CARTAGENA.- El Banco de Alimentos de la Región de
Murcia ha despedido 2016 con cifras "preocupantes", ya que han aumentado
alrededor de un 15 por ciento las personas necesitadas que han acudido a
dicha entidad, que reparte desde Águilas hasta San Pedro del Pinatar.
Así lo ha advertido el presidente del Banco de Alimentos de la Región,
Enrique García, quien pone
de manifiesto que las personas necesitadas han aumentado en 2016 con
respecto a 2015, ya que los niños menores de dos años han pasado de 980 a
1.200, así como el acumulado de familias, que asciende a 22.000
personas, cuando en 2015 la cifra no superaba las 20.000.
Igual ocurre con la cantidad de alimentos que han podido repartir del fondo FEGA de la UE, alrededor de 1,5 millones de kilos, y de lo que reciben de los supermercados y donaciones, sobre los 550.000 kilos, medio millón que en 2015. García ha precisado que el perfil de las personas que acuden al Banco de Alimentos corresponden a desempleados por un lado y, por otro, a trabajadores que con lo que ganan mensualmente no pueden hacer frente a los gastos familiares.
Así, ha achacado el aumento de personas necesitadas que han acudido al Banco de Alimentos a que "hay más gente que se queda en paro y que no pueden mantener a su familia".
"Aunque la macroeconomía está subiendo, en la gente que cobra poco dinero no se nota, ya que tienen contratos basura", ha lamentado García, quien considera que este año que ha acabado "no ha sido bueno y 2017 lo veo negro, porque los sondeos que se hacen indican que hay mucha gente por valorar por la asistenta social".
Por ello, vaticina que estas cifras aumentarán a lo largo de este año, por lo que ha demandado a las administraciones ayuda para poder hacer frente a esta situación.
En este sentido, ha anunciado que "se está trabajando para que el Banco de Alimentos se convierta en utilidad pública, y así nos darán dinero y no sólo recibiremos las migajas".
Para concluir, ha dejado claro que "lo peor de la crisis no ha pasado, ya que el trabajador normal está teniendo un sueldo de 700 euros y con eso no puede vivir una familia".
Igual ocurre con la cantidad de alimentos que han podido repartir del fondo FEGA de la UE, alrededor de 1,5 millones de kilos, y de lo que reciben de los supermercados y donaciones, sobre los 550.000 kilos, medio millón que en 2015. García ha precisado que el perfil de las personas que acuden al Banco de Alimentos corresponden a desempleados por un lado y, por otro, a trabajadores que con lo que ganan mensualmente no pueden hacer frente a los gastos familiares.
Así, ha achacado el aumento de personas necesitadas que han acudido al Banco de Alimentos a que "hay más gente que se queda en paro y que no pueden mantener a su familia".
"Aunque la macroeconomía está subiendo, en la gente que cobra poco dinero no se nota, ya que tienen contratos basura", ha lamentado García, quien considera que este año que ha acabado "no ha sido bueno y 2017 lo veo negro, porque los sondeos que se hacen indican que hay mucha gente por valorar por la asistenta social".
Por ello, vaticina que estas cifras aumentarán a lo largo de este año, por lo que ha demandado a las administraciones ayuda para poder hacer frente a esta situación.
En este sentido, ha anunciado que "se está trabajando para que el Banco de Alimentos se convierta en utilidad pública, y así nos darán dinero y no sólo recibiremos las migajas".
Para concluir, ha dejado claro que "lo peor de la crisis no ha pasado, ya que el trabajador normal está teniendo un sueldo de 700 euros y con eso no puede vivir una familia".
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