sábado, 7 de enero de 2017

Mário Soares líder portugués y amigo de España / Pablo Sebastián *

 Ha fallecido a los 92 años de edad el expresidente de Portugal Mário Soares, un destacado político de la izquierda portuguesa y europea que sufrió cárcel y exilio bajo la dictadura de Salazar y protagonizó los acontecimientos más relevantes del cambio democrático lusitano, tras la revolución de los claveles del 25 de abril. Soares fundó el Partido Socialista Portugués con el que granó varias veces las elecciones alcanzando el cargo de primer ministro, negoció el ingreso de Portugal en la UE y posteriormente llegó a la presidencia de la República lusitana.

Como en estos momentos nos lo recuerda el embajador Raúl Morodo, que representó a España en Lisboa y fue amigo personal de Mario Soares, el político portugués ahora fallecido fue un buen amigo de España y persona entrañable y culta, gran lector y escritor y un político de gran dinamismo y capacidad de trabajo, siempre comprometido con la izquierda – hasta en sus últimos días de lucidez- y dotado de un decidido pragmatismo que utilizó en la pacífica transición y modernización de Portugal.

Un proceso romántico y apasionante en el que no creyeron muchos de los dirigentes políticos de aquellos años como Henry Kissinger que pensó -como nos lo cuenta Morodo- que Portugal se convertiría en un país comunista. Lo que Mario Soares -que fue comunista en su juventud- le negó a Kissinger y acertó como mas tarde se lo reconoció el ex secretario de Estado USA. De la misma manera que Soares, en la plena revolución de los claveles, tranquilizó al Conde de Barcelona don Juan de Borbón que residía en Estoril diciéndole que en Portugal no habría episodios de violencia, como así ocurrió.

A diferencia de su coetáneo español Felipe González, hoy mas liberal que socialista y marcado por graves episodios como los GAL, Soares siempre fue un político de la izquierda moderada europea tras la senda de Willy Brandt y Olof Palme como al inicio de la transición española lo fueron Enrique Tierno Galván y el propio Morodo con quien el portugués mantuvo una estrecha relación de fraternal amistad.

Siempre se dijo que Soares era un político ‘iberista’ y amigo de España, porque en España y Francia estaban buena parte de su formación política. Pero ni siquiera Soares pudo romper ese intangible muro de cristal que aún separa a los dos países ibéricos que siguen teniendo pendiente un mayor encuentro y acercamiento político y social. Soares dio algunos pasos en ese sentido pero queda mucho por hacer y se hará reconociendo España, como lo hace ahora, la figura y trayectoria de Mário Soares a quien en estas horas se llora en Portugal.


(*) Periodista


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