FERROL.- La presencia de la Cristóbal Colón en Australia, donde mañana cumplirá un mes de despliegue, sigue dando réditos tanto a la Armada como a Navantia. La firma pública, con un historial de al menos ocho contratos en los últimos dos años en el país, aprovecha la presencia de la fragata construida y con base en Ferrol para alargar su excelente relación comercial con las Antípodas, según publica hoy La Voz de Galicia.
El ministro para la Industria de Defensa, Christopher Pyne,
subió ayer al buque, con el fin de inspeccionar sus capacidades y,
además, escuchar las novedades sobre el adiestramiento de los marinos de
la Royal Navy que aprenden a bordo a manejar la F-105, para dentro de
unos meses aplicar la lección en los destructores de la clase Hobart.
«La capacidad de Navantia para poner en marcha astilleros,
la larga relación de Australia con España y la capacidad de buques como
la Cristóbal Colón son algunas de las razones por las que
compañía española fue seleccionada para el programa de nuestras futuras
fragatas», resaltó Pyne, citando el plan SEA 5000 de la Marina oceánica,
que prevé la construcción de nueve buques, con un presupuesto de más de
21.000 millones de euros, que no solo incluye la fabricación de los
navíos.
La empresa española se mide en la lista corta de este
contrato a la firma británica BAE Systems y a la italiana Fincantieri.
Sobre esto, el ministro australiano también subrayó que la F-105 «está
demostrando el tipo de capacidad» que Navantia está ofreciendo en la
carrera para hacerse con el pedido. En torno al próximo verano tendrá
que presentar la oferta y será a principios del 2018 cuando lo
adjudicará Defensa.
En el astillero de Osborne (Adelaida), donde tuvo lugar la
recepción, la compañía que dirige José Manuel Revuelta fue «fundamental
para darle un giro al programa AWD», resaltó el ministro, en referencia a
los citados destructores de la clase Hobart, cuyo diseño corrió a cargo de Navantia en base a la serie española de las F-100.
Pyne no fue la única autoridad que estuvo a bordo de la Cristóbal Colón
en las últimas semanas. «Hemos tenido el privilegio de contar con la
presencia del embajador de España en Australia, Manuel Cacho, los
ministros de Asuntos Exteriores y Finanzas de Australia, representantes
locales del estado de West Australia y el comandante de la flota
australiana, Stuart Mayer», trasladan a La Voz de Galicia desde la F-105, y valoran
esos contactos como «muy cordiales». De hecho, en Osborne, donde
estarán hasta el martes, también está prevista la recepción del
gobernador del sur del país y del máximo responsable de la Marina, Tim
Barrett.
También visitará el buque una delegación de Navantia y
técnicos de empresas australianas del sector, con las que la firma
española podría establecer alianzas para el programa SEA 5000, que
podría generar unos 2.500 puestos de trabajo directo en los astilleros
del país, en los que Navantia gestiona los destructores.
En lo que concierne a las maniobras, la F-105 acaba de
culminar el ejercicio Ocean Explorer 17, en las que la fragata ha
intercambiado conocimientos y experiencias con otras armadas. Además,
durante el transcurso del mismo han embarcado en la fragata 35 marinos
de la Royal Navy australiana, que colaboraron en las labores diarias de
la plataforma.
La integración en el país de la dotación española ha sido
«excelente», según subrayan las mismas fuentes del buque. Después del
paso por Adelaida, la Cristóbal Colón tiene prevista la entrada en el puerto de Sídney para el próximo viernes.
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