lunes, 15 de mayo de 2017

Victoria a los puntos de Patxi López / José Oneto *

Patxi López, el ex lehendakari vasco que gobernó Euskadi  con el Partido Popular, en unas de las etapas más difíciles  del conflicto vasco, el que menos avales ha conseguido como candidato a las primarias socialistas que se celebrarán el próximo domingo 21 de mayo, y, al que todos piden que sume su voto al de Pedro Sánchez, es el que realmente ha ganado el debate entre los tres candidatos a la secretaria general del PSOE celebrado este lunes en la sede del partido en la calle Ferraz de Madrid.

Algo inesperado, cuando las encuestas, los sondeos y los análisis más objetivos , daban a Pedro  Sánchez como ganador de este único debate que se ha celebrado en el mismo escenario en el que hace siete meses, tuvo lugar  lo que fue la mayor crisis vivida por el partido, desde la crisis del decisivo Congreso de Suresnes  (Francia), en el que una nueva dirección, liderada por un jovencísimo Felipe González ,”Isidoro” en la clandestinidad,  terminó con el  reinado, entonces, del secretario general, el histórico Rodolfo Llopis.

Ya desde el principio, cuando tanto Sánchez como Díaz,  habían prometido un  debate sin tensiones y entre compañeros, el choque entre la presidenta  andaluza y el ex secretario general, empeñado en recuperar el puesto del que fue descabalgados en  octubre, pareció inevitable.  “Pedro, yo comprendo que la decisiónn de la abstencion  fue dolorosa”, empezó Díaz, pero eso se produjo  después del mayor desastre electoral protagonizado  precisamente por Sánchez, entre otras razones porque, segun Díaz, el votante, al final,  no sabía  si estaban votando  al PSOE pro Ciudadanos, el que iba a ir de la  mano de Podemos o el de la bandera más grande que la de Aznar ”.

Ese fue el comienzo de un debate en el que al principio el tercero en discordia, Patxi  López parecía que estaba allí, haciendo un “Cameo”,  porque, el enfrentamiento entre los dos,  no dejaba el menor hueco para que el vasco colocase su mensaje.  Diaz y López parecían haberse puesto de acuerdo en el ataque a  un Sánchez, sorprendido de la dureza de los ataques de la presidenta andaluza que le echaba en cara que el problema  era él, que había recibido los apoyos de los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero  y que al final, se había quedado sólo,  porque hasta sus portavoces en el Congreso y en el Senado, Antonio Hernando y Oscar  López, le habían abandonado.

Como se esperaba el cruce de acusaciones se intensificó cuando se abordó el tema de las nacionalidades, un tema que, junto con posibles acuerdos con Podemos, había sido matizado días antes del debate despues de nuevas aportaciones  al programa que habían coordinado José Félix Tezanos y Manu Escudero. 

Sánchez ha querido demostrar que no es el único que cambia de opinión y por eso ha asegurado que Díaz “votó por el Estatut cuando era diputada y apoyó un informe en el que se decía que España es una nación de naciones”. Y añadió que luego “culpó a José Luis Rodríguez Zapatero por aceptar el Estatut y más tarde dijo que nación es un término discutible”.

Díaz  en un tono en el que llamó varias veces “querido” a su contrincante,  no  tuvo reparos de acusarle de mentiroso y que estaba faltando a la verdad “Faltas a la verdad porque yo no he aprobado ningún informe de la plurinacionalidad. Eres muy imaginativo con esa idea de la nación de naciones cultural. Yo estoy con la Declaración de Granada que reconoce la diversidad, pero también la igualdad de todos los ciudadanos”. 

Por su parte Sánchez  insistía en que es la candidata andaluza quien no mantiene siempre la misma posición: “Dijiste se puede negociar el término nación. Puede que ahora hayas cambiado de opinión. Y para volantazo el del 1 de octubre de espaldas a los votantes”, algo que venía a incidir en esa imagen de que había sido ella la que,  al final, le había clavado el puñal para poner  fin a su mandato.

Entre acusaciones de uno y otro (es verdad que Díaz estuvo más agresiva que  Sánchez) poco a poco fue recuperándose el “tercer hombre” , que fue introduciendo  racionalidad a un debate que todos habían prometido que iba a ser hasta cierto punto pacifico, pero que estuvo a punto de terminar casi, como el Comité Federal del 1 de octubre.

En resumen: victoria a los puntos de López, sin que en estos momentos pueda calibrarse a quienes quita esos miles de votos que puede haber ganado en el debate de este lunes, teniendo en cuenta que no son muchos los que a estas alturas permanecen aún indecisos…


(*) Periodista y economista


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