MURCIA.- El ex presidente de la Región de Murcia Alberto Garre consideró este miércoles que el nuevo regidor autonómico, Fernando López Miras, necesitará el apoyo del PP a nivel nacional para acabar con la corrupción, ya que "la regeneración no depende del nuevo presidente de la Región de Murcia, eso depende del más mayorcito presidente de la nación de España".
Garre hizo esas declaraciones a los medios de comunicación
al finalizar la toma de posesión de López Miras, que tuvo lugar en la
mañana del miércoles en el Palacio de San Esteban de Murcia y en el que
participó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El ex presidente señaló que sus impresiones tras la toma de
posesión son "las mismas que pueda tener cualquier murciano" en un
momento en el que "hay muchas interrogantes".
No obstante, consideró que cuando juró el cargo el anterior
presidente, Pedro Antonio Sánchez, que dimitió el pasado 4 de abril tras
su imputación en el caso Auditorio y antes de la celebración de una
moción de censura contra él, "estaba en unas circunstancias mucho más
difíciles de las que tiene el presidente López Miras y, por lo tanto si a
aquel se le dieron cien días, al menos 101 se le pueden dar a López
Miras".
"Lo que queda de legislatura dependerá mucho del ánimo y la
voluntad política que tenga el actual presidente", consideró, e insistió
en que para cumplir sus compromisos necesitará el apoyo del Gobierno de
la nación, sobre todo, "para erradicar algo que tanto daño está
haciendo a la democracia como es la corrupción política".
En ese sentido, insistió en que "la regeneración no depende
del nuevo presidente de la Región de Murcia, eso depende del más
mayorcito presidente de la nación de España".
Sobre el discurso que ha realizado la vicepresidenta,
subrayó que deberá "ratificarlo con hechos" y lamentó que el aumento
presupuestario que experimentó la comunidad autónoma durante su mandato,
en 2015, "se ha perdido en dos años".
Por último, aseguró que "hoy por hoy" no se plantea volver a
la política, ya que está "muy feliz" de volver a ejercer la abogacía,
pero "eso no quita para que si algún día siento que la sociedad a su vez
necesita de personas que pongan su hombro y su apoyo y que yo vuelva a
la política, lo haré".
En cualquier caso, insistió en que "estas cosas hay que
pensárselas mucho" y reiteró la idea de dejar pasar al menos 101 días
para valorar la actuación del nuevo presidente.
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