lunes, 10 de abril de 2017

Meter la pata / Adrián Ángel Viudes *

Fin del primer acto de este horrible culebrón. Llorosa y mendaz despedida del Presidente PAS con el cuello cortado por los suyos utilizando el hacha prestada por Ciudadanos

Durante la tediosa representación, el actor principal y alguno de los secundarios no han parado de repetir como papagayos consignas prefabricadas para intentar despistar al respetable.

Una de las más empleadas ha sido “No es igual meter la pata que meter la mano”.

Confieso que de tanto oír el “mantra” me vi en la necesidad de averiguar porqué los antiguos empleaban para referirse a alguna gran equivocación el término pata en vez de pierna, o jamba, o extremidad, o remo, que por algo nuestro idioma es tan rico en vocablos.

Una vez investigado el asunto puedo decir que nada tiene que ver el dicho con la extremidad del animal. Invito a mis lectores a acudir a un pasaje del Antiguo Testamento: el del Arca de Noé, y al comentario de Teofrasto de Hieracómpolis: Yahveh harto de tanto desmán, decide castigar a los humanos mandando el mayor diluvio que se pueda imaginar. Para que quedara muestra de su creación, ordena a Noé que construya un Arca, y además de su familia, embarque a cada una de las parejas del reino animal.

Conociendo la fama de envidiosa de la hembra del pato, y temiendo algún tipo de rebelión a bordo que diera al traste con su propósito de salvación ordena a Noé que no embarque a la pata, y a cambio reducirá en más de un mes los días de diluvio.

Terminada la tempestad y viendo Noé que no hubo reducción, proceda a reclamar y Yahveh le responde: “Noé, Noé, me desobedeciste “HAS METIDO LA PATA”.

Aclarado lo referente a la extremidad del animal, pasemos a comentar la malhadada consigna.

Claro que no es igual meter la pata que la mano, por eso en función del pecado así debe ser la penitencia. Al político que mete la mano se le manda a la cárcel, y al que mete la pata, a su casa.

Una y otra y otra vez, hasta cansarnos, ha repetido el Presidente Sánchez “Los seis millones de la subvención están invertidos en el Auditorio” o sea que, según él, puede haber metido la pata; pero si el valor de las obras, según expertos, es mucho menor que el de la subvención, alguien ha metido la mano

Doña Consuelo, la Juez de Lorca, asegura en su escrito razonado que existen indicios de que el señor Presidente ha cometido hasta cuatro graves delitos y debe ser investigado y en su caso acusado por el TSJM dada su condición de aforado. Por cierto que cuando presuntamente delinquió no era aforado; menudo tejemaneje han hecho los políticos para blindarse ante posibles desmanes.

Y ahora por si faltara madera para la hoguera que los del PP han encendido y alimentado, resulta que don Eloy Velasco, el Juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Púnica, dice, y se lo hace saber al TSJM en escrito razonado, que el señor Presidente ha cometido tres delitos, uno de ellos el de fraude que según jurisprudencia del Supremo basta con la intención no hace falta que aparezca el pago con dinero publico ya que eso sería malversación.

PAS ha tenido que aceptar la decapitación a cambio de colocar un jovencito e ignoto delfín que le guarde el sillón por si vuelve; y para final del primer acto, antes de hacer el mutis, se despide con un pésimo discurso mendaz, lleno de tópicos, intentando de nuevo engañarnos y asustarnos con el invento del tripartito.

“Ni ese señor es nadie, ni Murcia, políticamente hablando, tiene peso alguno, dejemos el tiempo correr que este calentón dura un par de días”, parece que fue la primera reacción del señor Rajoy, el medidor de tiempos, al saltar el escándalo. ¡Que Santa Lucía le conserve la vista!
 
¡Que desastre de planificación! Cuanto asesor inútil. Cuanto daño han hecho a nuestra Región.

El culebrón no ha finalizado. Preparémonos para seguir sufriendo.

Resulta que PAS era la pata que Valcarcel-Noé no debió nunca embarcar en el Arca.

El Gran Jefe Rajoy dixit: “Ramón Luis, Ramón Luis, has metido la pata. Ahora los dos a casa”.



(*) Ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena (1996-2014)



(Publicado hoy en el diario La Verdad)

No hay comentarios: