jueves, 19 de enero de 2017

El ex presidente Garre tacha de «esperpento» la ausencia del agua en la cumbre autonómica

MURCIA.- El expresidente de la Comunidad Autónoma Alberto Garre expresó ayer en Totana, en el transcurso de una reunión a la que fue invitado por la Asociación de Mujeres Rurales, su disconformidad con que el debate del agua, el déficit hídrico en España y la difícil situación que atraviesa el campo murciano no hayan sido incluidos en los diez puntos de acuerdo de la Conferencia de Presidentes celebrada en Madrid. En su opinión, esa exclusión «convierte a este encuentro en un esperpento valleinclanesco, un disparate y una injusticia», según recoge La Verdad.

Garre arremetió de nuevo públicamente contra su sucesor en San Esteban, Pedro Antonio Sánchez, por el papel del jefe del Ejecutivo murciano en la última Conferencia de Presidentes. Garre observó «debilidad» de PAS al no lograr que el agua se incluyera en el orden del día de la cita de presidentes autonómicos. Consideró el expresidente «casi un chiste» que PAS diga que se va a reunir con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, «porque es como querer entrar en la gloria cogido de la mano del diablo o querer solucionar una mancha en la chaqueta haciendo un agujero», según La Opinión.
Alberto Garre señaló que «Murcia siempre ha mantenido una posición firme e inalterable para que el agua sea un tema básico en la Conferencia de Presidentes. Así lo hizo Valcárcel en los años 2007 y 2009, en las que acusó al Gobierno de Zapatero de no escuchar la voz del campo». Garre añadió que dicha Conferencia era una pose fotográfica, llegando incluso a reclamar una sesión monográfica de la citada cumbre porque manifestó literalmente que 'la sequía no se soluciona hablando diez minutos, ni con chorricos, ni con desaladoras'. Ahora, por lo que estamos viendo, parece que Murcia ha perdido fuerza, discurso e influencia en el debate nacional», recalcó el expresidente murciano.
Garre añadió que «aquí no se trata de hablar de pasada del problema del agua en una intervención de diez minutos, ni de hablarlo en los pasillos o en corrillos de periodistas. Se trata de abordar el tema, de darle el mismo nivel que el resto de asuntos que configuran el documento de acuerdos, porque no deja de ser curioso que haya quien se dé por satisfecho con reclamar en el 2017 un consenso que ya teníamos hace veinte años». «Lo triste -añadió- es que algunos parecen haber renunciado a su compromiso y a su lealtad con los murcianos y han eliminado las palabras 'trasvase', 'Tajo' y, sobre todo 'Ebro' de sus diccionarios particulares».
Sobre el Trasvase del Ebro recalcó en Totana que «nos pasamos muchos años diciendo que Zapatero 'asesinó' al Trasvase del Ebro al derogarlo por decreto. Y es verdad. Pero quienes han enterrado al Ebro han sido otros. Y a las pruebas me remito. ¿Quién habla ya del Trasvase del Ebro en estos momentos?». El expresidente destacó que «alguien tiene que explicarle a los murcianos por qué el agua, la agricultura, su incidencia en el PIB nacional, el equilibrio social, la desertificación galopante o el hecho de que los murcianos sean quienes más pagan por el precio del agua, no sean problemas del mismo nivel que el resto de los que contemplan el documento de la Conferencia de Presidentes», concluyó.

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