miércoles, 28 de diciembre de 2016

La mancha naranja / Ángel Montiel *

El año pasado por estas fechas, el pacto concentraba a PSOE, Podemos y Ciudadanos frente al PP, en el Gobierno. De aquel acuerdo salieron unos Presupuestos para 2016 tan desquiciados que, al poco, tuvieron que ser enmendados con una vergonzante abstención de los socialistas, obligados por sus propios alcaldes, perjudicados ellos mismos por el intento de su dirección regional de ´quedar bien´ enmendando al PP, algo que no ha sido saldado como responsabilidad política, pues el secretario general del PSOE sigue en su cargo. 

Aquel pacto fue una chapuza, pues los tres partidos intercambiaron sus respectivas enmiendas sin mirarlas, en un ejercicio de irresponsabilidad política como pocas veces se ha conocido, pero es preciso admitir que la decisión fue tan reprochable como legítima. En el Parlamento todo debe estar abierto, sin prejuicios ni apriorismos, y ya juzgarán los electores.

Un año después, el pacto para sacar adelante los Presupuestos en el contexto de un Gobierno en minoría parlamentaria ha cambiado de protagonistas. Ciudadanos ha decidido apoyar al PP tras la imposición de unas condiciones que modifican la iniciativa gubernamental en 35 millones de euros, aunque el partido de Rivera pretendía doblar esa cifra. Puede que ´la mancha naranja´ sea una pequeña gota en un Presupuesto de 4.258 millones de euros, pero hay que considerar que una gran parte de esos cientos de millones va a tiro fijo, como se suele decir.

El juego político de Ciudadanos consiste en ´vender´ su influencia en los Presupuestos antes que su oposición a los mismos, dando a entender que hay capítulos que le pertenecen. Y esto con el riesgo político de que se les considere, como denuncia el socialista González Tovar, una ´muleta del PP´. Pero ocurre que el PSOE, en el ámbito nacional, es también en el juego parlamentario la ´muleta de Rajoy´ en determinadas iniciativas que dejan fuera de juego a Ciudadanos, a pesar de que este partido fue el primero en facilitar la gobernación popular mediante un pacto.

Y hay algo mucho más gráfico: el PSOE critica que Ciudadanos apoye en la Asamblea Regional al PP tras obtener de éste un pellizco presupuestario (la ´mancha naranja´) cuando en el ayuntamiento de Murcia es el PSOE el que dibuja la ´mancha roja´ en los Presupuestos del popular Ballesta para dejar fuera de juego a Ciudadanos.
Si era legítimo el pacto a tres contra el PP a final del 2015, el juego parlamentario concede que también lo sea el pacto a dos a favor, en este caso del PP. Lo llamativo en esta circunstancia no sería tanto que el pacto presupuestario sea denunciado por quienes se quedan fuera de él, que es lo lógico, sino que C's lo formalice con el PP en el momento más crítico para la situación del presidente de la Comunidad.


(*) Columnista 


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