MADRID.- Mucho se ha especulado sobre la capacidad financiera de Grupo Baraka, el 'holding' de Trinitario Casanova, para abordar la compra del Edificio España, una faraónica operación por la que el empresario se ha comprometido a pagar a Wanda Group 272 millones antes del próximo 31 de marzo.
Por el momento, Casanova ha realizado tres pagos que suman 20 millones
de euros, el último esta misma semana, un desembolso que ha coincidido
en el tiempo con el acuerdo sellado con la familia Riu para darle
entrada en el emblemático edificio.
Como adelantó El Confidencial ayer, la saga mallorquina ha creado una sociedad conjunta o 'joint venture' con Casanova, que será la propietaria del Edificio España cuando se culmine la adquisición la próxima primavera.
Aunque ninguna de las dos partes ha querido desvelar el reparto de
poderes, fuentes consultadas por El Confidencial aseguran que los
hermanos Luis y Carmen Riu, que son quienes han llevado en primera persona las conversaciones, habían pedido llegar hasta el 50%.
Pero
Trinitario Casanova siempre ha defendido su intención de quedarse con
la totalidad del inmueble, un auténtico trofeo con el que aspira a dejar
su huella personal dentro de la reconversión urbanística que está viviendo el centro de Madrid.
Sin embargo, la posibilidad de contar con un socio que, además, garantiza un contrato de alquiler hotelero durante 80 años,
es un bocado demasiado sabroso como para renunciar a él, lo que ha
terminado por convencer a Casanova para ceder, al menos, una parte del
pastel.
Este matrimonio de conveniencia, además, garantiza los fondos
que necesita el empresario para hacer frente al pago de 252 millones
que ha quedado pendiente para marzo, un desembolso que también podrá
contar con una parte de financiación bancaria, ya que la próxima apertura del hotel Riu Plaza Madrid es un auténtico caramelo para las entidades financieras.
Las primeras conversaciones entre la familia mallorquina y Trinitario Casanova se remontan al pasado verano,
y responden al interés que desde hacía tiempo había mostrado los Riu
por abrir en la capital de España un establecimiento de su joven cadena urbana Plaza, cuyo máximo exponente es el hotel que inauguró el pasado marzo en Nueva York.
En aquella ocasión, como va a hacer ahora en Madrid, los Riu fueron más allá del papel gestor e invirtieron 300 millones de dólares (283 millones de euros) en la adquisición del terreno y la promoción del edificio.
Fue precisamente este interés por participar en el capital del
Edificio España lo que enfrió las conversaciones entre las dos partes,
sobre todo cuando Hard Rock se mostró dispuesto a sellar un acuerdo exclusivamente de gestión hotelera, lo que permitió a principios de octubre firmar un pacto de intenciones.
Pero
este se rompió cuando llegó el momento de escribir la letra pequeña y
firmar un rosario de cláusulas donde las dos partes no lograron ponerse
de acuerdo, lo que permitió retomar las conversaciones con los Riu justo en la recta final del pasado año, negociaciones que, esta vez sí, han permitido llegar al altar.
Con un patrimonio estimado en 850 millones,
los hermanos Carmen y Luis Riu forman parte de la selecta lista de los
100 españoles más ricos que elabora la revista 'Forbes', y en la cual se
han hecho un hueco siete familias ligadas al sector hotelero, con los
Escarrer (Meliá), Fluxá (Iberostar), Barceló y Riu a la cabeza.
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