MURCIA.- La asociación Huerta Viva explicó hace un año en una serie de charlas en Beniaján, Algezares, La Alberca y Murcia los inconvenientes de la construcción de la autovía del Reguerón.
Para esta asociación se trata
de una infraestructura innecesaria, ya que de forma paralela se está
construyendo la Costera Sur con tres carriles en cada dirección, y cuya
conclusión solventaría las reivindicaciones de las pedanías de Beniaján,
Torreagüera, Los Ramos y Zeneta. A esto hay que sumar la gran inversión
necesaria con un presupuesto inicial de 209 millones de euros en un
momento de escasez de recursos públicos cuando hay cuestiones mucho más
prioritarias.
La autovía del Reguerón está ocasionando un gran impacto ambiental y
paisajístico, y ha provocado que cientos de familias huertanas se tengan
que marchar de sus tierras y viviendas. Su construcción fragmentará la
vega de Murcia, dejando zonas prácticamente aisladas y con grandes
dificultades para su explotación agrícola, suponiendo también una nueva
barrera para los vecinos que viven en las pedanías de la Costera Sur.
Huerta Viva también advirtió que esta infraestructura actuaría como
un dique al ser una zona donde desembocan varias ramblas procedentes de
la sierra, pudiendo provocar graves inundaciones. Esta advertencia
tristemente se ha visto demostrada en la huerta de Torreagüera con las
intensas lluvias de la semana pasada, y teniendo en cuenta que la
construcción de la autovía sólo se encuentra en un estado inicial.
La asociación quiere reunirse en los próximos días con todos los
partidos de la oposición en el Ayuntamiento y en la Asamblea Regional
para pedir la paralización de las obras y la suspensión del proyecto,
debiendo ser sustituido el tramo en construcción por una prolongación de
la Costera Sur de forma que el impacto sobre el territorio sea el
mínimo.
La planificación de Murcia no ha tenido en cuenta las zonas inundables.
Además de la autovía, Huerta Viva cree que el Plan General ha
ignorado las características de Murcia, convirtiendo zonas inundables y
cauces de ramblas en suelo urbano, y dejando que se entuben acequias y
azarbes que tiene una función fundamental al desviar parte del caudal de
las ramblas y ayudar al drenaje de las zonas hondas en las que se
acumula el agua.
Tenemos los ejemplos de la rambla de Espinardo, donde se ha
urbanizado su cauce y las acequias que la cruzaban transversalmente han
sido entubadas, o de la posibilidad de rellenar y construir en los sotos
del río, siendo zonas inundables que ayudan a retener una gran cantidad
de agua en caso de inundaciones.
Para Huerta Viva, el temporal que hemos sufrido debe servir para
aprender y recordarnos que Murcia es muy sensible a las inundaciones,
por eso la asociación propondrá al Ayuntamiento que prohíba el
entubamiento u hormigonado de acequias y azarbes por la función de
drenaje que realizan en caso de lluvias intensas, así como la revisión
del Plan General para preservar los sotos del río, los cauces de las
ramblas y otras zonas inundables de la Huerta de Murcia.
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