jueves, 5 de enero de 2017

El grupo chino 'Wanda' da un ultimátum a Trinitario Casanova para pagar el 'Edificio España'

MADRID.- El grupo chino Wanda ha dado un ultimátum al Grupo Baraka para que cumpla con los pagos del Edificio España después de que el empresario Trinitario Casanova no cumpliera con el siguiente hito de la operación, revela hoy El Economista.

El conglomerado chino esperaba el pasado 28 de diciembre un ingreso de 14 millones de euros por parte de la compañía española, pero esa transferencia no llegó a producirse. Un día más tarde, el consejo de Wanda se reunió para analizar la situación y decidir si extendían el plazo o rompían el acuerdo de venta y se quedaban con el depósito que había pagado la empresa española.
Finalmente, el gigante chino dio un ultimátum y una prórroga al Grupo Baraka, que finaliza el miércoles 18 de enero, según explica la compañía de Wang Jianlin en un comunicado a la Bolsa de Hong Kong el día 30 de diciembre. 
En ese mismo informe aclara que "los consejeros consideran que la extensión facilitará a las partes conseguir el éxito de la operación de venta, lo que redunda en el interés de la compañía y de todos sus accionistas".
Desde el 12 de julio, momento en el que se llegó a un principio de acuerdo con el Grupo Baraka, el empresario murciano ha abonado 6 millones de euros en concepto de depósito por la compra de este inmueble situado en el centro de Madrid, frente a la Plaza España. 
Si Casanova cumple ahora con el siguiente pago, le quedarán por desembolsar otros 252 millones hasta alcanzar los 272 millones en los que se ha cerrado el acuerdo para traspasar el edificio. 
Según explicó el conglomerado chino el pasado 16 de diciembre, cuando se cerró de manera oficial el acuerdo entre ambas partes, el abono de 14 millones se realizaría como un depósito adicional en la fecha de la escritura pública ante notario, un proceso que tras el fallo de Baraka se ha visto retrasado.
El pago de los otros 252 millones se harían efectivos al cierre de la transacción. Según el mismo comunicado, la fecha límite para completar la operación es el 31 de marzo de 2017 y en el caso de que Baraka no cumpla sus compromisos, Wanda tiene derecho a retener las cantidades entregadas como depósito. Si es el grupo chino el que incumple sus obligaciones, Casanova podrá reclamar su devolución.
El debate sobre si el empresario murciano cuenta con el dinero o con la capacidad de obtenerlo mediante financiación bancaria o a través de un socio lleva meses sobre la mesa. Fuentes del sector aseguran a El Economista que el motivo del retraso en el pago que debía producirse el pasado 28 de diciembre se debe a "problemas con los papeleos" y no a que el empresario no disponga del dinero para la operación.
El acuerdo con el conglomerado chino se ha firmado a través de la sociedad Baraka Global Invest con domicilio social en Madrid y matriz del Grupo Baraka
Según aparece en las últimas cuentas publicadas en el registro mercantil, a cierre de 2015, esta firma contaba con unos beneficios de 57.897 euros y un patrimonio de 71,66 millones de euros. Concretamente, el grupo facturó 910.00 euros en 2015 y a 31 de diciembre acumulaba deudas a corto y largo plazo que suman 1,36 millones de euros.
La operación del Edificio España se realizará a través de la venta de las acciones de la sociedad Wanda Hotel Development, que tiene bajo su propiedad el inmueble madrileño. Tras alcanzar un acuerdo con el Grupo Baraka, Wanda canceló una prenda existente sobre las acciones de esta filial con la entidad financiera de origen chino que financió la compra del edificio cuando el conglomerado asiático se lo compró al Banco Santander, en junio de 2014.
Además, se comprometió a reembolsar el préstamo correspondiente, cuyo importe pendiente ascendía a 931,2 millones de dólares de Hong Kong (unos 115 millones de euros), lo antes posible y usando los ingresos de la venta de las acciones. Wanda se ha comprometido a volver a activar la prenda si la disposición no se produce antes del 31 de enero de 2017, si bien, podría ampliarse el plazo hasta el 30 de abril, en caso de que la entidad esté conforme.
Trinitario Casanova fue el protagonista de uno de los episodios más pintorescos de la economía española. El empresario inmobiliario, dueño por entonces del Grupo Hispania, con el apoyo de un medio de comunicación promovió una operación fantasma sobre el Banco Popular en la que presuntamente un grupo mexicano estaba dispuesto a pagar una prima cercana al 50% por las acciones de la entidad financiera. Un juzgado de Madrid le condenó a un año de prisión, al considerarlo culpable de un delito contra el mercado y los consumidores tras difundir falsos rumores de opa para aumentar el precio de las acciones en 2008.
El fallo inhabilitó al promotor murciano para intervenir en el mercado financiero durante el tiempo de la condena. En la sentencia, la magistrada estimó las alegaciones presentadas por la acusación particular del banco, así como las del fiscal que, en sus conclusiones, reprochó a Casanova no haber sido consciente del alcance de un delito que consiguió alterar la Bolsa durante junio de 2008 cuando, a través de una sociedad Blueprime y la colaboración del abogado y actual político de Gibraltar, Fabián Picardo, se dedicaron a lanzar mensajes que se desmentían constantemente.

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