MADRID.- El interés
de Bankia en una posible operación corporativa con Banco Popular
no alterará el calendario previsto para proceder a su fusión con
Banco Mare Nostrum (BMN), una operación que debería recibir el visto
bueno por parte de los consejos de administración de ambas
entidades a mediados del mes de junio y que consolidará todavía
más el sector financiero español a finales de 2017 o comienzos de
2018.
Según
informaron fuentes financieras, el interés de Bankia
en Popular, confirmado por propio ministro de Economía, Industria y
Competitividad, Luis de Guindos, no interfiere en los plazos que ya
manejaban ambas entidades antes de que el banco presidido por Emilio
Saracho solicitase una manifestación de interés preliminar por parte de
sus potenciales compradores.
El calendario que manejan tanto Bankia como BMN contempla que los
consejos de administración de las dos entidades den el visto bueno a la
transacción a mediados del mes de junio, por lo que el acuerdo sobre la
ecuación de canje de acciones podría cerrarse a finales de mayo o
principios de junio, aseguran estas mismas fuentes.
No obstante, las fuentes conocedoras del proceso han asegurado que, por el momento, "no hay nada absolutamente acordado",
por lo que los plazos otorgados son aproximados y dependerán, en última
instancia, de cómo concluya el proceso de negociaciones.
Los equipos financieros, legales y de riesgo de ambas entidades se
encuentran actualmente inmersos en el estudio de las posibles
condiciones y el precio --la ecuación de canje-- de la operación, que
cuenta con el respaldo del Ministerio de Economía y del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
De cumplirse los plazos inicialmente previstos, las cúpulas
ejecutivas de las entidades presididas por José Ignacio Goirigolzarri y
Carlos Egea también convocarían las respectivas juntas de accionistas a
mediados de junio para su celebración a finales de julio con la
intención de dar 'luz verde' al proceso de fusión antes de agosto.
En este caso, a partir de septiembre, se iniciaría el procedimiento
de integración entre Bankia y BMN, que requiere el visto bueno de las
organismos regulatorios pertinentes, para completar la operación a
finales de 2017 o comienzos de 2018, lo que representaría un nuevo paso
en la consolidación del sector bancario español, una condición requerida
en reiteradas ocasiones tanto por las autoridades españolas, como por
las comunitarias.
A este respecto, la absorción de Banco Popular por parte de uno de
los grandes bancos españoles supondría otro avance más en este proceso,
aunque la venta es por el momento una de las opciones estratégicas que
baraja la entidad, puesto que también estudia el lanzamiento de una
ampliación de capital, tal y como afirmó Saracho durante la última junta
de accionistas.
El próximo 30 de junio expiran las restricciones impuestas por
Bruselas a Bankia en el marco de su plan de reestructuración hace ya
cinco años, por lo que la entidad podrá participar a partir de entonces
en operaciones corporativas como la posible adquisición de Popular. Esta
operación convertiría a Bankia, participada en un 66% por el Estado a
través del FROB, en una de las entidades con más presencia en España un
lustro después de su rescate.
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