viernes, 30 de diciembre de 2016

Bruselas aprueba el plan de rescate de la banca italiana al margen de las normas de la UE / José Hervás *

Italia ha vuelto a hacer una jugada maestra en Bruselas. Frente a lo aprobado por el Consejo Europeo, convertido en norma de obligado cumplimiento, que exige que los accionistas y tenedores de bonos corran con parte del coste del rescate de una entidad financiera en dificultades, el Gobierno del nuevo primer ministro, Paolo Gentiloni, ha conseguido utilizar el sistema de garantías que evita tener que acudir a una ampliación de capital de urgencia. Su ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, incluso se ha permitido criticar al Banco Central Europeo.

Padoan ha cri­ti­cado la opa­cidad que ha acom­pañado las exi­gen­cias de au­mento de ca­pital de­ci­didas por el Banco Central Europeo, frente a las es­ti­ma­ciones de Italia y ha ex­pre­sado que quieren ha­cerles chivos ex­pia­to­rios de una es­tra­tegia de co­mu­ni­ca­ción de la ins­ti­tu­ción que pre­side Mario Draghi.

Roma con­si­dera que el men­saje de du­reza de Fráncfort pre­tende que el resto de países se atengan a las con­se­cuen­cias de lo apro­bado. Pero jus­ta­mente este men­saje de du­reza, sin dar ex­pli­ca­ciones a los mer­cados de por qué se ha hecho así, es in­ter­pre­tado por el Gobierno ita­liano como la razón fun­da­mental por la que el MPS no ha po­dido con­se­guir la am­plia­ción de ca­pital pri­vada que hu­biera evi­tado la ayuda de Estado que ahora ne­ce­sita.

Lo que ha con­se­guido Italia es que la Comisión Europea le au­to­rice pro­longar su pro­grama de ga­rantía ban­caria du­rante seis meses y, de ma­nera in­di­vi­dual, que el plan in­cluya tam­bién al banco Monte dei Paschi di Siena que atra­viesa grandes pro­blemas de ca­pi­tal. Según las es­ti­ma­ciones ita­lianas as­cen­dería a 5.000 mi­llo­nes, mien­tras que el BCE lo cifra en algo de más de 8.000.

El ti­tular de Economía ita­liano se queja de que el BCE solo le ha hecho llegar una carta con cinco lí­neas y tres ci­fras, por lo que se con­si­dera mal­tra­tado por la ins­ti­tu­ción que pre­side su com­pa­triota, que a su vez se ha visto cri­ti­cado por Berlín.

La víc­tima prin­cipal es la Unión Bancaria Europea. Aunque se la ha pre­sen­tado en los úl­timos meses como una de las crea­ciones clave de la pre crisis fi­nan­ciera des­en­ca­de­nada en el ve­rano del 2007, esta Unión Bancaria no hace sino mos­trar mu­chas vías de agua.

Pese a las crí­ticas que ha lan­zado Pier Carlo Padoan desde las pá­ginas del pres­ti­gioso Il Sole 24hore, Italia ha re­ci­bido un trato de favor en com­pa­ra­ción con las exi­gen­cias que se im­pu­sieron al Gobierno de Mariano Rajoy para que res­ca­tara las Cajas de Ahorros en el mo­mento de mayor ten­sión de los mer­cados fi­nan­cieros mun­diales que solo con­ce­dían cré­ditos a nuestro país en con­di­ciones muy du­ras.

Ahora Italia, como ya con­si­guieron Grecia y Portugal, van a poder re­flotar sus bancos con di­nero pú­blico pese a las exi­gen­cias del nuevo me­ca­nismo de re­so­lu­ción que entró en vigor el 1 de enero de este año que está a punto de fi­na­lizar y que prohíbe estas prác­ticas al tiempo que exige que asuman sus cos­tes, entre otros, los ac­cio­nistas y te­ne­dores de bonos de la en­tidad con­cer­nida.

Pese a ello Italia cri­tica la du­reza de la co­mu­ni­ca­ción del Banco Central Europeo al que con­si­dera rehén de la prensa ger­mana. Los me­dios ale­manes han cri­ti­cado la me­dida apro­bada de la­xista que po­dría con­llevar la po­si­bi­lidad de que los con­tri­bu­yentes eu­ro­peos tengan que par­ti­cipar en el res­cate.

El se­ma­nario Der Spiegel habla de sal­va­mento ‘a la an­tigua usanza’ y de miles de mi­llones para un zombi. Además, ha vuelto a cri­ticar di­rec­ta­mente a Mario Draghi quien ha­bría per­mi­tido llegar a esta si­tua­ción du­rante sus años de go­ber­nador del Banco de Italia.

Medios fi­nan­cieros es­pañoles re­cuerdan que tam­bién Draghi ha au­to­ri­zado que el Deutsche Bank tenga menos ca­pital del que de­biera el pró­ximo año des­pués de sus di­fi­cul­tades con el su­per­visor de EEUU. Así podrá tener una ratio CET-Tier1 de 9,51 % para el 2017 frente a la exi­gencia pre­vista del 10,76%.

Estas ex­cep­ciones hacen di­fí­cil­mente creíble el pre­sen­tado como ‘gran logro de la Unión Bancaria’ y deja a las claras que la so­lu­ción ante una even­tual fu­tura crisis to­davía no existe.


(*) Periodista

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