Gestora, ha dejado Defensa para que la portavoz sea la comandante en situación de retiro Zaida Cantera, acérrima 'pedrista' que hasta ahora no había sido premiada por el secretario general. La diputada por Madrid, fichaje para las elecciones del 20D, era la portavoz adjunta en la primera etapa de Sánchez y de ahí la quitó la Gestora, para poner a otra 'pedrista', Adriana Lastra, un cambio que, señalan algunas fuentes, entonces sí fue "inexplicable". 

Y también ven lógico que el turolense Ignacio Urquizu haya salido de la portavocía de Universidad para dejar su lugar al barcelonés Manuel Cruz, que a su vez cede la portavocía de Educación a Mariluz Seijo, responsable de estos asuntos en la Ejecutiva federal. 

Eso sí, menos argumentos ofrecenpara el tercer relevo: la salida del asturiano Antonio Trevín de la portavocía de Interior, en la que, para más inri, han colocado a otro 'susanista', el salmantino David Serrada, lo que, según algunas fuentes, ha generado algún malestar en la federación de Castilla y León, que se volcó con Sánchez en las primarias. 

Pero Trevín sabía que tenía muchas papeletas para ser uno de los represaliados; ejerció de portavoz de Susana Díaz desde el Congreso en campaña de las primarias, ha tenido algún enfrentamiento con la ahora portavoz del Grupo Socialista y acumula años de diferencias en Asturias con la ahora 'número dos' del PSOE y del grupo, Adriana Lastra.

Y se le considera el principal afectado por los cambios que han pasado de largo por otros 'susanistas' destacados que mantienen sus cargos. Además de Madina, están la vallisoletana Soraya Rodríguez (presidenta de la Comisión Mixta para la UE), la cordobesa María Jesús Serrano (que fue miembro de la Gestora y sigue como portavoz de Administraciones Públicas) y otros diputados andaluces que continúan en sus cargos. 

Pero, además, la nueva dirección socialista ha encontrado un acomodo para Antonio Hernando, como portavoz en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional. El antiguo amigo y compañero de Sánchez dimitió como portavoz del grupo la misma noche de las primarias, nada más conocer su victoria. 

E incluso se le ha dado una portavocía al malagueño Miguel Angel Heredia, que dejó la Secretaría General del Grupo y que ahora será la voz del PSOE en la Comisión de Pesca. Los 'pedristas' pidieron su cese como miembro de la dirección después de que, en plena precampaña, se conociera una conversación con militantes en la que cargaba contra fieles del ahora secretario general.

Todos los cambios se aprobaron en la reunión del Grupo Socialista de este martes, sin que nadie hiciera ninguna objeción. Según contaron algunos diputados, se expusieron los relevos y tras unos "espesos quince segundos" en los que nadie hizo uso del turno de intervenciones que se ofreció, se dieron por aprobados.

"Es que somos muy disciplinados", señalaba horas después uno de los diputados que no comulgan con la nueva dirección, que bromeaba con que ahora habrá menos discrepancias públicas, porque los antiguos 'díscolos' están al mando y el resto seguirá siendo "disciplinado". Eso sí, coinciden en agradecer las formas de la nueva portavoz. 

La autocrítica de la nueva dirección

En la reunión interna, Margarita Robles ha comenzado disculpándose por el modo en que se ha gestionado el cambio de voto en el acuerdo del CETA, como ya hizo el lunes en la reunión de la Ejecutiva la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y como también hizo Pedro Sánchez en su entrevista en Al Rojo Vivo de La Sexta, en la que informó de su reunión con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. 

Sánchez reconoció errores en la manera en la que la dirección anunció el cambio de posición y amplió la autocrítica a la falta de comunicación con los 'barones' que dominó en su anterior etapa en Ferraz. Pero defendió que ha tratado de resolver esos "problemas de comunicación y de coordinación" de esta primera semana de la nueva dirección, entre otras cosas, llamando a los dirigentes territoriales para explicar la nueva postura del PSOE en el CETA.

Eso sí, no habló ni con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ni con el de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Sí se puso en contacto con los presidentes de Andalucía, Susana Díaz; Aragón, Javier Lambán, y Extremadura, Guillermo Fernández-Vara.

A todos les reiteró que pueden confiar en que "les va a apoyar en el plano institucional". Otra cosa es, claro, que Ferraz no vaya a impedir que surjan candidaturas que les disputen el liderazgo del partido. En algunos congresos regionales habrá pelea.


 (*) Periodista


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