No es un hombre de demasiadas pompas
Fernando López Miras. Y así se lo hizo ver a sus consejeros, que tomaron
posesión en el acto más austero que se recuerda. Ellos solos, en la
antesala del despacho presidencial de San Esteban, sin familiares, sin
amigos, sin compañeros de partido, sin besamanos por parte de pelotas
que aprovechan siempre este tipo de citas para ver si rascan algo.
Solo
estaban junto a ellos las tres consejeras salientes, la secretaria
general de la Presidencia, María Robles (encargada de leer el decreto de
nombramiento), el personal de San Esteban y unos pocos representantes
de los medios de comunicación, pues otros periodistas tuvieron que
quedarse en una sala anexa y seguir el acto a través de la televisión de
plasma, al más puro estilo Rajoy.
Además, Fernando López Miras
les hizo esperar. Cuando salió de su despacho, saludó uno a uno a los
miembros de su Gobierno, intercambiando unas breves palabras, y besó a
las destituidas.
Todos los consejeros optaron por jurar en lugar
de prometer (en la anterior toma de posesión, María Dolores Pagán puso
la nota discordante). Pedro Rivera, tras hacer público su compromiso de
guardar y hacer guardar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de la
Región, se volvía a su sitio sin dar la mano al presidente, aunque al
final rectificó.
María Robles se lió con el nombre de la
Consejería de Juan Hernández Albarracín, incluyendo por error
´Desarrollo´ (antes el departamento se llamaba de Desarrollo Económico).
Tras la jura, el nuevo Consejo de Gobierno se hizo la foto
oficial en el patio de las columnas del Palacio de San Esteban, el mismo
sitio en el que Pedro Antonio Sánchez solía hacer sus comparecencias
más solemnes. Y enseguida a la primera reunión, en la mesa redonda donde
tenían lugar las deliberaciones del equipo de PAS.
Lo que llamó
la atención a algunos es la manía que tienen los gobernantes de variar
los nombres a los departamentos en cada remodelación que realizan. En
este último caso, ha chirriado especialmente el cambio de ´Sanidad´ por
´Salud´ y el de ´Hacienda y Administración Pública´ por ´Hacienda y
Administraciones Públicas´, lo que obligará a hacer de nuevo rótulos,
placas y membretes, con el gasto corriente que eso supone. ¿Qué
necesidad?
Los consejeros entrantes y el personal del Palacio de
San Esteban se mostraron muy cariñosos con las consejeras salientes,
especialmente con Encarna Guillén, a la que se le veía emocionada, como
en el acto en el que ella misma anunció que dejaba, a petición propia,
el Ejecutivo.
http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/05/06/jura-soledad/826971.html
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