domingo, 25 de diciembre de 2016

El discurso de Rajoy / Ramón Cotarelo *

Estuvo muy bien ayer Rajoy caracterizado de Felipe VI. Se le ve rejuvenecido, menos huidizo, con mayor aplomo, no se le cierra el ojo, vocaliza bien y hasta se entiende lo que dice que, en lo esencial, es lo que lleva años diciendo: a) la crisis es historia; vamos de recuperación; b) el independentismo catalán no existe y ojito con que exista; c) el pasado no se toca; la única memoria admisible es la desmemoria.

Se le entiende hasta lo que no dice. La corrupción no existe y, dentro de poco irá a hacer compañía a la crisis, junto a la rueca y el huso. De la Constitución no se habla y de reformarla, menos aun.

El resto de la perorata podría llamarse "relleno real", con retórica flamígera: el esfuerzo de los españoles, el trabajo, el sacrificio para el engrandecimiento de la nación española. Género arenga civil. Con algún broche destinado al tercio más nacional-católico con un ditirambo a la familia ensalzada no por sus valores intrínsecos, sino por su condición de Estado del bienestar privado y subsidiario. La derecha se hace realista.

Este año, como tocaba dar imagen de modernidad, nos han encasquetado un pequeño monográfico sobre las TICs, con la muy novedosa advertencia de que la revolución digital está dando al traste con formas de vida no de siglos, sino de decenios, de hace unos años. Pues sí, ese el tema en el que todo el mundo está perdido porque nadie tiene brújula alguna. Por si acaso, el orador de anoche apuntó a la importancia fundamental de la educación. Justo uno de los capítulos en donde más ha recortado el gobierno del PP. Basta con comparar el porcentaje del PIB que España destina a educación e I+D y el que destinan los países nórdicos.

Un apunte de imagen. Yo suprimiría estos mensajes de Nochebuena en un país oficialmente aconfesional y que tanto recuerdan los discursos de Franco. Por cierto, en las imágenes de plano general, la pared del fondo luce el retrato de Carlos III por Goya. Carlos III es el único Borbón que merece buen juicio general, aunque de modesta ambición, pues ve en él sobre todo "el mejor alcalde de Madrid". Y Goya. Supongo que se trata de un mensaje subliminal de carácter reformista. "Yo no soy como mis antecesores". La cuestión es si le importa a alguien.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Setos para el Mar Menor / Ramón Navia *

La agricultura, absolutamente necesaria para la Humanidad, puede causar daños (a veces irreversibles) cuando no se aplican en su práctica las técnicas y los conocimientos agroambientales que se tienen para la protección del medio ambiente donde se realiza. Ojalá no estemos en el entorno del Mar Menor ante uno de esos casos en los que la ambición económica deja desolación y destrucción a su paso.

Una propuesta para evitar que las escorrentías produzcan la tremenda erosión del suelo que estamos viendo estos días de lluvia y que, además, absorban los nitratos provenientes de los cultivos, sería la de plantar un cinturón verde con plantas autóctonas alrededor del Mar Menor.

Este cinturón o seto que se propone, tendría que tener al menos quinientos metros de ancho y se extendería principalmente a lo largo de la vertiente oeste de la laguna. Protegería aquellas zonas o tramos donde, por existir actividad agrícola próxima, o por tratarse de terrenos sin edificaciones, el agua de lluvia pudiera afectar a la laguna. 

Las plantas a utilizar serían las nativas de la zona usando especialmente el ciprés de Cartagena (tetraclinis articulata) en serio peligro de extinción y otros arbustos como palmitos (chamaerops humilis), lentisco (pistacia lentiscus), etc.
 
Los setos, elementos importantes del paisaje agrario, son normalmente restos de la vegetación arbórea y arbustiva natural que se ha conservado como elemento de separación de fincas. Desgraciadamente en el entorno del Mar Menor estas divisiones han desaparecido debido al uso intensivo de las tierras agrarias donde lo que prima es la producción y el beneficio económico inmediato.
 
Los beneficios ambientales que proporcionan los setos y la vegetación autóctona son especialmente importantes en zonas agrícolas de uso intensivo, ya que ayudan a mantener el necesario equilibrio biológico; son refugios y reservorios para la flora y la fauna silvestres; equilibran el microclima en su zona de influencia, protegiendo los cultivos de la insolación excesiva y vientos, y manteniendo la humedad en suelos. Además, aportan un alto valor paisajístico y cultural y, sobre todo, evitan arrastres de tierras y escorrentías. 
 
Por todos estos motivos, el mantenimiento de setos y otros elementos del paisaje es, desde hace años, una de las condiciones exigidas a los agricultores para la obtención de las importantes subvenciones europeas de la Política Agraria Común (PAC). Pero lo cierto es que, ni ésta ni otras condiciones exigidas por la Unión Europea (como el uso adecuado y moderado de fertilizantes), han sido objeto de un efectivo control por los organismos encargados de ello.
 
Estas pantallas vegetales que se proponen generarían una zona de alto interés ecológico y turístico. Y su coste podría ser sufragado con los Fondos Europeos de la ITI (Inversión Territorial Integrada) disponibles para la implementación de la Estrategia de Gestión Integrada de Zonas Costeras en el Mar Menor y su entorno. 
 
Este instrumento normativo, tramitado actualmente por la Consejería de Fomento, sería el cauce legal para implantar este cinturón verde alrededor del Mar Menor.



(*) Ingeniero agrónomo y uno de las personas que más saben de agricultura ecológica en la Región de Murcia



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