sábado, 14 de enero de 2017

Cáritas Diócesis de Cartagena apuesta por la acogida, el acompañamiento y el apoyo a jóvenes inmigrantes

MURCIA.- Ante la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado que la Iglesia católica celebra mañana domingo, bajo el lema "Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza", Cáritas Diócesis de Cartagena quiere destacar que entre las personas con las desarrolla su acción caritativa y social se encuentran los inmigrantes que han venido a nuestra Región para iniciar el proyecto de una nueva vida.

El director de Cáritas Diócesis de Cartagena, José Saura, ha manifestado que "quienes formamos parte de nuestra institución, tanto las personas voluntarias como las que componen nuestros equipos técnicos, queremos sumarnos a esta celebración en la que el papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en los niños migrantes porque "son menores, extranjeros e indefensos". 
En palabras del papa, ellos son "quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos."
En la Región de Murcia, Cáritas viene desarrollando desde hace años un trabajo de acompañamiento con personas inmigrantes, especialmente en tareas que tienen que ver con la acogida, el asesoramiento jurídico y en materia de documentación, así como la orientación laboral. Este servicio se realiza desde los propios servicios generales de Cáritas, con personal técnico, como por numerosos voluntarios desde las Cáritas parroquiales.
En concreto, desde el programa de casas de acogida se está dando respuesta a la necesidad de vivienda digna para personas inmigrantes desde el año 1991, y en la actualidad se dispone de 81 plazas en 10 casas ubicadas en los municipios de Murcia y Alcantarilla. 
Hombres y mujeres sin hogar, así como jóvenes ex tutelados por la Administración (al cumplir los 18 años) son los perfiles de quienes habitan estas viviendas gestionadas por Cáritas.
La atención personalizada que se realiza con los beneficiarios de estos servicios incluye la cobertura de necesidades básicas (alojamiento, alimentación, higiene y vestido), así como el acompañamiento médico, el servicio jurídico-administrativo (como la tramitación de permisos de residencia y/o trabajo), y la formación (con clases de español, la formación pre laboral del SEF, la ESO o la Formación Básica Profesional). También destacan jornadas de convivencia, actividades interculturales y una apuesta por cultivar un tipo de ocio normalizado que favorezca la integración.
Precisamente, dentro de su apartado de formación a personas inmigrantes, Cáritas desarrolla el proyecto Carintegra, que pretende ofrecerles conocimientos de la sociedad española y facilitar su integración para que puedan conseguir el Informe favorable de "Esfuerzo de Integración" quienes tienen que renovar su documentación y no han cotizado los meses suficientes por encontrarse en paro o para aquellos que solicitan la nacionalidad española y les ha sido denegada. Cáritas es la única entidad en la Región de Murcia que está autorizada para impartir este programa.
Otro de las iniciativas puestas en marcha por Cáritas dirigidas a jóvenes inmigrantes es el Taller de Triunfadores, que pretende facilitar el acceso al mundo laboral a quienes viven en las casas de acogida a través de transmitir las claves de éxito que han funcionado con otras personas inmigrantes que han realizado ese camino con éxito. El objetivo no es dar un trabajo sin más ni ofrecer un proceso de orientación laboral similar al que ofrecen los servicios públicos de empleo sino mostrar actitudes y herramientas fundamentales y básicas que marcan la diferencia entre candidatos y que además puedan utilizar a lo largo de su vida laboral, a través de historias en primera persona de inmigrantes que han finalizado con éxito su proceso de inserción.
"En definitiva", asegura José Saura, "de lo que estamos hablando es de una apuesta sincera y honesta para situar a la persona inmigrante en el centro de nuestras acciones sociales y caritativas". 
Recuerda, finalmente, las palabras del papa Francisco, cuando afirma que "sin ignorar los problemas ni, tampoco, los dramas y tragedias de la emigración, así como las dificultades que lleva consigo la acogida digna de estas personas, la Iglesia anima a reconocer el plan de Dios, incluso en este fenómeno, con la certeza de que nadie es extranjero en la comunidad cristiana, que abraza "todas las naciones, razas, pueblos y lenguas" (Ap 7,9). 
Cada uno es valioso, las personas son más importantes que las cosas, y el valor de cada institución se mide por el modo en que trata la vida y la dignidad del ser humano, especialmente en situaciones de vulnerabilidad, como es el caso de los niños emigrantes".

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