C’s no apoyará un gobierno alternativo de PSOE y Podemos. Lo que no
logró Pedro Sánchez no lo conseguirá Tovar, aquí y ahora. Y si hubiera
acuerdo para una moción, PAS podría dimitir minutos antes de la votación
y dar paso a otro presidente del PP.
Todo es posible de aquí al día de la votación de la moción de la
censura porque a lo previsible debemos sumar el azar. ¿Qué hubiera
pasado si el guardia civil que dio el chivatazo de la ‘Púnica’ no se
hubiera topado a las 4 de la madrugada con Francisco Granados en una
discoteca de Valdemoro, un hecho que precipitó la operación policial
tres días después de la reunión de los empresarios de la presunta trama
en la Consejería de Educación? ¿Qué estaríamos oyendo hoy si el juez
Velasco hubiera ordenado también pinchar el teléfono de José Antonio
Alonso? ¿Quién habría salido en la foto con Martínez-Pujalte entrando en
la Fiscalía General del Estado de no haberlo impedido un atasco de
tráfico en Madrid?…
Lo imprevisible tiene su peso. Por eso sucede en política lo mismo
que con el tiempo: los pronósticos carecen de certidumbre con una semana
de antelación. Dicho eso, a ocho jornadas del día D puede darse por
seguro que no habrá un gobierno de PSOE y Podemos durante dos años, con
el apoyo de Ciudadanos. Para los cuatro partidos, son días de teatrillo y
de meter presión al resto, pero parece imposible que Ciudadanos apoye
una moción como la planteada por el PSOE, por mucho que entre los 25
puntos de su oferta haya propuestas electorales de C’s, como el
cheque-formación o la ley de la segunda oporturnidad.
Lo que no
consiguió en Madrid el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no
lo va a lograr aquí y ahora González Tovar. Ni siquiera si el candidato
fuera otro diputado socialista. Menos aún cuando puede darse por
descontado que el juez Pérez-Templado no habrá podido decidir sobre el
‘caso Auditorio’ antes de la moción de censura. Ciudadanos está
sufriendo ya un desgaste importante con la permanencia de Pedro Antonio
Sánchez en San Esteban, pero la erosión sería mayor, ante sus votantes,
si propicia un gobierno PSOE-Podemos.
La única opción factible es que el
PSOE se avenga a una moción para convocar, lo antes posible, una
llamada a las urnas. Muy claro tendrían que estar los términos y plazos
del acuerdo para que esa vía sea aceptada por Ciudadanos. Y vencer las
resistencias de los socialistas será complicado porque Tovar es
consciente de que su candidatura no está asegurada. Más bien al
contrario.
Lo que suceda no solo va a depender de Ciudadanos, PSOE y Podemos. El
PP aún tiene margen de maniobra. Génova no quiere, por encima de todo,
perder la presidencia regional. Llegado el caso, si la moción cuaja y
aún está pendiente la resolución del juez, como es probable, minutos
antes de la votación de la moción de censura, instrumental o para un
gobierno alternativo, Pedro Antonio Sánchez podría presentar su dimisión
ese 6 de abril.
Como en las tragedias griegas, habría deus ex machina
en el último acto. El reloj se pondría a cero como si hubiera habido
elecciones. Y un par de semanas después, el PP presentaría, como
formación mayoritaria, otro candidato que encontraría el apoyo de
Ciudadanos, al ver colmada su principal reclamación: la salida de PAS.
¿Quién sería el sustituto? Encina de la mesa están los alcaldes de
Archena (Patricia Fernández), Yecla (Marcos Ortuño) y Lorca (Francisco
Jódar), además de Fernando López Miras, coordinador del PP,
vicesecretario de la Asamblea y mano derecha de PAS. La elección
dependerá de Génova, oído el criterio del líder regional, y del momento
en que haya que tomar la decisión, si llega esa tesitura.
Si el TSJ no
hubiera resuelto el ‘caso Auditorio’, lo que es posible porque la
decisión de Pérez-Templado, sea cual sea, será recurrida a la Sala de lo
Civil y lo Penal, el candidato con más papeletas sería Fernando López
Miras. ¿Por qué? El más fiel escudero de PAS no dudaría en convocar
elecciones anticipadas si el actual presidente quedara libre del caso,
convirtiéndose de nuevo en candidato. Hoy el PP rechaza unas elecciones,
pero tendría fácil justificación ante la opinión pública si PAS quedase
absuelto.
Sin que exista ninguna certeza, los populares están alentando
la posibilidad de que el caso será archivado en cuestión de días para
meter miedo a sus rivales hasta el punto de que algunos lo están
interiorizando. Es evidente que puede pasar eso como lo contrario, o que
también venga en este lapso de tiempo un auto del juez Velasco
solicitando la imputación por la ‘Púnica’. El partido que resista más la
presión será quien se lleve el gato al agua. Pero, analizado el abanico
de posibilidades, hay cuestiones con nulos visos de prosperar, como un
gobierno alternativo de PSOE y Podemos.
(*) Periodista y director de La Verdad
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