jueves, 12 de enero de 2017

El cisco del PSOE hace trizas al partido / Melchor Miralles *

Con el escándalo de la lotería aún sin terminar de aclarar y la batalla de la sede bis de Ferraz en carne viva, el pasado fin de semana ha sido aciago para el PSOE con encuestas varias que certifican su caída en picado, ya veremos hasta dónde. El mejor de los supuestos da a los socialistas una intención de voto del 19%, muy lejos del 22,6% que supuso el mayúsculo batacazo del 26-J. Es cierto que el PP pierde también, pero de modo irrelevante, y son los socialistas, sin fecha aún para el Congreso ni las primarias, con una gestora provisional, sin liderazgo e incluso sin candidato claro para ocupar la secretaría general, quienes aparecen en todos los trabajos de sociometría como las víctimas de una sangría de votos que puede ser terminal.

Lo de la sede bis de la calle Ferraz es de aurora boreal. Los sanchistas niegan tener nada que ver con el local, pero se conocen evidencias que certifican la responsabilidad del disparate en el equipo del ex secretario general, que todo apunta a que va a pelear en las primarias por volver a liderar el PSOE, aunque algunos sociatas insistan en que no le ven como amenaza real y crean que, ante la falta de apoyos orgánicos finalmente no se presentará. El local no es moco de pavo, tiene 130 metros cuadrados con tres baños y, por los precios de la zona, cuesta un pico el alquiler. La explicación oficial de quienes han montado el chiringuito es que pretenden captar afiliados, gestionar solicitudes, preparar la documentación y después subir quinientos metros calle arriba para entregarlas en la sede verdadera. Como chiste no está mal. No hay organización que pueda externalizar el ingreso de nuevos militantes, y menos aún si se avecinan unas primarias. Pedro Sánchez debiera disolverlo, pero lleva tiempo instalado en el disparate y por ahora no lo va a hacer.

El PSOE, o se toma muy en serio su enfermedad o puede llegar tarde el remedio. No es que tenga que pelear los votos con Podemos, que cada día le gana un paso por la izquierda, con la quiebra en la confianza de la militancia y los votantes que ello genera, sino que tiene a su mayor enemigo dentro de casa. Bueno, en casa y ahora, también, en unos vecinos algunos portales más abajo. Y resulta incomprensible que no haya cordura, sentido común y altitud de miras en el socialismo español para entender que con Podemos también en plena guerra civil, es un momento de dulce para evitar la caída que comenzó tras la salida de Rodríguez Zapatero del Gobierno. Un Rodríguez Zapatero que ha reaparecido ya, aunque tímidamente, como referente de autoridad, lo cual da una idea certera de la envergadura de la crisis interna y de identidad del partido.

Una vez que se intuye que Sánchez se presentará a las primarias, se evidencia también que es imposible que se cumpla el deseo de Susana Díaz de ser candidata única y llegar a la secretaría general sin elección previa de la militancia y sin bajar al barro. Tiene que mojarse, y así se lo reclaman cada día desde diferentes sectores del partido, especialmente fuera de Andalucía. A día de hoy no parece que vaya a cuajar el movimiento de algunos veteranos por convencer a Patxi López de presentarse a las primarias. Quienes lo intentan hablan de que Díaz no tiene fuste, creen que ha acreditado poco coraje, la ven como la cabeza de lista ideal para los votantes populares, pero no para los suyos, y consideran que el partido tiene que proceder a una renovación no sólo de personas, sino también de ideario, y creen que la presidenta andaluza no tiene nivel suficiente para una tarea hercúlea, de una envergadura que la supera. El PSOE es hoy un partido hecho trizas.

Y este partido hecho trizas es una amenaza para la gobernabilidad de España, porque la evidente división entre quienes creen que la gestora debe seguir apoyando la colaboración con el Gobierno en asuntos de Estado y los que sostienen que el PSOE debe marcar diferencias y reorientar el partido a la izquierda para asustar a los podemitas en guerra genera un indeseable mal rollo que es percibido en Moncloa como un riesgo permanente del que Rajoy se puede cansar en cualquier momento.

El Comité Federal del sábado es importante. Lo que se filtra es que establecerá que las primarias se celebren en mayo y el Congreso en junio. Y queda, sobre todo, por encima de este debate fulanista, resolver lo mollar, la nuez del problema, qué quiere ser de mayor el partido, a dónde quieren llevar ideológicamente las siglas, que papel quieren jugar en la España del Siglo XXI, y eso sí que es una refundación a fondo que veremos si están en disposición de abordar de verdad. Yo me malicio que no. Pero veremos. Todo lo veremos.

PS: Iba a escribir sobre la niña Nadia y los miserables canallas de sus padres, pero confieso que he preferido enfriar mis ideas. Hacía tiempo que no sentía el asco que siento al enterarme de que no solo comerciaron en beneficio propio con la enfermedad de la niña, jugando con la buena voluntad de algunos medios, varios buenos periodistas que se equivocaron como me podría haber equivocado yo y muchos ciudadanos de buena fe. Pero conocer que, además, madre y padre han de comparecer para declarar como acusados de varios delitos de pornografía infantil, con una hija enferma, me ha reventado el alma y calentado la cabeza. Escribiré más sereno y con más datos.


(*) Periodista


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