miércoles, 25 de enero de 2017

Los regalos de Pablo Iglesias / Marcello *

Cualquier observador objetivo que conozca un poco este país podría decir sin equivocarse que Podemos es: ‘un partido monárquico que facilitó la investidura de Rajoy, que tiene serios problemas internos de liderazgo y estrategia política y un confuso y nada realista ni viable proyecto político, social, económico y territorial para España’.

Esto es así entre otras cosas y sobre todo porque: en Podemos dieron órdenes (el propio Monedero) de no llevar a la Puerta del Sol banderas republicanas -que nunca sacan- durante la gran manifestación de finales de enero de 2015 donde Iglesias eludió la palabra República; y porque Iglesias ordenó votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez el 4 de marzo de 2016, permitiendo con ello (y ahí comienza la crisis entre Iglesias y Errejón) la posterior investidura y permanencia de Rajoy en el poder.

Y de esos polvos (de cal viva) los actuales lodos de la crisis de identidad y liderazgo de Podemos que a la vista está. Porque ha dicho Pablo Iglesias, tras la fallida reunión a tres bandas para buscar un pacto político de cara a la Asamblea de Podemos Vistalegre II, que ‘la unidad no se consigue haciendo declaraciones agresivas a la prensa’, en alusión a Íñigo Errejón, que le está ganando a Iglesias la batalla de los medios y cree que va a ganar la votación (a la que no renuncia) de su documento político.

Fríos y distantes entre sí están los dos protagonistas de Podemos, y si a ello se le añade que Colau prepara partido político en Cataluña, que Las Mareas mandan en Galicia como Teresa Rodríguez quiere mandar en Andalucía, que las relaciones con IU se deterioran y que en el Parlamento no logran sacar adelante ninguna iniciativa, veremos que, salvo un acuerdo de última hora, Podemos avanza hacia la ruptura, una escisión o hacia un suicidio político camino de la irrelevancia.

Tan mal están las cosas en Podemos que su notoriedad y habilidad para estar presente en los medios se ha convertido en un problema añadido a su crisis interna porque la onda expansiva de sus divergencias y diferencias no deja de crecer. Por eso le pide Iglesias silencio a Errejón, como cuando esa otra advertencia autoritaria en las Redes de ‘ÍñigoAsíNo’. Un disparo que le salió a Iglesias por la culata e impactó en el ojo derecho de Irene Montero y posteriormente en las urnas de su reciente consulta interna donde Errejón dio la campanada con su notorio ascenso.

¿Cómo acabará la pelea? Desde luego si no hay acuerdo antes de Vistalegre y Errejón lleva como pretende las divergencias a votaciones la pelea entre estos dos acabará mal y la imagen de Podemos se debilitará haciéndole con ello Iglesias un excelente regalo al PSOE. Y es que a Iglesias le encanta eso de hacer regalos. Al Rey Felipe VI le regaló la serie Juego de Tronos, a Rajoy la cabeza de Sánchez y la investidura y a la Gestora del PSOE le quiere ofrecer en una bandeja de plata la cabeza de Errejón. O incluso la suya si en Vistalegre II él sale perdedor.



(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés

No hay comentarios: