domingo, 4 de septiembre de 2016

'Podemos' exige que se depuren responsabilidades tras el caos en la adjudicación de plazas de profesores interinos


MURCIA.- El secretario del área de Educación de Podemos Región de Murcia Miguel García Quesada, ha explicado que a pocos días del inicio del curso escolar "la consejera de Educación aún no ha explicado las causas del caos en el que ha sumido a los profesores interinos, ni ha hecho nada para solucionar este problema".

En este sentido desde el área de Educación de Podemos Región de Murcia se ha calificado de "vergonzoso" el tiempo de tras días que tendrán los profesores interinos para preparar todo lo relativo al curso, ya que, según explica Miguel G. Quesada "ese es el espacio que se les ha dejado desde el lunes 5 de septiembre que se incorporan, hasta el jueves 8 que comienzan las clases en Primaria, incluso se da el caso de profesores que se incorporan al centro el mismo día de comienzo de las clases, porque la adjudicación de las plazas de interinos ha sufrido una vergonzosa demora, fruto de la mala planificación".
Gracia Quesada ha argumentado que La Consejería de Educación, incumple su propia Orden de Educación de 24 de junio de 2015, por la que se establecen procedimientos en Materia de Recursos Humanos.
Esta expone que:
"(...) la experiencia positiva de cursos anteriores aconseja que la adjudicación de destinos al profesorado, tanto funcionario de carrera como interino, se efectúe cuanto antes, en todo caso antes del inicio del periodo vacacional, conforme al principio de celeridad que le viene impuesto en su actuación por el artículo 75 de la Ley 30/1992 de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, con objeto de que el profesorado conozca con suficiente antelación el destino que va a desempeñar el curso 2015-2016, posibilitando una mejora de la calidad de la enseñanza que se imparte en los centros educativos de esta Región".
Por este motivo, y por los perjuicios que se están ocasionando a los profesionales de la educación y a toda la comunidad educativa desde la Secretaría de Educación de Podemos en la Región de Murcia exige que se dé una explicación al conjunto de la Comunidad Educativa, y en caso de mala planificación y gestión que se depuren responsabilidades para que esta situación no vuelva a repartirse "por la calidad de la educación en la Región de Murcia".

El PSOE plantea en la Asamblea la elaboración de bolsas de trabajo centralizadas en el SMS

CARTAGENA.- La diputada del Grupo Parlamentario Socialista, Consuelo Cano, plantea la creación de una bolsa de trabajo centralizada desde el Servicio Murciano de Salud para la contratación del todos los profesionales sanitarios durante todo el año. 

Cano, que ha presentado una moción en la Asamblea Regional, ha señalado que el Servicio Murciano de Salud sigue en la actualidad una doble vía en las contrataciones de su personal. Cada área gestiona sus contrataciones de manera independiente, aunque en verano la bolsa queda centralizada.
Según la diputada, "estas actuaciones han dado lugar desde hace tiempo a muchas reclamaciones y originan un gran malestar por parte de los colectivos afectados".
De la doble vía mencionada, al parecer, la que se lleva a cabo en verano, es decir, la bolsa centralizada goza de mayor reconocimiento y estima entre los profesionales. "Su mayor transparencia y credibilidad está más asegurada y puede suponer una clara mejoría en el complejo trabajo de la contratación de tantos profesionales", ha asegurado.
Consuelo Cano ha afirmado que "desde el convencimiento de la necesidad de atender las reclamaciones que año tras año se acumulan en este sentido, en el que la equidad sea un elemento irrenunciable entre todas las Áreas de Salud, incluso para la distribución de personal con criterios globales y equitativos, trasladamos a esta Cámara la petición de muchos profesionales de la Sanidad de nuestra Comunidad Autónoma que esperan nuestra respuesta".

Asociaciones animalistas de la Región condenan la Feria Taurina de septiembre por su crueldad y lucro privado


MURCIA.- Una vez más activistas independientes así como diversas asociaciones y colectivos entre los que destacan la Asociación GARM, la Asociación Dignidad Animal, la Federación ANIMUR, la Asociación PAES, la Apa El Refugio, la Apa Refugiados, la Asociación SDARM, la Asociación PachAnimal Libre y la Asociación AUZEC, van a movilizarse el próximo martes, día 6 de septiembre, a las 18:30 horas, en el centro de la ciudad de Murcia, en una concentración autorizada por la Delegación del Gobierno, por la erradicación del maltrato animal y por unas Feria de Murcia sin sangre y sin pregón taurino, dicen en un comunicado conjunto. Una performance antitaurina comenzará sobre las 19:00 horas en el mismo lugar.

"Ya que la violencia es sinónimo de barbarie en cualquiera de sus expresiones y de pueblos poco civilizados, una "tradición" sangrienta como la TAUROMAQUIA ES INCONGRUENTE CON UNA SOCIEDAD QUE DA PASOS HACIA EL PROGRESO, HACIA SER MÁS JUSTA Y MÁS HUMANITARIA. La buena apariencia de nuestra ciudad debe ir aparejada con una evolución moral y ética de sus habitantes. Ahora que estamos en la mejor época de la Historia de la Humanidad, desgraciadamente nos encontramos ante la peor injusticia animal de todos los tiempos, pues hemos dado pasos agigantados hacia el pasado donde la vida de un animal no valía nada. Tenemos las peores leyes de defensa animal con diferencia", añaden.
¨Somos un colectivo animalista que no estamos de acuerdo conque se financien con nuestros impuestos algo que está totalmente en contra de nuestros ideales y principios¨, prosiguen.
"Cada año se concede una aportación económica para que la empresa dueña de la plaza de toros albergue en ella festejos taurinos durante la Feria. Como son publicidad institucional, dispositivos de seguridad, logística, etc... son dinero de nuestros impuestos para beneficio de unos pocos, sobre todo del empresario de la plaza y los ganaderos, el cual podría haberse destinado a generar empleo, cultura o servicios sociales", revelan.
"En definitiva, este dinero debería utilizarse para actuaciones que reviertan en el bien colectivo de los habitantes de la ciudad de Murcia. Queremos unas fiestas populares, con la participación verdadera de los vecinos y vecinas, donde dejen de ser meros consumidores y pasen a ser parte activa de las mismas. Unas fiestas con cultura popular y actividades deportivas de base, donde no todo este mercantilizado.
Esta es una Lucha por la Justicia hacia los Animales y sus Derechos, y como tal, es una lucha que no tiene tiempo, color o partido político.
No dejes que vendan tu silencio como un éxito de su forma de hacer las cosas.

 ¡¡¡Acompáñanos el próximo martes, 6 de septiembre, a las 18:30 horas frente al Aula de Cultura de Cajmurcia, en la ciudad de Murcia !!!"

Las autonomías recibirán 4.000 millones menos del FLA este año por la falta de Gobierno

MADRID.- Las comunidades autónomas recibirán este año 4.000 millones de euros menos a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) por el hecho de no haber podido ratificar en el Parlamento el acuerdo alcanzado el pasado mes de abril en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) por el que las autonomías habrían podido tener un déficit del 0,7% en lugar del 0,3% previsto para este ejercicio, según han informado fuentes del Ejecutivo.

Este nuevo margen de déficit para las comunidades autónomas fue posible después de que el Estado pudiera contar también con más margen, en lugar del 2,8% previsto al 3,6%. Ese margen de ocho décimas se repartió a partes iguales entre las autonomías y el Estado.
El nuevo objetivo permitía a las comunidades autónomas pasar del 1,6% de déficit en 2015 al 0,7%, en lugar de llegar al 0,3% como inicalmente estaba previsto. Su aprobación se produjo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado 28 de abril, en el que además de aprobarse la meta de déficit para el presente ejercicio y también se dio el visto bueno a la senda hasta 2019. Lo hizo con el respaldo de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular y el voto en contra de las comunidades autónomas del PSOE, Cataluña, Cantabria y Navarra. Para el presente ejercicio quedó fijado en el 0,7%, mientras que para 2017 se fijaba en el 0,5%; para 2018, en el 0,3%. El objetivo marcado era llegar al equilibrio presupuestario, es decir, un déficit cero, en 2019.
Pero el Ministerio también pidió a las comunidades autónomas que aprobaran acuerdos de no disponibilidad de gasto para cumplir el objetivo de déficit de 2016, lo que en opinión del ministro no tenía por qué traducirse en recortes, ya que iban a contar con más financiación.
24.171 millones transferidos en lo que va de año
Ese objetivo del 0,7% para este año fue calificado en su momento de más realista por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que las comunidades autónomas pudieran cumplir con el objetivo de este año. Porque esto, además, se traducía en que el Ministerio de Hacienda inyectaría más financiación a las autonomías a través del Fondo de Liquidez Autonómica, el FLA. Sin embargo, y según fuentes del Gobierno, esta financiación adicional que suponía un objetivo más alto de déficit no se podrá realizar por falta de Gobierno, ya que un Ejecutivo en funciones no puede llevar al Parlamento estos nuevos objetivos ni el aumento de la financiación que ello conlleva.
La evaluación hecha por Hacienda eleva a 4.000 millones de euros la cantidad que las comunidades autónomas dejarán de percibir este ejercicio por el FLA, lo que dificultará el cumplimiento de la meta de déficit por parte de las autonomías, que se tendrán que atener al 0,3% original y además se han visto obligadas a cerrar el ejercicio presupuestario este mes de julio.
En lo que va de año, Hacienda ha transferido a las comunidades autónomas un total de 24.171 millones de euros, de los que 19.993 millones corresponden a los mecanismos extraordinarios de financiación -la Facilidad Financiera y el Fondo de Liquidez Autonómica- y 4.178 millones a otras medidas de liquidez que incluyen la ampliación del plazo de reintegro de las liquidaciones, los anticipos del sistema de financiación y los anticipos adicionales.
De esos 19.993 millones, 18.768,4 millones de euros provienen del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que este año se ha realizado en tres entregas a las regiones, la última de ellas el pasado mes de junio. El grueso de esa cantidad del FLA transferida por el Estado lo han recibido: Cataluña, que ingresó 5.132 millones de euros, seguida de la Comunidad Valenciana, que recibió 3.468 millones; de Madrid, cuyos ingresos por FLA han ascendido en lo que va de año a 3.009 millones y a Andalucía, que ha recibido 2.723 millones. Pero al no poder recibir otros 4.000 millones adicionales de financiación a través FLA estarán dejando de percibir casi un 20% del dinero de ese Fondo con el que esperaban contar desde abril para poder equilibrar las cuentas de 2016.
La situación de interinidad del Gobierno también perjudicará a las comunidades autónomas durante el próximo año ya que al no haberse fijado el techo de gasto por parte del Ejecutivo en funciones, éstas no pueden aprobar sus presupuestos en función de las nuevas condiciones y la nueva situación económica. Lo tendrán que hacer teniendo como referencia la senda de gasto que actualmente está en vigor , y que supone menos margen de gasto.

«El PP no puede asumir competencias ambientales, sus políticas han estado fuera de ley», dice el socialista Ayuso

MURCIA.- El responsable de Medio Ambiente de la Ejecutiva del PSOE-RM, Enrique Ayuso, ha asegurado que el PP "no puede asumir las competencias ambientales cuando sus políticas han estado fuera de la ley o al borde de ellas en este tema durante 21 años".

Ayuso considera que es poco serio que el PP hable de este tema cuando han provocado, por ejemplo, "la situación actual de deterioro del Mar Menor o han protagonizado escándalos como Marina de Cope o Novo Carthago. Lo que tienen que demostrar es un cambio radical en sus proyectos medio ambientales y luego hablar de otras cosas".
"No podemos permitir que quien ha intentado por sistema destruir nuestro litoral vaya ahora de salvador queriendo asumir unas competencias, que en ningún momento ha hecho méritos para tenerlas", ha añadido el dirigente socialista.
Asimismo, Ayuso ha destacado que los gobiernos del PP se han caracterizado "por el desprecio al medio ambiente y la pérdida de garantías ambientales y por la consideración de los espacios naturales para los intereses económicos que podían favorecer a sus amigos. Porque está claro que este interés es para favorecer a algún amiguete".
En cuanto a la capacidad de la Administración para asumir estas competencias, la Consejería de Medio Ambiente tiene un gran déficit de funcionarios y técnicos, con lo que se hace más complicado la entelequia que pretende el Gobierno regional.
"Es muy fácil hablar de grandes cifras de empleo, inversión y riqueza para la Región de Murcia. Es algo a lo que ya estamos acostumbrados. Sólo tenemos que recordar el aeropuerto de Corvera, Conténtpolis, los patrocinios en Fórmula 1, o las macro urbanizaciones. Con lo que es de una irresponsabilidad tremenda querer vender tan a la ligera las cifras", ha añadido.

La llave solo la tiene el PP, pero el perdedor es Rajoy / Fernando G. Urbaneja *

Rajoy reitera que es el ganador, el que tiene más votos, y eso le hace acreedor a algunos derechos, entre ellos a encabezar el Gobierno. Es cierto a medias, obvio lo primero (ganó) pero no lo segundo: no tiene el derecho de encabezar el Gobierno, le faltan méritos adicionales. La sesión de investidura del pasado viernes fue concluyente, perdió Rajoy, y perdió dos veces, en la votación y en la ruptura del pacto con Ciudadanos, que el torpe Rafael Hernando remachó con una intervención tan destemplada como estúpida. Tanto que Rajoy tuvo que intentar reparar a renglón seguido, con algunos emisarios y mensajes a Rivera.

Curioso personaje Mariano Rajoy, un perdedor que acaba ganando por los errores de los adversarios, Zapatero le superó dos veces y sólo perdió cuando su posición era insostenible. Ahora Rajoy ha ganado dos elecciones, pero las ha perdido luego por su incapacidad para la “explotación del éxito”. No estudió ni estrategia ni táctica en la mili, porque la hizo de enchufado y eso se paga. La torpeza, la impericia, con la que Rajoy ha gestionado su insuficiente victoria electoral es para que los académicos construyan un caso de fracaso político.

Uno de los capítulos más sugestivos del caso puede ser el que describa como el PP ha conseguido endosar su fracaso a los demás, especialmente a Pedro Sánchez y los socialistas. Durante estas últimas semanas la milonga se la han tragado no sólo los amigos y deudos del PP y de Rajoy, sino también otros actores políticos, incluidos grandes diarios internacionales.

Ahora empieza a abrirse paso la idea de que el problema se llama Rajoy, pero el aparato del PP es incapaz de asumir esa conclusión, que es un dato: con Rajoy no hay investidura, solo nuevas elecciones que son un enigma y que no quiere nadie.

El problema es quién le pone  el cascabel al gato. Quien lo ponga sabe que si fracasa, se va al fondo de la bancada. De manera que quienes aspiran a sucederle se apresuran a elogiarle y a proclamar su apoyo. Si cae, ya jugarán sus cartas.

Rajoy no va a dar ninguna facilidad, no está en su naturaleza, ¿por qué habría de hacerlo? Debe ser desde dentro del partido, sobre todo del grupo parlamentario, desde donde debe salir la solución, la alternativa. La llave del bloqueo la tiene el PP, porque no puede hacer Gobierno, pero tampoco habrá Gobierno sin el visto bueno y la complicidad del PP. El PSOE tiene que acompañar, que consentir, pero para moverle el PP tiene que hacer gestos de contrición y de cambio. Sin el PP no hay suma suficiente.


(*) Periodista y economista


Pero ¿no hay nadie que le diga a Rajoy que lo de Soria no se puede hacer? / José Oneto *

Cuando el pasado viernes, después de la votación de la frustrada investidura, el Presidente del Gobierno en funciones, blanco como la cera, salía por la puerta principal que da el patio central del Congreso de los Diputados y algunos asombrados comentarios, convertidos en murmullos comenzaban a comentar como a los dos minutos de terminar la votación, el Ministerio de Economía, hacia público que el exministro de Industria José Manuel Soria, que había tenido que abandonar el cargo por mentir, ocultar y por operar con paraísos fiscales (“nadie que opere en paraísos fiscales puede sentarse en el Consejo de Ministros de España“ había sentenciado, en su momento, el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro) había sido nombrado director ejecutivo del Banco Mundial.

Era un compromiso personal de Rajoy con Soria, era una promesa que De Guindos le había hecho a su compañero de gabinete (a pesar de que lo había estado negando durante semanas, cuando después de las primeras filtraciones comenzaron a llamar los periodistas), era un auténtico disparate. Un disparate realizado, además, el mismo día de la investidura frustrada, como inequívoca prueba de esa regeneración que el PP había firmado con Ciudadanos. Algo que ha intentado explicar el señor Presidente del Gobierno en funciones, camino de China para participar en el G-20, pero que es inexplicable, porque no puede entenderse que el candidato no se haya dado cuentas de que con esa decisión política, errónea, provocativa para la opinión pública, descorazonadora para quienes dentro del partido sí están luchando, muchas veces en solitario por la regeneración, ha cegado la posibilidad de que pueda presentarse a una nueva sesión de investidura.

La provocativa decisión, que ha dividido al partido, que ha sorprendido a la militancia, y que ha servido de justificación a Sánchez para explicar por qué no puede abstenerse, ha dejado a Rajoy fuera de la carrera y ha impulsado más esa posición de que la solución al desbloqueo pasa porque el candidato se retire y de un paso a otro miembro del PP, lo que a su vez, y el editorial del periódico El País es un claro ejemplo, ha provocado que simultáneamente se pida la retirada del candidato socialista Pedro Sánchez que ha perdido en las dos últimas elecciones.

¿No hay nadie en la Moncloa, en el “equipo de pensamiento” que teóricamente tiene que rodear al Jefe, que haya sido capaz de decirle al señor Presidente del Gobierno en funciones que hay cosas que no se pueden hacer y, mucho menos cuando te has comprometido y pactado con tus aliados que inicias un proceso de regeneración política, de lucha contra la corrupción, de transparencia y de una nueva etapa esperanzadora que tanto espera la mayoría del partido, como así lo han insinuado, algunos de los barones populares como la presidenta de Madrid Cristina Cifuentes, y el presidente de Castilla-León Juan Vicente Herrera.

Es más si cuando se está en funciones y no se puede asistir, como ha anunciado el presidente Rajoy, a la Cumbre de países de Sur de Europa que ha convocado en Atenas el primer ministro griego, ni la oposición puede controlar al Gobierno, haga lo que haga, no es ética y estéticamente normal que, en el caso del exministro Soria, el ministro de los llamados Papeles de Panamá, tanto el señor De Guindos, como el señor Rajoy, aunque solo fuese por respecto a la ciudadanía, hubiese aparcado el nombramiento en las actuales circunstancias.

Este domingo, con todos los dirigentes dedicados a las elecciones vascas y gallegas, (excepto Rajoy que, en China, donde desde la Cumbre del G20, intenta por todos los medios, apagar el incendio Soria) con lo que se abre un largo paréntesis de espera para la investidura, hasta después del 25 de Septiembre. Entre los máximos responsables de Ciudadanos, tras el rifirrafe con el portavoz popular Rafael Hernando y, la provocación de Soria, se da por roto el pacto con el PP “un pacto para la investidura de septiembre y esa ha fracasado, ahora estamos en otra situación y no sabemos siquiera si el Jefe del Estado va a proponer a Rajoy, tras la ofensiva que está pidiendo un cambio de candidato”.

La verdad es que, a fecha de hoy, estamos peor que hace casi nueve meses porque entre los partidos se han roto todos los puentes: los del PSOE con Ciudadanos, los de Ciudadanos con el PP, los de Ciudadanos con Podemos y los nacionalistas, los de los socialistas con los populares, y los de Podemos con Ciudadanos. Intentar, ahora, un gobierno PSOE – Podemos con la abstención de Ciudadanos, no deja de ser otra maniobra para ganar tiempo y hacer inevitable nuevas elecciones. Eso sí, repartiendo las responsabilidades.


(*) Periodista y economista


La falsa equidistancia / Ramón Cotarelo *

El editorial de El País es una pieza magistral de retórica a favor de la continuidad del gobierno del PP, el partido "investigado" en diversos procedimientos judiciales penales. Con razón algunos clásicos desconfiaban de la retórica y otros, que confiaban en ella no eran a su vez muy de fiar. La construcción editorial requiere glosa.

Empieza por acogerse implícitamente a la equidistancia. Ni Rajoy ni Sánchez. Muy bien. La equidistancia, concepto geométrico y, por lo tanto, neutro, tiene otros tintes en lo político y moral. Defender la equidistancia entre la verdad y la mentira, la justicia y la injusticia, el torturado y el torturador, el pacífico y el violento, el oprimido y el opresor no está bien visto en general. Y casi nadie lo hace. ¿Cómo entonces justificar la equidistancia en el conflicto hoy planteado sobre si un gobierno -y cuál gobierno- o terceras elecciones? 
Muy sencillo: reduciéndola a personas. Rajoy y/o Sánchez. Ni Rajoy ni Sánchez. Y ya está. Pero esas personas son lo que son no por ellas mismas, sino por lo que representan y, en consecuencia, la equidistancia vuelve a ser entre lo que representan, lo que simbolizan: Rajoy, el gobierno que hay,lo seguro; Sánchez el gobierno que puede haber. Y ambos coinciden en no querer las terceras elecciones, como no las quiere El País. Aquí se ve, pues, que la equidistancia, además, es falsa; torticera, diría el diario.

Lo más sencillo: de equidistancia entre los dos políticos, nada. El editorial es un ataque continuo a Sánchez, de quien se dice que su camino es insensato que es un viaje a ninguna parte y ya, en el colmo del delirio que ha conducido al PSOE a la irrelevancia. Quien dice esto en serio tiene un problema grave de percepción de la realidad porque a la vista está que, al contrario, Sánchez ha sacado al PSOE de la irrelevancia y lo ha puesto en la centralidad política. Y la prueba más aplastante la tiene el editorialista ante sus propia narices porque es este editorial. Si el PSOE fuera irrelevante, ¿estarían todos pendientes de lo que hace y dice, empezando por El País?

Hay una explicación para un punto de vista que se niega a ver la realidad: el miedo. El miedo guarda la viña, se dice; pero también nubla la razón con lo que esta puede acabar confundiendo la viña con un baldío. ¿Qué miedo? El que tiene El País a un gobierno de la izquierda y, más en concreto, a Podemos, al que odia de tal modo que ni lo menciona en todo el editorial. Cita una vez favorablemente a Rivera, pero no hay una sola referencia a Podemos o Iglesias. Pero el miedo delata su errónea visión. No se da cuenta de que el irrelevante desde el 26 de junio es Podemos. Iglesias sí lo ha visto y eso le ha encendido más el ánimo en su línea de ataque al PSOE al tiempo que le ofrece alianza.

Pero el editorial no ve la realidad, sino la fantasía del periódico o sus financieros. La fantasía es negar la legitimidad de las terceras elecciones a base dde argucias y sofisterías. Dice que no es aceptable pedir al "cuerpo electoral" que "rectifique las decisiones que ya ha tomado". Pero no se ve por qué no. El cuerpo electoral no es una sola persona; somos millones con millones de decisiones y el resultado no está escrito. Pero es igual, para El País unas "terceras elecciones supondrían un fraude a la democracia que no debe ser consentido". Menudo párrafo. Aquí el delirio llega al paroxismo: ¿quién va a "no consentirlo"?

Para sostener esta cerrada posición, el país echa mano del argumentario del gobierno del PP. Lo cual no es malo en sí mismo porque de algún lado habrá que sacar argumentarios. Pero no al extremo de soltar auténticas patrañas irrisorias como la que dice que es obligado tener gobierno para que el Parlamento pueda controlarlo. Pura doctrina PP porque es el gobierno del PP el que, sin base legal alguna se ha declarado exento de control parlamentario. Pero si les alarma esta muestra de identificación del periódico con el gobierno, lean la siguiente afirmación, suelta, como un mandato, en mitad del editorial: En caso de un bloqueo como el actual, debe gobernar la fuerza más votada.

Es como oír hablar a Rajoy, cuyo desprecio al Parlamento ya quedó patente en la Xª legislatura. Pero El País debería recapacitar sobre esta lógica autoritaria. En un régimen parlamentario gobiernan siempre las fuerzas más votadas (salvo excepciones de gobierno minoritario con apoyo externo), porque si, por "fuerza más votada" se entiende la cantidad de votos populares, una alianza de dos o más partidos en la Cámara puede representar una cantidad mayor de votos populares. La cuestión, en último término, es saltarse el Parlamento o no.

Esta es la preocupada equidistancia del editorial. Por supuesto, en ningún momento se culpa a Rajoy de nada en esta situación de emergencia salvo en algún suave reproche por cabezonería. Ya ven.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

El trust de los estupendos / Pedro J. Ramírez *

Cuando Pedro Sánchez pronunció el miércoles la frase más importante del debate, diagnosticando no ya la clave del bloqueo político que nos atenaza sino la propia razón profunda de los males endémicos de nuestra democracia, sentí eso que llamamos escalofrío. O sea, una mezcla de respingo y cosquilleo por el hecho de que él mismo no fuera consciente de la trascendencia última de lo que acababa de decir.

Claro que "lo más grave de todo es que ningún diputado del PP le pida a usted, señor Rajoy, responsabilidades políticas por la corrupción". Porque todos ellos, los 186 de la undécima legislatura, los 123 de la duodécima legislatura y los 137 de la decimotercera legislatura saben desde julio de 2013 lo mismo que el resto de los españoles: que el presidente protegió a Bárcenas para intentar que no salieran a la luz las anotaciones de sus sobresueldos ilegales. Y, en efecto, ni uno sólo -la búsqueda de Diógenes habría sido infructuosa- ha tenido en tres años el coraje de alzar la voz, no digamos de votar en conciencia, como si fuera ese único hombre cabal sobre la tierra.

El problema es que al poner el dedo en la llaga, Sánchez también estaba reabriendo otras úlceras. Porque no cabe duda de que "lo más grave de todo es que ningún diputado del PSOE le pida a usted, señor González, responsabilidades políticas por los crímenes de los GAL"; de que "lo más grave de todo es que ningún diputado del PP le pida a usted, señor Aznar, responsabilidades políticas por el apoyo a la invasión de Irak"; y de que "lo más grave de todo es que ningún diputado del PSOE le pida a usted, señor Zapatero, responsabilidades políticas por la congelación de las pensiones".

¿Por qué nunca, desde la rebelión de Nicolás Redondo padre y Antón Saracíbar contra el plan de empleo juvenil en 1988 -Albert Rivera tenía 9 años, Pablo Iglesias, 10 y el propio Pedro Sánchez, 16-, ha vuelto ningún representante del pueblo a romper con un mínimo de estruendo la consigna de voto de su grupo parlamentario? ¿Por qué, de hecho -y ahí Sánchez puede conjugar su interpelación en reflexivo-, ni uno sólo de los 350 diputados que han emitido en voz alta su voto sobre algo tan discutible como la investidura de Rajoy, incluidos los 85 socialistas, se ha apartado de lo previamente anunciado por sus jefes de fila?

Pues porque en España no hay democracia, ni siquiera partitocracia, sino cupulocracia: el dictado de los cómitres, la sumisión de los galeotes. La Constitución dice lo contrario, pero vaya que si los diputados están sometidos a un mandato imperativo... El de los que volverán a ponerlos o no en las listas. Por eso es tan importante acertar con la reforma electoral. En el Reino Unido tanto Rajoy como Sánchez vivirían en un ay, pendientes de los designios de sus grupos parlamentarios. Tres primeros ministros -Thatcher, Major, Cameron- han sido tumbados o empujados hacia la puerta por sus propios diputados y veremos qué pasa con Corbyn y el liderazgo laborista. Aquí funciona la regla inversa: a más pelota, más nota y por eso Rajoy lo único que prepara de los debates son las ocurrencias que lanza a pichón parado para alimentar el ventilador de la impostura que tantas risitas tísicas desata entre los suyos.

Y el pichón perfecto ha vuelto a ser Pablo Iglesias. En todas sus horas en la tribuna, Rajoy no hizo ni un solo gesto político que facilitara la abstención del PSOE o al menos desestabilizara su no, pero los populares le aclamaron por llamar "estupendo" al líder de Podemos. O mejor dicho, por recurrir a la socarronería de quien insinúa lo contrario de lo que profiere para responder al rap ampuloso y redicho con que Pablo Iglesias, cual parodia de sí mismo, había enristrado a Albert Rivera con Fraga, el narco "amigo" de Feijóo, Fernando VII y Cánovas del Castillo. O sea que le llamó "estupendo" en el mismo sentido en que don Latino de Hispalis le dice a Max Estrella "no te pongas estupendo", cuando en la novena escena de Luces de Bohemia desata sus loas al topar con Rubén Darío en el sórdido Café de Colón.

La ceguera política con que Iglesias se sigue encerrando en el malditismo de la marginalidad, vociferando como si no se hubieran inventado ni la radio ni la televisión, es el trasunto de las gafas negras contra las que Valle lapidó a su Homero del esperpento. Iglesias es audaz e ingenioso, pero tan desmesurado que lleva camino de reventar en el arroyo como Max Estrella. Y ha encontrado en Rajoy el cínico compañero de viaje que, como don Latino, siempre le robará la cartera. Lo hizo con las elecciones que convocaron a medias en junio bajo la seducción de las encuestas falaces que garantizaban el sorpasso de Podemos. Y volvió a hacerlo en este debate en el que Iglesias terminó reciprocándole el piropo: "Usted también es estupendo. Tiene muchas cosas buenas. Tiene sentido del humor, es un tipo irónico, es un parlamentario con retranca, es interesante debatir con usted".

Por un instante, podemitas y populares quedaron subsumidos en un mismo embeleso. Mariano era para Pablo el único hombre al que mirar. Faltó el consabido "¡que se besen!", reprimido por el precedente de Domènech.

Temíamos que fuera un Albert Rivera víctima del deber quien blanqueara al Rajoy de los SMS a Bárcenas y terminó haciéndolo un Pablo Iglesias esclavizado por su vanidad. En ese momento, el Congreso se trocó en el totum revolutum de la taberna de Pica Lagartos con el acicate de las terceras "vacaciones" -feliz precisión del líder de Ciudadanos- flotando en el ambiente. De repente todos eran "estupendos", desde Celia Villalobos al diputado rastafari. ¿Cómo iba ningún curul del PP a pedirle responsabilidades políticas por la corrupción a Rajoy, si hasta los de Podemos lo consideran "estupendo"?

Todo estaría perdido, no quedaría otra que refugiarse en la ataraxia de los escépticos y en el cultivo volteriano del jardín, si Pedro Sánchez no hubiera pasado el viernes de la retórica de la estupefacción a la de la insinuación. El líder del PSOE colocó una carga explosiva bajo ese trust de los estupendos, al centrar demoledoramente el tiro en la figura del candidato y apelar al PP para que "extraiga una conclusión de la derrota". Todo terminó de entenderse cuando Rivera -tras pedir perdón a los españoles por los pecados ajenos- reclamó al PP un "candidato viable" y Rajoy ordenó quitarle el bozal a Rafael Hernando.

Las piezas del puzle podrían encajar en septiembre. Bastaría que Sánchez convocara un nuevo Comité Federal del PSOE en el que explicara la dificultad de configurar una alternativa de izquierdas por su dependencia de los separatistas catalanes, justo cuando cierran filas con la CUP para lanzar su órdago definitivo al Estado. Y añadiera que, siendo un imperativo nacional evitar las terceras elecciones y estando obligado el PSOE a contribuir a la solución, pide el aval del partido para negociar la abstención con un candidato del PP que no esté manchado por la financiación ilegal y los sobresueldos.

No sólo el PSOE cerraría filas en torno a su secretario general, sino que Ciudadanos podría mover ficha de nuevo y plantearse entrar en ese gobierno, dotándolo así de estabilidad. Ya dije la semana pasada que el perfil óptimo para tal operación es el de Luis de Guindos, pero si Rajoy entrega la cuchara por el bien de España es obvio que podría condicionar la sucesión tanto en el ejecutivo como en el partido.

Sería una jugada maestra de Pedro Sánchez, que le otorgaría ese sentido del Estado que tantos le niegan y le convertiría en el primer líder de la oposición con la llave de la legislatura en sus manos. Los mismos agentes empresariales que han inducido a Rivera a apoyar la investidura de Rajoy y ahora le presionan a él, se volverían sus aliados subterráneos.

Rajoy logró desbaratar una operación similar auspiciada desde el Ibex tras las elecciones de diciembre e incluso llegó a lanzar públicas amenazas contra sus promotores. Pero la mejora electoral de junio que le servía ahora como escudo ha quedado perforada por la humillante derrota en la investidura. Si el PSOE plantea ese dilema, él opta por enrocarse y el PP lo secunda como hizo ayer, Rajoy se convertiría a ojos vistas en el único gran promotor de las terceras elecciones. Y hasta podría terminar forzando a Ciudadanos a abstenerse ante un gobierno de Sánchez e Iglesias para evitar que su programa incluyera el referéndum catalán. Algo hoy por hoy impensable, pero susceptible de convertirse en un nuevo mal menor.

Sólo hay una carambola que salvaría a Rajoy si Sánchez se mueve en esa dirección: que el PNV necesitara al PP en el parlamento de Vitoria e hiciera un trueque, aportando sus cinco escaños al a su investidura. En ese escenario Rajoy no necesitaría al PSOE. Le bastaría la abstención del diputado de Nueva Canarias.

¿Enrevesada combinación? ¿Salvavidas de último minuto? Albert Rivera ha comentado a sus colaboradores que las dos cosas que más le impresionan de Rajoy, ahora que le va conociendo, son su olímpica desconfianza y su capacidad de perpetuarse en el poder. ¿A qué paisano suyo recuerda todo eso?

Los que no sean muy adictos a Valle tendrán que cotejarlo en el texto para creerme, pero en el inicio de Luces de Bohemia, cuando Max Estrella abre los ojos y cree haber recuperado la vista, una de las primeras cosas que exclama es: "¡Qué hermosa está la Moncloa! Es el único rincón francés en este páramo madrileño". No es difícil imaginar a don Latino y sus émulos contemporáneos asintiendo desde las bambalinas, aunque entonces no residenciara allí el gobierno. ¡Ah, el poder, esa fiera e incurable ceguera!


(*) Periodista


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