Demasiados problemas tiene España como para que el presente Rajoy
esté pensando tener en esta su segunda legislatura un mayor protagonismo
en la escena internacional. Que recuerde lo que le ocurrió a Aznar con
Bush, Blair, la guerra de Irak y el 11-M. Máxime en estos tiempos
revueltos y peor aún si Rajoy se empeña en actuar como ‘interlocutor’
del presidente Trump para la Unión Europea y Latinoamérica’, como
presumían el martes en La Moncloa tras la breve conversación telefónica
entre Trump y Rajoy.
De momento la amabilidad excesiva de Rajoy con Trump ya ha provocado
protestas de la oposición y malestar general porque el mandatario USA no
goza de simpatías en España, como sabe todo el mundo. Además Trump no
es de fiar y tampoco está claro que vaya a durar en La Casa Blanca todo
su mandato, por lo que Rajoy debería ser prudente y esperar. Incluso a
viajar a USA si es cierto que Trump lo ha invitado a visitarle en
Washington como se dice en fuentes próximas al presidente.
Y si no que le pregunte Rajoy a la ‘premier’ británica Theresa May
como ha sido su regreso de Washington a Londres, donde el presidente de
la Cámara de los Comunes ya ha dicho que quiere recibir a Trump en el
Parlamento del Reino Unido.
Mientras tanto Trump no cesa de armar broncas. Ayer acusó a los
jueces de su país de estar ‘politizados’, a los periodistas los ha
llamado deshonestos, ha agredido a México, Australia, China y la UE. Y
con ese panorama nadie en su sano juicio se debe ofrecer para ser el
mediador de Trump en la UE o en América Latina porque correrá riesgos
incontrolables.
Y ni si quiera ante la OTAN de la que Trump le dijo a Rajoy que los
aliados deben pagar más, cuestión que obvió el comunicado de Moncloa y
no se sabe bien por qué, sobre todo porque ese punto es el único que
aparece en el comunicado de La Casa Blanca.
Además Rajoy le podía haber respondido a Trump al respecto
diciéndole: nosotros aumentaremos nuestra aportación a la OTAN pero
Estados Unidos debe pagar más a España por el uso de las bases de Rota y
Morón y por el riesgo del ‘escudo anti misiles’ que Zapatero le regaló a
Obama sin pasarle factura y sin someterlo a la decisión del Parlamento
español.
Cuidado Rajoy con esa frasecita de ‘menos Soria y más Siria’ con la
que se incita al presidente a tener mayor protagonismo internacional, y
menos aún en el avispero de Siria. O sea que mejor más Soria, y mucha
prudencia con este disparatado Donald Trump.
(*) Periodista
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