Está Cansado en la cola del cine, y llega Faemino y se pone delante:
«Oiga», dice Cansado, «yo estaba aquí antes que usted». Faemino se
vuelve hacia él y le responde: «Sí, sí, claro que sí». Y Cansado: «Ya,
pues póngase a la cola». Y Faemino: «Estoy de acuerdo con usted. Estamos
hablando de lo mismo». Y Cansado: «Pues entonces váyase a la cola». Y
Faemino: «¿No se da cuenta de que le estoy dando la razón? Estamos
hablando de lo mismo». Y Cansado: «Vale, pero usted se ha colado». Y
Faemino: «Que sí, que sí, que estamos hablando de lo mismo». Y así.
Este
es el resumen del diálogo que mantuvieron ayer Rafael González Tovar,
jefe del PSOE, y Miguel Sánchez, líder de Ciudadanos. Ambos estaban
hablando de lo mismo: echar a PAS. Y como estaban hablando de lo mismo,
en las respectivas ruedas de prensa quisieron trasmitir la impresión de
que estaban de acuerdo. Pero la distancia entre las soluciones de ambos
es irreductible: uno, Ciudadanos quiere votar la moción de censura
socialista para proceder a la convocatoria de elecciones anticipadas;
otro, el PSOE, pretende que sea para gobernar en solitario (y con sólo
trece diputados de 45) durante dos años o, mediante la reforma nada
menos que del Estatuto de Autonomía, durante cuatro. Estamos donde
estábamos hace un mes o dos.
Rebobinemos: C´s quiere echar a PAS
y que gobierne otro presidente del PP; el PSOE quiere echar a PAS y que
gobierne González Tovar. De ahí no salen. Y eso que Ciudadanos ofrece a
Tovar un regalillo, la oportunidad de ser presidente durante seis
meses. Al jefe del PSOE, este periodo, no tan corto, le permitiría
afrontar el congreso federal de su partido y el regional subsiguiente
desde el despacho presidencial de San Esteban. Una oportunidad para
salvar el pellejo ante la ofensiva que se le viene encima desde su
propia organización, donde se reza para que no sea agraciado por
carambola con la presidencia de la Comunidad.
Ciudadanos
concibió la reunión de ayer como un teatrillo. Se trataba de meterle
miedo a PAS. Salir con una resolución que significaba algo así como un
´preacuerdo´ para estudiar sin condiciones previas el apoyo a la moción
de censura. Jugar a la ambigüedad con el fin de elevar el nerviosismo en
las sedes del PP, tanto en la de Murcia como en la de Madrid. Pero
Tovar no se prestó a la representación y acabó desvelando en la práctica
que el acuerdo consiste en que no hay acuerdo.
Lo peor que le puede
ocurrir al jefe socialista es que PAS se rinda con tiempo a ceder el
relevo a uno de los suyos, pues eso arruinara el imaginario tovarista de
ser presidente del Gobierno. Y esto a pesar de que en la misma tarde de
ayer, las fuentes autorizadas de Ciudadanos insistían: «Tovar no será
nunca presidente con nuestro voto». Pero el socialista al menos podría
intentar ponerse la medalla de haber contribuido con su moción a
desalojar a PAS de San Esteban mediante el procedimiento de promover la
incertidumbre en el PP.
Es posible que la cumbre madrileña entre los
actuales responsables nacionales de estos partidos avance en el
propósito de ´meter miedo´ a los populares, pero a priori no parece que
cambien las respectivas posiciones, pues al menos en lo que se refiere a
C´s la que se reproduce en Murcia viene inducida desde la dirección
nacional.
Y el mantra de que la aprobación por Rivera de los
presupuestos de Rajoy tiene el precio de la cabeza de PAS es ponerle
mucho precio a la cabeza de PAS. Aclarémonos: ¿con quién negocia Rivera
la ´solución Murcia´: con la Gestora socialista o con Rajoy? Si es con
Rajoy a cambio del voto en el Congreso, no haría falta que se diera una
vuelta por Ferraz.
En el PP, mientras tanto, observan estas idas y
venidas con considerable inquietud. Pero se están dando tiempo, a
sabiendas de que el Plan B puede activarse en cualquier momento. Al
parecer, la consigna de Madrid es: «Lo último sería perder el Gobierno,
pero PAS tiene la autoridad para gestionar el proceso con la única
condición de que eso no ocurra». Hasta el minuto final, pues, visto a
esta hora.
Cansado: «Hay que echar a PAS». Faemino: «Estamos hablando de lo mismo». Pero nadie cambia de lugar en la cola del cine.
(*) Columnista
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/03/31/dialogo-sordos/818202.html
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