miércoles, 10 de mayo de 2017

Miles de operarios de 'Navantia' miran hoy a Arabia que les puede salvar la vida

MADRID.- El futuro de miles de empleos en los astilleros de Cádiz y Ferrol depende del viaje que el nuevo presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez a Arabia Saudí. Han sido muchos meses de promesas, de expectativas y también de polémica, sobre el encargo del país árabe de cinco corbetas a los astilleros españoles, publica http://www.lainformacion.com

Las cifras del megacontrato, el mayor en la historia de la compañía fuera de España, dejan claro lo mucho que hay en juego: 2.000 millones de euros, 6.000 puestos de trabajo directos e indirectos, siete millones de horas y cinco años de carga de trabajo. En caso de no lograrlo, peligrarían 4.000 empleos y la escasez de pedidos en las dos principales astilleros españoles provocaría una situación crítica: 
La empresa perteneciente a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) registró unas pérdidas de 165 millones en 2015 motivadas por la "ausencia de trabajo", y aunque no han presentado las cuentas de 2016 se apunta a un balance negativo histórico que rondaría los 200 millones. En definitiva, rondando la quiebra que, de momento, solo salva algún pedido de Australia.
García Vilasánchez tiene el objetivo de culminar lo iniciado por José Manuel Revuelta su antecesor, pero sobre todo del rey Felipe VI, el verdadero artífice de la negociación cuando viajó a Riad el pasado mes de enero. El monarca terminó de convencer a las autoridades saudíes que en principio dieron el visto bueno al contrato, más aún al tratarse una empresa pública, pero que aún tiene que ser ratificado por el gobierno saudí.
"La visita del Rey ha sido clave", auguraba hace unos meses el ex presidente de Navantia, que desde hace tiempo trabaja en la preparación del proyecto para agilizarlo lo máximo posible una vez que se refrende de forma oficial.
Pese a los 6.000 puestos de trabajo y los 2.000 millones, la operación ha tenido algunos 'palos en las ruedas' a nivel doméstico. Desde el primer momento Podemos, Izquierda Unida y organizaciones como Amnistia condenaron y criticaron la construcción de buques de guerra en las instalaciones españolas "para un país que no respeta los derechos humanos y genera dudas sobre su relación con organizaciones terroristas", según Pablo Iglesias.
Pero los alcaldes de Cádiz y Ferrol, de sus propias filas, enseguida apostaron por sus ciudadanos. Tanto José María González 'Kichi' en Cádiz, como el alcalde de Ferrol en Común, Jorge Suárez, atemperaron los ánimos y consideraron el beneficio económico para las castigadas poblaciones de sus ciudades.
Ahora, el presidente de Navantia mantuvo varios encuentros tanto el lunes como el martes con altos representantes de la Marina y el Ministerio de Defensa saudí, quienes han confirmado el máximo interés por cerrar el contrato de las corbetas.
Según Navantia la opción de lograr este contrato "resulta estratégica" por las excelentes oportunidades que presenta, por el buen posicionamiento en toda la zona de Oriente Medio con potenciales clientes interesados en sus productos y, sobre todo, por la carga de trabajo para sus astilleros y la industria auxiliar, "que supondría un gran impulso económico en las zonas de influencia y en la industria de defensa española".
Además de las construcción, la empresa española también realizaría el mantenimiento de los buques, instruirá a la tripulación y modernizará la base naval de Jubail, en el golfo pérsico. Tres de las corbetas se construirán en Cádiz y las otras dos en Ferrol.

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