Recuerdo aquella cacería allá por el año
2009 en la que participaron el entonces ministro de Justicia, Mariano
Fernández Bermejo, y el juez Baltasar Garzón, responsable de la
investigación de la trama Gürtel. Recuerdo la frase aquella de
Rajoy: «Es como si en un partido pierdes porque te señalan tres penaltis
injustos y después te enteras de que la noche anterior estuvieron de
cena el entrenador del otro equipo y el árbitro» y la calificación que
hizo de aquel encuentro como algo degradante. Un acto obsceno y
bochornoso. Y recuerdo la reacción de aquella oposición del Partido
Popular reclamando la dimisión del entonces ministro.
Pasados
ocho años de aquella 'cacería´ nos hemos enterado de que Pedro Antonio
Sánchez, el casi imputado presidente regional, ha mantenido algún que
otro encuentro con el actual ministro de Justicia, Rafael Catalá, para
tratar temas de índole estrictamente personal como lo es su implicación
en la trama Púnica y, ya puestos a dilucidar, para tratar probablemente
el tema de la renovación del Fiscal Superior de Murcia y, con mucha más
seguridad, la estrategia que piensan seguir los fiscales en el caso
Auditorio que acaba de ser asumido por el Tribunal Superior de Justicia
de Murcia.
En palabras de Rajoy, la reunión de Pedro Antonio y
Rafael Catalá es un acto obsceno, bochornoso y degradante; una actuación
que no puede realizar un político ejemplar o decente. Aprovecharse del
puesto público de presidente regional, que te ha otorgado la ciudadanía,
para recoger prebendas jurídicas u obtener beneficios y tratos
especiales es una muestra del tipo de persona que eres, alguien a quien
no le importa volar por los aires el respeto institucional y democrático
con tal de salvar su culo en la tan comprometida situación judicial en
la que se encuentra, con esos delitos de corrupción que se le atribuyen
en sendos autos judiciales. Pedro Antonio Sánchez ha pretendido ejercer
de conseguidor, pero conseguidor de maldades, de cambiar planteamientos
de fiscales, de obtener filtraciones del ministerio de Justicia y, ya lo
verán, de cambiar al fiscal (al que critica y acusa de una manera
vergonzante) en plena investigación por el caso Auditorio. Lo que sería
un escándalo sin igual.
El conseguidor Pedro Antonio obtuvo, no
sabemos cómo aún, mediante una filtración (ya quisiéramos todos los
ciudadanos poder tener ese mismo acceso), una información reservada
acerca de la posición de la Fiscalía General del Estado en el caso
Púnica. Bastaría con ese reconocimiento explícito que él mismo le hizo a
los medios de comunicación para que inmediatamente hubiera presentado
su dimisión, sencillamente porque un cargo público no puede aprovecharse
de ello para obtener un rédito personal, sea económico, sea social o
sea judicial.
Pero no bastó con eso, el fin de semana previo a
tener acceso a esa filtración, conocimos que el conseguidor Pedro
Antonio se reunió con el ministro Catalá en un encuentro vis a vis.
Quizá para tratar sólo temas de las necesidades de los juzgados en la
Región, quizá para interesarse por cómo estaba ´su tema´ o quizá para
conseguir que el Ministro apremiara a la Fiscalía General del Estado
para que siguiera las instrucciones políticas que se le dieran. Basta
con esa duda para que Pedro Antonio Sánchez no siga un minuto más en su
cargo.
Ni una sola explicación, ni una sola respuesta, ningún gesto
de decencia o ejemplaridad. Pedro Antonio, el conseguidor,
presuntamente intentó lavar su reputación con dinero público, según auto
judicial. Y lo que ahora nos queda claro es que no tiene escrúpulo
alguno para utilizar los medios públicos, las instituciones y las
decisiones políticas para favorecerse a sí mismo, en lugar de pensar en
la reputación de la Región de Murcia, a la que tanto daño está haciendo
por aferrarse a sus prebendas como cargo público.
El Partido
Popular se cargó a un ministro (Bermejo), se cargó a un juez que los
investigaba por corrupción (Garzón). No les quepa ninguna duda de que,
si pueden, se cargarán a cualquier fiscal que no les permita seguir
campando a sus anchas en todas sus corruptelas y negocios de amiguetes.
Al tiempo de lo que es capaz de obtener Pedro Antonio, el conseguidor.
(*) Diputado regional del PSRM
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/02/20/pedro-antonio-el-conseguidor/807211.html
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