jueves, 27 de abril de 2017

El juez rastrea el posible desvío de comisiones del cartagenero Zaplana a través de paraísos fiscales

VALENCIA/MADRID.- El cartagenero Eduardo Zaplana, expresidente de la Generalitat valenciana y exministro de Trabajo, siempre ha sorteado las sospechas de corrupción. Sobrevivió al caso Naseiro y, desde entonces, aunque su nombre siempre planeaba sobre varias de las causas más mediáticas, nunca nadie ha podido acreditar su vinculación con ningún caso de corrupción.

Sin embargo, parece que la suerte se le ha terminado. A la investigación de posibles cobros de comisiones ilegales en el marco de la Operación Lezo, tal como ha informado en exclusiva Valencia Plaza, se unen ahora las sospechas, con varias pruebas documentales que las refrendan, del magistrado instructor, Eloy Velasco, de que Zaplana utilizó, presuntamente, paraísos fiscales para evadir del fisco y de la Justicia esas supuestas 'mordidas' de empresas.

Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación, se han solicitado comisiones rogatorias desde la Audiencia Nacional a diferentes paraísos fiscales entre los que se encuentran, Liechtenstein, Gabón, Luxemburgo, Islas Caimán, Panamá, Colombia y Santo Domingo.

Hasta el momento, el juez instructor de la Operación Lezo ha recibido la respuesta de dos de estas comisiones rogatorias enviadas desde la Audiencia Nacional. Valencia Plaza ha podido saber que, dentro de las contestaciones, varios de los acusados, entre los que están Eduardo Zaplana y el presidente de la constructora OHL, Juan Miguel Villar Mir, salen "muy mal parados", según las fuentes consultadas. Al parecer, estas comisiones rogatorias contestadas desde paraísos fiscales podrían acreditar el circuito que habría seguido el dinero ilícito por el que se investiga a Zaplana y Villar Mir.

El magistrado está esperando un informe para citar a declarar a varios de los nombres de la lista de 60 personas que aparecían en el auto de prisión de Ignacio González. Entre estos nombres está, según las mismas fuentes, el de Eduardo Zaplana, al que el magistrado citará como investigado y sobre el que la Fiscalía Anticorrupción no descarta pedir ningún tipo de media cautelar, incluida la prisión provisional sin fianza. El día de la citación dependerá de la rapidez con la que los investigadores redacten el citado informe.

Operación Lezo
La operación se inició el pasado miércoles 19 de abril con la orden para detener a 12 personas, entre las que se encontraban el expresidente de la comunidad de Madrid Ignacio González, su hermano Pablo y su cuñado José Juan Caballero.

A estos detenidos se añadió uno más días después, con la detención del consejero de OHL Javier López Madrid. No obstante, de esas trece, tres fueron puestas en libertad y dos se encuentran en el extranjero. Las acusaciones contra los detenidos son por los delitos de malversación, organización criminal, cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales, prevaricación y fraude.

La acusación del juez se dirige contra un total de 58 personas, según consta en el auto remitido por el citado magistrado a los registros de la propiedad, con el fin de embargar los bienes de algunos de ellos.

Por otra parte, el sumario de la operación Lezo recoge numerosas conversaciones de Ignacio González y Eduardo Zaplana sobre negocios para lavar presuntamente “capitales de origen ilícito” y generar nuevos ingresos. Uno de los más destacados se quedó a mitad de camino, pero la Guardia Civil describe cómo intentaron mover sus hilos para dar un pelotazo. 

Según ha podido saber El Confidencial, los exdirigentes del PP de Madrid se ofrecieron a un empresario inmobiliario de Tenerife, Conrado Rodríguez López-Braun, para ayudarle en un litigio que mantiene con el Ministerio de Defensa por el uso de una parcela. A cambio, esperaban conseguir “una contraprestación económica”.

La primera comunicación sobre este asunto se produjo el 22 de julio de 2016. González llamó a Rodríguez para hablar sobre los terrenos y cerrar un encuentro en Madrid, que finalmente se produjo el 1 de agosto en el Hotel Eurobuilding. Al día siguiente de la reunión, González y Zaplana hablan por teléfono. “Tiene muy buena pinta, este es… debe ser uno de esos cacicotes canarios...”, contó el expresidente de la Comunidad de Madrid a su socio. Zaplana añadió información: “Él [Rodríguez] lo que quiere es, si somos capaces de… con toda la base jurídica que el tío tiene y la sentencia y tal, coño, y como es razonable buscar un acuerdo, el que sea...”.

Se refieren a una sentencia que reconoció la propiedad de la familia Rodríguez sobre una terrenos utilizados por Defensa en el paraje de Hoya Fría, al sur de Santa Cruz de Tenerife. Para poder seguir ocupándolos, el Ministerio accedió a pagar al empresario un alquiler anual de 200.000 euros, pero el acuerdo expiraba en octubre de 2016. El empresario quería sellar con Defensa un pacto definitivo para que sus herederos no tuvieran que volver a preocuparse de este asunto.
El presunto cabecilla de Lezo plantea una posible estrategia para intermediar en la operación: “...ahora, pues nosotros podemos hacer una gestión, pero esto ahora mismo está muerto, está todo parao y no interesa, yo creo que es quemar una nave pa nada ¿sabes? Porque si realmente hubiera una posibilidad pues… bueno, oye, si surge lo podemos hacer, yo creo que hay que esperar que éste [Mariano Rajoy] forma o no Gobierno...”. El expresidente de la Comunidad de Madrid se refiere a la incertidumbre política que existía en ese momento. Pedro Morenés estaba en funciones al frente de Defensa y el PSOE negociaba un acuerdo de legislatura.
Sin embargo, las dudas se despejaron en octubre cuando el PSOE aceptó abstenerse para facilitar un nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy. El 3 de noviembre, se conoció que Morenés abandonaba el gabinete y asumía la cartera de Defensa la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. Es en ese momento cuando González y Zaplana retoman el asunto de Hoya Fría y diseñan un nuevo plan para tratar de favorecer los intereses del dueño del suelo.
El 8 de noviembre, en otra conversación entre ambos captada en el despacho que el expresidente madrileño abrió en el número 89 de la calle de Alcalá de Madrid, Zaplana propone: “Hay dos vías ahora para hacer lo de los terrenos, uno eres tú, que te llevas bien con María Dolores [de Cospedal] y la otra, que no he hecho nada todavía, es José Antonio Sánchez, que es íntimo amigo del marido de María Dolores (…) ¿Qué vía tomamos?”. 
 El José Antonio Sánchez al que se refiere Zaplana es el actual presidente de RTVE, nombrado por el PP en octubre de 2014. A ambos les une una amistad que se remonta a la época de Zaplana como alcalde de Benidorm. En cuanto al marido de Cospedal, se trata de Ignacio López del Hierro. Están casados desde 2009.
González responde a Zaplana que sería mejor dejar pasar unos días antes de entablar contacto: “No, vamos a ver, yo creo que, yo creo que hay que dejarle a María Dolores que aterrice”. “Que aterrice, eso sí”, asiente el exportavoz del Gobierno de José María Aznar. “Se agobia y, segundo”, añade luego el presunto cerebro de la operación Lezo, “porque yo creo que, por lo que me llega a mí, que lógicamente va a limpiar, y lo que me dicen a mí...”.
Segundos después, González explica a Zaplana que el asunto de Hoya Fría lo ha llevado hasta ahora un general. “Ahí, el tío que lo lleva es el general ese que conoce el Conrado, este me que estuvo comentando a mí y tal… si ese tío sigue, pues lo único que hay que hacer es en el momento que tengamos la confirmación de que ese tío sigue es ya llamar a esta tía [Cospedal] y con la que hayan puesto ahí, que no sé quién se llevará a la Secretaría de Estado [de Defensa], pero no creo que deje al otro que tenía [su antecesor, Pedro Morenés]”.
La Guardia Civil concluye que no hay ninguna evidencia de que las gestiones de González y Zaplana llegaran a generar algún tipo de resultado pero, a juicio de los investigadores, estas conversaciones son relevantes porque confirman que los dos exdirigentes del PP se habían concertado para tratar de “procurarse un beneficio económico” utilizando su relación o influencia sobre otros cargos políticos.
Un portavoz oficial del Ministerio de Defensa ha asegurado a El Confidencial que ni González ni Zaplana se han puesto en ningún momento en contacto con Cospedal, ni con el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, ni con ningún otro miembro de su equipo. Fuentes del entorno de Ignacio López del Hierro también niegan a este a diario que el empresario hablara con alguno de ellos. “Nada de nada de nada. Ni lo más mínimo. Ni sobre ese asunto ni sobre ningún otro”, afirman estas fuentes.
Los investigadores también detectaron que González envió tres SMS a Cospedal. El primero lo escribió el expresidente autonómico el 3 de noviembre, el mismo día que se conoció que la expresidenta de Castilla-La Mancha iba a asumir la cartera de Defensa. González lo remitió a un móvil de trabajo de la Secretaría General del PP. 
Según ha podido saber El Confidencial, fue un mensaje de felicitación por su nuevo cargo. El 15 de noviembre se produjo un nuevo mensaje. Fue un SMS de respuesta desde el móvil de la Secretaría General del PP al teléfono de González. Las mismas fuentes aseguran que su contenido se limitaba a agradecer la felicitación por el nombramiento. Y finalmente, González mandó un tercer SMS al mismo móvil el día 17 del mismo mes. Ya no se registraron más comunicaciones. En todo caso, estos mensajes no han sido analizados por la Guardia Civil por carecer de trascendencia para la investigación.
No son las únicas gestiones que realizó González para conseguir ayuda de miembros del Gobierno de Mariano Rajoy. Como reconoció este martes el Ministerio de Justicia, el cabecilla de la trama Lezo remitió un mensaje al titular de la cartera, Rafael Catalá, para felicitarle por su continuidad al frente de ese departamento. Catalá respondió con un mensaje de agradecimiento y aliento: “Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se terminen pronto los líos”.
El hermano de González, Pablo, también imputado en el caso por el desvío de fondos de la empresa pública Mercasa, hizo otro movimiento para reunirse con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Según ha reconocido Interior, la reunión se produjo finalmente el 8 de marzo. Duró unos 15 minutos y, según el Ministerio, en ningún momento se habló de la investigación secreta de la que estaban siendo objeto los miembros de la familia González. 
Con todo, según ha podido saber El Confidencial, tras salir de esa cita con Nieto, Pablo telefoneó a su mujer y dejó un mensaje enigmático: “Acabo de salir de ver al secretario de Estado de… ya te contaré”. La Guardia Civil ha confirmado que, cuando se produjo esa conversación, el móvil de Pablo González estaba posicionado cerca de la plaza Alonso Martínez y la calle Zurbano, en las proximidades de la Secretaría de Estado de Seguridad.
El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, admitió este martes en el Senado que también recibió una llamada de Ignacio González en noviembre para felicitarle por su nombramiento. Zoido aseguró que González le propuso tomarse un café pero, después de ese contacto, nunca llegó a reunirse con él.

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