sábado, 15 de abril de 2017

El macizo de la raza / Ramón Cotarelo *

Continuación del post de ayer, Nacionalcatolicismo. La semana santa podría llamarse la semana española porque es en ella cuando la esencia de la raza se manifiesta en todo su esplendor. Ahí está el poder político, del ganchete con el militar, participando en una ceremonia religiosa de mucha fama, la procesión del Cristo de la buena muerte. 
 
Lo de menos es que este paso sea portado por legionarios, aunque es lo que más se comenta. Por si no lo fuera suficientemente, alguien tuvo la peregrina idea de que esos mismos legionarios fueran a cantar su himno (el que glorifica a la muerte) a los niños del pabellón de oncología en un hospital de Málaga. Venían, además a acercarles el Cristo de la buena muerte.

Lo de más es el nombrecito del paso, el Cristo de la buena muerte, obviamente un deseo salido de lo más profundo de los terrores de la muerte. Los terrores del catolicismo, inventor de eso de la condenacion eterna. Un paso que condensa el espíritu de la raza: el Cristo de la buena muerte portado por los novios de la muerte. Las postrimerías en andas de una milicia especial que se llamó en su origen "tercio de extranjeros", a imitación de la legión extranjera francesa.

Estas fechas de congoja y aflicción que las autoridades civiles, militares y religiosas católicas imponen a la población general conviven hace años con la frívola tendencia de la gente a largarse a las playas a torrarse al sol. Una dualidad que permitía luego admoniciones eclesiásticas sobre la liviandad de las costumbres y el abandono de los deberes. Pero ahora les ha salido un temible competidor con internet, las redes y la multiplicación de imágenes, mensajes, memes. Un ejemplo de contestación avasallador que reproduce las noticias con comentario libre.

Muy buena idea la de El Plural de hacer un seguimiento de los tuits de un tuitero famoso, @diostuitero con un Cristo con gafas de sol en el perfil y que suele despedirse con un "Mi paz o dejo, mi paz os doy. Seguid rezando que yo me voy". Merece la pena ver los tuits que recopila El Plural porque, además, contienen imágenes francamente divertidas.

Las redes son temibles. Twitter es un equivalente a los confidenciales, pero abierto a todos. Determina lo que es noticia y lo impone en los medios, mucho más lentos, espesos y doctrinarios. Twitter es la vida que sale al paso de los pasos y los ridiculiza y los expone en su ridiculez. Porque el punto central de la esencia nacionalcatólica española es la España negra.

Las irreverencias de Twitter e internet en general (ámbitos llenos de descreídos y de elegetebés) forman también parte del macizo de la raza, la que recurre al sarcasmo, la burla, la mofa porque no puede hacer otra cosa.

La parte del humor negro.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

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