MURCIA.- El presidente de la Comunidad Autónoma, el imputado Pedro Antonio Sánchez López, anunció finalmente este martes al Consejo de Gobierno su dimisión, que luego hizo pública en una rueda de prensa sin preguntas, acompañado por los hasta hoy miembros de su Ejecutivo, que quedan en funciones; por su mujer, la antequerana Nuria Navajas, y por la nueva secretaria general del PPRM, la concejala de Murcia Maruja Pelegrín, ocultando que se veía obligado a hacerlo tras un ultimatum anoche de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ante la amenazante sangría de votos del partido en toda España como consecuencia de la ya muy larga crisis institucional en la Región de Murcia, artificialmente mantenida viva por el ahora dimisionario contra toda lógica procesal, política y partidista.
El imputado Sánchez seguirá, no obstante, de momento al frente del Partido Popular de la Región de Murcia, según confirmaron fuentes de la formación, que añadieron que también mantendrá su escaño en la Asamblea Regional - así no pierde el aforamiento - para poder tener un sueldo mientras encuentra otro trabajo fuera de la vida pública, casi con toda seguridad lejos de la Región de Murcia.
El ya expresidente, investido en junio de 2015 con el apoyo de C's, se encontraba en el ecuador de su mandato. La consejera de Presidencia, María Dolores Pagán, queda en funciones al frente del Gobierno regional.
Sobre su situación judicial, agravada ayer con la petición de imputación del instructor del caso Púnica, Eloy Velasco, el expresidente subrayó cariacontecido y como siempre, que «todo está muy claro y todo se irá aclarando más».
El imputado Sánchez hizo hincapié en que la decisión de dimitir la ha tomado libremente y mostró su disposición a ayudar a la justicia para que siga trabajando sin condicionantes y sin presión.
«Lo que está ocurriendo no es justo», dijo, aunque no ha aceptado preguntas ante su comparecencia ante los medios, como venía siendo habitual en él durante los últimos días.
El imputado Pedro Antonio Sánchez presidió hoy su último Consejo de Gobierno en el Palacio de San Esteban, tras enviar su carta de dimisión a la presidenta de la Asamblea Regional, la socialista Rosa Peñalver una vez que, ante su resistencia numantina frente a los deseos de Génova, se ha buscado esta misma mañana una salida negociada, prometiéndole que será rehabilitado si no prospera ninguna de las dos investigaciones judiciales contra él, extremo harto improbable ahora.
En su despedida Sánchez ha dejado claro que no se cierra a nada en el futuro. La dirección nacional, desde hace una semana no veía otra salida que la dimisión pero desde ayer Génova puso en marcha la maquinaria para conseguir hoy su renuncia, sí o sí.
Fue anoche mismo cuando el imputado Sánchez fué conminado desde Génova 13 a presentar hoy su dimisión sin más demora y, a tal efecto, se trasladó a Murcia el coordinador general del Partido Popular, Fernando Martínez-Maillo, a instancias del presidente Mariano Rajoy y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y no sólo para decirle que tenía que dimitir del Ejecutivo sino para que vaya pensando también dejar la dirección del PPRM, que asumió apenas hace unos días, y hasta su escaño en la Asamblea Regional tras haber desobedecido durante bastante tiempo a la cúpula nacional del PP.
El imputado Sánchez pretende, sin embargo, conservar sine die la dirección del partido a nivel autonómico, así como la dirección del grupo parlamentario en la Asamblea y, al mismo tiempo, apartarse de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de forma temporal, designando como sustituto a unos de sus imberbes vicarios en espera de poder regresar a San Esteban una vez sea exculpado en los juzgados.
No es eso lo que desea La Moncloa, desde donde han sondeado a la silente estos días, Patricia Fernández, diputada regional y alcaldesa de Archena, a través del delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís de Querol, quien ayer acudió hasta su despacho del Ayuntamiento en busca de su aceptación por encargo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría.
Los alcaldes de Yecla y Lorca, Marcos Ortuño y Francisco Jódar, respectivamente; así como el portavoz del PP, Víctor Martínez; y el coordinador general, Fernando López Miras (su preferido), son los nombres que Pedro Antonio barajaba como posibles candidatos a sucederle y presidir la Región de Murcia. Pero Madrid no desea un sucesor designado por el dimisionario ante la necesidad de cierta ruptura con la etapa anterior. Lo de López Miras es más una necesidad del imputado que la voluntad de Génova.
El líder de la Oposición en la Asamblea, el socialista Rafael González Tovar, ha afirmado por su parte esta mañana que la renuncia de Sánchez es "necesaria pero no suficiente". Para el líder socialista, ni el imputado Sánchez ni el PP deberían haber permitido en el debate de investidura "que se eligiera como presidente a una persona con la espada de Damocles y que ha hecho una gestión pésima y horrible de esta crisis".
Respecto a la dimisión del imputado Sánchez, ha considerado que ha renunciado al estar "acorralado políticamente y por la justicia", al tiempo que ha criticado que esta crisis política haya durado dos años, desde su investidura en mayo de 2015.
"Se ha ido mintiendo, tal y como entró", ha dicho.
El grupo parlamentario socialista en la Asamblea Regional ha retirado la moción de censura, que ha decaído al haber renunciado hoy el imputado Sánchez a la presidencia del Ejecutivo murciano. De este modo podrán presentar otra en cualquier momento sin tener que esperar un año.
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