domingo, 22 de enero de 2017

Hace más frío en la calle que en Twitter / Ángel Montiel *

Podemos Murcia acude a Vistalegre II con propuestas programáticas en lo que afecta a la Región en un contexto en que el debate se centra en el modelo de organización, es decir, en el poder interno y en el liderazgo, una manera de señalar implícitamente su identidad ´posibilista´ sin reclamarse de manera directa afines a la opción Errejón (...)

(...) En Murcia, la dirección de Podemos ha optado por anunciar que su contribución a Vistalegre II será preferentemente programática, y relaciona una serie de epígrafes entre los que se encuentra el más característicos de todos: agua. Es una opción por el posibilismo, es decir, por la función institucional frente a cualquier otra tentación. No se identifican como errejonistas, aunque esté claro que es el lugar de la actual mayoría podemita en la Región, aparte de que la semana pasada lo recibieran para que protagonizara un acto público en la capital. Pero el énfasis en lo programático es una señal implícita para intervenir en el debate y decantarse por lo funcional antes que por las altas definiciones ideológicas.

El esquema Unidos Podemos, que conforma la marca nacional en esta fase, en Murcia carece de propiedad. La convergencia con IU es posterior a las elecciones autonómicas y municipales en que Podemos se institucionalizó tanto en la Asamblea como en la mayoría de los principales Ayuntamientos de la Región. Entre los dirigentes de Podemos y los de IU no hay química, sino competencia feroz, como en el municipio de Murcia (otra cosa es lo que ocurre en algunos ámbitos de las respectivas militancias), pero el caso es que esto no ayuda a que Podemos Murcia se decante por Iglesias, en su día el líder más refractario a Garzón y ahora el que le presta una acogida más entusiasta.
 

(*) Columnista 



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